Decide tomar la vida como venga, con el propósito de hacer lo mejor que puedas en medio de cualquier circunstancia.
Convéncete de que "nada podrá salir mal", porque cada experiencia que vives, no importa cuan dura sea, o haya sido, o cuan difícil parezca ser, es sólo un indicador que sirve para ayudarte a tener claro que es lo que NO te mereces en la vida y que es lo que verdaderamente deseas para que puedas enfocarte solamente en ello.
Busca cosas que apreciar y agradecer, aun cuando no hayan muchas.
Busca aquello que te hace sentir bien, aun cuando sea poco.
Pon toda tu atención en aquello que te hace sentir bien.
No importa lo que hagas, donde estés o con quien estés, tu función consiste en, única y exclusivamente, sentirte bien.
Sentirte bien cuando miras algo, cuando hueles algo, cuando tocas algo, cuando escuchas algo, o simplemente cuando duermes.
Recuerda que las malas rachas pasan, te enseñan, te quitan y te dan, y sobre todo te transforman, así que llena tu corazón de alegría porque luego de ellas vendrá lo mejor que está destinado para ti.