30 abril 2024

Infusión de valeriana: cómo prepararla para dormir, relajarse o bajar la tensió






Conocida tradicionalmente por su acción relajante, la afamada valeriana (Valeriana officinalis L.) es una planta que ha demostrado tener una actividad similar a algunos fármacos tranquilizantes.

Por ello se ha ganado la confianza médica, y en muchos países se receta de forma habitual en lugar de las benzodiazepinas para calmar la ansiedad y combatir la tensión nerviosa.

La ventaja que presenta frente a los fármacos es que no crea dependencia ni provoca los efectos secundarios que se atribuyen a estos, como somnolencia o dificultad de concentración.

CÓMO ACTÚA LA VALERIANA: ASÍ ES SU ACCIÓN SEDANTE

Las propiedades medicinales de la valeriana se conocen desde la época romana. De hecho, su nombre parece derivar del término valere, que en latín significa “estar bien de salud”.

Inicialmente, su efecto calmante fue atribuido al aceite esencial que se extrae de la raíz. Este aceite tiene un olor penetrante y desagradable, que atrae a los gatos: de ahí que, popularmente, se conozca también como “hierba de los gatos”. El aceite esencial supone hasta un 1% de su peso, y contiene alcaloides (valerina, valerianina, chatinina), taninos, resinas, ácido valeriánico, ácido isovalérico, etc.

En 1966 se aislaron otros de sus componentes, los valepotriatos (que tienen una actividad biológica depresiva sobre el sistema nervioso central), y se dijo que su acción sedante se debía solo a ellos, a pesar de su gran inestabilidad ante el calor y su escasa presencia en la mayoría de las presentaciones comerciales.

Finalmente, en 1988, se demostró que los componentes de esta planta no ejercen una acción sedante importante salvo que se presenten todos ellos en conjunto.

Raíz de valeriana

Raíz de valeriana

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MÚLTIPLES USOS DE LA VALERIANA MÁS ALLÁ DE TRANQUILIZAR

La valeriana tiene diversas aplicaciones pero básicamente se utiliza en la industria farmacéutica, y es un componente habitual de las tisanas tranquilizantes.

  • En medicina tradicional se utiliza por sus propiedades antiespasmódicas, calmantes, carminativas, estomacales, vermífugas y tónicas. Y se emplea en casos de fiebre, fatiga, dolor de cabeza, insomnio, epilepsia e hipertensión.
  • En medicina tradicional china se usa en gripe, reumatismo, neurastenia, insomnio y traumatismos.

Muchos estadios clínicos han mostrado que la valeriana no es muy efectiva en el tratamiento agudo del insomnio.

De hecho, su utilidad principal reside en su capacidad de promover el sueño natural, especialmente cuando se toma de forma regular durante varias semanas. Por ello, cuando se emplea correctamente, es una alternativa suave a los hipnóticos y los tranquilizantes (benzodiacepinas de síntesis) en pacientes con trastornos crónicos del sueño. 

CÓMO TOMAR VALERIANA: RECOMENDACIONES DE USO

Para hacer infusión de valeriana encontrarás en las herboristerías la raíz seca.

La raíz de valeriana puede tomarse también en forma de extracto líquido (tinturas o tisanas), pero su sabor y su olor son fuertes y pueden resultar algo desagradables, por lo que hay quien prefiere optar por las pastillas o comprimidos, que, en ocasiones, pueden contener otras hierbas, en función de su indicación.

PRECAUCIONES Y EFECTOS SECUNDARIOS

Su consumo no presenta problemas de toxicidad, por lo que puede tomarse en dosis relativamente elevadas sin que produzca efectos secundarios importantes.

No obstante, un consumo prolongado puede provocar cierta dependencia, por lo que conviene consultar al médico.

Su toma no debe combinarse con excitantes como el café, ni con otros tranquilizantes.

4 INFUSIONES DE VALERIANA PARA SENTIRSE BIEN

Estos son algunos remedios útiles que se pueden preparar en casa con valeriana:

VALERIANA CONTRA EL INSOMNIO

La dosis ha de ser relativamente elevada, especialmente en personas acostumbradas a tranquilizantes de síntesis, como las benzodiacepinas,

En estos casos se recomienda tomar una tisana concentrada acompañada de dos cápsulas de valeriana una hora antes de acostarse. Repetir la toma en el momento de meterse en la cama.

Puedes hacer la infusión de valeriana con dos cucharaditas de raíz seca por taza de agua o combinarla con otras plantas, como melisapasiflora lavanda.

