10 septiembre 2021

¿Por qué debes escuchar música mientras haces deporte?

 



Escuchar música beneficia el bienestar en general, ayuda a regular las emociones, y crea felicidad y relajación en la vida cotidiana. Sin duda alguna, es un arte que nos puede teletransportar a viejos recuerdos y momentos de nuestra vida, pero también puede ayudarnos al momento de hacer deportes.













Existen expertos que afirman que la música influye de forma significativa en nuestra mente, motivándonos y haciendo más soportable el sufrimiento. Por lo general y de forma instintiva, solemos sincronizar nuestros movimientos con el tempo de la música.

Según un estudio realizado por la universidad de Sheffield en Reino Unido, demostró que los deportistas que siguieron el ritmo de la música durante el ejercicio necesitaron un 7% menos de oxígeno.

De igual forma, el El Dr. Costas Karageorghis, experto en psicología del deporte, se ha referido a la música como “un tipo de droga legal para mejorar el rendimiento”, pues escuchar música durante el ejercicio puede mejorar el rendimiento un 15%.

Muchos de los deportistas más famosos y profesionales de las grandes ligas han desvelado en varias entrevistas que siempre utilizan la música como un elemento motivador antes de sus competencias. Por ejemplo, la estrella del fútbol Cristiano Ronaldo se declara fan de escuchar Oasis y la música electrónica del DJ y productor Paun Van Dyk, antes de sus partidos de futbol.

Por otra parte, la estrella norteamericana LeBron James ha afirmado conocer toda la música de su amigo Jay-Z, aunque también se motiva para saltar a la cancha escuchando a otros artistas como Drake, Pharrel Williams, The Black Keys, Coldplay, Robin Thicke, Eminem o Kanye West.

5 beneficios de la música en el deporte

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Tanto si eres de los que realiza ejercicio en casa, cómo de los que les gusta asistir al gimnasio y hacer zumba con equipos de sonido para eventos
 a muy alto volumen y sacarle todo el potencial a tu cuerpo, los aportes de la música en el deporte son muy beneficiosos para nuestra vida cotidiana. Compartimos a continuación los 5 principales beneficios de la música en el deporte:

Te ayuda a mantener el ritmo


La música estimula la corteza cerebral motora, lo que se traduce en bastante activación del cuerpo. El cerebro envía señales de movernos y estar enérgicos, lo que puede sincronizarse con el ejercicio que estamos realizando. De esta manera, estaremos llenos de potencia para asumir el ejercicio que venga.

Lo mejor es buscar música cuya cadencia y ritmo estén sincronizadas con la intensidad del ejercicio. Así, la canción tendrá el beat más alto cuando estés en el punto más difícil de la rutina, y bajará cuando sea el momento de descansar y mantener el cuerpo caliente.

Todos tenemos una canción


Aunque la ciencia no tiene una explicación certera al respecto, para todos existe una canción que es la adecuada. La misma nos traslada a un mejor lugar y nos hace sentir llenos de energía y vitalidad. Inevitablemente nos invita a levantarnos de la silla y movernos.

La mayoría de las veces, el impacto de esa canción tiene que ver con el momento y lo que estabas haciendo la primera vez que la escuchaste. Por lo tanto, vincular una canción que nos llena de vitalidad con el ejercicio es sencillo. Lograrás tu rutina sin mucha dificultad.

La música distrae


Como habíamos comentado, la música tiene potencial para distraernos y permitirnos aguantar mucho más el ejercicio. En efecto, hace que el cerebro destine gran cantidad de su energía y concentración al ritmo y, en muchos casos, a la letra, obligándonos a seguirla.

Cuando el cerebro esta inmiscuido en este proceso, se le hace sencillo ignorar el impacto físico que está teniendo la rutina. Puede pasar desapercibido el dolor, malestar o cansancio.

La música mejora el estado de animo


La combinación de música y ejercicio es una gran aliada del estado de humor. Ambas son capaces de inundar nuestro cerebro de serotonina, la hormona de la felicidad y el bienestar, por lo que dan resultados excelentes.

