¡Estás agotada! No importa cuántas tazas de café tomes al día; literal te “arrastras” de la cama a la regadera, luego al trabajo y así hasta terminar tu jornada. Este comportamiento parece indicar que estás triste, pero, ¿por qué? Antes de ir a un psicólogo, analiza si tu cuerpo no te está enviando otras señales que indiquen que el problema se encuentra en una deficiencia de vitamina B12.
De acuerdo a la , la vitamina B12 es un nutriente que mantiene sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. Para que nuestro cuerpo lo absorba requiere de dos pasos: ácido clorhídrico, que está en el estómago y separa la vitamina de la proteína. “Factor intrínseco”, es lo que permite que el organismo la aproveche.
¿Cómo saber que tengo deficiencia de vitamina B12?
La cantidad de ésta depende de la tu edad:
Adolescentes entre 14 a 18 años de edad 2. 4 microgramos
Adultos 2.4 microgramos
Mujeres y adolescentes embarazada 2.6 microgramos
Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia 2. 8 microgramos
También te puede interesar:
La deficiencia de este elemento puede desencadenar un tipo de anemia llamada megaloblástica; hay una disminución de los glóbulos rojos. Las células son demasiado grandes, no están completamente desarrolladas y tienen forma anormal, describe .
Pero el cuerpo nos avisa que le hace falta vitamina B12 y estos son los síntomas:
- Cansancio o debilidad
- Constipación (estreñimiento)
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Entumecimiento y hormigueo en las manos y pies
- Problemas de equilibrio
- Depresión
- Mala memoria
- Inflamación en la lengua o boca
La disminución de esta vitamina en nuestro organismo daña el sistema nervioso, incluso en persona que no padece anemia. Para evitarlo, te recomendamos ingerir hígado, pescado, pollo, leche y productos lácteos, así como agregar alimentos fortificados.
Es importante que si experimentas dos o más síntomas de deficiencia de vitamina B12 acudas de inmediato al médico, para que éste te recomiende el mejor tratamiento a seguir y si necesitas de ingerir algún suplemento. ¡No te automediques!
Salud 180
No hay comentarios.:
Publicar un comentario