"La vida te enseña la magia hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que él contiene.
"La vida te enseña la magia hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que él contiene.
La L-Teanina es un aminoácido que se encuentra en las hojas de té. Se descubrió en la década de los 40 y cuenta con una serie de beneficios importantes para la salud. Es posible encontrar dicho nutriente en alimentos de origen vegetal, como algunos hongos. Algunos expertos le atribuyen propiedades a nivel organoléptico, como la de aportar sabor umami.
Es importante tener en cuenta que existen multitud de aminoácidos distintos en los alimentos. Asegurar un consumo de estos nutrientes contribuye a mejorar el funcionamiento del organismo, pues cada uno de ellos afecta a partes muy concretas de la fisiología humana.
En el organismo, la L-Teanina cuenta con la capacidad de facilitar la relajación y el sueño. Esto sucede debido a que incrementa los niveles de GABA en el cuerpo. También de serotonina y de dopamina. Ambos neurotransmisores son indispensables para asegurar un descanso adecuado, al menos así lo evidencia una investigación publicada en la revista The International Journal of Biochemistry & Cell Biology.
Además, el aminoácido puede ayudar a modular los estados de ánimo, la concentración y otras sensaciones como el apetito. Asegurar un aporte regular del mismo contribuiría a una síntesis óptima de neurotransmisores a nivel cerebral, lo que se traduciría en una comunicación interna más eficiente.
Por otra parte, otra de las propiedades que se le atribuyen a la L-Teanina es que cuide de la producción de determinadas ondas cerebrales. Estas se asocian con un estado de relajación cuando la persona se encuentra despierta -se ha visto que existen actividades que las potencian, como la meditación-. Este tipo de ondas están muy relacionadas con la creatividad, por ejemplo, por lo que puede ser muy positivo cuidar de su funcionamiento.
Entre los principales beneficios de la L-Teanina destacamos su incidencia sobre la calidad del sueño por medio de un aumento de la relajación. De acuerdo con un estudio publicado en Pharmaceutical Biology, su consumo podría incrementar la duración de la fase REM, lo que se asocia con un mejor descanso. Se estudia su suplementación para conseguir alcanzar un descanso óptimo.
Incluso se especula con la posibilidad de administrar el aminoácido en niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad para conseguir un sueño más profundo y reparador. Si bien es cierto que los resultados de los ensayos todavía no son sólidos, resultan esperanzadores.
Por otra parte, la L-Teanina podría ejercer un efecto positivo sobre los niveles de presión arterial, reduciéndolos. Con esto se consigue disminuir la incidencia de los problemas de tipo cardiovascular.
También se han identificado efectos positivos a partir de su consumo en personas con esquizofrenia, puesto que en estos casos se reduciría la ansiedad. La capacidad de atención y la memoria de estos pacientes se vería potenciada, lo que ayuda al aprendizaje.
No solo es necesario asegurar un aporte de L-Teanina para conseguir que el sueño sea óptimo. Existen otras estrategias a nivel dietético que se consideran importantes de cara a facilitar el descanso. El aminoácido triptófano tiene mucho que ver al respecto, puesto que actúa como precursor de la serotonina y la melatonina. Hay varios alimentos que lo contienen, como es el caso de los frutos secos.
También hay que reducir la ingesta de ultraprocesados con grasas trans y con azúcares simples. Estos compuestos incrementan los estados inflamatorios en el organismo, condicionando negativamente el descanso y rompiendo el estado de equilibrio emocional. Conviene también realizar ejercicio para enlentecer la oxidación.
Como has visto, la L-Teanina es un aminoácido que juega un papel clave en el descanso. Se encuentra fundamentalmente en el té y en algunos hongos, por lo que no es habitual en la dieta de muchas personas. Aun así, su inclusión en la pauta puede llevar asociados beneficios importantes.
La clave está en combinar buenos hábitos de vida para conseguir mejorar el estado de salud y garantizar un adecuado descanso. La práctica deportiva se torna esencial. También mantener una buena dieta y evitar el consumo de sustancias tóxicas. Por último, no se debe olvidar la importancia de la exposición a la luz solar de forma frecuente.
Cuerpomente
El sistema glinfático elimina desechos y partículas tóxicas del cerebro. Su función es decisiva para poder tener una adecuada salud cardiovascular, inmunitaria y vascular. Sin embargo, esos complejos canales macroscópicos formados por células astrogliales también tienen una ventaja: promueven el bienestar mental.
La eliminación de proteínas solubles, de productos de desecho y de ese exceso de líquido extracelular que discurre por el sistema nervioso central, el cerebro y la médula espinal reduce el riesgo de padecer alzhéimer. También nos protege frente a trastornos neurovasculares, hemorrágicos e isquémicos. Aún más, promueve incluso un mejor descanso nocturno.
