La autoestima

 

La autoestima es la frecuencia más alta que atrae todo lo que quieres

Amarte a ti mismo y respetar tu tiempo y energía, cambia la forma en que el universo te responde.

Estás enviando una señal de que mereces vivir más.

Todo empieza contigo.

La gente te tratará como tú les permitas

La gente también siente la energía que emites y cómo te apresuras dentro.

Las experiencias que atraes tienen mucho que ver con cómo te sientes.

Tus estándares marcan el tono de cómo te tratan los demás.

No te humilles aceptando un comportamiento que no está en línea con tu propósito en la vida.

Sabes lo que quieres.

La mayoría de la gente tiene miedo de que algo grande no llegue a sus vidas, así que se afirman y aceptan la mediocridad.

Saber que el cambio comienza con usted

Envía una señal energética de que te mereces lo mejor en tu vida al conseguir la actitud correcta y separarte de la negatividad o de aquellos que no valoran tu palabra.

La acción es el mayor respeto

Deja que la gente demuestre quién es, no escuches sus dulces palabras.

Algunas personas no están listas para crecer o ser expuestas a un nivel más profundo.

No pierdas tu tiempo y energía en citas superficiales que no te estimulan a entenderte a ti mismo y a la vida mejor.

Sumérgete profundo y mira qué tipo de gente atraes.

Todas las personas en tu vida son el reflejo de dónde estás.

Están aquí para mostrarte tu estado actual.

No te estreses, arregla las cosas y empieza a crear.

Dale las gracias por mostrarte que te mereces algo mejor.

Dale las gracias por entender su verdad.

No hay pérdidas, solo lecciones aprendidas que te ayudarán a darte cuenta de tu valor.

Siempre lucha por el cambio y el desarrollo

~ Idil Ahmed por Basia Slavianka

Amor y Luz / vía NOVA TERRA NASCENDO. Laureano Gonçalves/

El silencio es el lenguaje de Dios,

 El silencio es el lenguaje de Dios,

Todo lo demás es una mala traducción

Rumi

Todas las cosas bellas ocurren en silencio, la maravilla, la creación de la belleza transcurre en esos instantes donde el mundo se para acurrucado en su oculta intimidad. Una brizna de hierba crece sin hacer ruido, el sol se despereza cada mañana en silencio y así pasa su día hasta que en la noche regala su luz a su amada la luna que nos la entrega generosamente sin decir absolutamente nada, nacemos de una célula que se divide por primea vez en recogido silencio.

En la noche, donde la magia cobra plena vida, el silencio preside todo, en nuestro espacio exterior solo se oye el estruendo del silencio mas absoluto en justa correspondencia con el espacio interior donde entre los planetas que constituyen nuestros átomos reina la paz nacida del silencio interno creador. Dos pares de ojos enamorados se dicen más en una fracción de segundo con una silenciosa mirada que lo que millones de palabras jamás podrían expresar en millones de años.

Pero el mundo no calla y nosotros tampoco con él, porque, aunque no digamos una sola palabra, el bullicio interior es un discurso perpetuo de maledicencias, quejas, reproches, envidias, engaños, falsedades, desprecios, orgullo y soberbia, miedo y necesidad, que remueve el océano creando un auténtico huracán de vientos imposibles que arrebata los muebles de nuestro Hogar y los eleva en un giro eterno hacia el limbo de la angustia.

Shhh, calla, no digas nada salvo que sepas que tus palabras serán mejores que tu silencio, contén ese impulso que te dice que esto es una tontería más, que el silencio es aburrido, que te narra con detalle todos los males, las desgracias que te ocurrirán si decides silenciar esa voz durante un segundo.

Habla si quieres, participa del tiovivo del discurso inutil que gira cada día, interpreta el papel de la obra cotidiana pero mantén ese silencio profundo, cuídalo ahí bien dentro mientras tu boca pronuncia palabras que ni te van ni te vienen.

El silencio es la secreta llave que abre la puerta de los tesoros ocultos desde siempre en cada uno de nosotros, el puente que une mundos, la estrella que ilumina los rincones de la Gracia.

Permanece en silencio.

El te lo dirá todo.

Tania Alexanrova

La vida

 

La vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que él contiene. La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo. La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí entre la luz.

La vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlar. La vida te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuchas. La vida te envía rayos y tormentas, para que despiertes. La vida te humilla y derrota una y otra vez hasta que decides dejar morir tu EGO. La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir. La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no necesitas ni alas ni raíces, sino solo desaparecer en las formas y volar desde el Ser. La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro. La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender a vivir. La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie, y así te conviertes en todo.

La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas para evolucionar. La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que dejas tus caprichos y berrinches y agradeces respirar. La vida te oculta los tesoros, hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos. La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos . ...

Bert Hellinger