INFUSIÓN PARA CALMAR LA ANSIEDAD

Una infusión tres veces al día ayuda a combatir la ansiedad y la irritabilidad nerviosa. Para prepararla se hierve durante 15 minutos una cucharadita de postre de raíz de valeriana por taza. Se cuela, se deja reposar 10 minutos y se toma.

También puedes tomarla mezclada con otras plantas, como melisa, menta y azahar.

VALERIANA COMO RELAJANTE MUSCULAR

Se pone medio litro de agua al fuego y, cuando empieza a hervir, se añade una cucharada de postre de raíz seca de valeriana y otra de raíz seca de harpagofito, y se deja que hierva un minuto. Se apaga el fuego y se retira.

Una vez fría, se deja macerar toda la noche en la nevera. Por la mañana, se cuela y se toman dos tazas, una antes de desayunar y otra antes de cenar.

INFUSIÓN CONTRA LA HIPERTENSIÓN

Se vierte una cucharada sopera de valeriana, muérdagoolivo y espino blanco a partes iguales en 250 ml de agua, se deja que hierva un minuto y que repose 10 minutos.

Se cuela y se toma tibia, una taza después de desayunar y otra después de cenar.

Almendras en remojo antes de comerlas para sacarles el máximo partido: moda o acierto


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Joaquín Vico Plaza

 

¿Almendras y nueces en remojo para eliminar los antinutrientes?

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Los frutos secos son alimentos muy ricos en nutrientes, en particular son fuentes ricas en ácidos grasos saludables, vitaminas, minerales y fitonutrientes. Está demostrado que el consumo regular de frutos secos como las nueces, almendras, anacardos, pistachos y otros es beneficioso para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por todas las causas.

A pesar de estas propiedades para la salud bien reconocidas, poco a poco ha ido creciendo la popularidad de la recomendación de remojar los frutos secos durante un tiempo antes de ingerirlos. Este proceso de remojo a menudo se describe como pregerminación.

La razón detrás de esta recomendación es que los frutos secos como las nueces o las almendras tienen cantidades apreciables de fitatos, que es un conocido antinutriente que puede inhibir la absorción y reducir la biodisponibilidad de varios micronutrientes importantes, incluidos el zinc, el hierro y el calcio.

Al "activar" las almendras, que es otro término con el que se conoce ese remojo previo de los frutos secos, estos fitatos pasan al agua y se estimulan ciertas enzimas que reducen la capacidad de unión de estos antinutrientes a minerales como el hierro, el zinc y el calcio.

La evidencia científica no ha respaldado, ni tampoco refutado, que el remojo de frutos secos ayudaría en el citado objetivo. Sí que hay evidencia sobre esta práctica en legumbres como los garbanzos y cereales, cuyo fin es el mismo a la hora de ponerlos en remojo.

¿Cómo poner en remojo los frutos secos?

Hay diferentes protocolos para eliminar el exceso de fitatos de los frutos secos y dificultar que inhiban o "roben" algunos micronutrientes. Uno de ellos consiste en remojar las almendras en agua con sal durante aproximadamente 12 horas, seguido de un secado de 24 horas.

La adición de sal ayuda a la activación de las enzimas que citamos anteriormente que dificultarán la unión a esos minerales que roban los antinutrientes. Sin embargo, al remojarlos en agua con sal podemos aumentar perjudicialmente la ingesta dietética de sodio, por lo que deberíamos valorar si utilizar sal o no hacerlo.

Una forma sencilla es poner un puñado de almendras, nueces o el fruto seco que vayas a ingerir, en remojo durante la noche (unas 12 horas). Cuando te levantes las sacas del agua y los dejas secar en otro bol limpio durante todo el día. Por la noche ya podrás comerlos habiendo pasado por el proceso de activación.

¿Tiene sentido poner frutos secos como las almendras o las nueces en remojo?

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La pregunta anterior se responde con otra pregunta: ¿cuántos frutos secos comes a diario? La inmensa mayor parte de la población apenas ingiere frutos secos, por lo que si complicamos el proceso esa cantidad se reducirá mucho más. Existen datos drásticos, como el que indica que apenas se alcanzan los 3,5 gramos de frutos secos al día.

Además, existe la posibilidad de que se filtren minerales y vitaminas solubles en agua cuando los ponemos en remojo, y eso no es nada interesante. A todo ello hay que añadir que la textura y sabor del fruto seco puede variar considerablemente.

Hay muchas afirmaciones en la literatura no especializada que proponen que remojar las nueces ayuda a mejorar su sabor y reduce la aparición y gravedad de los síntomas gastrointestinales.