Una canción bastante animada y una buena rutina de ejercicio destacan entre las recomendaciones para combatir el estrés, la depresión, ansiedad u otros cuadros. Además, son amigas de tus relaciones interpersonales. En efecto, al estar de mejor humor, puedes lidiar mejor con el entorno y los retos que se presenten.












La música te hace moverte


El cerebro encuentra en la música un estímulo imposible de ignorar. Escucharla incita inmediatamente a querer movernos, puesto que activa receptores específicos. Normalmente, el movimiento desencadena en baile, que es una de las formas más divertidas de ejercicio.

Sin embargo, con un poco de determinación, la necesidad de movernos puede desembocar en la consecución de ejercicios. Como te habíamos comentado, es recomendable que los sincronices con la música.

Incluso la música puede ayudarte a llevar mejor tu rutina de caminata o trote, porque te ayuda a estar estimulado.

Ahora ya conoces los beneficios de escuchar música mientras haces ejercicio. ¡Ponlo en práctica!

El Dolor Puede Alterar Nuestras Emociones A Nivel Bioquímico

 

 



A la luz de las investigaciones científicas se ha podido corroborar, que existe una conexión fisiológica entre la mente y el cuerpo. Dicha conexión, de acuerdo a los expertos, cada día resalta con mayor evidencia. Es de destacar, que nuestros pensamientos y emociones pueden ser la resultante de diversos procesos de dolor.

De este tan interesante tema voy a hablar debido a la inquietud de Rosemarie, una seguidora de Carolina del Sur. Ella me contactó a inicios del verano porque su madre desde hace años sufre de dolores crónicos de espalda. Y Rosemarie se dio cuenta, que cuando los episodios de dolor arrecian su madre se torna irascible e incluso tiende a deprimirse.

Ella acude a mí para que le aclare, si parte del ánimo que muestra ocasionalmente su madre, está vinculado al problema de dolor que ella posee desde hace unos años.

Casi siempre los dolores son consecuencias de procesos inflamatorios.  Por eso es necesario mantener un estilo de vida saludable.  Eso evitará que los dolores se transformen en crónicos y afecten otras partes del organismo.

En relación a ciertos elementos generales acerca del dolor y su conexión con las emociones a nivel bioquímico, acoto que el dolor es un estado que puede modificar nuestro comportamiento, posiblemente esto no sea captado en su justa dimensión. Por ello, decidí compartir este artículo  en mi página.

Algunas generalidades acerca del dolor

Podría decirse, que el dolor es una experiencia sensorial y emocional. Sin embargo, la mayoría de las veces es investigado y tratado clínicamente de forma separada de las emociones. No obstante, existen una serie de relaciones mecánicas y conceptuales, que han impulsado la necesidad de comprender su asociación.


Es decir, llegar a profundizar en sus interacciones bidireccionales, lo cual solo se ha hecho posible logrando establecer alianzas. De esta forma, se han impulsado esfuerzos investigativos entre los científicos expertos en dolor y quienes investigan acerca de las emociones.

De acuerdo a la ciencia, el dolor es más que un mensaje de los tejidos lesionados. Podría decirse que, es también una experiencia compleja que nuestro cerebro ajusta de forma perfecta. Esto impide que el dolor pueda predecirse, pues son muchas las variables intervinientes que lo afectan.

De hecho, participan además una serie de filtros perceptivos del cerebro, que a veces conllevan a procesos dolorosos sin traumatismo. Incluso también, a la presencia de procesos traumáticos sin experimentar dolor.

Muchos científicos concuerdan en que el cerebro humano fabrica el dolor, de hecho, el cerebro es capaz de crear una experiencia de dolor cuando percibe señales de amenaza sobre los tejidos corporales. Incluso se sabe, que en ocasiones el cerebro acrecienta el dolor de forma sobreprotectora. Esto a veces favorece la creación de falsas alarmas, que podrían producir efectos de sensibilización.

