Cuando bajan las temperaturas, tendemos a estar más tiempo en espacios cerrados y cerca de otras personas que pueden contagiarnos los virus que causan el resfriado y la gripe. Una buena alimentación puede ayudarnos a fortalecer el sistema inmunitario para no contagiarnos o a aliviar los síntomas y evitar complicaciones si ya hemos contraído el virus.
¿Cómo combatir el resfriado y la gripe con alimentos?
Los alimentos son considerados una potente medicina natural, pero también será necesario descansar suficientes horas y evitar el estrés. Es importante acudir al médico cuando la gripe afecta a personas ancianas, ya que son más propensas a complicaciones. Hay que acudir al médico si aparece fiebre muy alta, dolor, en caso de tos persistente, o cuando los síntomas no mejoren o empeoren.
El cuerpo necesita todos los recursos para combatir la enfermedad, por lo que conviene aportarle alimentos de buena calidad, con un alto contenido en nutrientes y que sean fáciles de digerir. Hay que evitar las comidas abundantes en exceso, así como las ricas en alimentos grasos animales, embutidos, snacks, salsas industriales,… Una dieta ligera, abundante en frutas, verduras y hortalizas resultará más fácil de digerir y nos ayudará a recuperarnos antes de los síntomas.
Los nutricionistas recomiendan mantener una dieta saludable y equilibrada pero, de entre todos los alimentos, ¿cuáles son los mejores para combatir el resfriado y la gripe? Veamos algunos a continuación.
El ajo
El ajo tiene propiedades antivirales y antibacteriales que pueden ayudar a mantenerte sano. Puede ayudar a combatir la tos, los resfriados y la sinusitis. El ajo fresco y crudo es el que aporta más beneficios a la salud, aunque la mayor parte de sus propiedades se conservan si lo picas o exprimes. Toma 1 o 2 dientes de ajo al día como medida de prevención, y un diente de ajo, entre 3 y 4 veces al día, en caso de infección aguda. Si no te gusta su sabor, búscalo en cápsulas que aportan una dosis diaria de cuatro a ocho 8 mg de alicina, un componente clave en el ajo con poderosas propiedades antibacteriales. También la cebolla y el puerro contienen alicina.
Cuidado: el ajo en grandes cantidades puede tener un efecto anticoagulante.
La cebolla
La cebolla, como el ajo, para que mantenga al máximo sus propiedades, debe comerse cruda. La cebolla es el alimento más rico en quercetina, un antiinflamatorio, antioxidante y antibiótico natural. Se puede comer en ensaladas o preparar un jarabe de cebolla y miel.
Tanto el ajo como la cebolla son remedios expectorantes utilizados como remedios tradicionales para disolver mucosidades. Muchas personas dejan una cebolla cortada por la mitad en la mesilla de noche cuando están enfermos, para aspirar sus aromas.
Especias y hierbas aromáticas
Aderezar las ensaladas invernales con clavo, canela, pimienta, chile y jengibre nos hará entrar en calor, ayudará a la sudoración y expectoración y contribuirá a eliminar bacterias.
Las hierbas aromáticas y especias más recomendables durante la gripe son la menta, el comino, el anís, el tomillo, el apio, el romero, el orégano y la albahaca. Se pueden utilizar para aderezar las recetas, y son buenos sustitutos para la sal, para aquellos que tengan que evitar el consumo de sal en su dieta.
El jengibre
El jengibre es una raíz con sabor picante que ayuda a deshacer las flemas, de modo que limpia el árbol respiratorio y alivia los síntomas de la congestión. El jengibre puede tomarse fresco, en tés o cocinado con alimentos. También está disponible en cápsulas, y puedes tomar 250 a 500 mg hasta tres veces al día.
Para la gripe, prepara esta infusión: pica una cucharada de jengibre fresco y agrégalo a una taza de agua hirviendo. Puedes añadir miel y un poco de limón. El jengibre te ayudará a sentir mejor por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacterianas.
Cuidado: si estás tomando anticoagulantes, trata de no consumir altas dosis de jengibre.
Los alimentos ricos en vitamina C
Aunque la vitamina C no cura la gripe, sí que alivia sus síntomas. La vitamina C es imprescindible para el buen funcionamiento de las células defensivas.
Los cítricos como naranjas, limones o pomelos, los pimientos, las verduras de hojas verde oscuro como la rúcula, los rabanitos, los nabos, las coles, las espinacas o el brócoli, son buenas fuentes de vitamina C.
