08 noviembre 2021

Cuidas tu energía cuando decides en qué te enfocas

 


Cuidas tu energía cuando decides en qué te enfocas

Sabemos que estamos dando el mejor uso a nuestra energía, cuando sentimos sensaciones agradables. Por el contrario cuando sentimos algún tipo de malestar es porque estamos dirigiendo nuestra energía de una forma inconveniente para nosotros.

Sí, tenemos un sistema que nos avisa cuándo vamos por buen camino y cuando estamos escogiendo uno complicado. El detalle es que no nos acostumbramos a pausar par reconocer ese malestar y entender su fuente, ver en qué nos estamos enfocando. Solo sentimos el malestar y nos parece natural, a veces sentimos que es parte de nuestro estado natural.

Lo cierto es que cuando sentimos algún tipo de malestar, nos estamos enfocando en algo que no queremos, que no nos gusta o bien en la sensación de carencia que nos deja el no tener algo disponible en el momento presente.

Mientras que nuestro estado anímico y las sensaciones que manifestamos cambian cuando nos enfocamos en las cosas que nos conectan con nuestro bienestar, con lo que nos gusta, con lo que disfrutamos, con lo que tenemos y con lo que valoramos. Cuando enfocamos nuestras energías en estas cosas, nuestro cuerpo responde al bienestar y lo refleja. Nos sentimos tranquilos, alegres, esperanzados, en amor…

Nuestra energía es lo que somos y lo que tenemos

Todo se mueve a través de nuestra energía, el universo entero es energía en diferentes niveles de manifestación. Con cada pensamiento, con cada acción, con cada palabra estamos liberando energía y con ello le estamos mandando un mensaje a todo lo que nos rodea.

Es nuestra responsabilidad cuidar la energía que irradiamos, nuestra vibración y por ello debemos prestar especial atención a nuestro enfoque. Porque esa lupa es la que hace que en nuestra vida predomine una cosa o la otra.

Todo ocurre en simultáneo, pero nuestro enfoque por lo general está en unas pocas cosas. Si yo me enfoco en una cosa que me hace mal y no la suelto durante mucho tiempo, eso tendrá un efecto devastador en mí. No es en lo que me enfoco como tal, es el tiempo que le dedico mi atención.

Porque si bien es cierto que siempre podemos enfocar un mismo asunto de diferentes formas y cambiando este enfoque, estas cosas pueden cambiar, también debemos aceptar que habrá muchas cosas que aun cuando le demos la vuelta, resultarán indeseadas para nosotros y el inconveniente debido a la existencia de aquello que nos disgusta o nos genera algún tipo de incomodidad no sería tan grande, como el tiempo que permitimos que aquello esté en el centro de nuestro radar.

El enfoque es la clave

Si queremos que algo desaparezca de nuestras vida, debemos simplemente dejar de enfocarnos en ello. El detalle es que hacemos todo lo contrario, nos preocupamos, profundizamos, le damos vueltas y vueltas al asunto, llamamos a personas a contarles a aquello que nos acontece, no dormimos pensando en aquello, sin darnos cuenta de que lo que estamos haciendo es darle más y más poder sobre nosotros, ofreciéndole espacio, cabida y preparándonos para más cosas similares.

Aprende a escuchar las señales de tu cuerpo ante lo que estás albergando en tu mente. Practica el soltar todo aquello que te genere malestar y sustituye pensamientos que te impacientan por aquellos que te llenen de calma, de sosiego, de esperanza, de confianza.

A veces te va a parecer que es pelear en contra de un monstruo gigante el poder colocar tu atención en algo que te conecte con el bienestar, mientras un problema está haciendo todo lo posible porque te fijes en él sin desviar tu mirada para nada. Pero es la práctica la que te permitirá tener la libertad de elegir lo que albergas en tu mente.

Cuida tu enfoque… Cuida tu energía.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru

El poder de la mente sobre nuestro sistema inmune

 

El poder de la mente sobre nuestro sistema inmune

El poder de la mente sobre nuestro sistema inmune

¿Cual es el poder de la mente sobre nuestro sistema inmune? Todos hemos escuchado acerca del poder de la mente, que cualquier idea o pensamiento genera un efecto sobre nuestro organismo, algo así como un virus que entra en nuestro cuerpo físico a través de los pensamientos.