Podía decirse que el dolor depende principalmente de nuestros cerebros, no de nuestras mentes. Es preciso estar claro, que es difícil gobernar el cerebro y que el dolor es una respuesta natural y adaptativa. Por medio del dolor, se busca proteger el organismo de una lesión,  bien de naturaleza real o potencial.

Es de resaltar, que el dolor persistente, acarrea importantes cargas económicas, clínicas y de sufrimiento, a nivel personal y social.

La ciencia profundiza acerca del dolor

Según los expertos las comorbilidades de la salud mental, entre las que destacan las de índole psicológica como la ira, ansiedad y depresión, se presentan frecuentemente en quienes experimentan dolor crónico. Y es relevante aclarar, qué es en realidad el dolor, y a su vez, precisar exactamente qué son las emociones.

Debo mencionar asimismo, ciertos puntos relacionados con el dolor y la nocicepción. Clínicamente la nocicepción es un proceso neurofisiológico, que permite descifrar estímulos nocivos bien por lesiones tisulares reales o potenciales.

Cabe destacar, que la palabra nocicepción se deriva de la palabra proveniente del latín para nocivo. Esta palabra latina, hace referencia a perjuicio, lesión o deterioro y es alusiva tanto a daños de origen somático como emocional.

A manera de ejemplo, nos puede causar dolor tanto cuando somos insultados interpersonalmente, como cuando recibimos heridas a nivel físico. El lenguaje es fundamental en la articulación de las experiencias subjetivas, sin embargo, el sistema nervioso es determinante en las mismas.

Por ello, la nocicepción toma en cuenta las vías neurofisiológicas periféricas integradas en el sistema nervioso sensorial. Se sabe, que estas vías pueden percibir de forma objetiva las propiedades físicas de diversos estímulos. Es decir, los de índole química, térmica, eléctrica o mecánica y trasmitirlos hasta la médula espinal.

Cabe destacar que, al igual que ocurre con otras modalidades sensoriales (audición o visión), la nocicepción puede generar señales biológicas. Dichas señales, poseen la capacidad de mediar entre los acontecimientos del mundo externo y el medio interno de nuestro organismo.

Esto permite generar un comportamiento reflexivo, que permite proteger nuestro organismo y de esta forma incrementar la aptitud evolutiva.

Integrando el dolor y la emoción

Lo concerniente a las emociones y su naturaleza posee siglos de debates, iniciados en oriente y occidente del mundo antiguo. Y es un tema, que aún en la actualidad es fuente de polémicas.

Las emociones básicas como la ira, miedo o tristeza son considerados por una gran mayoría como estados mentales únicos con mecanismos subyacentes específicos. Esto implica que no podrían descomponerse en factores más sencillos.

Sin embargo, existen perspectivas que no ven las emociones como únicas en cuanto a causa, forma o función, sino  más bien, construidas por causas más básicas no específicas de las emociones como la intensidad y la excitación.

No obstante, la gran mayoría de las perspectivas plantea, que las experiencias emocionales resultan de las interacciones entre los patrones somatoviscerales (sensibilidad corporal) y los procesos cognitivos (memoria y atención)

Ello incluye además ciertas atribuciones metacognitivas, que son controladas por el sistema nervioso central. Dentro de ellos destacan ciertos comportamientos adaptativos. Es decir, respuestas de supervivencia como lucha, inmovilización o huida.

De esta forma, las emociones pueden ser evocadas por estados fisiológicos como la sed y el hambre. También por ciertos acontecimientos del entorno, como por ejemplo, agresiones verbales, ruidos fuertes o catástrofes naturales.

El dolor puede ser asumido como un proceso “reflexivo”, que puede provenir en muchas ocasiones de la percepción nociceptiva. Ello incluye las percepciones externas como una cortadura, o de percepciones internas como un desgarre muscular.

Justamente en el momento cuando el cerebro procesa esta información, experimentamos conscientemente el estímulo del dolor. De esta forma se establece su intensidad, localización, además de rasgos sensoriales y emocionales.

