17 abril 2018

Los 11 grandes hábitos zen para una vida sencilla



Desde esta página siempre hemos apostado por una vida sencilla, lo que conlleva a una vida feliz. Y para eso tenemos que mejorar muchas cosas. Ese es el motivo de que hoy tengas ante ti 11 hábitos zen que considero imprescindibles para alcanzar mejoras en nuestra vida.

Creo firmemente que hay que simplificar nuestra vida al máximo para concentrarnos en lo más productivo. Y cuando utilizo la palabra productividad no es en términos económicos, sino que tenemos que ser productivos en todos los campos de nuestra vida, desde el amor, hasta las amistades pasando por nuestro tiempo libre.

Por ello tienes ante ti, algunos consejos que te podrán ayudar a encontrar un camino mucho más corto para alcanzar esos beneficios vitales. Si te parece te dejo este video relajante para que acompañes la lectura del artículo.

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Lectura recomendada: ¿Qué es la filosofía zen?

El primero de los grandes hábitos zen : Evitar la multitarea

En la vida actual y en el mundo occidental muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a dejarnos arrastrar por la realización de varias tareas a la vez. Y hace tiempo que la ciencia ha demostrado que nuestro cerebro es incapaz de funcionar con destreza en el modo multitarea.

El investigador David Mayer, afirma que la multitarea humana es una mera ilusión. Nuestro cerebro sólo es capaz de prestar atención a más de una tarea si éstas están total o parcialmente automatizadas y no son del mismo orden; por ejemplo, hacer la comida y escuchar la radio. En el resto de ocasiones, lo que hacemos es ir saltando de forma rápida y secuencial de una tarea a otra.

Por ejemplo si 
nos centramos demasiado en una tarea visual, se reduce la conciencia de los estímulos relacionados con otros sentidos… ¿No te ocurre?

Responde a esta pregunta, ¿Te sientes identificado con alguno de estos comportamientos?

Comer mirando el teléfono móvil.

Ver la televisión respondiendo mensajes.

Hablar con un compañero en el trabajo mientras contestamos un email.

Hablar con nuestra pareja con el oido puesto en el partido que hay en la radio o la televisión.

Preparar la cena mientras ayudamos a nuestro hijo con alguna tarea. Tarde o temprano tu pareja acabará por decirte “¿me estás escuchando?” o te darás cuenta de que le has dado a la tecla y enviado un email con faltas de ortografía y  frases sin sentido.  Hay que acabar con esto.

Esta claro que la llegada a nuestras vidas de la tecnología actual nos ha complicado mucho las cosas. Y los teléfonos móviles se han convertido en los demonios de nuestra paz interna.Multitud de notificaciones que no nos permiten centrarnos en nada de lo que estamos realizando. Estos artefactos tienen la prioridad en nuestra vida. Y nosotros lo permitimos.

Estar a varias cosas a la vez no nos permite disfrutar de esos momentos que nos merecemos en paz y tranquilidad y tampoco nos ayuda a mejorar nuestro rendimientos en otras actividades que requieren toda nuestra atención. La multitarea nos impide centrarnos y se refleja en una gran pérdida de eficiencia cognitiva y relacional.

Un estudio realizado por los psicólogos David Strayer y Fran Drews, de la Universidad de Utah, dictaminó en el año 2006 que el uso del teléfono móvil mientras conduces es tan peligroso como conducir ebrio. ¿Tenemos ya claro que la multitarea no es buena? Nuestra vida está en juego. Ha llegado el momento de finalizar determinadas conductas que no nos ayudan a tener una vida sencilla.

Ejecutar varias tareas en paralelo es poco eficiente y muy estresante, lo óptimo es concentrar nuestra atención en una cosa para a continuación realizar otra tarea. 

Si jugamos con nuestro hijo, hagámoslo para que sea un momento memorable, de calidad, sin interferencias. Si comemos, disfrutemos de cada sabor, de cada textura, de cada color y no lo perjudiquemos con interferencias de otro tipo. Y si hablamos con alguien prestemos toda nuestra atención a esa persona, ya nos tocará a nosotros hablar después.