El poder del pensamiento sobre nuestra salud es un tema que la ciencia ha comprobado recientemente. Me refiero específicamente a las emociones, que son en realidad una consecuencia directa de los pensamientos, por lo que existe una conexión directa entre el poder de la mente y el comportamiento de nuestro sistema inmune.

El poder de la mente sobre nuestro sistema inmune

El cuerpo humano es una red interconectada de diferentes sistemas de información y energía. Hoy sabemos que las emociones juegan un papel muy importante, por lo tanto, un pensamiento positivo tiene la capacidad de fortalecer nuestro sistema inmunitario mientras que uno negativo lo puede debilitar y volvernos vulnerables ante las enfermedades.

Un pensamiento genera emoción y la emoción acciona el sistema bioquímico del cuerpo

Esta interacción origina sustancias diversas como neurotransmisores y hormonas que son esparcidas en todas las células de nuestro organismo, sobre todo en el sistema inmunitario. Aunque no nos demos cuenta de ello de forma consciente, las ideas pueden ser tan nocivas para la salud como los virus.

Entonces, más que una consecuencia genética, las enfermedad es una desarmonía entre cuerpo, mente y espíritu, ya que los tres componen un solo sistema que reacciona a nivel celular de acuerdo a los estímulos externos del ambiente donde nos desarrollamos.

Desde los tiempos de Platón, ya existía en la terminología filosófica el término que describe la “habilidad de saber vivir en bienestar, el estado de felicidad del alma que produce la unidad mente-cuerpo-espíritu” y a ese estado los filósofos lo denominaron Eudaimonía”, mientras que la felicidad que se experimenta por un evento externo, como comprar una casa, se llama “felicidad Hedonista”

Steven Cole, Profesor de la UCLA, en sus investigaciones acerca de la relación mente-cuerpo, afirma que existe una relación entre la felicidad eudaimónica y un mejor funcionamiento del sistema inmune, concluyendo que la mente y el sistema inmune están íntimamente conectados.

Hoy se sabe que las neuronas son capaces de producir hormonas y el equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu representa el equilibrio entre el intelecto y la emocionalidad. Este equilibrio es lo que nos da el estado de salud. Cuando estamos completamente sanos no sentimos nuestro cuerpo, actuamos solamente con nuestros sentimientos e intelecto.

Tendencias básicas del ser humano

Como seres humanos nacemos con cuatro tendencias básicas fundamentales:

  • La primera es la tendencia a “vivir y perdurar”. Somos la unión armónica y permanente que fluye entre el corazón y la mente. Nacemos con el ímpetu de vivir !
  • La segunda tendencia básica es el desarrollo de nuestras potencialidades: la personalidad consciente, las emociones que expresamos como sentimientos y el reconocimiento de nuestro cuerpo como estructura física donde cohabitan nuestras potencialidades.
  • La tercera tendencia es la de socializar: la necesidad de exteriorizar, de relacionarnos con semejantes.
  • La última y más importante es la trascendencia espiritual: la expansión completa del alma hacia la espiritualidad.

Es en este transitar de experiencias, donde vamos creando un patrón, un esquema de pensamientos y emociones como reacción a las experiencias que nos presenta la vida, y  todo se reduce a la forma en la que permitimos que ese patrón moldee nuestro estado de ánimo permanente.

Un estado de ánimo donde predominan las emociones negativas como la tristeza, la rabia, frustración, culpa etc,  crean un patrón que disminuye nuestro sistema inmune, lo que nos debe alertar para decidir tomar conciencia y hacernos responsables de lo que ocurre dentro de nuestra mente.

Si bien es cierto que un emoción negativa fugaz o un pensamiento aislado no pueden afectar nuestro sistema inmune, lo cierto es que cuando se instalan creando un patrón y forman hábitos de conducta si pueden transformar y debilitarnos ante las enfermedades.

Todo lo contrario ocurre cuando nuestro estado de ánimo predomina la felicidad,  esto producen cambios en nuestros mecanismos biológicos aumentando la capacidad del sistema inmune.

Reconocer las señales que emite el cuerpo

Las enfermedades funcionales y las estructurales son llamadas de atención muy importantes para detenernos a pensar en nosotros mismos y sentir nuestro cuerpo.

Saber reconocer las señales que el cuerpo emite ante los pensamientos y emociones, es aprender a conectarnos con nuestra alma. El alma está tanto en el corazón como en la mente y se desarrolla con cada uno de los fracasos y obstáculos que tenemos en nuestras vidas.