Vale destacar que, el estímulo del dolor suele ir acompañado de determinadas expresiones conductuales complejas. Ello incluye modificaciones del comportamiento a nivel verbal, facial y corporal.

Procesos bioquímicos detrás del dolor

El dolor agudo posee una importante función protectora detectando estímulos nocivos y previniendo el daño corporal. Sin embargo, cuando el dolor se hace crónico, pierde su función de señal de alarma. Esto hace que, en ese momento, el dolor sea considerado como una enfermedad en sí mismo.




Se sabe, que quienes experimentan dolores crónicos presentan ciertas respuestas exageradas en presencia de estímulos dolorosos (hiperalgesia). Además de ello, se ha observado que estas respuestas se presentan también frente a estímulos no dolorosos (alodinia). Incluso, son frecuentes las alteraciones a nivel cognitivo y emocional, las cuales se expresan en episodios de depresión y ansiedad.

El glutamato y su función 

Muchos estudios han permitido establecer, que el glutamato es el aminoácido libre más abundante en nuestro cerebro. Además de ello, se ha comprobado que se encuentra involucrado en múltiples vías metabólicas. Sin embargo, investigaciones recientes descubrieron, que este aminoácido posee efectos excitatorios en las células nerviosas, pudiendo incluso ocasionar su muerte.

Es importante mencionar, que el glutamato es uno de los principales neurotransmisores involucrados en la emisión del dolor. De hecho, posee un papel destacado en la sensibilización central asociado al dolor crónico.

Es considerado el principal neurotransmisor excitador del sistema nervioso central de los mamíferos. Su forma de acción es mediante receptores acoplados a canales iónicos y a receptores acoplados a proteínas G (metabotrópicos).

Se ha determinado, que el glutamato suele producir respuestas fisiológicas muy rápidas. Una vez que el glutamato se une a los receptores permite que la corriente empiece a fluir, es decir, permite que los iones atraviesen la membrana celular en microsegundos.

Vale destacar, que existe un importante neurotransmisor inhibitorio denominado GABA (ácido gamma aminobutírico). El mismo posee un papel fundamental en frenar o inhibir a ciertos neurotransmisores excitatorios como el glutamato. Esto implica que, bajos niveles de GABA pueden producir trastornos de ansiedad e incluso epilepsia.

Antiguamente, se creía que las causas del dolor crónico se centraban a nivel de la periferia. Es decir, presencia de daños en alguna región del cuerpo o en el procesamiento de la nocicepción. Sin embargo, investigaciones recientes han permitido establecer, que los procesos cerebrales centrales poseen un rol fundamental sobre el dolor.

Equipo australiano desvela asociaciones entre el dolor y las emociones

Desde hace más de 20 años, la Dra. Sylvia Gustin y su equipo investigan acerca del dolor crónico. Ellos pertenecen a la Facultad de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW). Sus investigaciones buscan desarrollar un programa no farmacéutico, que permita autorregular las emociones de quienes sufren dolores crónicos.


De acuerdo a los investigadores, existen medicamentos para ayudar a tratar el dolor crónico. Sin embargo, en la actualidad no existen fármacos que se dirijan directamente al contenido de GABA y glutamato en el córtex prefrontal medial. A su vez, estos medicamentos poseen efectos negativos a nivel de todo el sistema nervioso central.

De acuerdo a los resultados ellos han logrado demostrar que, el dolor neuropático crónico se asocia a ciertas condiciones anatómicas, bioquímicas y del tálamo, que pueden estar alteradas.

El tálamo es una pequeña estructura cerebral, situada específicamente sobre el tronco encefálico, con amplias conexiones nerviosas. Su función principal, es la de transmitir señales motoras y sensoriales a la corteza cerebral. Es además responsable de la regulación del estado de alerta y sueño.

Hallazgos recientes del equipo australiano

En un estudio reciente realizado por los investigadores de UNSW se descubrió, que existen bajos niveles de GABA en el córtex prefrontal en personas con dolor neuropático crónico.

