A día de hoy, numerosos expertos y entrenadores desconocen las recomendaciones para adaptar la dieta de las mujeres deportistas. Fruto de ello, muchas padecen déficits nutricionales y energéticos que ponen en riesgo su salud y su rendimiento físico.
La mayoría de nosotras ya somos conscientes de los múltiples beneficios que tiene en nuestra salud la práctica de deporte. De hecho, la fiebre de las mujeres deportistas está más en auge que nunca. Mujeres que, como ellos, también compiten en grandes campeonatos dándolo todo en la pista. Sin embargo, no podemos olvidarnos de un aspecto todavía más importante y que corre en paralelo con el ejercicio: la nutrición. Y es que, adaptar la dieta de las mujeres deportistas a sus necesidades es esencial para proteger su salud y mejorar su rendimiento. ¿Cómo hacerlo?
Los pocos estudios que hay específicos sobre mujeres en este campo revelan que muchos entrenadores y expertos en deportes desconocen las recomendaciones. Es decir, que hasta ahora existía un gran vacío en torno a esta cuestión. Por eso, un estudio elaborado en el marco del máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) por científicos de la UOC, la Universidad Internacional Isabel I de Castilla, la Universidad de Murcia y la Universidad de Granada, revela ya algunas de las recomendaciones para las mujeres deportistas que no podemos perder de vista.
Según el informe, comer más alimentos ricos en hierro, consumir más calcio y vigilar los niveles de vitamina D son los principales consejos para una dieta sana y equilibrada en conjunto con la práctica de deporte.
¿Cuáles son las deficiencias nutricionales más comunes?
Hacer deporte implica grandes dosis de energía, además de una alimentación que se adecúe a ese ritmo. En muchas ocasiones, cuando estos niveles se desajustan pueden dar lugar a las conocidas deficiencias nutricionales. Por ejemplo, la investigación, que es el resultado de un metanálisis de 42 artículos científicos publicados entre el 2012 y el 2020, revela algunos problemas al respecto como el déficit de energía o la carencia de algunos micronutrientes son comunes entre las deportistas.
Estos carencias no solo repercuten en el rendimiento físico de las deportistas, sino que también pone en riesgo su salud, pilar base para poder practicar ejercicio y vivir de manera saludable.
"Cada vez el deporte está más de moda, así que hay que asesorar los deportistas profesionales y a quienes hacen deporte como afición", explica la investigadora Anna Bach-Faig, del grupo FoodLab, y directora del máster universitario de Alimentación en la Actividad Física y el Deporte de la UOC. "No solo para mejorar el rendimiento, sino también para preservar la salud."
La enfermedad de la tríada
Ser deportista no siempre está exento de padecer enfermedades, de hecho, entre los problemas de salud que aparecen ligados a las deportistas destacan la osteoporosis, la amenorrea y la falta de energía. Tres afecciones que cuando cursan conjuntamente se conocen en la literatura científica como la enfermedad de la tríada.
Según el estudio, se trata de uno de los trastornos más frecuentes derivados de la inadecuada nutrición de las deportistas. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, muchos entrenadores, médicos o responsables deportivos todavía la desconocen.
La osteoporosis, la amenorrea y la falta de energía: los problemas de salud más frecuentes entre las deportistas
"Hasta ahora ha habido muy pocas investigaciones que se ocuparan de las necesidades específicas de las mujeres que hacen deporte", explica Miguel Mariscal Arcas. "Pero su fisiología y su composición corporal son diferentes, de forma que es necesario identificarlas y darlas a conocer", sostiene el líder del artículo, profesor colaborador de la UOC e investigador de la Universidad de Granada.
Solo tenemos que poner el acento en un aspecto muy común entre las mujeres. Se trata del hecho de necesitar más hierro está asociado a las menstruaciones, y el calcio y la vitamina D son esenciales para evitar el desarrollo de la osteoporosis, una enfermedad para la que, como ya hemos visto, las mujeres son más propensas.
Déficits de energía
Otros nutrientes que se identifican como problemáticos para las deportistas, porque necesitan más cantidad en comparación con la población global, son el magnesio, el ácido fólico, la vitamina B12 y las proteínas.
Entre estos, el magnesio aparece como el más preocupante, puesto que es el que se presenta más a menudo con déficits. Y las proteínas, en cambio, aparecen como el nutriente que menos riesgos de déficit implica, puesto que en todas las investigaciones las deportistas consumían una cantidad superior a la recomendada, lo cual, a su vez, puede provocar problemas derivados del exceso.
El déficit de energía afecta en la salud y el rendimiento de las mujeres deportistas, que necesitan más cantidad de magnesio, ácido fólico, vitamina B12 y proteínas.
Por todo ello, es importante conocer de cerca las necesidades energéticas de las deportistas según el deporte que practican, sus características y la temporada en que lo practican es fundamental. Así, este estudio surge para dar respuesta a esa demanda, además de otorgar nuevos datos a las deportistas y nutricionistas que las acompañan.
"Identificar estos déficits y corregirlos es clave tanto para mejorar el rendimiento como para prevenir los riesgos de salud de las mujeres que hacen deporte", comenta Bach-Faig, que ha publicado, junto con la investigadora Laura Esquius de la Zarza, otro libro dedicado a este ámbito: Personalización y nuevas tendencias en alimentación deportiva. «Revisiones como este estudio permiten tener una visión más global de la situación».
