03 noviembre 2025

La importancia del equilibrio ácido-alcalino en tu cuerpo y cómo lograrlo.




  

El equilibrio ácido-alcalino en el cuerpo es un concepto clave en la salud integral, aunque muchas veces es pasado por alto. Mantener este balance no solo afecta el sistema digestivo, sino que influye en funciones tan importantes como el metabolismo, la energía celular y el sistema inmunológico. En este artículo, exploraremos qué es el equilibrio ácido-alcalino, por qué es esencial para tu salud y cómo puedes lograrlo con cambios simples en tu estilo de vida.

 

¿Qué es el equilibrio ácido-alcalino?

 

El equilibrio ácido-alcalino se refiere al nivel de acidez o alcalinidad de los fluidos corporales, medido en una escala de pH (potencial de hidrógeno). Este rango va de 0 a 14:

  • 0 a 6.9: Ambiente ácido.
  • 7: Neutral.
  • 7.1 a 14: Ambiente alcalino.

En el cuerpo humano, el pH óptimo para la sangre está ligeramente en el lado alcalino, entre 7.35 y 7.45. Mantener este rango es crucial para que las células funcionen correctamente y se mantenga la homeostasis.

El pH de fluidos como la orina o la saliva puede variar dependiendo de tu dieta y hábitos de vida, sirviendo como indicadores de desequilibrios. El pH de la sangre siempre se va a mantener en su nivel óptimo, existen mecanismos de regulación instantáneos. Cuando hay variaciones en el pH en el organismo, incluido en la sangre, el organismo crea esta compensación aportando minerales almacenados, o favoreciendo la expulsión de líquidos.

 

¿Por qué es importante el equilibrio ácido-alcalino?

 

El cuerpo trabaja constantemente para mantener un nivel de pH estable, pero ciertos factores, como una dieta rica en alimentos procesados, estrés crónico o falta de ejercicio, pueden llevar a un estado de acidosis (exceso de acidez). Esto puede generar una serie de problemas para la salud:

 


Alteraciones en el metabolismo


Cuando el pH se desvía hacia la acidosis, el metabolismo celular se ralentiza. Las enzimas, responsables de catalizar las reacciones metabólicas, requieren un rango de pH óptimo para funcionar correctamente. Un pH ácido puede:

  • Reducir la producción de energía celular (ATP), afectando la función de los tejidos.
  • Disminuir la capacidad de detoxificación hepática, lo que lleva a la acumulación de toxinas.
  • Aumentar la resistencia a la insulina, facilitando el desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

Desmineralización ósea


El organismo tiene mecanismos de compensación para neutralizar el exceso de acidez, y uno de ellos es extraer minerales alcalinizantes de los huesos, como calcio, magnesio y fósforo. Este proceso puede:

  • Debilitar la estructura ósea, favoreciendo la aparición de osteoporosis.
  • Interrumpir el remodelado óseo, dificultando la regeneración natural de los huesos.
  • Aumentar el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores.

Fatiga crónica


El exceso de acidez afecta la eficiencia de las células para producir energía, causando una sensación constante de cansancio. La mitocondria no genera suficiente energía cuando se encuentra en un medio acidificado. Además, se puede producir una acumulación de ácido láctico en los tejidos, especialmente en los músculos, causando sensación de cansancio y dolor muscular.

Inflamación y dolor


El exceso de acidez promueve un entorno propicio para la inflamación crónica, que es un factor subyacente en muchas enfermedades. Este desequilibrio:

  • Activa las células proinflamatorias, exacerbando el daño a los tejidos.
  • Inhibe los procesos de reparación y regeneración celular.
  • Puede desencadenar respuestas autoinmunes, aumentando la susceptibilidad a enfermedades como artritis reumatoide y lupus.

