11 enero 2022

Propiedades de la arcilla y cómo usarla para curar

Embadurnarse con barro natural, darse un baño en casa, acudir a un balneario... Cualquier opción es válida para beneficiarse de las propiedades de la arcilla.


La arcilla ha sido uno de los primeros remedios de la historia, hoy en día poco utilizado pero al alcance de todos. Se consigue fácilmente, está disponible todo el año, es útil para la elaboración de alfarería y posee sorprendentes propiedades.

Al igual que hacen muchos animales, es posible que el ser humano haya usado la arcilla desde los albores de la humanidad. En la naturaleza no es extraño ver a animales salvajes revolcarse en la tierra o en el lodo para reforzar la piel y limpiarla de eccemas, callosidades o parásitos.

Ahora bien, la arcilla no es tierra, sino una parte de esta desprovista de arena y elementos orgánicos y finamente micronizada de forma que posee una gran plasticidad. Se puede definir como partículas menores a dos micras de diámetro compuestas esencialmente de silicatos de calcio, magnesio y aluminio. Aun así, la composición de las arcillas, respetando estos componentes mayoritarios, varía mucho en función del terreno donde se han recogido y de ahí que puedan encontrarse incluso en diferentes colores.

¿QUÉ CUALIDADES TIENE LA ARCILLA?

Las arcillas se caracterizan por tener una estructura laminar con alta superficie específica y una carga eléctrica. Ambas cualidades les confieren a todas ellas una gran capacidad para absorber agua y para fijar e intercambiar iones, entre otras propiedades. Además, por su composición específica a algunas arcillas se les puede atribuir alguna propiedad más, especialmente cuando se consumen por vía interna.

Las propiedades comunes a todas las arcillas, debidas a sus características físicas, son:

  • Absorción. La absorción es la capacidad que tienen muchos elementos de absorber líquidos. La capacidad de retención hídrica de las arcillas fácilmente quintuplica su peso en seco; sin embargo, esto depende de la fluidez o consistencia que se desee luego, ya que tiene menos agua la arcilla modelable que la arcilla con textura de chocolate espeso o las "leches" arcillosas. Al absorber líquidos las arcillas también absorben todas las sustancias que están disueltas en ellos. Así, cuando se aplican externamente absorben los líquidos corporales de la piel y muchas de sus grasas, por lo que en general ejercen una acción secante. De ahí que se aconseje precaución a las personas de piel seca.
  • Adsorción. El mismo proceso que tiene lugar cuando la arcilla entra en contacto con los líquidos sucede también con los gases. La arcilla es un gran adsorbente, y esta es una de las razones por las que el consumo interno de arcilla reduce en general los gases digestivos y se considera depurativo. Sobre la piel también actúa como adsorbente, aunque en este caso no existe una gran cantidad de gases que absorber, excepto los propios de la transpiración, sobre los que ejerce un efecto desodorante que, aunque pasajero, es interesante.

  • Capacidad de retención del calor. Es una de las propiedades más interesantes de la arcilla, ya que es un mal conductor del calor. Cuando se calienta (a diferencia del agua, que se enfría rápidamente), mantiene el calor durante largo tiempo. Esta baja conductividad permite, además, realizar aplicaciones de arcilla más calientes de lo que se podría soportar con el agua. Cuando se aplica la arcilla sobre la piel, inicialmente da una sensación de calor intensa pero muy soportable, pues se forma una capa superficial en contacto con la piel que reduce su temperatura en relación con el núcleo o centro de la aplicación. Cuanto más espesa sea la arcilla, a mayor temperatura se puede aplicar, mientras que las aplicaciones más líquidas pueden quemar más si se aplican calientes. Esta capacidad calorífica es especialmente útil en los procesos dolorosos y reumáticos.
  • Transmineralización. Se discute mucho si la arcilla puede inducir un proceso de transmineralización (paso de minerales a través de la piel) o no. En general, la capacidad de paso de minerales a través de la barrera cutánea suele ser limitado, así que no aporta una gran cantidad de elementos nutritivos a la piel. De todas formas, el alto contenido de la arcilla en silicatos es interesante. A pesar de su escasa solubilidad, el silicio puede ayudar a regenerar el colágeno de la piel, por lo que, aunque sea poco, contribuye a mejorar la tersura de la piel y a reducir su flacidez .
  • Nutrición. No se puede hablar de nutrición específicamente cuando hablamos de la cura interna de arcilla. De hecho, en general la arcilla no nutre o es directamente un antinutriente, porque reduce la absorción de algunos principios alimentarios. Los elementos más solubles de la arcilla, como las sales magnésicas, sí se absorben con cierta facilidad, y pueden amortiguar el efecto astringente que ejerce la arcilla. También puede contribuir al aporte de una mayor cantidad de oligoelementos, pero debido a la gran variabilidad de los componentes secundarios de las arcillas es difícil recomendarla en este sentido.