De acuerdo a los expertos, el córtex prefrontal está implicado en el procesamiento emocional. Por ello, una disminución del GABA, asociada directamente con la pérdida de la inhibición del dolor, podría explicar ciertos comportamientos.

Para los científicos australianos, ahora se entiende más claramente la presencia de trastornos emocionales en quienes sufren dolores crónicos. Dentro de estos trastornos emocionales destacan la ansiedad y la depresión.

Según los investigadores, la pérdida de inhibición en la corteza prefrontal conlleva una serie de complicaciones. Por ejemplo, que las personas con dolores crónicos no puedan dejar de pensar en el dolor que experimentan.

Este constante rumiar, en el sentido psicológico de la palabra, produce una serie de pensamientos negativos, pesimistas y de temor acerca del dolor que van a experimentar. Y lamentablemente, dichas preocupaciones profundas y constantes no pueden detenerse. Esto se asocia, con la pérdida de la capacidad del córtex prefrontal para inhibir estos pensamientos.

El equipo de la Dra. Sylvia Gustin se encuentra actualmente estudiando la forma de atacar estas alteraciones cerebrales mediante un enfoque neuromodulador. Su idea, es lograr el alivio del dolor, haciendo uso de la fuente primaria del mismo: nuestro cerebro.

Ellos desean lograr modular estos cambios funcionales, estructurales y bioquímicos mediante una biorretroalimentación empleando la electroencefalografía. El equipo estima, que esto puede conducir a una reducción significativa y sostenida del dolor.

Hasta ahora, el equipo pudo desarrollar un programa de recuperación emocional en línea, dirigido específicamente a personas con dolor crónico. Ellos lo están implementando como opción no farmacéutica para tratar la alteración de los neurotransmisores. Se tiene previsto, que los resultados definitivos de esta experiencia, se presenten finalizando el 2021.

Concluyendo

En muchas ocasiones se ha hablado acerca del dolor. Esta vez se muestran algunas correlaciones, que en ocasiones no son consideradas. De hecho, muchos de los planteamientos habían fracasado porque elementos de mucha importancia estaban siendo tratados por separado, sin considerar una asociación entre el dolor y las emociones.

Como siempre recalco, se deben aplaudir las iniciativas que buscan soluciones integrales. En este caso, un grupo de científicos liderados por la Dra. Gustin, tienen más de veinte años buscando vías alternativas, para evitar el empleo de fármacos para manejar el dolor. Ellos, conocen con precisión cuan dañinos son los fármacos para nuestro cuerpo.

De acuerdo a diversos hallazgos se ha podido establecer que, en la actualidad no existen fármacos que puedan favorecer el contenido de GABA y glutamato en el córtex prefrontal. Ello incide en la presencia del dolor neuropático crónico, mediado por ciertas condiciones anatómicas, bioquímicas y del tálamo cerebral.

Por ello, una disminución del GABA, se asocia directamente con la pérdida de la inhibición del dolor. Esto explica ahora más claramente ciertos comportamientos en quienes sufren dolores crónicos. Ello incluye diversos trastornos emocionales que incluyen ansiedad, ira y depresión.

Esta información  fue enviada a Rosemarie  quien me comentó que lo recibió de muy buen agrado.  Ella posee ahora mayor cantidad de elementos para comprender las emociones negativas que en ocasiones manifestaba su madre.

De hecho, ella me mencionó que a raíz de la motivación por lo que le envié, le llevó a inscribirse a ella y a su madre en clases de Tai chi y de meditación. Me comentó, que los efectos luego de aproximadamente un mes y medio, han sido formidables. De hecho, su madre luce mas tranquila y sosegada, pero aún no se desprende totalmente de las preocupaciones.

“El cerebro no puede amortiguar estos sentimientos por sí solo, pero es plástico y podemos aprender a cambiarlo”

Dra. Sylvia Gustin


7 soluciones caseras para disminuir los espasmos musculares 5 minuto

 





Además de ser un gran aliado en aromaterapia para favorecer la relajación, los masajes con aceite de lavanda son muy efectivos para aliviar las molestias producidas por los espasmos musculares.