Estamos ante una estructura descubierta en el 2012 por un grupo de investigadores de la Universidad de Rochester. Fue el doctor M. Nedergaard, quien tras usar unos marcadores fluorescentes para monitorear el flujo del líquido cefalorraquídeo desde la zona subaracnoideo hasta el cerebro, vio algo que le llamó la atención. Algo que hasta entonces muchos habían negado…
Aunque no hay una evidencia concluyente, se sospecha que el sistema glinfático podría estar implicado en las enfermedades neurodegenerativas y desmielinizantes, en la hidrocefalia, los ictus o ciertos dolores de cabeza.
Hasta hace muy poco, se daba por sentado que el sistema nervioso central carecía de vasos linfáticos. Sin embargo, como ya hemos señalado, en el 2012 se publicó un estudio que reformuló esta idea. Ahora sabemos cómo se limpia el cerebro y, en concreto, el mecanismo que higieniza el líquido intersticial cargado de productos de desecho del sistema nervioso central (SNC).
El sistema glinfático no solo destruye todos esos elementos nocivos y poco útiles, sino que, además, ayuda reconducir elementos como la glucosa, los aminoácidos, los lípidos y algunos neurotransmisores. La importancia de ese conjunto de vías, canales y conjuntos de células favorece incluso la regulación del volumen de líquido intracraneal y la salud inmunitaria del sistema nervioso central.
Parece imposible, sin duda, que no supiéramos antes de él. Sin embargo, gracias a las nuevas técnicas de neuroimagen, vamos desentrañando un poco más esos misterios más íntimos de nuestro cerebro. Saber que dispone de su propio sistema de eliminación de desechos evidencia la implicación que tendría el sistema glinfático para nuestra salud neurológica y psicológica…
Desde que se descubriera la presencia del sistema glifático en el cerebro, las investigaciones sobre el tema no han dejado de aparecer. Por ejemplo, la Escuela de Medicina de Yale publicó un interesante trabajo en el 2019. Se pone ya sobre la mesa un hecho y es el referente a cómo la correcta eliminación de los desechos cerebrales previene el deterioro cognitivo y mantiene un envejecimiento saludable.
Es más, otras voces también señalan que se debe profundizar mucho más en este tema por una razón muy concreta. Se sospecha que el sistema glinfático podría ser clave para comprender la presencia de enfermedades neurodegenerativas y desmielinizantes. También de la hidrocefalia e incluso de muchos dolores de cabeza.
Pensemos que la red glifática transcurre por la duramadre que cubre el cerebro, así como por los nervios craneales y los grandes vasos en las salidas del cráneo. La buena o la mala circulación de este sistema puede ser crucial para nuestro bienestar mental y para la propia salud cerebral.
Problemas de memoria y de concentración, las cefaleas, la agilidad a la hora de asentar nuevos aprendizajes, el estrés, la ansiedad… El sistema glifático podría estar detrás de muchos de nuestros problemas más comunes en materia de salud mental y cerebral.
Si hay algo que esperamos de nuestro sistema glifático es que elimine los productos de desecho potencialmente neurotóxicos, como el β-amiloide, precursor del alzhéimer. Queremos que su funcionamiento sea el óptimo para poder disfrutar del potencial de nuestras funciones ejecutivas, tener una buena salud cerebral y sentirnos bien anímicamente.
Por tanto, ¿qué estrategias serían las adecuadas para promover su correcta actividad? Estas serían algunas claves.
Este dato es importante. El sistema glinfático trabaja principalmente durante el sueño y se desconecta durante la vigilia. ¿Qué significa esto? Implica que tener un sueño profundo y sostenido durante 7 u 8 horas es fundamental para “limpiar” dl cerebro de desechos. Esto ya lo sabíamos, pero en realidad no conocíamos el sistema que lo llevaba a cabo.
Disponer de un volumen adecuado de líquido facilita no solo que podemos eliminar desechos vía renal. También consigue que nuestros vasos mantengan un buen flujo sanguíneo cerebral. Por tanto, no dudemos beber al menos 1,5 litros de agua al día.
Mantener una alimentación saludable y variada es esencial para nuestra salud. Ahora bien, para promover el óptimo funcionamiento de nuestro sistema glinfático es recomendable consumir alimentos ricos en magnesio. Este mineral cuida de la salud de los vasos sanguíneos y del propio cerebro.
Por otro lado, la fibra es esencial para la limpieza de nuestros intestinos. La salud gastrointestinal apoya también el drenaje glinfático.
Para concluir, es cierto que aún nos falta desentrañar más datos sobre esa red glinfática que limpia nuestro cerebro. De momento, se estipula que esté detrás de nuestra degeneración cerebral, de los problemas en la cognición y las enfermedades neurodegenerativas. No dudemos en atender las dimensiones señaladas.
Notaremos una mayor energía y bienestar, menos ansiedad, dolores de cabeza y protegeremos mejor al cerebro del paso del tiempo. ¿Por qué no intentarlo?