¿QUÉ TIPOS DE ARCILLA EXISTEN?

  • Arcilla blanca. Suele ser de este color porque contiene caolín y, en menor medida, feldespato. Se denominan genéricamente caolinitas y son de una gran plasticidad (técnicamente son las "arcillas grasas", aunque no contengan grasa), muy adecuadas para el tratamiento interno, ya que diluidas forman la "leche de arcilla". Son muy apreciadas en cosmética por su riqueza en talcos (caolín), que le dan una untuosidad y delicadeza especiales. También en alfarería, para la fabricación de porcelanas.
  • Verdes. También muy apreciadas. Una de las mejores es la bentonita (o montmorillonita), que en realidad no es verde, sino grisácea. La illita, también una "arcilla verde", es muy rica en calcio, plástica y se adhiere muy bien a la piel.
  • Rojas. No son de menor calidad que las anteriores, pero son las más frecuentes y su color suele deberse a la presencia de minerales de hierro (óxidos e hidróxidos generalmente).

CURAS EXTERNAS CON ARCILLA

La cura externa de arcilla es la más habitual y conocida, y se puede efectuar de muchas maneras. Lo que sigue a continuación es tan solo una selección de las más importantes.

1. Cataplasma calorífica

Las cataplasmas de arcilla se preparan amasando la arcilla con agua muy caliente hasta que adquiera una consistencia moldeable y no manche excesivamente. Luego la masa de arcilla se extiende sobre un lienzo, por ejemplo de algodón, y se deposita una capa de un grosor aproximado de 1 a 2 centímetros (a mayor grosor, mayor capacidad de retención del calor). Sobre la capa más externa se aplica una cobertura de plástico que evitará que se disipe el calor y que se manchen las ropas externas.

Esta cataplasma se aplica sobre la zona o articulación escogida, preferiblemente al ir a acostarse, y se deja actuar entre 40 y 90 minutos, en todo caso hasta que se disipe el calor. Se pueden realizar aplicaciones hasta dos o tres veces por semana.

Se recomiendan especialmente en los procesos reumáticos dolorosos de las articulaciones, aunque también resultan muy útiles en otros procesos dolorosos, como la menstruación, y en las terapias de depuración genérica del abdomen.

2. Mascarillas y pincelaciones

Cuando la arcilla se diluye con agua hasta obtener una consistencia de chocolate espeso, o algo menos, se pueden realizar pincelaciones sobre la piel y disfrutar de su efecto regenerador, desintoxicante y de limpieza.

Este tipo de aplicaciones, sin embargo, no retienen el calor pues se emplea poca arcilla y mucha agua. Estas preparaciones arcillosas de aplicación sobre la piel pueden prepararse con tisanas de plantas en lugar de agua, como manzanilla, agua de azahar, jugo de pepino... Incluso se puede añadir algún aceite como el de rosa mosqueta o de zanahoria, que ayudarán a mejorar la sensibilidad de la piel.

En cualquier caso, recordemos que después de una aplicación de este tipo sobre la piel es conveniente quitarse toda la arcilla sobrante, por ejemplo con abundante agua fresca, y luego aplicarse algún producto hidratante. En todo caso, no debe esperarse a que la arcilla se seque del todo antes de retirarla.

Las pincelaciones de arcilla pueden dejarse sobre la piel durante un tiempo variable. En general se recomienda una primera aplicación corta, de unos diez minutos, que sirve de test para evaluar cómo responde la piel.