Los dolores musculares se pueden deber a múltiples causas. Aunque en muchas ocasiones sabemos las razones por las que padecemos esos molestos dolores, en otras ocasiones desconocemos los motivos.

En gran parte de los casos, el estrés, la tensión muscular, las caídas, el ejercicio, un mal movimiento o incluso la gripe nos pueden provocar daños en los músculos, malestar y flojera.

Es muy importante saber aliviar el dolor muscular porque afecta directamente a nuestra calidad de vida: nos incapacita a realizar nuestro día de forma normal y siempre pensamos en el dolor. A su vez, el dolor muscular está relacionado directamente con los espasmos, que son movimientos involuntarios que aparecen de repente en nuestro cuerpo y son desde molestos hasta dolorosos.

Remedios caseros para tratar los espasmos musculares

Músculos tensos.

Los productos naturales son ideales para cuidar algunos malestares que aparecen en nuestro organismo. Si quieres conocer cuáles son los mejores tratamientos o soluciones para evitar tanto el dolor muscular como los espasmos musculares, sigue leyendo estas líneas.

1. Agua caliente

El agua caliente o templada es perfecta para relajar el músculo. Se trata de uno de los remedios caseros más expandido gracias a su sencillez y eficacia.

  • Lo ideal es contar con una bolsa de agua caliente o compresas de tela mojadas en agua caliente. Aplicada en la zona afectada, ayudará a estimular la circulación sanguínea, por lo que ayudará a que desaparezcan la tensión muscular y la inflamación.
  • También puedes aprovechar el momento de la ducha para aplicar calor de forma local.

2. Ramas de romero

Se trata de una hierba muy beneficiosa para tratar varias acepciones del organismo gracias, según este estudio realizado por la Universidade Estadual Paulista (Brasil). En este caso su infusión puede ayudar a que la inflamación desaparezca: humedece un paño en la misma y aplica sobre la zona que desees tratar.

  • Si consigues aceite de romero puedes aplicarlo mediante masajes suaves y firmes para mejorar la afección.

3. Aumentar la ingesta de potasio

La falta de potasio puede provocar espasmos musculares severos, según afirma este estudio realizado por el Hospital Necker, de París. Es un nutriente valioso que evitará que suframos, además, calambres en las extremidades.

Para evitarlos, aumenta la ingesta de alimentos ricos en potasio. El plátano es uno de los adecuados. Si no te gusta su sabor, puedes camuflarlo en un zumo o batido con otras frutas. Busca siempre las de temporada y haz la mejor combinación para ti.

4. Vinagre de manzana

El vinagre de manzana tiene magníficas propiedades, además de otros muchos usos domésticos. En este caso, es muy efectivo para evitar el dolor y los espasmos musculares en el cuerpo, según asegura este estudio realizado por el Malaysian Agricultural Research and Development Institute. Es un remedio ideal para combatir la tensión del músculo.

  • Para aprovechar sus beneficios podemos sumergir la zona afectada en un recipiente con una mezcla de agua y dos tazas de vinagre (500 ml).
  • Otra opción es la de aplicar gasas o compresas impregnadas en la mezcla y deja actuar durante 30 minutos.

    5. Hielo

    Siempre que pensamos en malestar muscular pensamos enseguida en los cubitos de hielo. Son uno de los grandes antiinflamatorios naturales que siempre tenemos a mano en casa.

    • Puedes aplicar frío de manera sencilla envolviendo unos cubitos de hielo en una toalla. Evita aplicar el hielo directamente, ya que pude provocar quemaduras en la piel.
    • Después deja que actúe el hielo durante 15 minutos en la zona. Puedes hacer este tratamiento de 2 a 3 veces al día, siempre que lo necesites.

    6. Infusión de valeriana

    Una de las plantas más relajantes que encontramos es la valeriana. Puedes preparar  una infusión de valeriana para relajar el cuerpo tanto física como mentalmente gracias a sus propiedades analgésicas. Así lo afirma este estudio realizado por la Universidad Shiraz (Irán).