El desarrollo de nuestra alma es el estado de conciencia y si aprendemos a superar cada situación se produce un cambio del estado del alma a través de un nivel superior de pensamiento.

Este pensamiento de frustración, preocupación o de odio puede ser la semilla de una enfermedad.

P. Hall asegura que la mayoría de las enfermedades tienen un “simbolismo psíquico” y la mente actúa como un regulador metabólico de todos los procesos químicos dentro del organismo.

La mente tiene la capacidad compensar desequilibrios con su acción intencional. La manera como empleamos nuestra mente y nos relacionamos con el mundo puede enfermarnos o sanarnos.

La disciplina mental es capaz de afectar la función de nuestro ADN.

Steven Cole explica que una de las funciones de nuestro sistema inmune es luchar contra los agentes infecciosos para mantener en equilibrio el sistema. Pero cuando este trabajo es excesivo, el sistema inmune se sobreexcita produciendo las  inflamaciones.

Esto puede ocurrir como respuesta ante un exceso real de agentes tóxicos, pero también puede ocurrir simplemente por el estrés, que hace que nuestro sistema inmune se mantenga combatiendo enemigos invisibles por largo tiempo. La inflamación causa dolor, daños en los tejidos, y otras consecuencias como las enfermedades neurodegenerativas.

El estar sometidos a un estado permanente de stress reduce nuestro nivel de felicidad eudaimónica y esto acorta la longitud de los “telómeros” que es la longitud de los extremos de los cromosomas que protegen el ADN y esto acelera el proceso de envejecimiento.

Tenemos el libre albedrío para cambiar o modular aquellas zonas de nuestra personalidad que causan conflictos, y una vez que descubrimos esa capacidad podemos potenciar los poderes de sanación a través del pensamiento.

¿Qué decides ?

Por: Lully – Reencontrate.guru

05 noviembre 2021

Alimentos para combatir la gripe y el resfriado

 



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Cuando bajan las temperaturas, tendemos a estar más tiempo en espacios cerrados y cerca de otras personas que pueden contagiarnos los virus que causan el resfriado y la gripe. Una buena alimentación puede ayudarnos a fortalecer el sistema inmunitario para no contagiarnos o a aliviar los síntomas y evitar complicaciones si ya hemos contraído el virus.

¿Cómo combatir el resfriado y la gripe con alimentos?

Los alimentos son considerados una potente medicina natural, pero también será necesario descansar suficientes horas y evitar el estrés. Es importante acudir al médico cuando la gripe afecta a personas ancianas, ya que son más propensas a complicaciones. Hay que acudir al médico si aparece fiebre muy alta, dolor, en caso de tos persistente, o cuando los síntomas no mejoren o empeoren.

El cuerpo necesita todos los recursos para combatir la enfermedad, por lo que conviene aportarle alimentos de buena calidad, con un alto contenido en nutrientes y que sean fáciles de digerir. Hay que evitar las comidas abundantes en exceso, así como las ricas en alimentos grasos animales, embutidos, snacks, salsas industriales,… Una dieta ligera, abundante en frutas, verduras y hortalizas resultará más fácil de digerir y nos ayudará a recuperarnos antes de los síntomas.

Los nutricionistas recomiendan mantener una dieta saludable y equilibrada pero, de entre todos los alimentos, ¿cuáles son los mejores para combatir el resfriado y la gripe? Veamos algunos a continuación.

El ajo

ajoEl ajo tiene propiedades antivirales y antibacteriales que pueden ayudar a mantenerte sano. Puede ayudar a combatir la tos, los resfriados y la sinusitis. El ajo fresco y crudo es el que aporta más beneficios a la salud, aunque la mayor parte de sus propiedades se conservan si lo picas o exprimes. Toma 1 o 2 dientes de ajo al día como medida de prevención, y un diente de ajo, entre 3 y 4 veces al día, en caso de infección aguda. Si no te gusta su sabor, búscalo en cápsulas que aportan una dosis diaria de cuatro a ocho 8 mg de alicina, un componente clave en el ajo con poderosas propiedades antibacteriales. También la cebolla y el puerro contienen alicina.

Cuidado: el ajo en grandes cantidades puede tener un efecto anticoagulante.