Cuando se aplica la arcilla sobre la cara hay que tener un cuidado especial puesto que puede resecarse excesivamente. Este tipo de aplicaciones se suele recomendar realizarlas como máximo una o dos veces por semana.


3. Baños de agua arcillosa

Para las pieles más sensibles puede ser útil el baño de agua arcillosa. Se requieren unos 100 gramos de arcilla en una bañera llena de agua caliente. Previamente se dejan reposar aparte durante unos quince minutos en un cazo o una palangana sumergidos en agua bien caliente; de esta manera se diluirá mejor la arcilla cuando se eche en la bañera.

El baño de agua arcillosa se puede mantener durante 45 minutos. Está especialmente indicado en procesos de dermatitis húmeda de la piel, en los que la aplicación de arcilla más espesa podría tener un efecto irritante.



¿SE PUEDE INGERIR LA ARCILLA?

El agua arcillosa para realizar una cura interna se prepara dejando reposar una cucharadita de postre colmada de arcilla (ocasionalmente dos) en agua mineral y dejándola actuar toda la noche, para tomarla por la mañana. Al inicio de la cura, es más comida, y procurando que el desayuno posterior sea muy pobre en grasas. Se recomienda habituarse poco a poco, evitando ingerir el poso de arcilla al principio de la cura.

La cura interna se plantea generalmente durante un periodo no superior a los 20 días (mejor dos semanas) y puede repetirse varias veces cada tres o seis meses.

La arcilla tiene muy pocas contraindicaciones, y la más importante es que no siente bien al estómago, lo cual con estas dosis y periodos es más bien raro, pero observar estas precauciones permite beneficiarse de la arcilla sin correr riesgos:

  • Interacciones. Debido a su poder absorbente, la arcilla puede interferir en la absorción de medicamentos, por lo que su consumo por vía interna deberá realizarse siempre una hora antes o después de tomar cualquier medicación. La arcilla por vía externa reduce la efectividad de muchas cremas.
  • En ayunas. La arcilla debe consumirse en ayunas, fuera de las comidas, ya que la mezcla con grasa forma literalmente un "ladrillo", endureciéndola, reduciendo su capacidad de absorción y adsorción, y provocando más alteraciones intestinales.
  • Dosis. La arcilla debe consumirse en dosis bajas. Las dosis elevadas pueden provocar estreñimiento y alterar la absorción de nutrientes. Una o dos cucharaditas al día durante periodos determinados de tiempo es una dosis adecuada.
  • Beber muchos líquidos. Durante la cura interna de arcilla, se ha de beber líquido en abundancia para evitar la formación de grumos.

EL PODER CURATIVO DE LOS PELOIDES

Un peloide (pelos en griego significa "barro") es una mezcla de materia orgánica (humus) y no orgánica (minerales) que puede utilizarse con fines terapéuticos. La arcilla es un peloide, si bien no todos los peloides son arcillas; muchos ni contienen arcilla.

Los más interesantes desde el punto de vista medicinal son los fangos extraídos de lechos de lagos, albuferas o incluso el mar. Otros, en cambio, se fabrican fermentando una materia vegetal con fangos o lodos (muchas veces con hierba o heno reposados en piscinas con los fangos durante meses), o se comercializan en envases con parafina, que les da mayor plasticidad.

Estos peloides, sin embargo, no son habituales en casa ya que son más difíciles de encontrar y aplicar, y suelen usarse en balnearios.

¿Por qué las enzimas digestivas son buenas para la salud?


Las enzimas que proporcionan algunos alimentos ayudan a disfrutar de digestiones ligeras y a potenciar la asimilación de nutrientes esenciales.

Todos sabemos que hay que consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales, etc., pero ¿cuántas veces has oído hablar de que los alimentos tienen enzimas? Pues sí, las enzimas juegan un papel fundamental en los procesos biológicos que ocurren en tu cuerpo y en la elaboración de productos como el pan. Vamos a verlo.

LAS ENZIMAS SON ESENCIALES PARA LA VIDA

Las enzimas son proteínas que aceleran la velocidad de todas las reacciones químicas que hacen posible la vida. En este instante, mientras lees este artículo, se están produciendo cientos de reacciones químicas en tu cuerpo gracias a las enzimas. Cada enzima está diseñada para actuar en una reacción química específica con un resultado concreto, como si fuera una cerradura a la que solo le encaja una llave.