Efecto en enfermedades crónicas


La acidosis crónica no solo contribuye al desarrollo de enfermedades, sino que también agrava las ya existentes:

  • Cáncer: las células cancerosas prosperan en entornos ácidos y con baja oxigenación.
  • Enfermedades cardiovasculares: la acidosis aumenta la inflamación en las arterias, promoviendo la aterosclerosis.
  • Enfermedades renales: los riñones tienen que trabajar en exceso para excretar los ácidos, acelerando su deterioro.
  • Trastornos neurológicos: un pH alterado puede afectar la función cerebral, contribuyendo a problemas como ansiedad, depresión y niebla mental.

 


Factores que afectan el equilibrio ácido-alcalino

 

El equilibrio ácido-alcalino puede verse influido por varios factores externos e internos. Algunos de los más comunes incluyen:

Dieta

  • Alimentos acidificantes: Carnes rojas, azúcares refinados, productos lácteos, alcohol y alimentos procesados.
  • Alimentos alcalinizantes: Frutas frescas, vegetales, frutos secos y legumbres.

Estrés


El estrés crónico puede alterar el equilibrio ácido-alcalino del cuerpo al activar el sistema nervioso simpático y liberar hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas respuestas aumentan el metabolismo celular y la producción de dióxido de carbono, lo que puede incrementar la acidez en la sangre (bajando el pH). Además, el estrés prolongado puede favorecer la liberación de ácido láctico por un metabolismo anaeróbico en situaciones de tensión sostenida, afectando la capacidad del cuerpo para mantener un pH adecuado

Hidratación insuficiente


La deshidratación puede alterar el equilibrio ácido-alcalino al reducir el volumen de líquido extracelular, lo que concentra los iones hidrógeno en la sangre y puede llevar a una acidosis metabólica. Además, la falta de agua dificulta la eliminación de productos ácidos del metabolismo, como el dióxido de carbono y los residuos nitrogenados, a través de los riñones

 

Consumo de medicamentos


El uso prolongado de ciertos medicamentos puede sobrecargar los sistemas reguladores del cuerpo, como los riñones y el hígado, dificultando la compensación del pH y comprometiendo la homeostasis ácida-alcalina

 

Cómo lograr un equilibrio ácido-alcalino óptimo

 

Afortunadamente, puedes tomar medidas concretas para equilibrar el pH de tu cuerpo y promover una salud óptima. Aquí te dejamos las estrategias más efectivas:

Adopta una dieta alcalinizante

La alimentación es la clave para mantener el equilibrio ácido-alcalino. Incorporar más alimentos alcalinizantes en tu dieta puede marcar una gran diferencia.

  • Alimentos alcalinizantes:
    • Frutas: Limón, aguacate, frutos rojos.
    • Vegetales: Espinacas, brócoli, pepino, calabacín.
    • Granos enteros: Quinoa, mijo.
    • Frutos secos y semillas: Almendras, semillas de chía, linaza.
  • Alimentos a moderar:
    • Carnes rojas y embutidos.
    • Lácteos.
    • Harinas refinadas.
    • Refrescos y bebidas energéticas.

Mantén la hidratación

El agua ayuda a eliminar toxinas ácidas a través de los riñones y apoya las funciones metabólicas. Un organismo bien hidratado es signo de alcalinidad.

Tip: Comienza tu día con un vaso de agua tibia con limón. Aunque es ácido en sabor, tiene un efecto alcalinizante en el cuerpo.

Reduce el estrés

El manejo del estrés no solo mejora tu salud mental, sino que también contribuye a equilibrar el pH corporal.

Prácticas recomendadas:

  • Meditación y mindfulness.
  • Yoga y técnicas de respiración.
  • Ejercicio regular para liberar endorfinas.
  • Reduce la exposición a dispositivos electrónicos, especialmente por la noche.

Ejercicio regular y moderado

El ejercicio físico ayuda a eliminar ácidos a través del sudor y mejora la oxigenación celular. Sin embargo, evita el sobreentrenamiento, ya que el exceso de actividad intensa puede generar acidosis metabólica.

