01 julio 2019

¿Qué nos dice nuestro cuerpo cuando tenemos ansia por lo dulce?

Las emociones están muy ligadas a los alimentos dulces, así pues cuando nos encontramos emocionalmente en desequilibrio recurrimos a echar mano a algún dulce, helado, bombón o pastel de chocolate, con la esperanza de que los problemas desaparezcan o se solucionen, pero nada más lejos de la realidad, intensificamos el problema e intoxicamos a nuestro organismo con demasiadas sustancias que no desea.

Efectos nocivos del azúcar

El azúcar es un producto que nos aporta calorías rápidamente pero que nos puede producir desequilibrios emocionales y en el metabolismo, cuando se ingiere demasiado azúcar el pulso rápidamente se acelera, aumenta la presión en la sangre y su función renal. 
 

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Si se consume regularmente y en exceso, podemos fatigar al hígado, que se encarga de mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre,  y debilitar la actividad antimicrobiana de los glóbulos blancos o leucocitos.

Por otro lado el azúcar tiende al penetrar en nuestro organismo, a atraer a determinados elementos químicos como minerales: hierro, magnesio, calcio y vitaminas del grupo B, provocando una falta de energía vital y desmineralizando al organismo.

Un consumo excesivo de azúcares, puede desembocar en problemas vasculares, diabetes, sobrepeso u obesidad, teniendo en cuenta que además genera adicción, al tomar el dulce, se engaña al organismo que queda saciado durante unos instantes para luego reaparecer con mucho más apetito que antes.


Afrontar nuestras emociones sin dulce u otros manjaresSi lo más dulce que reconocemos en nuestra vida es el azúcar, u otros alimentos refinados tenemos un reto a superar.Un reto 
que una vez superado marcará un antes y un después en nuestra existencia. Un reto que supone una liberación.

Cómo acabamos de ver, cuando no tenemos hambre física y comemos ante un desequilibrio emocional  alimentos refinados o azucarados, procesados,… a parte de sobrecargar nuestro cuerpo, lo debilitamos, engordamos y nos desmineralizamos.  Y no solamente eso, el desequilibrio emocional continúa ahí, quizás anestesiado temporalmente mientras comemos con ansia.

Demasiados trastornos se asocian al consumo reiterado y excesivo de azúcar, un exceso de calorías que aumentan los problemas de sobrepeso y de salud en general, y que se deberían sustituir por otro tipo de alimentos de asimilación más lenta y que nos ofrecen energía de manera más duradera y gradual y ayuden a regular el azúcar en sangre como cereales integrales, verduras o frutas: combustibles saludables para nuestro cuerpo y nuestro cerebro.


El camino de la armonía corporal para superarte

 “No tragues tus emociones, exprésalas de manera constructiva”


 Para superar este reto es necesario eliminar o reducir al máximo el  azúcar y consumo de alimentos refinados y procesados, y por el otro afrontar las emociones con las que no nos sentimos a gusto, dándonos permiso para que se expresen  sin acallarlas con comida. Tus emociones tienen un mensaje para ti, Tus emociones son como unas antenas que te guían para tomar mejores decisiones. Conocer tus emociones sin reprimirlas te ayuda a conocerte mejor.

La mayoría de mis clientes  pasa en mayor o menor grado por el proceso de aprender a afrontar, aceptar y manejar sus emociones de manera constructiva. Es un proceso que siempre me conmueve, cuando  la persona se recompone, cuando acepta también esa parte de sí misma que antes aplacaba comiendo, la persona crece, se hace más fuerte, aumenta su confianza, y todo ello quitándose un gran peso de encima ;-).
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