Poseen infinidad de funciones. Hay diferentes enzimas que se encargan de obtener energía, participan en el funcionamiento del sistema inmunitario o en la eliminación de productos tóxicos, entre otras muchas funciones.

LAS ENZIMAS DIGESTIVAS

Pero las enzimas que nos interesan especialmente por su relación con la dieta son las digestivas, que descomponen los alimentos en moléculas simples, como aminoácidos, azucares, ácidos grasos o vitaminas. Los nutrientes ya hidrolizados pasan del intestino delgado a la sangre, que las hace llegar a las células de todo el organismo. Sin las enzimas, nada de todo esto sería posible.

Existen tres tipos principales de enzimas digestivas en función de los macronutrientes que degradan:

  • Proteasas: descomponen las proteínas en péptidos y aminoácidos.
  • Lipasas: descomponen la grasa en ácidos grasos.
  • Amilasas: descomponen carbohidratos como el almidón en azúcares simples.

Las enzimas se sintetizan en el páncreas exocrino y a lo largo del tubo digestivo, pero algunas enzimas digestivas también se encuentran naturalmente en los alimentos. ¿Alguna vez te has preguntado por qué la manzana se oscurece cuando la dejamos partida o por qué maduran las frutas? Es debido a la acción de sus enzimas.



ALIMENTOS QUE APORTAN UNA DOSIS EXTRA DE ENZIMAS

El cuerpo sintetiza enzimas digestivas y además, algunas las podemos conseguir de los alimentos. Destacan especialmente por su contenido enzimático el aguacate, el kiwi, la papaya, la piña o los espárragos.

Nunca habrás escuchado que tienes que consumir "x" raciones diarias de enzimas para cumplir tus requerimientos nutricionales. Es así porque, como el cuerpo es capaz de sintetizar las enzimas, no se consideran "nutrientes esenciales". Sí son esenciales, en cambio, los aminoácidos que se encuentran en los alimentos y que son necesarios para que el organismo sintetice las enzimas.

Es decir, si nuestro consumo proteico es adecuado y proviene de fuentes saludables, nuestro cuerpo podrá fabricar sus enzimas sin problema. Pero consumir alimentos vegetales crudos es una buena opción para aumentar la disponibilidad de enzimas.


Las enzimas son muy sensibles a los cambios de temperatura, se desnaturalizan con el calor de la cocción. Por este motivo se recomienda consumir diariamente al menos una ración de verduras en crudo y tres raciones de fruta bien lavadas.

Si consumimos alimentos de calidad, verduras y frutas en crudo en algunas ingestas, en el marco de una dieta saludable y equilibrada, tendrán efecto protector frente a muchas enfermedades, como las cardiovasculares e incluso ayudar a mejorar síntomas digestivos, dolores musculares o problemas de la piel.

LOS BENEFICIOS PROBADOS DE LAS ENZIMAS DIGESTIVAS

El kiwi contiene una enzima denominada actinidina que se relaciona con un efecto beneficioso sobre el estreñimiento y una mejoría de las flatulencias y del dolor abdominal, según un estudio dirigido por la bioquímica Iona Weir, publicado por el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition en 2018.

En otro reciente trabajo científico, de 2020, la doctora Isuri A. Jayawardana, de la Universidad Massey (Nueva Zelanda), muestra que la actinidina del kiwi mejora la degradación de las proteínas del gluten durante una digestión gastrointestinal simulada, abriendo así nuevos campos de investigación.

Respecto a problemas en la piel, en una investigación del Kishinchand Chellaram College (India) han estudiado la aplicación de bromelina, enzima presente en la piña, para tratar el acné, debido a su actividad antimicrobiana y antioxidante.

Además, también se ha demostrado su eficacia por vía interna como agente antiinflamatorio, pues produce mejoras en casos de artritis y dolores musculares, según un estudio publicado en The Korean Journal of Pain por el doctor Ahmed Olalekan Bakare.

CUÁNDO TOMAR SUPLEMENTOS DE ENZIMAS

Cuando existe un déficit de determinadas enzimas, podrían ser interesantes los suplementos. En caso de intolerancia a la lactosa se podría añadir un suplemento de lactasa antes de consumir productos lácteos y en caso de malabsorción a la fructosa se podría tomar xilosa.