La cebolla

cebollaLa cebolla, como el ajo, para que mantenga al máximo sus propiedades, debe comerse cruda. La cebolla es el alimento más rico en quercetina, un antiinflamatorio, antioxidante y antibiótico natural. Se puede comer en ensaladas o preparar un jarabe de cebolla y miel.

Tanto el ajo como la cebolla son remedios expectorantes utilizados como remedios tradicionales para disolver mucosidades. Muchas personas dejan una cebolla cortada por la mitad en la mesilla de noche cuando están enfermos, para aspirar sus aromas.

Especias y hierbas aromáticas

Aderezar las ensaladas invernales con clavo, canela, pimienta, chile y jengibre nos hará entrar en calor, ayudará a la sudoración y expectoración y contribuirá a eliminar bacterias.

Las hierbas aromáticas y especias más recomendables durante la gripe son la menta, el comino, el anís, el tomillo, el apio, el romero, el orégano y la albahaca. Se pueden utilizar para aderezar las recetas, y son buenos sustitutos para la sal, para aquellos que tengan que evitar el consumo de sal en su dieta.

El jengibre

El jengibre es una raíz con sabor picante que ayuda a deshacer las flemas, de modo que limpia el árbol respiratorio y alivia los síntomas de la congestión. El jengibre puede tomarse fresco, en tés o cocinado con alimentos. También está disponible en cápsulas, y puedes tomar 250 a 500 mg hasta tres veces al día.

Para la gripe, prepara esta infusión: pica una cucharada de jengibre fresco y agrégalo a una taza de agua hirviendo. Puedes añadir miel y un poco de limón. El jengibre te ayudará a sentir mejor por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacterianas.

Cuidado: si estás tomando anticoagulantes, trata de no consumir altas dosis de jengibre.

Los alimentos ricos en vitamina C

Aunque la vitamina C no cura la gripe, sí que alivia sus síntomas. La vitamina C es imprescindible para el buen funcionamiento de las células defensivas.

Los cítricos como naranjas, limones o pomelos, los pimientos, las verduras de hojas verde oscuro como la rúcula, los rabanitos, los nabos, las coles, las espinacas o el brócoli, son buenas fuentes de vitamina C.

Podemos prepararlos en zumos o jugos especiales para la gripe para aquellas personas a las que les cueste comer estos vegetales. En estos jugos o zumos podemos mezclar verduras y frutas. Por ejemplo, jugo de zanahoria con remolacha, zumos verde de espinacas, apio y manzana, etc.

También podemos aliñar nuestras ensaladas con un poco de zumo de limón.

La granada

granada

Otro alimento fantástico para combatir la gripe es la granada. La granada es rica en vitamina C, es tres veces más antioxidante que el té verde, y cubre las necesidades diarias de ácido fólico. La granada refuerza el sistema inmunológico y alivia la fiebre, el dolor de garganta y la infección de oído.

Encuentra aquí algunas recetas con granada
kiwi












El kiwi

Aunque la naranja y otros cítricos suponen una buena cantidad de vitamina C, el kiwi es el más poderoso y recomendado para fortalecer las defensas. El kiwi contiene el doble de vitamina C que una naranja, cubriendo así por completo las necesidades diarias de esta vitamina.

Algunas recetas de ensalada con kiwi.

La mandarina y la naranja

Las frutas cítricas son las mejores aliadas del organismo en una época de resfriados como lo es el invierno. La naranja es una fuente rica de vitamina C, que nos ayuda a fortalecer el sistema inmune y nos hace fuertes para enfrentar los posibles virus. La mandarina aunque no es tan rica en vitamina C como la naranja, aporta grandes dosis de beta-caroteno, también esencial para darle la batalla a la gripe. Los nutricionistas recomiendan comer ambas frutas alternadas, y además recuerdan que no nos debemos olvidar del limón.

Recetas de ensaladas con cítricos.

Los alimentos ricos en vitamina A

La vitamina A interviene en la renovación de las células inmunitarias y aumenta las defensas. Se obtiene directamente de alimentos de origen animal, como el hígado, los huevos y el pescado azul de pequeño tamaño (sardinas, boquerones, etc.).

Para los que prefieran una alimentación vegetal, se puede obtener un precursor de la vitamina A ingiriendo alimentos ricos en betacarotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A (zanahorias, diente de león, borraja y verduras de hoja verde).