Suplementos y complementos naturales

En algunos casos, los suplementos pueden ser útiles para apoyar el equilibrio ácido-alcalino, especialmente si tienes deficiencias específicas.

Opciones recomendadas:

  • Citrato de magnesio
  • Clorofila
  • Agua de mar

Consulta con un profesional de la salud antes de introducir suplementos en tu rutina.

 

https://www.institutonewdetox.com/blog


Los medicamentos comunes reconfiguran tu intestino en secreto durante años, según estudio


Los medicamentos que tomaste desde hace años modifican las bacterias que viven en tu intestino cambian el panorama. Imagen hecha con AI.



 Muchos toman medicamentos comunes sin sospechar que hay repercusiones digestivas. Una investigación del Instituto de Genómica de la Universidad de Tartu, Estonia, alerta que el intestino sufre cambios al tomar pastillas.

Los medicamentos que tomaste hace años podrían haber reconfigurado para siempre tu microbiota intestinal, el conjunto de bacterias, virus y hongos que viven en el intestino grueso.

Este estudio masivo, que analizó más de 2,500 muestras, revela que los medicamentos comunes dejan huellas imborrables. Esto te obliga a replantear cómo la historia clínica completa, y no solo la medicación actual, moldea la salud de tu intestino.

El intestino sufre cambios importantes debido al consumo de medicinas comunes. Canva.


¿Cómo los medicamentos comunes reconfiguran el intestino?

El estudio, publicado en ASM Journal, demuestra que los medicamentos pueden dejar un rastro microbiano que dura décadas.

Los científicos descubrieron que la mayoría de los medicamentos que examinaron estaban asociados con cambios cuantificables en la comunidad de microbios del intestino.

Estas son las modificaciones del intestino tras tomar medicamentos comunes:

  • Factor explicativo fuerte: El historial de uso de medicamentos pasados es un factor fuerte para explicar las diferencias que existen en el microbioma de cada persona.
  • No son solo antibióticos: El impacto duradero no se limita a los conocidos antibióticos, sino que se extiende a muchas otras clases de medicamentos de uso frecuente.
  • Muestras de seguimiento en un grupo más pequeño confirman que iniciar o suspender fármacos específicos genera cambios en los microbios del intestino, apoyando una probable relación de causa y efecto.
Las bacterias en el intestino se modifican, lo que provoca una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades. Canva.


¿Qué tipo de fármacos cambian el intestino?

El estudio se centró en identificar otros medicamentos comunes que también alteran el equilibrio microbiano intestinal. Los investigadores encontraron que la alteración depende de varias clases de fármacos.

  • Antidepresivos: Estos fármacos asociados con la salud mental fueron vinculados a cambios medibles y duraderos en el microbioma intestinal.
  • Betabloqueantes: Utilizados habitualmente para tratar afecciones cardíacas, también demostraron dejar huellas microbianas distintivas en el ecosistema intestinal.
  • Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP): Estos medicamentos, empleados comúnmente como antiácidos, mostraron efectos persistentes en la composición de los microbios.
  • BenzodiacepinasFármacos recetados para la ansiedad produjeron alteraciones del microbioma similares a las observadas con antibióticos de amplio espectro.
  • ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina): Se confirmó que esta subclase de antidepresivos específicos tiene efectos que persisten en el intestino.
Comer fibra es lo mejor que puedes hacer para proteger tu intestino. Canva.


¿Cómo proteger el intestino?

Tu tracto gastrointestinal es un tubo largo de aproximadamente 30 pies de longitud. Su salud depende de tu cuerpo, tu genética, la alimentación y, muy importante, cómo manejas el estrés.

El camino hacia un intestino saludable no suele ser rápido, pero implica una serie de elecciones diarias como evitar la automedicación.