Hay que asegurarse de que la cantidad de enzima sea suficiente para la cantidad de lactosa o fructosa ingerida, ya que en caso contrario no será efectivo, por lo que estos suplementos se suelen usar como ayuda en días especiales, pero no como tratamiento permanente o a largo plazo.

Otro de los casos en los que puede ser efectivo incluir suplementación enzimática es en las migrañas por intolerancia a la histamina. Los síntomas pueden mejorar con la suplementación con diamino oxidasa (DAO), enzima que degrada la histamina.


También se pueden indicar suplementos enzimáticos tras una extirpación de la vesícula biliar o en casos de insuficiencia pancreática.

Ningún suplemento es la solución mágica a un problema ni todas las personas con problemas digestivos los necesitan. Si sufrimos una alteración digestiva es importante contar con un plan nutricional personalizado adaptado a la patología y, en caso de que sea necesario, pautar la suplementación.



CÓMO COCINAR SIN ELIMINAR LAS ENZIMAS

Las enzimas se desnaturalizan a partir de ciertas temperaturas. Si queremos conservarlas es mejor no cocinar los alimentos o hacerlo a baja temperatura y durante poco tiempo. Además, las enzimas se pierden también al procesar, refinar y almacenar los alimentos, una razón más para evitar los ultraprocesados.

  • Remojado y germinación. Estas técnicas inactivan los inhibidores enzimáticos que dificultan la absorción de los nutrientes de legumbres, semillas y cereales. Son inhibidores como las antitripsinas, las antiamilasas y las antiinvertasas, que actúan como «antinutrientes». Al inactivarlos, permitimos que las enzimas faciliten la asimilación de los aminoácidos y los hidratos de carbono.
  • Escaldado rápido. Con los germinados, podemos favorecer aún más la asimilación de los nutrientes si los escaldamos durante tres minutos, porque así se inactiva el 90% del inhibidor y se potencia aún más la absorción de los nutrientes.
  • Fermentados. Incluir en la dieta alimentos como natto, miso y chucrut es beneficioso, ya que contienen una buena dosis de enzimas.
  • Alimentos estimulantes. Finalmente algunos alimentos poseen la propiedad de aumentar la secreción de enzimas digestivas, como es el caso de vegetales amargos como la rúcula, los berros y el rábano, o de infusiones como el té verde.

Arándanos rojos en lugar de antibióticos


La suplementación con extracto de arándano rojo puede evitar la administración prolongada de antibióticos que poseen efectos secundarios. Es un tratamiento eficaz y seguro.

arándano rojo
Los arándanos pueden ser más efectivos que los antibióticos para combatir las infecciones del sistema urinario, según un estudio publicado en el Journal of Dietary Supplements.

Los investigadores analizaron los efectos de la suplementación postoperatoria con extracto de arándano en pacientes con tendencia a desarrollar infecciones urinarias y que fueron cateterizados durante un procedimiento quirúrgico.

Cuatro semanas después del tratamiento con arándanos, no se informaron infecciones ni recurrencia en el seguimiento de tres meses.

MÁS EFICAZ QUE LOS ANTIBIÓTICO PARA PREVENIR INFECCIONES

Esto sugiere que la suplementación fue más efectiva que el tratamiento con antibióticos, aseguran los autores del informe: "Se ha demostrado una disminución en la aparición de síntomas infecciosos urinarios, la presencia de glóbulos en la orina y la presencia de contaminación bacteriana en la orina".

Los científicos italianos explican en el estudio que el extracto de arándano contiene una mezcla compleja de proantocianidinas (PAC), flavonoles y ácidos hidroxicinámicos que parecen disminuir la formación de biopelículas y reducir la inflamación.

En cambio, los antibióticos posoperatorios pueden complicar y prolongar una infección al seleccionar cepas bacterianas resistentes al tratamiento y pueden ser ineficaces contra la inflamación.


La ingesta diaria de 36 mg de PAC contribuye a disminuir las infecciones urinarias y la inflamación de las paredes del tracto urinario. Esto puede ser relevante en la evolución de las infecciones urinarias en las que los componentes inflamatorios pueden ser más importantes que la contaminación bacteriana real.