Sin embargo, no hay evidencia de calidad que certifique que la activación de los frutos secos supondrá una gran ventaja para nosotros, por lo que (de momento) lo interesante es aumentar la ingesta de frutos secos a un mínimo de unos 30 gramos al día, dato que sí ha demostrado mejoras para la salud humana.

Esta es la especia que más frena la pérdida de músculo a partir de los 50


   En la pérdida de masa muscular que ocurre con la edad intervienen diversos factores como las hormonas o déficits nutricionales.


Diana Llorens

A medida que cumplimos años, vamos perdiendo masa muscular, algo que se asocia a la fragilidad y a la reducción de la fuerza física, y que puede comportar un mayor riesgo de caídas y la pérdida de autonomía.

Practicar ejercicio físico (especialmente de fuerza) de forma habitual y seguir una alimentación sana y rica en antioxidantes son factores esenciales para mantener en buen estado los músculos a lo largo de la vida. Además, hay una especia en particular, con un potente efecto antioxidante que resulta muy útil para frenar la pérdida de masa muscular a partir de los 50 años. Incluirla en tus menús diarios puede aportarte muchos beneficios.

LA ESPECIA QUE REDUCE LA PÉRDIDA DE MASA MUSCULAR

En la pérdida de masa muscular que ocurre con la edad intervienen diversos factores, como los cambios hormonales y neuromusculares, déficits nutricionales, una menor actividad física… También el estrés oxidativo, que es, de hecho, uno de los principales responsables.

El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio entre los radicales libres (también denominados especies reactivas de oxígeno) y la capacidad de nuestro cuerpo para contrarrestarlos mediante antioxidantes. Con el paso de los años, las defensas antioxidantes de nuestro cuerpo se vuelven menos efectivas y, en consecuencia, aumentan los radicales libres. Cuando hay un exceso de radicales libres, estos pueden dañar las células, incluidas las musculares, y acelerar la pérdida de masa muscular.

Seguir una dieta rica en antioxidantes (que se encuentran principalmente en frutas, verduras, nueces y cereales integrales) es fundamental para combatir la pérdida de masa muscular y hay una especia que, de acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Nutrients, tiene una gran acción antioxidante que actúa en el músculo esquelético. Hablamos del jengibre.

Tras analizar el efecto del extracto de jengibre en células precursoras del tejido muscular, vieron que esta especia reduce la pérdida de masa muscular y favorece la regeneración de los músculos, una propiedad especialmente interesante para las personas de más de 50 años. De acuerdo con los autores, el jengibre complementa los beneficios del ejercicio y la alimentación saludable.


OTROS BENEFICIOS DEL JENGIBRE

Además de sus propiedades antioxidantes, que no solo actúan en los músculos, sino también en otras células del cuerpo y ayudan a reducir el daño celular generado por los radicales libres, el jengibre también tiene otros beneficios para la salud:

  • Es un potente antiinflamatorio natural, que ayuda a reducir la inflamación crónica, responsable del desarrollo de diversas enfermedades crónicas.
  • Para los mareos y las náuseas: es útil, por ejemplo, en las embarazadas con náuseas matutinas (en bajas cantidades).
  • Es digestivo: ayuda a acelerar la digestión y a vaciar el estómago más rápidamente.
  • Alivia el dolor: gracias a su efecto antiinflamatorio, ayuda a disminuir la hinchazón y el dolor en personas con artrosis o artritis reumatoide, así como en mujeres que sufren dolor menstrual.
  • Combate los síntomas del resfriado y la gripe: gracias a sus propiedades antimicrobianas, expectorantes y antitusivas y a que ayuda a aumentar la sudoración.

CÓMO PUEDES TOMAR EL JENGIBRE

Hay muchas formas diferentes de incluir el jengibre en tu dieta. Toma nota de estas ideas:

  • Infusión de jengibre: para prepararla, corta unas rodajitas de jengibre y caliéntalas en un cazo con una taza de agua hasta que empiece a hervir. Retíralo del fuego y añádele, si lo deseas, un poco de azúcar u otro endulzante. También puedes incorporar otros ingredientes como una rodaja de limón, un poco de cúrcuma, canela…
  • Jengibre como condimento: puedes incluirlo fresco (cortado en rodajas o rallado) o en polvo en infinidad de platos, como cremas de verduras, para elaborar pan, galletas, adobos…
  • Jengibre deshidratado sin azúcar: es una estupenda forma de tomar una dosis de jengibre diaria, como si fuera un caramelo, pero mucho más saludable. Eso sí, debes tener en cuenta que suele picar un poco.
  • En zumos o batidos: queda bien con muchas frutas y les aporta un toque picante.
  • Suplementos de jengibre: puedes encontrarlo en diferentes formatos y conviene seguir las dosis del fabricante para no excederse.

