La filosofia ZEN, la cual tiene sus orígenes en el Budismo.
Esta es una disciplina que busca que dominemos el arte de la autoconsciencia a través de la meditación. Por años, muchas personas la han asociado con una religión, dogma o creencia. Sin embargo, lo que muchos no saben es que, en realidad, esta no pretende imponer lo que una persona deba sentir o creer. Sino todo lo contrario.
Esta filosofía quiere que seas consciente de lo que vives a diario, de lo que experimentas en el presente, y de lo que sientes interiormente.
Dado que no podemos abarcar en un solo post todas las enseñanzas de la filosofía Zen, hoy vamos a compartir contigo 10 reglas de ella, las cuales puedes aplicar a tu vida y así conseguir paz interior, crecimiento personal, bienestar emocional, e incluso, bienestar físico.
10 reglas de la filosofía Zen que podrías aplicar a tu estilo de vida
Antes, queremos aclararte que estas reglas están ahí para dirigir el camino de los hombres, por lo que no hace falta que seas un monje Zen para poder aplicarlas. Todas ellas son accesibles a todo el mundo, solo es cuestión de que las pongas en práctica.
1. Céntrate en una sola cosa
Esta regla en particular es simple y directa. Se trata de que te enfoques en una cosa en específico con la cual ya te hayas comprometido. Asegúrate de concentrarte plenamente en ella, hasta que la termines.
No es necesario que hagas muchas cosas a la vez. Ten en cuenta que:
Cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerla bien.
En cambio, si pierdes el enfoque en eso que estás haciendo, solo por querer abarcar otros deberes o compromisos, te será más difícil finalizar cualquier tarea. Por lo tanto, sé enfocado y consistente.
2. No te apresures en hacer las cosas
En la vida todo lo bueno toma su tiempo, por lo tanto, no te apresures en hacer las cosas. Más bien, trabaja paso a paso y con constancia. Recuerda que solo así, se gana la carrera.
No te apresures, y tampoco hagas las cosas al azar. Tómate tu tiempo y sé cauteloso con tus acciones, porque si te apresuras, terminarás cometiendo errores. Eso sí, da lo mejor de ti en cada cosa que hagas.
3. Termina siempre una tarea antes de empezar otra
Como te comenté en la primera regla, la clave está en el enfoque. Intenta entonces centrarte en una sola tarea y asegúrate de que esté terminada antes de pasar a otra. Esto te ayudará a reducir la acumulación de estrés y preocupaciones en la vida.
Evita dejar las cosas a medias, o de lo contrario, estas se acumularán y a la larga podrán causarte problemas. La mejor manera de conseguirlo, es colocando menos trabajo en tu lista de tareas pendientes. Y ojo, porque tampoco se trata de que seas perezoso, sino más bien de que seas selectivo con las tareas en las cuales te vas a centrar.
4. Intenta vivir el momento, y no des lugar al rencor en tu vida
¿Alguna vez cometiste algún error en el pasado?
¿Alguna vez alguien te ofendió de tal manera que hoy en día le guardas rencor?
Parece mentira, pero perdonar y seguir adelante te garantizarán una vida tranquila, plena y feliz. De nada sirve albergar remordimientos y mucho menos odio. Esto únicamente te estancará y te hará más daño.
Medita, reflexiona e intenta (en la medida de lo posible) disfrutar de cada segundo como si fuera el último, viviendo en paz contigo mismo y con los demás. Ten en cuenta que, el pasado quedó atrás y el presente es lo único que verdaderamente importa.
5. Saca tiempo para el ocio
No dediques todo tu tiempo a trabajar y saca tiempo para el ocio o para estar con tu familia, amigos y seres queridos. No hagas tu agenda demasiado apretada. Aparta tiempo para desconectarte de todo, para descansar y para reflexionar sobre lo que has hecho y lo que te queda por hacer.
Tener una agenda más relajada te ayudará a manejarte mejor, e incluso te permitirá crear algo de espacio para cuando las tareas te lleven más tiempo del esperado.
6. Haz las cosas con humildad y no esperes recompensa
Sea cual sea tu estatus en la vida, la humildad debe ser siempre tu consigna. No dejes que el orgullo de tu ego gane preeminencia en tu vida, y haz el bien sin mirar a quien.
Recuerda siempre apreciar cuando la gente te ayuda, y aprende también el arte de dar. No hagas nada para obtener una recompensa o un favor de esa persona, hazlo porque es lo correcto, y lo más importante, hazlo porque es bueno ser bueno.
7. Saca tiempo para algunas tareas cotidianas
Y con tareas cotidianas me refiero a aquellas a las que le dedicas una atención especial, tales como ejercitar diariamente, dormir una siesta, practicar yoga o meditar.
Asegúrate de designar un tiempo para ellas y mantenlas como un ritual diario. Ten en cuenta que estas actividades son la base sobre la que se sostiene tu día.
Por otro lado, apartar un tiempo específico para estas tareas, también te ayudará a crear movimiento en tu vida y te proporcionarán energía para trabajar en otras tareas importantes.
8. Cuida bien tu cuerpo
El cuerpo humano, aunque no lo creas, también se cansa. Por ende, este merece un descanso para rejuvenecerse y fortalecerse.
Privar al cuerpo de sueño puede ser muy perjudicial para tu bienestar general. Asimismo, no darle a tu cuerpo la nutrición adecuada que necesita, sólo terminará causándole dolores y malestar.
Para evitar esto, necesitas cuidarte y dormir lo necesario.
Y otra cosa, pensar demasiado también suele ser una muy mala idea. No está mal pensar mucho en algo que ha llamado tu atención, pero, si este acto suele ser constante y además suele estar acompañado de pensamientos negativos, entonces no le hará nada bien a tu cuerpo ni a tu mente.
9. Piensa muy bien antes de actuar
Nunca decidas con prisa, sin pensar la cosas bien primero. Piensa en las posibilidades y en las consecuencias de cada acción que quieras tomar. De esta manera podrás saber si la decisión es buena o no.
Considera de alguna manera los efectos de tus acciones antes de tomarlas y recuerda que, una decisión tomada con prisas, la mayoría de las veces, acaba mal.
Así que, tienes que ser muy consciente de lo que vayas a hacer y sobre todo de lo que vayas a decir. Una vez que se ha dicho algo, no se puede echar para atrás; entonces, no hables por hablar, porque una sola palabra que digas puede herir más de lo que imaginas.
10. Trata a la gente como quieres que te traten a ti
La forma en como tratas a los demás es muy importante, especialmente, a las personas que están por debajo de tu estatus en la vida.
Todo el mundo merece ser tratado correctamente; no desprecies a nada ni a nadie, ya que no sabes qué pueda pasar el día de mañana.
A veces, la vida te lanza muchas bolas curvas. Así pues, intenta saludar a todo el mundo con una sonrisa y, cueste lo que cueste, intenta servir a los demás, ya que este acto en particular, ayuda a fomentar la humildad y también garantiza que se valore la vida de los demás.
Como comentamos al principio, la esencia de estas 10 reglas de la filosofía Zen es ayudar a todos a vivir una vida más agradable tanto consigo mismos, como con los demás. Por lo tanto, ponlas en práctica y verás como tu vida se verá transformada.
Por: Adrian Alberto
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