Permíteme una propuesta: realiza una lista con 10 cosas que puedes hacer para evitar la multitarea. Y luego dedícale el tiempo necesario, de una en una para apartarlas de tu vida. Busca una vida sencilla

Debemos estar completamente presentes en todo lo que hagamos. Será un gran paso para alcanzar una vida zen.

Hábito zen nº2 : Hasta que no termines una tarea no pases a la siguiente

Cuando nos concentremos en una tarea debemos terminarla, no dejarla a la mitad para empezar un nuevo proyecto. Si nuestra mente insiste en abandonarla, debemos hacerle saber que no le haremos caso.

Aplicando el primero de los hábito zen, hagamos una única actividad a la vez concentrando toda nuestra atención a ella y después no pasemos a una tarea nueva hasta que hallamos finalizado la que estamos realizando.

Funcionar de esta manera nos irá conduciendo a una auténtica paz interior zen.

 Gran parte del estrés que la gente siente no proviene de tener demasiado que hacer. Proviene de no terminar lo que empezaron.  David Allen

Hábito zen nº3 : No tengas prisas, ve lentamente

Ya sabemos como tenemos que funcionar con los dos primeros hábitos zen: en modo “única tarea” y finalizándola por encima de todo. Esto nos aliviará mucho, apartando el estrés de nuestra cabeza.

Pero es importante que no nos apresuremos pues si lo hacemos estaremos indicando a nuestra mente que la siguiente tarea es mucho más importante que la que estamos realizando. Y de esta forma perderemos la concentración, dividiendo nuestra atención entre lo que estamos realizando y lo que haremos a continuación. Además al no estar enfocados el ella quizás no logremos una realización excelente de la misma. Vayamos sin prisas.

No dejemos que nuestra mente vaya a la velocidad que quiera, vayamos nosotros a la que necesitamos para percibir de esta manera nuestra felicidad interior.

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El cuarto de los hábitos zen : Reduce tu nivel de actividad

No se trata de que no hagamos nada. Vamos a hacer cosas, pero no todo el tiempo. De esta forma, el desempeño en la realización de las cosas que hagamos será mayor.

Quizás podemos ver todas las tareas que hacemos a diario y prescindir de algunas. Seguro que el mundo no se acaba. Y casi con total seguridad empezarás a vislumbrar un poquito más de luz al final del tunel de la creación de hábitos zen.

Reducir nuestra actividad incrementará nuestro nivel de paz interior .

Hábito zen nº5 : No programes actividades una tras otra

Necesitas respirar entre cada tarea, de esa forma si la primera necesita más tiempo de realización podremos dedicárselo sin subir nuestro nivel de estrés. Es la forma de hacer para no tener esa sensación de que vas todo el día con la lengua fuera.

Podemos decir que no programar actividades muy cercanas una a la otra, es nuestro colchón de tranquilidad. Lo importante es la creación de hábitos para poder funcionar así.

Hábito zen nº6 : Crea tu propio horario para tener una vida sencilla

Nos vamos a sentir mucho mejor cuando seamos capaces de asignar una rutina a nuestra actividades diarias. La idea es que creemos un tiempo determinado para realizar una tarea específica.

¿Te das cuenta que los niños desde que son bebes necesitan rutinas para comer, dormir y otras actividades? Según crecemos nuestra mente se apodera de nuestro reloj biológico diciéndonos: “No te hace falta una rutina tu eres muy inteligente y puedes funcionar a tu libre albedrío”. Craso error. Tu vida empieza a desmoronarse y empiezas a ir corriendo como pollo sin cabeza de un sitio hacia otro.

Crea una rutina mínimamente flexible para que no te esclavices con ella. Y tu vida mejorará.

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Hábito zen nº7 : Descubre el poder que tiene realizar un ritual

Quizás tu ya tengas algún ritual y no lo sepas. Por ejemplo algo que haces antes de ducharte por las mañanas o por ejemplo lavarte las manos antes de cada comida.

Bien, pues lo que se trata es de provocar más de esos rituales ¿Por qué?

Lo que consigue un ritual es preparar al cerebro para saber cual es el siguiente paso que va a dar. Es decir cual es la tarea que le precede. Eso nos ayudará a enfocarnos en la siguiente actividad. Creemos nuestros propios rituales. Y ellos crearan un vida sencilla y feliz.