29 abril 2024

7 remedios naturales que te ayudarán a aliviar el SIBO

 


7 remedios naturales que te ayudarán a aliviar el SIBO

El tratamiento convencional utilizado para controlar los síntomas del SIBO suele incluir fármacos antibióticos; sin embargo, hay quienes apuestan por abordarlo con remedios naturales, ya que no son invasivos, suelen tolerarse bien y, de hecho, algunos están respaldados por la evidencia.

El SIBO (small intestinal bacterial overgrowth) es el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado que puede dificultar la absorción de nutrientes, además de provocar problemas digestivos, hinchazón y fatiga. Ocurre cuando las bacterias que normalmente están en el colon se multiplican sin control en el intestino delgado.

Está asociado a múltiples factores, como falta de enzimas, disminución en la producción de ácidos gástricos, estrés, insuficiencia biliar y algunas intolerancias alimentarias. Y aunque el tratamiento depende en gran medida de su detonante, hay algunos remedios que equilibran la microbiota y ayudan.

¿Qué es el SIBO y cómo se manifiesta?

El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es una afección que tiene lugar cuando bacterias que proceden del colon crecen de manera anormal en el intestino delgado. A su vez, esto provoca una fermentación de carbohidratos en los intestinos, que se manifiesta con hinchazón, gases, dolor abdominal, mucosidad en las heces, reflujo, vómitos y episodios de diarrea.

La acumulación de bacterias también impide que el cuerpo absorba con normalidad los nutrientes; en particular, es difícil digerir y absorber las grasas y los carbohidratos. Sin una intervención oportuna, esto da lugar a complicaciones de salud, como déficits nutricionales, pérdida de peso, fatiga y depresión.

A menudo, a las personas con SIBO se les dice que tienen síndrome del intestino irritable (SII). No obstante, no son lo mismo. Se estima que un 87 % de los pacientes con SII también tienen SIBO.

Los 7 tratamientos naturales que ayudan a controlar el SIBO

El metronidazol, la rifamixina y la neomicina son los antibióticos que se suelen recetar en caso de SIBO. No obstante, dado que el consumo prolongado de estos fármacos es riesgoso y está desaconsejado, es común que se sugieran otras estrategias para controlarlo de forma natural. Veamos 7 remedios.

1. Adoptar una dieta baja en FODMAPs

La adopción de una dieta baja en FODMAPs (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), también llamada «dieta baja en carbohidratos fermentables», es uno de los remedios naturales más efectivos para promover el alivio del SIBO.

Por citar algunos ejemplos, los alimentos dentro de esta categoría abarcan las siguientes opciones:

  • Oligosacáridos: trigo, frijoles, ajo y cebollas.
  • Disacáridos: productos lácteos como el helado y la leche.
  • Monosacáridos: alimentos con exceso de fructosa, como manzanas, mangos y miel.
  • Polioles fermentables: alcoholes de azúcar, que se encuentran en algunos productos endulzados artificialmente, como la goma de mascar. También presentes de forma natural en los aguacates y los champiñones.

Según explica la Escuela de Medicina Johns Hopkins, la eliminación temporal de estos alimentos ayuda a disminuir la carga bacteriana y a mejorar los síntomas. En un principio, se reducen de manera estricta todos los que conforman este grupo; luego, se reintroducen poco a poco para determinar cuáles son los problemáticos.

Hay que considerar que es una dieta bastante restrictiva, por lo que no es aconsejable para todos. Lo idóneo es asesorarse con el nutricionista para que pueda diseñarla acorde a las necesidades individuales.


2. Seguir un programa de ayuno intermitente

Otro de los tratamientos naturales que ha mostrado efectos positivos para el alivio del SIBO es el ayuno intermitenteEstos programas permiten que el sistema digestivo «descanse» y se reinicie. De este modo, la motilidad intestinal mejora y, con ello, la eliminación de desechos y de bacterias.

Asimismo, las evidencias sugieren que los periodos de ayuno ayudan a incrementar la presencia de bacterias buenas en el intestino, como los lactobacilos y las bifidobacterias. Al promover el equilibrio de la microbiota, contribuye a una mejor salud intestinal en general.

Hay varios métodos para hacer ayuno (alternando días, de 8 a 16 horas, con déficits estrictos de calorías). Independientemente de cuál se elija, conviene asesorarse con el médico. Como en el caso anterior, estos no son aptos para todas las personas.