Te dejamos algunos consejos para proteger tu intestino, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud en E.U. (NIH):

  • Aumenta la fibra: Para combatir el estreñimiento, apunta a consumir entre 20 y 30 gramos de fibra al día, dividiendo la ingesta para evitar gases e hinchazón.
  • Limita los alimentos procesados: La principal recomendación es llevar una dieta equilibrada y consumir menos alimentos ultraprocesados y altos en grasas poco saludables para evitar daños en la microbiota intestinal.
  • Maneja el estrés: El estrés hace que sea más difícil digerir bien los alimentos. Encontrar maneras saludables de reducirlo, como el ejercicio o la meditación, es clave para la salud gastrointestinal.
  • Establece una rutina: El aparato gastrointestinal funciona mejor si mantienes un horario fijo. Intenta comer a horas similares cada día para que tu cuerpo se organice.
  • Consulta sobre probióticos: Habla con tu médico sobre la posibilidad de tomar probióticos (bacterias saludables suplementarias). Hay evidencia de que pueden ayudar a mejorar los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII).

La lección final de este importante estudio es clara: la historia de tu botiquín es, en gran medida, la historia de tu microbioma.

Mantener una buena comunicación con un médico para llegar a la raíz de cualquier problema digestivo te ayudará a tomar las decisiones más adecuadas.

Salud 180

El impacto de la nutrición en la salud de la piel: alimentos que mejoran la apariencia y elasticidad



La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, al mismo tiempo, el que más expuesto está a factores ambientales que pueden dañarlo, como la contaminación, el sol, los cambios de temperatura y el estrés. Aunque muchos recurren a productos cosméticos para mejorar la apariencia de la piel, una parte fundamental para tener una piel sana y radiante es una nutrición adecuada. Los alimentos que consumimos pueden desempeñar un papel crucial en la salud de nuestra dermis, no solo en su apariencia, sino también en su elasticidad, hidratación y prevención del envejecimiento prematuro.

A lo largo de este artículo, exploraremos cómo la nutrición influye directamente en la salud de la piel y qué alimentos debes incluir en tu dieta para mejorar su apariencia y elasticidad.

La conexión entre la nutrición y la salud de la piel

Nuestra piel refleja lo que sucede en nuestro interior, lo que incluye tanto nuestras emociones como nuestra salud general. Si bien el cuidado tópico es importante, lo que comemos tiene un impacto significativo sobre la piel. Esto se debe a que ciertos nutrientes pueden afectar la producción de colágeno, la hidratación de la dermis, la regeneración celular y la capacidad de defensa contra los daños ambientales.

La piel es particularmente susceptible a los daños de los radicales libres, moléculas inestables que se producen por factores como la exposición al sol, el estrés y la contaminación. Estos radicales libres pueden dañar las células de la piel, provocando envejecimiento prematuro, arrugas y pérdida de elasticidad. La nutrición juega un papel clave en neutralizar estos radicales libres y fomentar la producción de nuevas células de la piel.

Nutrientes clave para la salud de la piel

A continuación, veremos los nutrientes esenciales que debes incluir en tu dieta para mantener la piel saludable, radiante y firme.

1. Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6, son fundamentales para la salud de la piel. Estos ácidos grasos ayudan a mantener la barrera lipídica de la piel, lo que impide que la humedad se escape y reduce la inflamación. Los omega-3, en particular, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden calmar afecciones de la piel como el acné, el eczema y la rosácea.

Alimentos ricos en ácidos grasos esenciales:

Pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas.
Semillas de chía, lino y cáñamo.
Frutos secos, especialmente nueces y almendras.
Aceite de oliva virgen extra.

2. Vitaminas C y E: antioxidantes poderosos

Las vitaminas C y E son dos antioxidantes que protegen la piel de los daños provocados por los radicales libres. La vitamina C, en particular, es crucial para la producción de colágeno, la proteína estructural que proporciona soporte y elasticidad a la piel. Con la edad, la producción de colágeno disminuye, lo que da lugar a la aparición de arrugas y flacidez. La vitamina C también tiene propiedades aclaradoras que pueden reducir la hiperpigmentación y mejorar el tono de la piel.

