Es tiempo de estar en casa, de reconectar con nuestro hogar y reenamorarnos de nuestra morada. Ese lugar en el que habitualmente pasamos menos horas de las que nos gustaría y que, en estos momentos, se ha convertido en nuestro mayor refugio.
La nueva situación nos ha llevado, de pasar de puntillas por nuestra casa el tiempo justo para descansar y saciar otros requerimientos vitales, a convivir en nuestro espacio las 24 horas del día. Las circunstancias han cambiado y, con ellas, nuestras necesidades y las de nuestro hogar.
De ahí que la principal recomendación de los expertos sea, para no estancarnos, estar abiertos a los cambios en todos los ámbitos de nuestra vida. Esto, por supuesto, incluye también nuestra vivienda. Ana de Ramón, decoradora Feng Shui, nos recuerda que “la casa debe evolucionar para seguir siendo funcional”.
Asimismo, aconseja que, más que como un encierro, interioricemos el confinamiento como una oportunidad única para “hacer resurgir esa llama en el hogar” tanto en el terreno físico como en el espiritual. “El cuerpo es un receptor de energía por lo que, cuanto más confortable sea el espacio que nos rodea, mayor será nuestra sensación interna de tranquilidad, paz y felicidad”, añade.
Para ello, resulta fundamental convertir la casa en un entorno cómodo y placentero que nos aporte también equilibrio emocional. En este sentido, el orden, la limpieza y la ventilación son claves para aliviar el estrés y la sensación de agobio.
Pero, además de esto, ¿qué otras cosas podemos hacer para conseguir esa conexión con el hogar y hacer que la energía siga fluyendo? Teniendo en cuenta que ahora no es momento de adquirir nuevos objetos y que, por lo tanto, hemos de readaptar y reutilizar todo lo que tenemos para regenerar los espacios, Ana de Ramón nos da algunas pautas de Feng Shui para revitalizar las emociones positivas en nuestra vivienda.
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