El patrón vibratorio de una casa está directamente relacionada con la energía y el estado de ánimo de sus residentes.
El conjunto de pensamientos, sentimientos, estado de ánimo, condiciones físicas, deseos e intenciones de los residentes se impregna en el entorno, creando lo que se denomina un egregore.
Lo que pocos saben es que las paredes, los objetos y el ambiente de la casa tienen recuerdos y registran las energías de todos los hechos y el estado de ánimo de sus residentes.
Por eso, al pensar en la salud energética de tu hogar, toma la iniciativa básica y vital de impregnar tu ambiente solo de buenos pensamientos y mucha fe.
Evite peleas y discusiones innecesarias. Observe su tono de voz: sin gritos y expresión agresiva.
No golpees las puertas y trata de asumir gestos armoniosos, cuidando tus objetos y seres queridos con cariño.
No pienses mal de los demás. ¡Plagas, de ninguna manera!
Selecciona muy bien a las personas que van a entrar en tu casa.
Si tiene un profundo dolor o incluso un fuerte odio por alguien, busque ayuda, porque el odio y la ira que sentimos pueden causarnos daño y enfermedad. Busque ayuda para limpiar estas densas energías de su corazón.
De La web
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