3. Tomar suplementos herbales

Las propiedades antimicrobianas de algunas hierbas pueden ayudar a controlar el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. De acuerdo con una publicación en la revista Medicine, opciones como el ajo, el comino negro, el clavo, la canela, el tomillo, las especias, las hojas de laurel, la mostaza y el romero han exhibido beneficios potenciales contra esta condición.

En el mercado, estos se distribuyen en forma de tés, cápsulas, polvos, entre otras presentaciones. Se recomienda tener precaución al utilizarlos, pues no están exentos de efectos secundarios, contraindicaciones y posibles interacciones con medicamentos.

4. Ingerir suplementos de aceites esenciales

Asociados al punto anterior, hacemos hincapié en algunos aceites esenciales antimicrobianos. El aceite de menta, el de orégano y el de semillas de pomelo contribuyen a detener el crecimiento de varios microorganismos asociados al SIBO, como Escherichia coli y Enterococcus faecalis.

Si bien su potencial como tratamiento para esta enfermedad sigue siendo materia de estudio, por ahora los hallazgos son prometedores. La dosis típica suele ser de una a tres cápsulas de aceite esencial con cubierta entérica. Se toma entre comidas con un vaso de agua.

5. Consumir probióticos

La suplementación con probióticos se ha convertido en uno de los principales remedios naturales contra el SIBO. Estos cultivos de microorganismos vivos beneficiosos ayudan a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que favorece el alivio de la inflamación, los gases, el dolor abdominal y demás síntomas.

Para ser más precisos, cepas como los lactobacilos y las bifidobacterias han mostrado potencial para frenar el sobrecrecimiento bacteriano y calmar los síntomas intestinales. Están disponibles en forma de suplementos; para elegir los más adecuados, y establecer su dosis, hay que consultar al médico.

Por ahora, hacen falta estudios más amplios y concluyentes para evaluar la efectividad de estos suplementos. Sin embargo, la evidencia anecdótica sugiere que pueden ayudar.


6. Tomar enzimas digestivas

Cuando el cuerpo no produce suficientes enzimas digestivas o no las libera de forma adecuada, hay dificultades para descomponer algunos alimentos y absorber los nutrientes. Una de sus consecuencias es el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO).

De ser así, uno de los remedios que se pueden considerar son los suplementos de enzimas digestivas. Estos suelen aportar beneficios en el contexto de problemas digestivos. Abarca opciones como la bromelaína o la papaína (enzimas presentes en la piña y la papaya), la tripsina o la quimotripsina.

Como lo explica el Dr. Brent Bauer, director del Programa de Medicina Complementaria e Integradora de Mayo Clinicestos suplementos parecen reducir la hinchazón, los gases y la distensión. Además, también tienen efectos antiinflamatorios.

Sin embargo, las evidencias sobre sus beneficios y efectividad aún son limitadas. Por ello, lo idóneo es consumirlos bajo supervisión médica. El periodo inicial de prueba debería ser solo de 2 o 3 semanas para evaluar sus efectos.

7. Ingerir aceite de coco

El aceite de coco ha ganado popularidad entre los remedios naturales contra el SIBO. Su abundante contenido de ácido láurico le confiere efectos antimicrobianos que ayudan a detener el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado.

Además, sus triglicéridos de cadena media se absorben sin necesidad de enzimas digestivas, lo que resulta positivo frente a este problema. Por ahora, las evidencias son limitadas; sin embargo, se ha observado que también actúa como antiinflamatorio y estimulante de las enzimas digestivas.

Antes de probar este remedio hay que tener en cuenta que no todos lo toleran igual. Por eso, hay que iniciar con dosis pequeñas y observar la respuesta del cuerpo. No se debe tomar de forma simultánea con anticoagulantes; además, hay que recordar que es alto en calorías y grasas, por lo que su ingesta ha de ser moderada.

Inicia tomando una cucharadita de aceite de coco al día (5 gramos). Luego, según lo toleres, aumenta la dosis hasta una cucharada.

Los remedios naturales complementan el tratamiento del SIBO

Las causas del SIBO pueden variar en cada persona; por eso, su tratamiento suele representar un desafío. Según las particularidades del caso, el médico sugiere la toma de antibióticos para su control. No obstante, como su consumo a largo plazo está desaconsejado, también se apuesta por otros tratamientos naturales.

La dieta baja en carbohidratos fermentables, los probióticos, las enzimas digestivas, los ayunos y algunos suplementos herbales han mostrado potencial a la hora de mejorar los síntomas de esta condición. Aun así, dado que las evidencias son limitadas, hay que tener precaución al implementarlos.

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