ANTIBIÓTICOS Y BACTERIAS RESISTENTES

Las infecciones urinarias recurrentes son habituales entre los pacientes quirúrgicos tras el cateterismo urinario, pero también en pacientes no quirúrgicos con anomalías del tracto urinario inferior o variaciones anatómicas, hipertrofia prostática benigna o en pacientes que padecen una obstrucción parcial o temporal del tracto urinario.

Los pacientes son tratados de forma rutinaria con antibióticos, como la nitrofurantoína (recomendada por la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas), como primera línea de defensa para aliviar o prevenir los síntomas asociados con las infecciones urinarias.

Sin embargo, los investigadores sostienen que los antibióticos administrados para tratar las infecciones a veces son inadecuados e incluso puede exacerbar los síntomas. "El uso de antibióticos durante o después de la cirugía puede complicar aún más la infección al seleccionar cepas bacterianas resistentes a los tratamientos con antibióticos. Las infecciones del trato urinario pueden persistir durante meses después de la cirugía si el tratamiento no es adecuado", manifiestan.

También existen implicaciones económicas y para la salud con el uso frecuente o prolongado de antibióticos, incluida la aparición de resistencia a la medicación y la reducción de la eficacia de los tratamientos antimicrobianos.



EFECTOS SECUNDARIOS

El uso prolongado de nitrofurantoína se ha asociado con anemia, toxicidad pulmonar, enfermedad hepática y neuropatía en algunos pacientes. Las infecciones urinarias son una fuente importante de morbilidad y costos de atención médica.

La investigación se realizó con 64 personas sanas que requerían una cirugía no complicada con cateterismo urinario. Los participantes fueron divididos en dos grupos; uno fue tratado con los arándanos rojos (120 mg o 240 mg diarios del extracto) y el otro, con antibióticos (50 mg de nitrofurantoína, tres veces al día) durante cuatro semanas. El extracto fue proporcionado por el laboratorio Indena.

Los hallazgos sugieren que el arándano rojo constituyó una solución eficaz para controlar nuevas posibles infecciones del tracto urinario postoperatorias y poscatéter e inflamaciones en sujetos sin complicaciones con antecedentes de infecciones urinarias, con “resultados muy prometedores en la prevención de las infecciones urinarias tanto en sujetos jóvenes sanos como en en hombres mayores que padecen hiperplasia prostática benigna”.

Además, los investigadores dan testimonio del "perfil de seguridad y tolerabilidad de este producto", debido a la ausencia total de efectos adversos.

10 enero 2022

Piel sensible: cómo cuidarla para evitar síntomas



Cuando la piel reacciona, se seca e irrita con facilidad, el cambio de hábitos y unos cuidados mínimos pueden reequilibrarla para que recupere su salud natural.

Una piel sensible se enrojece tanto cuando hace frío como cuando brilla el sol, con el viento y en los días secos; le salen ronchas después de una ducha muy caliente y reacciona irritándose con facilidad. Cuidarla es difícil porque todo le afecta, desde la falta de higiene hasta su exceso.

Tiende a ser mixta, grasienta en la llamada "zona T" y seca en los pómulos. Y no solo acusa los problemas en la cara, también puede hacerlo en el resto del cuerpo.

Si no se trata con mucho cuidado, la piel sensible está siempre roja y seca, y en casos extremos puede sufrir problemas más serios como rosácea, cuperosis y eccema.

Ahora bien, cuando está bien cuidada, puede ser muy bonita, ya que presenta la imagen delicada que se asocia con la piel de los bebés. Prestarle atención tiene, pues, su recompensa.

Para cuidar una piel delicada es fundamental tratarla como parte del resto del cuerpo. El estrés y una alimentación desequilibrada son factores que irritan, por eso es importante asegurarse de que el tratamiento no es solo cosmético.


¿CÓMO PROTEGER LA PIEL DESDE DENTRO?

Las personas con la piel sensible deben mantener una dieta rica en verduras, frutas de temporada y cereales enteros. La comida biológica puede ser de ayuda, puesto que los residuos de plaguicidas pueden irritar la piel, no solo por contacto, también al ingerirlos.