    Ingredientes

    • 1 taza de agua (250 ml)
    • 1 cucharada de valeriana (15 g)

    Preparación

    • Añade una cucharada de valeriana en una taza de agua hirviendo y deja infusionar durante 5 o 10 minutos.
    • Pasado el tiempo indicado, cuela y bebe.

    Lo ideal es tomarla por la noche antes de acostarse para que el cuerpo se recupere durante todas las horas nocturnas.

    7. Aceite de lavanda

    Del aceite de lavanda puede ser desde ahora tu mejor aliado para combatir los espasmos musculares. Al igual que la valeriana, la lavanda tiene propiedades muy relajantes (tal y como explica este artículo realizado por el Shefa Neuroscience Research Center),  por lo que también se utiliza en muchísimos ambientadores.

    • Para utilizarlo, consigue aceite de lavanda en una herboristería (si lo deseas, puedes prepararlo tú mismo).
    • Aplícalo en la zona afectada y masajea hasta que se reabsorba.

      Como has podido comprobar, estas recomendaciones son muy básicas pero al mismo tiempo muy efectivas para tratar y eliminar los espasmos musculares. Sin lugar a dudas, una forma muy sencilla de evitar el dolor y mejorar tu calidad de vida.

      Mejor con Salud

      10 hábitos comunes que dañan tus riñones

       







      Los riñones son unos de los órganos más importantes del cuerpo humano, desintoxican la sangre y eliminan los materiales de desecho a través de la orina. Actúan esencialmente como filtro de toxinas del cuerpo. Ellos también son responsables de la eliminación del exceso de agua del cuerpo o de la retención cuando sea necesario. Los riñones regulan los niveles de minerales como el potasio y el calcio en el cuerpo. Y hay más: también regulan la presión arterial y producen hormonas importantes, además de producir glóbulos rojos que transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo.

      Como se puede ver, los riñones son responsables de diferentes funciones por lo que es fundamental que sigan funcionando correctamente.

      Los síntomas habituales de problemas renales son el cambio en la calidad y el color de la orina, vómitos, mareos, náuseas, problemas respiratorios, anemia, fatiga, sensación de frío todo el tiempo, dolor repentino, picazón en la piel, etc. Si notas cualquiera de estos síntomas, debes visitar a un médico con el fin de prevenir la enfermedad renal.

      Daños y problemas renales son causados por diferentes factores, pero los siguientes 10 son considerados los más comunes.

      1 El retraso de la micción

      Es necesario comprender que no vaciar tu vejiga a tiempo es la principal causa de daño renal. De esta manera, la orina se encuentra en la vejiga, permitiendo que las bacterias se multipliquen rápidamente y aumenten el riesgo de infecciones de los riñones y del tracto urinario. El retraso de la micción finalmente resulta en insuficiencia renal, cambia el hábito antes de que sea demasiado tarde!

      2 Ingesta insuficiente de agua

      No beber suficiente agua puede conducir a problemas renales graves. Cuando el cuerpo carece de agua, la sangre se vuelve demasiado concentrada haciendo que el flujo de sangre a los riñones se reduzca, conduciendo a la insuficiencia renal y la retención de las toxinas en el interior del cuerpo. Los adultos tienen que beber 1012 vasos de agua diariamente para mantenerse adecuadamente hidratados, pero beber más de lo debido también puede dañar los riñones.

      3 La ingesta elevada de sal

      El consumo de cantidades excesivas de sal puede conducir también a daño renal y a graves enfermedades. El 95% de la ingesta de sal a través de los alimentos se metaboliza por los riñones, por lo que consumir demasiada sal sobrecargará los órganos y reducirá su función. Esto dará lugar a la retención de agua pudiendo aumentar el riesgo de enfermedad renal y la hipertensión arterial. Según los estudios, el consumo de sal aumenta la cantidad de proteínas en orina, un factor importante para la enfermedad renal. La cantidad recomendada de sal es
       5 gr todos los días, por lo que deberás atenerte a ella con el fin de evitar más problemas.