Podemos prepararlos en zumos o jugos especiales para la gripe para aquellas personas a las que les cueste comer estos vegetales. En estos jugos o zumos podemos mezclar verduras y frutas. Por ejemplo, jugo de zanahoria con remolacha, zumos verde de espinacas, apio y manzana, etc.
También podemos aliñar nuestras ensaladas con un poco de zumo de limón.
La granada
Otro alimento fantástico para combatir la gripe es la granada. La granada es rica en vitamina C, es tres veces más antioxidante que el té verde, y cubre las necesidades diarias de ácido fólico. La granada refuerza el sistema inmunológico y alivia la fiebre, el dolor de garganta y la infección de oído.
Encuentra aquí algunas recetas con granada
El kiwi
Aunque la naranja y otros cítricos suponen una buena cantidad de vitamina C, el kiwi es el más poderoso y recomendado para fortalecer las defensas. El kiwi contiene el doble de vitamina C que una naranja, cubriendo así por completo las necesidades diarias de esta vitamina.
Algunas recetas de ensalada con kiwi.
La mandarina y la naranja
Las frutas cítricas son las mejores aliadas del organismo en una época de resfriados como lo es el invierno. La naranja es una fuente rica de vitamina C, que nos ayuda a fortalecer el sistema inmune y nos hace fuertes para enfrentar los posibles virus. La mandarina aunque no es tan rica en vitamina C como la naranja, aporta grandes dosis de beta-caroteno, también esencial para darle la batalla a la gripe. Los nutricionistas recomiendan comer ambas frutas alternadas, y además recuerdan que no nos debemos olvidar del limón.
Recetas de ensaladas con cítricos.
Los alimentos ricos en vitamina A
La vitamina A interviene en la renovación de las células inmunitarias y aumenta las defensas. Se obtiene directamente de alimentos de origen animal, como el hígado, los huevos y el pescado azul de pequeño tamaño (sardinas, boquerones, etc.).
Para los que prefieran una alimentación vegetal, se puede obtener un precursor de la vitamina A ingiriendo alimentos ricos en betacarotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A (zanahorias, diente de león, borraja y verduras de hoja verde).
La calabaza
La calabaza es un buen aliado para ganar la batalla a la gripe. Contiene betacaroteno, que se trasforma en vitamina A y refuerza el sistema inmune, ayudando a prevenir las enfermedades del sistema respiratorio. La calabaza la puedes consumir en crema, hervida, al horno, con arroz… Las semillas de calabaza también son muy recomendables por su alto contenido de zinc.
Recetas con calabaza
Otros alimentos ricos en betacarotenos son las naranjas, la zanahoria, los albaricoques, el melón, el melocotón, las espinacas, el brócoli…
Alimentos que contienen zinc
Los alimentos con altos niveles de zinc fortalecen el sistema inmunológico. La deficiencia de zinc se asocia a una mayor cantidad de episodios de gripe durante el invierno. Si ya has enfermado, el zinc puede aliviar tus síntomas y acelerar tu recuperación, puesto que ayuda a la regeneración de la mucosa respiratoria. Entre los alimentos ricos en zinc encontramos:
- Las legumbres (judías secas, garbanzos, lentejas…)
- Semillas de calabaza
- Germen de trigo, levadura de cerveza, cereales integrales.
- Frutas como los higos.
- Frutos secos como las nueces, las almendras, las avellanas.
- Vegetales como los espárragos, las borrajas y las berenjenas.
- Huevos cocidos (evitarlos fritos).
- Mejillones, sardinas.
- Carne magra, carne de cordero, hígado.
Las setas
Los setas fortalecen el sistema inmunitario; contienen vitamina D, que ayuda a tener más inmunidad, y algunas variantes pueden combatir ciertas infecciones. Busca los tipos más exóticos, como los hongos shiitake, reishi, enoki, y maitake. Añádelos a tus platos favoritos: ensaladas, sofritos, sopas, o tómalos en extracto.
La miel
La miel actúa directamente en la garganta porque es un expectorante natural que ayuda a eliminar las flemas y es útil para controlar y combatir las infecciones en la garganta, gracias a sus propiedades antisépticas. Se recomienda hacer gárgaras con una infusión tibia de hojas de frambuesa y dos cucharadas de miel en media taza de agua.