Como complemento puede resultar útil un complejo vitamínico y mineral específico para piel, cabello y uñas; los ácidos grasos esenciales también son muy importantes, tanto para hidratar la piel desde dentro como para ayudar a equilibrar el sistema nervioso.

Las personas muy nerviosas, que suelen responder al tipo pitta en ayurveda, acostumbran a tener este tipo de piel. A su vez el estrés exacerba los síntomas, por lo que una rutina de relajación –unos ejercicios de yoga, taichí o unos minutos de meditación diaria– pueden ayudar a encontrar cierto equilibrio en la vida, que indirectamente se reflejará en la piel.

El alcohol y el tabaco son grandes enemigos de la piel y conviene evitarlos, independientemente del tipo de piel, pero sobre todo si es muy sensible, pues la secan e irritan.

¿CUÁLES SON LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES?

La piel delicada tiene la tendencia a sufrir problemas más serios, como rosácea, cuperosis o eccema. En casos extremos, resultan difíciles de sobrellevar para quienes los sufren, pues la piel no deja de ser nuestra carta de presentación ante la vida.

CUPEROSIS: SÍNTOMAS, PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Los capilares se dilatan, normalmente en la zona de la nariz y las mejillas, dando a la piel un aspecto rojo e inflamado. Los capilares son visibles a través de la piel, a veces en forma de puntos rojos, otras como pequeñas venas.

Para prevenirla es importante, además de aplicar los cuidados básicos para pieles sensibles, hidratar la piel teniendo en cuenta el clima: utilizando una hidratante más gruesa en el invierno y cremas con protección solar diariamente.

Tratar la cuperosis una vez ha aparecido es difícil, pero existe la posibilidad de disminuir sus efectos limpiando la piel suavemente con productos naturales que contengan lavanda.

ECCEMA: CÓMO ALIVIARLO Y PREVENIR LOS BROTES

Una persona con eccema presenta sarpullidos húmedos que luego se secan y pelan. Suele ser hereditario y empezar durante la infancia. En adultos aparece normalmente en los codos, las rodillas, las muñecas y el pecho.

Se pueden prevenir los brotes de eccema con una dieta rica en ácidos grasos esenciales, hidratación y evitando situaciones de estrés. El agua del mar, con todos sus minerales, calma el eccema.

Las mejores hidratantes son aquellas completamente naturales y muy delicadas, como las lociones de caléndula.

cuidados-piel

ROSÁCEA: CÓMO DETECTARLA PARA UN TRATAMIENTO PRECOZ

Se da cuando la piel de la cara, especialmente la de nariz, mejillas y mentón, adquiere un tono rojo que va y viene. Suelen sufrirla las mujeres, aunque también afecta a hombres. Si no se trata, la piel enrojece y se inflama cada vez más, y puede llegar a parecer que tiene acné, con pequeños bultos y espinillas.

Normalmente comienza a los 30 años, y la mejor forma de prevenirla es tratando la piel muy delicadamente, sin exponerla al sol, evitando el alcohol y las comidas picantes y lavándola con agua templada y sin frotar.

Es crónica, por lo que conviene empezar a tratarla desde los primeros síntomas para evitar que evolucione rápidamente. Es importante usar cosméticos naturales, que no irriten más la piel. La lavanda y la caléndula son ideales para limpiarla.

CLAVES PARA PREVENIR IRRITACIONES

  • Lávate el cara y el cuerpo con agua templada.
  • Las cremas y esponjas exfoliantes son muy duras. Utiliza una leche limpiadora y una toalla suave, que puedes lavar tras cada uso.
  • Usa cosméticos suaves y pruébalos antes en una zona pequeña del cuerpo. Cuantos menos ingredientes tengan, mejor. La lavanda, la caléndula y el hamamelis son ideales para las pieles sensibles.
  • El sol, el frío y el viento afectan a la piel delicada. Usa protector solar facial y una hidratante específica para la estación del año.
  • Busca un jabón o leche limpiadora suave y natural para el cuerpo, como un jabón de avena.
  • En invierno un vaporizador en casa, o un cuenco de agua cerca del radiador, evita que la calefacción seque el ambiente y a su vez nuestra piel.
  • Cuerpomente