      4 Uso regular de analgésicos

      La gente por lo general toma analgésicos y medicamentos para bajar la inflamación, la fiebre y para reducir el dolor. Sin embargo, esto daña los riñones y otros órganos. Según los estudios, los analgésicos pueden reducir el flujo de sangre al riñón y echar a perder su función, mientras que el uso a largo plazo de analgésicos puede causar lesión renal aguda y nefritis intestinal. Las personas con una función renal reducida deben consultar a su médico antes de tomar analgésicos. Las personas con funciones renales normales también deben usarlo con cuidado.

      5 Dieta rica en proteínas

      El exceso de ingesta de alimentos ricos en proteínas puede aumentar el riesgo de enfermedad renal. Los riñones metabolizan y eliminan desechos nitrogenados del cuerpo, un subproducto de la digestión de proteínas. La ingesta elevada de proteínas aumenta la presión glomerular y la híperfiltración, el aumento de la carga metabólica de los riñones y también el riesgo de enfermedad renal. Limita la cantidad de carne roja que consumes con el fin de evitar mayores complicaciones.



      6 Demasiado alcohol

      El alcohol es una toxina potente que hace hincapié en los riñones y otros órganos. El consumo excesivo de alcohol puede causar daño renal grave, por lo que debes limitar la cantidad de tus bebidas favoritas. El exceso de alcohol almacenará ácido úrico en los túbulos renales, causando obstrucción tubular y aumentando el riesgo de insuficiencia renal. El alcohol también deshidrata tus órganos y deteriora la función renal normal. La cantidad diaria recomendada de alcohol es de 1 bebida para las mujeres y los ancianos, y 2 para los hombres.

      7 Fumar

      Fumar es malo para todos los órganos del cuerpo, pero es especialmente perjudicial para los riñones. De acuerdo con la Asociación Americana de Pacientes Renales, el tabaquismo es la causa # 1 de la enfermedad renal en etapa terminal (ESRD). El fumar aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial disminuyendo el flujo sanguíneo y el estrechamiento de los vasos sanguíneos en los riñones. Este terrible hábito va a agravar la enfermedad renal existente, y alterar la función normal de los órganos.

      8 El exceso de cafeína

      El consumo excesivo de café va a aumentar tu presión arterial y sobrecargar tus riñones, que finalmente llevan a daño renal. De acuerdo con un estudio realizado en el 2002, el consumo de cafeína está relacionada con cálculos renales, y el café también puede elevar la concentración de calcio en la orina. Por otro lado, el consumo de cantidad moderada de café está muy bien, 3 tazas de té y 12 tazas de café al día es suficiente. Sin embargo, debes saber que la cafeína también está presente en el cacao, refrescos, chocolate, ciertos medicamentos, por lo que es necesario eliminarlo de tu dieta.

      9 Haciendo caso omiso de las infecciones comunes

      Haciendo caso omiso de la tos, los resfriados, la gripe, amigdalitis, faringitis y otras infecciones comunes pueden resultar en daño a los riñones. No tratar estas infecciones a tiempo sobrecargará los riñones con bacterias y causar daño a los riñones, por lo que toma antibióticos y descansa adecuadamente para evitar más problemas.


      10 La falta de sueño

      La gente ignora la importancia del sueño debido a nuestro estilo de vida moderno, agitado. 68 horas de sueño se recomienda para la salud adecuada en general. Los tejidos de los órganos se renuevan durante la noche, por lo que si no se apoya correctamente, se interrumpe este proceso crucial y dañas tus órganos, incluyendo los riñones.

      Según varios estudios, el sueño inadecuado puede obstruir las arterias y aumentar tu presión arterial, con el tiempo aumenta el riesgo de daño renal. Trata de equilibrar el trabajo y el descanso, y adoptar hábitos de sueño saludables para proteger tus riñones y tu salud en general.
      Salud y Naturaleza