Hábito zen nº8 : Sirve a los demás, y hazlo con una gran sonrisa

Normalmente nos pasamos el día sirviendo a otros, compañeros, clientes, jefes, familiares… Quizás la pregunta que hay que hacerse es la siguiente:

¿Lo hacemos porque tenemos que hacerlo o realmente nos satisface servir? Si nuestra respuesta es la primera de las opciones, tenemos que plantearnos cambiar nuestra realidad interior.

El “deber” y el “tener que” son dos grandes aniquiladores de nuestra felicidad. Si logramos modificarlo mentalmente por un “quiero” daremos un gran paso de gigante hacia nuestra felicidad interior, habremos ayudado a transformar nuestra realidad.

Y si encima lo hacemos con una sonrisa nuestro día mejorará notablemente. Sonreír y ser amable con todo el mundo ayuda a mejorar la vida de los que te rodean. De esta forma también nos introduciremos más fácilmente en la creación de una vida zen real.

Hábito zen nº9 : Elimina todo lo innecesario de tu vida

El ser humano es capaz de tomar decisiones de una manera inteligente. O al menos eso se supone. Saber discernir entre lo importante y lo accesorio es fundamental para vivir una vida zen plena.

Por eso y para mejorar la experiencia del momento zen, es muy interesante que lo hagamos con la mochila vital más ligera que tengamos.

Recuerda que vinimos a esta vida sin nada y nos iremos sin nada, pero nos pasamos la vida acumulando cosas. ¿Cual es el motivo? ¿No es una contradicción?

Hay que definir que es lo importante en nuestra vida, tanto en cuanto a los objetos que nos rodean como a los pensamientos, ideas, recuerdos y obligaciones que tenemos en nuestra cabeza. Quizás lo que sea importante para mi no lo será para ti.

Tenemos actividades irrelevantes, hacemos cosas pues es lo que se espera de nosotros… cercenamos nuestra libertad. Y llenamos nuestra mente de objetos, de basura que no necesitamos.

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Te invito a reflexionar sobre esta gran contradicción vital.

Busquemos nuestras actividades vitales, esas que te insuflan vida y deshagámonos de las insustanciales. Creemos nuestros hábitos zen para amplificar nuestra esencia.

No es necesario vivir como un monje zen pero quizás sea bueno que reflexionemos para recordar que hay muchas cosas en una vida sencilla que no son necesarias. Y eso nos acercará a una vida zen.

Hábito zen nº10 : Encuentra momentos de meditación dentro de tus rutinas diarias

No es necesario que para meditar acudamos a un templo… podemos hacerlo en cualquier instante de nuestra vida. Solo hay que querer hacerlo, el resto vendrá por si solo.

Realizar nuestras tareas domésticas pueden convertirse en una pasarela a nuestro conocimiento interior. De hecho son partes importantes de la vida un monje zen. Limpiar, recoger, ordenar pueden ser parte de la meditación, concéntrate en ellas, hazlas pausada y plenamente y además de tener un hogar más limpio y confortable, tu día cambiara plenamente.

Si además eres capaz de hacer esas tareas con una sonrisa, y dando gracias por la oportunidad que tienes para estar contigo mismo en meditación mientras las haces, todo será más poderoso.

Hábito zen nº11 : Vive el momento de forma sencilla

Este momento que tienes, justo aquí y ahora es el único momento que tienes absolutamente garantizado. Es la vida en si misma.

Libérate de aquello que no sea necesario o esencial. Para cada uno, esto será diferente, familia, lectura, ejercicio o lo amigos pueden ser algo esencial en tu vida. Decide que es lo más importante para ti y hazle hueco en tu vida eliminando lo que no sea esencial.

Y disfruta de cada instante, de cada olor, sabor, sensación…

Eckhart Tolle es un gran referente a nivel mundial del aquí y ahora. Quizás sus lecturas te ayuden a encontrar apoyo en este tema.

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Si has llegado hasta aquí, te recomiendo la lectura de 10 pensamientos zen para entender nuestra mente

Espero que estos 11 hábitos zen te ayuden a organizar mejor tu tiempo, tu vida y tu felicidad.

Nos vemos pronto.

Fuente: este post proviene de Un Universo Mejor, donde puedes consultar el contenido original.

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