Las isoflavonas de soja son compuestos bioactivos de naturaleza fenólica que se caracterizan por su acción fitoestrógena y antioxidante. Están presentes tanto en la planta de soja (Glycine max) como en sus productos derivados. De hecho, hoy en día se distribuyen como suplemento nutricional, debido a sus beneficios potenciales.
Tal y como lo expone un estudio divulgado en la revista Nutrients , este fitoquímico ha exhibido beneficios en el equilibrio hormonal, la salud cardiovascular y la prevención de la osteoporosis. Incluso, su ingesta se asocia con efectos antidiabéticos y antitumorales. ¿Quieres saber más al respecto?
Isoflavonas de soja: usos y beneficios potenciales
Las isoflavonas de soja tienen la capacidad de unirse a los receptores estrogénicos de varias células y tejidos. Por eso, se catalogan como un «fitoestrógeno».
De este modo, su asimilación en el organismo impacta en la salud hormonal, reproductiva y metabólica. Veamos en detalle sus principales beneficios.
Síntomas de la menopausia
Una de las principales aplicaciones de las isoflavonas de soja tiene que ver con la menopausia. En particular, se utilizan como suplemento para disminuir síntomas como los sofocos nocturnos, la depresión, la sequedad vaginal y alteraciones metabólicas.
De hecho, estas bondades se han evidenciado en diversas investigaciones. Una revisión divulgada a través de la revista Nutrients informó que las isoflavonas fueron útiles para disminuir los calores de la menopausia, además de atenuar la pérdida de la densidad ósea, reducir la presión arterial y mejorar el control glucémico en esta etapa.
Síndrome del intestino irritable
La suplementación con isoflavonas de soja es beneficiosa para los pacientes con síndrome del intestino irritable. Así lo determinó un ensayo compartido en Middle East Journal of Digestive Diseases, que informó que su ingesta disminuye los síntomas del trastorno y, en general, mejora la calidad de vida de los pacientes afectados.
Colesterol alto
Como hemos comentado, las isoflavonas también tienen un impacto positivo en la salud cardiovascular. En particular, fuentes como el tofu, el tempeh y otros productos derivados de la soja han exhibido efectos beneficiosos en el control del colesterol malo o LDL.
Un metaanálisis compartido en The American Journal of Clinical Nutrition confirmó dichos efectos. De acuerdo con los investigadores, la proteína de soja con isoflavonas ayudó a mejorar los perfiles de lípidos. No solo redujo el colesterol malo (LDL) y el total, sino que mantuvo estables los niveles de colesterol bueno.
Diabetes tipo 2
El consumo de isoflavonas de soja favorece la prevención y el tratamiento de la diabetes tipo 2. De acuerdo con una revisión compartida en International Journal of Molecular Sciences , este fitonutriente incide en el buen funcionamiento de los órganos involucrados en la diabetes, como el páncreas, el hígado y el tejido adiposo.
Un estudio previo compartido en Food & Function mostró resultados similares. En este, los investigadores concluyeron que la genisteína —un tipo de isoflavona— tiene efectos antidiabéticos y es una candidata prometedora como enfoque complementario para prevenir la diabetes.
Osteoporosis
Las isoflavonas de soja no son un tratamiento de primera elección contra la osteoporosis. Aun así, es uno de los suplementos nutricionales más recomendados para la prevención de este trastorno.
En una revisión divulgada en Journal of Medicinal Food se informó que las isoflavonas disminuyen la pérdida de la densidad ósea causada por la osteoporosis. Además, un estudio anterior en European Journal of Clinical Nutrition asoció este suplemento a la estimulación de la formación ósea en mujeres menopáusicas.
Cáncer de mama
Los resultados de las investigaciones sobre el papel de las isoflavonas en el cáncer de mama son controversiales. Mientras que algunos sugieren que una dieta abundante en soja puede disminuir el riesgo de esta enfermedad, otros estudios arrojan que su ingesta excesiva eleva los riesgos.
En este sentido, es conveniente evaluar cada caso particular de la mano del médico o el nutricionista. En general, la ingesta puntual y moderada de soja y sus derivados no suele suponer un problema.
Posibles efectos secundarios de las isoflavonas de soja
Para la mayoría de los adultos sanos, el consumo moderado de isoflavonas de soja no supone un problema. Los efectos secundarios suelen asociarse a una ingesta prolongad de suplementos comerciales de esta sustancia. En general, las fuentes dietéticas son bien toleradas.
De todos modos, algunas reacciones indeseadas por su ingesta son las siguientes:
- Pérdida del apetito.
- Malestar gastrointestinal.
- Estreñimiento, hinchazón y náuseas.
- Reacciones alérgicas (erupción cutánea, picazón y, en casos graves, anafilaxia).
Ahora bien, una ingesta de isoflavonas dietéticas en la infancia, a largo plazo, se vincula con un mayor riesgo de enfermedad de Kawasaki en los niños. Por eso, debe evitarse en estas etapas.
Entre otras cosas, los excesos de este fitoestrógeno pueden derivar en un crecimiento anormal del tejido del útero, además de mayor riesgo de cáncer de mama.
Contenido de isoflavonas en la soja y sus derivados
A modo general, la cantidad de isoflavonas sugerida va de 40 mg/día a 80 mg/día (cantidad óptima). De todos modos, la ingesta de hasta 100 mg/día se considera segura hasta por 3 meses.
Se estima que cada 100 gramos de soja y de sus derivados, aportan la siguiente cantidad de isoflavonas:
- Haba de soja: 60-239 mg.
- Harina de soja: 60-235 mg.
- Proteína de soja: 45-200 mg.
- Leche de soja: 1-31 mg.
- Tempeh: 43-63 mg.
- Tofu: 10-50 mg.
- Miso: 20-100 mg.
¿Qué hay que recordar sobre las isoflavonas de soja?
Las isoflavonas de soja son un tipo de fitoestrógeno que se relaciona con beneficios para la salud hormonal, metabólica, reproductiva y cardiovascular. Su consumo moderado y puntual puede favorecer la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades crónicas.
Aun así, cuando se trata de tomarlas a modo de suplemento, lo mejor es consultar al médico o al nutricionista. Hay que tener presente que en algunos casos puede ser contraproducente.
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