Por otro lado, la vitamina E es otro antioxidante que protege las células de la piel de la oxidación y favorece la hidratación. Además, tiene propiedades curativas y puede ayudar a reducir la inflamación.

Alimentos ricos en vitamina C:

Cítricos como naranjas, limones y pomelos.
Frutas tropicales como la guayaba y el kiwi.
Pimientos rojos y verdes.
Fresas y frutos rojos.

Alimentos ricos en vitamina E:

Aceites vegetales como el aceite de girasol y de oliva.
Almendras y avellanas.
Espinacas y acelgas.
Aguacate.

3. Zinc: un mineral esencial para la regeneración celular

El zinc es un mineral esencial para la regeneración celular y la cicatrización de la piel. Ayuda a reducir la inflamación y a controlar la producción de aceite, lo que puede prevenir problemas como el acné. El zinc también tiene propiedades antimicrobianas que combaten las bacterias en la piel, lo que es beneficioso para prevenir infecciones y mantener un cutis limpio.

Alimentos ricos en zinc:

Carne magra, especialmente carne de res y pollo.
Mariscos como las ostras y los mejillones.
Legumbres, como los garbanzos y las lentejas.
Frutos secos, como las semillas de calabaza y los anacardos.

4. Betacarotenos: el poder de la vitamina A

El betacaroteno es un precursor de la vitamina A, que es crucial para la salud de la piel. La vitamina A ayuda a la renovación celular y promueve la producción de células de la piel nuevas y saludables. Además, la vitamina A es esencial para mantener la piel hidratada y prevenir la sequedad. El betacaroteno también tiene propiedades antioxidantes que protegen la piel de los daños solares y previenen las arrugas.

Alimentos ricos en betacaroteno:

Zanahorias.
Calabaza y batatas.
Espinacas y hojas de mostaza.
Mangos y albaricoques.


5. Colágeno y gelatina: la proteína para la elasticidad de la piel

El colágeno es una proteína estructural que proporciona soporte y elasticidad a la piel. A medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye, lo que provoca la aparición de arrugas y flacidez. Afortunadamente, podemos ayudar a estimular la producción de colágeno mediante la alimentación, consumiendo alimentos ricos en colágeno o que favorezcan su producción.

Alimentos ricos en colágeno:

Caldos de huesos (hechos de huesos y cartílago).
Gelatina natural.
Piel de pollo y pescado.
 

También puedes incorporar suplementos de colágeno en tu dieta para mejorar la elasticidad y firmeza de la piel. Muchos estudios han demostrado que el colágeno hidrolizado puede mejorar la apariencia de la piel, reducir las arrugas y aumentar su hidratación.

6. Agua: la clave para la hidratación de la piel

Aunque no es un "alimento" en el sentido tradicional, el agua es un componente crucial en la salud de la piel. Mantenerse bien hidratado ayuda a mantener la piel flexible, hidratada y luminosa. La deshidratación puede hacer que la piel se vea opaca, áspera y más propensa a las arrugas.

Consejos para mantenerse hidratado:

Beber al menos 8 vasos de agua al día.
Incluir alimentos ricos en agua en la dieta, como sandía, pepino y apio.

Alimentos que debes evitar para mantener la salud de tu piel

Aunque ciertos alimentos son beneficiosos para la piel, otros pueden tener efectos negativos, provocando inflamación, sequedad y empeorando las condiciones de la piel. Algunos de los alimentos que debes evitar o consumir con moderación incluyen:

Azúcares refinados y carbohidratos simples: estos pueden aumentar los niveles de insulina en el cuerpo, lo que puede llevar a la inflamación y al brote de acné.
Comidas fritas y grasas trans: estas grasas no saludables pueden provocar inflamación y dañar la elasticidad de la piel.
Alcohol y cafeína: pueden deshidratar la piel y afectar su capacidad para regenerarse.



Vitanova