La calabaza

La calabaza es un buen aliado para ganar la batalla a la gripe. Contiene betacaroteno, que se trasforma en vitamina A y refuerza el sistema inmune, ayudando a prevenir las enfermedades del sistema respiratorio. La calabaza la puedes consumir en crema, hervida, al horno, con arroz… Las semillas de calabaza también son muy recomendables por su alto contenido de zinc.
carbassa

Recetas con calabaza

Otros alimentos ricos en betacarotenos son las naranjas, la zanahoria, los albaricoques, el melón, el melocotón, las espinacas, el brócoli…

Alimentos que contienen zinc

Los alimentos con altos niveles de zinc fortalecen el sistema inmunológico. La deficiencia de zinc se asocia a una mayor cantidad de episodios de gripe durante el invierno. Si ya has enfermado, el zinc puede aliviar tus síntomas y acelerar tu recuperación, puesto que ayuda a la regeneración de la mucosa respiratoria. Entre los alimentos ricos en zinc encontramos:

  • Las legumbres (judías secas, garbanzos, lentejas…)
  • Semillas de calabaza
  • Germen de trigo, levadura de cerveza, cereales integrales.
  • Frutas como los higos.
  • Frutos secos como las nueces, las almendras, las avellanas.
  • Vegetales como los espárragos, las borrajas y las berenjenas.
  • Huevos cocidos (evitarlos fritos).
  • Mejillones, sardinas.
  • Carne magra, carne de cordero, hígado.

Las setas

Los setas fortalecen el sistema inmunitario; contienen vitamina D, que ayuda a tener más inmunidad, y algunas variantes pueden combatir ciertas infecciones. Busca los tipos más exóticos, como los hongos shiitake, reishi, enoki, y maitake. Añádelos a tus platos favoritos: ensaladas, sofritos, sopas, o tómalos en extracto.

mielLa miel

La miel actúa directamente en la garganta porque es un expectorante natural que ayuda a eliminar las flemas y es útil para controlar y combatir las infecciones en la garganta, gracias a sus propiedades antisépticas. Se recomienda hacer gárgaras con una infusión tibia de hojas de frambuesa y dos cucharadas de miel en media taza de agua.

Cinco plantas medicinales para gripes y resfriados

 




Para paliar los efectos de gripes y resfriados, los expertos aconsejan abstenerse de utilizar antibióticos, ya que pueden generar resistencias, ingerir líquidos en abundancia porque mantienen la hidratación y estimulan las secreciones de las mucosas, y evitar el estrés, que debilita el sistema inmune.

También recomiendan seguir una dieta variada, con gran cantidad de frutas y verduras, y realizar ejercicio ya que son dos hábitos que aumentan la resistencia al contagio y en el caso de sufrirlo, disminuyen las complicaciones del catarro.

Además, las plantas medicinales pueden ser la solución para los catarros estacionales ya que combaten la fiebre, reducen la congestión o la inflamación, y mejoran las defensas. Conoce cinco de las plantas medicinales más utilizadas frente a los resfriados.

Echinacea

La echinacea actúa a través de un mecanismo de acción inmunoestimulante, que potencia las defensas del organismo y le ayuda a combatir virus y bacterias. Puede utilizarse de forma preventiva o cuando aparecen los primeros síntomas del resfriado o la gripe.

Echinacea y yemas de abeto

Yemas de abeto

Las yemas de abeto Frenan la tos característica de los procesos catarrales. Tienen efecto balsámico por lo que se utilizan para curar las infecciones de las vías respiratorias y para mejorar la irritación de garganta.

Eucalipto

Conocido como el árbol de la fiebre, es muy eficaz para frenar los síntomas de las afecciones de las vías respiratorias. Es broncodilatador por sus propiedades balsámicas y estimulantes. También destaca por ser expectorante, elimina el exceso de mucus de las vías respiratorias, y antiséptico.

Drosera

Esta planta carnívora es rica en flavonoides, taninos, vitamina C, resina y quinonas. Tiene propiedades antitusígenas y antiespasmódidas por lo que actúa sobre la laringe y reduce la tos irritativa, seca o nerviosa. También tiene una acción expectorante y antimicrobiana.

Drosera y Saúco

Saúco

Tiene acción antiviral y revitalizante de las defensas naturales y acorta los resfriados y gripes. Contiene aceites esenciales, taninos, ácidos orgánicos, alcaloides, azúcar, abundante vitamina C, y glucósidos.

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