Es una palabra extraña pero alude a virtud que ayuda a conseguir una mentalidad positiva, clave para tener buena suerte en la vida. El escritor Álex Rovira explica cómo cultivarla con un sencillo ejercicio.
Se conoce poco pero es una virtud que muchos deberíamos integrar. Adaptarse a los cambios y adversidades que nos presenta la vida nos hace avanzar y crecer como personas, y la longanimidad tiene mucho que ver en la posibilidad de salir airosos de este cometido.
La Real Academia Española de la Lengua lo define literalmente como "grandeza y constancia de ánimo en las adversidades". Se dice de la persona que acepta los infortunios de la vida sin queja. Los expertos lo definen como una disposición del ánimo que nos permite esperar, sin juzgar, con objetividad y equilibrio, las demoras en lograr nuestros objetivos.
Longanimidad proviene del latín 'longus' (largo) y de 'animus' (alma), es decir, podría ser algo como "largo sufrimiento" o "perseverancia en el dolor". Además, el diccionario también lo define como benignidad, clemencia y generosidad y es que las personas longánimes suelen ser voluntariosas, y entregadas, con un gran corazón abocado al cuidado de los demás.
LA LONGANIMIDAD, UN PASO MÁS QUE LA RESILIENCIA
El neuropsiquiatra Boris Cyrulnik, uno de los padres del concepto de resiliencia en psicología, definió esta capacidad que tenemos los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación. Pero la longanimidad es un paso más allá de la resiliencia, porque se trata de una adaptación e intento de superación de obstáculos constante.
La resiliencia, otra virtud clave en la gestión emocional, nos habla de la importancia de enfrentarse a un problema y superarlo. La longanimidad, por su parte, sería más una actitud de vida, una perseverancia, tolerancia y esfuerzo sostenidos.
Cultivando la resiliencia caes, te levantas y extraes una enseñanza que puede servirte quizá en otro obstáculo futuro. Quien es longánime mantiene y ejerce ese aprendizaje a lo largo del tiempo.
CÓMO TE AYUDA LA LONGANIMIDAD
Álex Rovira introduce este concepto en su manual Tu mentalidad buena suerte (Ed. Zenith) como un capítulo importante dentro del camino constructivo para conseguir un cambio positivo en tu vida. Y lo primero que nos revela es que se trata de un concepto que choca con la actual cultura de la inmediatez, en la que todo se quiere lograr rápidamente y sin esfuerzo.
La longanimidad implica fortaleza, humildad, determinación y aprendizaje constante, una inversión de tiempo y de vida que pocos están dispuestos a asumir.
El escritor y conferenciante internacional Álex Rovira aborda una vez más la importancia de comprender que "tu vida es el resultado de tu mentalidad". La comprensión de esta idea, que parece simple pero es muy poderosa, nos abrirá las puertas al cambio, según palabras del propio autor, para poder tomar las riendas de nuestra vida. Como él mismo afirma "si cambiamos nuestra mentalidad cambiamos nuestro guion de vida y, en consecuencia, nuestro destino".
Para Rovira, la longanimidad implica, por un lado tener una mirada a largo plazo, sabiendo que la vida nos espera con múltiples desafíos que podemos convertir en oportunidades de crecimiento propio y ajeno. Y, por otro lado, también es evitar la pereza y la pusilanimidad, "ya que ser pusilánime implica falta de ánimo y valor para emprender acciones y enfrentarse a dificultades", asegura el experto en psicología y liderazgo.
CÓMO LOGRAR LA "MENTALIDAD BUENA SUERTE"
La mentalidad son las creencias que tenemos sobre nosotros mismos: el modo que tenemos de pensar, de interpretar y de actuar. Rovira nos anima con su libro a cambiar esa mentalidad, a moldearla para lograr que sea positiva y constructiva. Esta mentalidad más colaboradora es la que denomina "Mentalidad Buena suerte" y nos ayuda con ejemplos prácticos a conseguirla.
Uno de los ejercicios es conocer y trabajar la longanimidad, que, además de aportarte resiliencia sostenida en el tiempo, te permitirá obrar la alquimia en las dificultades, convirtiendo cada aparente "fracaso" en una lección vital. Por ello Rovira propone hacer esta práctica.
Primero responde a estas preguntas:
- ¿Qué has aprendido de los errores de tu vida?
- ¿Qué puedes aprender de ellos hoy, ahora?
- ¿De qué manera te ha ayudado a crecer y a ser mejor?
- Estás decidido a incorporar y practicar en ti a aprtir de ahora la virtud de la longanimidad?
Y ahora prueba a poner en práctica este paso a paso para, como dice Rovira para "fortalecer tus alas":
- Piensa en una capacidad, hábito o actitud que ahora no tienes y te permitiría levantar el vuelo de tu vida.
- Empieza a ejercitarlo sin más demora.
- Cuando te impacientes porque los resultados aún no se ven, visualiza que estás dentro de un capullo de seda, como una mariposa atrapada y en metamorfosis, trabajando de forma longánime para romperlo cuando estés preparado.
- Motívate pensando en cómo será tu vida cuando puedas salir de él y extender tus alas y volar hacia un nuevo destino vital.
En este capítulo de su libro, destaca una frase impactante de Rovira: "sin esfuerzo y valentía solo podemos aspirar a una muerte aparentemente confortable, en paz barata. Recuerda la frase de muchas personas que asumían que estaba cerca el final de su vida y coincidían en repetirse 'Ójala me hubiera arriesgado más'."
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