La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa que se encuentra ubicada justo en la parte inferior del cuello. Esta cumple una función muy importante al ser la responsable de los procesos metabólicos del cuerpo. El uso de ciertos productos para el hogar podría influir en la aparición de problemas tiroideos por la cantidad de químicos y toxinas que los componen.
Por eso, evitar o reducir su uso podría ser una forma de reducir los riesgos de sufrir por este tipo de problemas.
Productos que podrían causar tiroides
Cuando hay alteraciones en la glándula tiroidea, muchos órganos del cuerpo se pueden ver afectados. Como consecuencia se puede disminuir la calidad de vida por la aparición de diferentes trastornos y enfermedades.
La exposición a ciertas toxinas es una de las causas principales del incremento de los problemas en la glándula tiroidea.
Llevar un plan de alimentación saludable puede contribuir a disminuir el impacto de las toxinas en el cuerpo. Sin embargo, hay otros hábitos y productos que se ignoran y que también podrían afectar su funcionamiento.
Minimizar la toxicidad es importante para prevenir esta alteración, sin olvidar consultar a su médico de cabecera o quiropráctico si usted cree que puede tener síntomas de tiroides.
Pesticidas
Varios estudios han podido determinar que las personas que están en contacto de una u otra forma con ciertos pesticidas tienen mayor riesgo de sufrir problemas en la tiroides.
Uno de esos estudios se realizó con mujeres casadas con hombres que usan pesticidas en su trabajo diario en Iowa y Carolina del Norte (Estados Unidos). Se encontró que cerca del 20 % de las mismas padecían algún problema relacionado con la tiroides. Así, se concluyó que las personas expuestas a estos pesticidas tenían un riesgo mayor de tener problemas tiroideos.
Algunos de los productos analizados fueron los antifúngicos o el clordano. Estos demostraron que aumentaban el riesgo de padecer problemas de tiroides. Con todo, todavía se desconoce la causa exacta.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Almería sí que corroboraría la correlación entre el uso de pesticidas y el desarrollo de padecer tiroides.
Retardantes de llama
Los retardantes de llama o polibromodifenil éteres (PBDE) pueden causar alteraciones en el funcionamiento de la glándula tiroidea.
Este tipo de productos se encuentran en las pantallas de televisión y de computadoras. También podemos encontrarlos en la espuma utilizada en muebles y relleno de alfombras.
Por si fuera poco, los PBDE están relacionados con problemas de comportamiento y de desarrollo. Esto se debe a que la glándula tiroidea está relacionada con el sistema nervioso. Así lo verificaría este artículo del Acta Pediátrica Española sobre los neurotóxicos ambientales.
Lo mejor es sustituir los productos que los contengan por otros sin ellos.
Plástico
Además de tener un impacto negativo en el cuerpo, los plásticos pueden ser peligrosos para el funcionamiento del organismo.
Una de las preocupaciones relacionadas con la salud es una sustancia química que se filtra a partir de botellas de plástico. Esta se conoce como antimonio.
Científicos de la Universidad de Copenhague encontraron antimonio en las bebidas de frutas y zumos en botellas de plástico. Además, estos se encontraron en niveles de 2,5 veces superiores a lo que se considera seguro.
También se ha comprobado que ciertos ftalatos en algunos plásticos pueden afectar al funcionamiento de la tiroides.
Antiadherentes
Algunos antiadherentes están compuestos por ácido perfluorooctanoico (PFOA). Este químico se utiliza en la fabricación de teflón, envoltorios de comida y otros productos de uso habitual en el hogar.
Según un estudio realizado por especialistas británicos, este químico puede afectar a la tiroides incluso si esta se expone a niveles moderados. Por eso, es mejor evitar su uso.
Pastas de dientes con triclosán
Algunas pastas de dientes populares contienen un ingrediente conocido como triclosán. Este podría afectar el funcionamiento de la tiroides, la testosterona y los estrógenos, además de evitar que algunos antibióticos funcionen.
Esto se debe a que interfiere con las hormonas producidas por la tiroides. Además, podría alterar el desarrollo normal del sistema reproductivo y del metabolismo.
No obstante, se siguen haciendo pruebas que demuestren si en verdad habría una correlación entre la tiroides y este microbiano.
Si requieren más información acerca de los recientes estudios, les recogemos este artículo de la Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal.
Productos antibacterianos
Existen jabones y lociones antibacterianas que también contienen triclosán. Así lo corroboraría este estudio realizado por Endocrine Society.
El triclosán actúa como un antibiótico para controlar las bacterias que se proliferan en pies, manos, dientes y otras áreas del cuerpo. Sin embargo, puede ser dañino para otras funciones del cuerpo como es el caso de la glándula tiroidea.
Metales pesados
Muchos productos químicos que se utilizan en el hogar tienen cierta cantidad de metales pesados como el mercurio, el plomo y el aluminio. Estos, al disparar contra los anticuerpos, pueden conducir a trastornos autoinmunes de la tiroides, como las enfermedades de Hashimoto y Graves-Basedow.
Científicamente, está demostrado por este artículo redactado en la Revista Bioagro, donde expone el potencial riesgo que pueden presentar los metales pesados para nuestra salud.
Soja
La soja contiene fitoestrógenos en sus proteínas, los cuales pueden inhibir la peroxidasa tiroidea. Un reciente estudio de la Universitat de les Illes Balears, demuestra esta creencia.
Lo que hace este producto es interrumpir la función normal de la tiroides. Esto se debe a que bloquea la capacidad del cuerpo de utilizar yodo. Este es el proceso mediante el cual se producen las hormonas tiroideas.
Con todo, no hay pruebas concluyentes de que la soja sea 100 % perjudicial para los adultos. Lo mejor es reducir su consumo y consultar a nuestro médico para que nos recomiende la dosis más adecuada en caso de tener problemas de tiroides.
Otra desventaja de la soja es que en la actualidad mucha está genéticamente modificada (OGM). Esto también podría estar influyendo en su impacto negativo para la salud. Lo ideal, en esta situación, sería optar buscar productos naturales.