10 septiembre 2018

5 hábitos para comer con conciencia


Mujer oliendo fresas

 Óscar Dorado 

Para comer con conciencia es necesario volver la mirada hacia los hábitos alimentarios, además de controlar los pensamientos y emociones asociados a la ingestión. El hecho de estructurar una dieta con inteligencia te permitirá disfrutar mucho más de las comidas y romper cualquier tipo de relación que puedan tener con la ansiedad y el estrés.
Para conseguirlo, presta atención a las señales de hambre que te manda el cuerpo. Come con conciencia, dejando a un lado los pensamientos negativos que puedan invitarte a ir a la despensa cuando no corresponde.
Pensemos que las emociones influyen que qué y cómo comemos. Por ello, te recomendamos ser consciente de este momento, ya que una alimentación consciente se basa en comer con atención e intención, con el fin de notar y disfrutar la comida, además de ser consecuente de los efectos que tienen los alimentos en el cuerpo.
De hecho, un estudio realizado por The American Journal of Clinical Nutrition sugiere que estar distraído o no prestar atención al acto de comer tiende a hacer que la gente coma más durante las comidas. Esto confirma que la alimentación consciente puede ayudar a perder peso. Así, si te preocupa tu peso, prestar más atención a lo que comes podría ayudarte a controlar la cantidad de calorías que ingieres.

Comer con conciencia: 5 hábitos

Estos son algunos hábitos que te permitirán comer con conciencia. Ten en cuenta que no se trata de llevar a cabo una dieta estricta, solamente consiste en mantener un control de las sensaciones que tienes cuando comes.

1.- Escucha a tu cuerpo

A menudo, escuchamos primero a nuestras mentes, pero al igual que muchas prácticas de atención plena, podemos descubrir cuándo es el momento ideal para comer si mantenemos abiertos los canales de comunicación con nuestro cuerpo.
En ese sentido, te sugerimos que en lugar de solo comer cuando recibas señales emocionales, que pueden ser diferentes para cada uno de nosotros, ya sea estrés, tristeza, frustración, soledad o simplemente aburrimiento, que escuches a tu cuerpo antes de hacerlo. ¿Gruñe tu estómago, tienes poca energía o te sientes un poco aturdido?
Mujer oliendo una naranja
La verdadera alimentación consciente en realidad es la que está conectada con el cuerpo mediante las señales de hambre que lanza el organismo. Debes saber que, la atención plena aplicada a la alimentación es una gran ayuda para reconocer patrones conductuales, a la vez que le prestas atención a las señales corporales asociadas con el hambre y la plenitud.

2.- Planifica las comidas con antelación

La preparación de comidas con antelación también puede ayudar a reducir la alimentación sin sentido. En lugar de preparar una comida en el último minuto, puedes planear una comida para ti, tu familia o amigos que abarque todos los grupos de alimentos.
Planear comidas regulares ayuda a darle al cuerpo un ritmo de alimentación constante.Te recomendamos no comer rápido, trata de comer despacio. Esto permitirá al cuerpo procesar todo lo que está dentro de ti y saborear mucho más los alimentos.
Ciertamente, los platos no deben ser muy elaborados. La clave es incorporar una variedad de nutrientes y texturas. ¡Recuerda disfrutar cada bocado!


3.-Siéntate y disfruta de la comida

Si esto parece una sugerencia simple que ni siquiera debería tener que mencionarse,piensa en la cantidad de veces que comes mientras te desplazas caminando por la cocina o destinas tu atención a otra actividad.
Por ello, te sugerimos que establezcas como regla general no hacer más que comer cuando llegue la hora. Así, intenta comer sin la presencia de distractores.

4.-Trata de identificar cada ingrediente

Tratar de probar e identificar todos los diferentes ingredientes en la comida es otra gran manera de enfocarse en el momento presente y comer con conciencia.
Asimismo, concéntrate en todos los sabores que tienes en la boca y cómo interactúan entre sí, además de los olores y texturas. Esto te beneficiará por partida doble: por un lado, te ayudará a apreciar la comida y, por otro, a comer más despacio. Una ventaja adicional de esta técnica es que también puede ayudarte a ser más creativo en la cocina.
Por ende, te recomendamos tratar de identificar cada ingrediente cuando acudes a los restaurantes. Puede ser un reto muy divertido cuando no eres tú quien ha hecho la comida.
Mujer comiendo un helado

5.-Come despacio

El último hábito que te sugerimos para comer con conciencia es comer despacio. Ten en cuenta que, entre otros beneficios, produce que comas mucho menos durante las comidas. 
Ciertamente, esto sucede porque el cerebro necesita tiempo para registrar que estás comiendo y para comunicarse con tu cuerpo cuando está lleno. De hecho, le toma al cerebro unos 20 minutos saber que ya ha comido suficiente.
Así que te recomendamos comer despacio y escuchar a tu cuerpo cuando ya estés satisfecho. Para hacerlo posible, puedes aprovecharte de las conversaciones en el caso de que estés comiendo con amigos o familiares.
En conclusión, estamos convencidos que si aplicas nuestros hábitos para comer con consciencia, notarás como reduces los niveles de estrés, favoreces los niveles digestión, el control de peso y la cantidad que ingieres en cualquiera de tus comidas.

Endorfinas, hormonas de la felicidad


Mujer comiendo con gas y generando endorfinas

 Sofia Alcausa Hidalgo 

Las endorfinas, también llamadas “las moléculas de la felicidad”, fueron descubiertas en 1975 por John Hughes y sus colaboradores. Son sustancias naturales que produce nuestro cuerpo y con propiedades farmacológicas muy similares a  la morfina. Están distribuidas de forma desigual por todo nuestro sistema nervioso y tienen un papel fundamentalmente neurotransmisor.
Las endorfinas se liberan a través de la médula espinal y no solo consiguen producir una sensación de bienestar, también son capaces de atenuar el dolor. De hecho, su poder analgésico es mayor que el de muchos medicamentos que se comercializan.
Si no tuviéramos endorfinas no sabríamos que es el placer, no disfrutaríamos del sexo, el chocolate o de una buena conversación. Por ello, las personas con un nivel bajo de endorfinas son personas especialmente sensibles, tristes, que siempre ven la botella medio vacía y no medio llena y a las que cualquier acontecimiento un poco doloroso de la vida les afecta mucho más que al resto.
Hay personas que son más propensas a tener bajas las endorfinas. Son personas que no consumen proteínas, las personas que han tenido algún familiar con esas características (por herencia genética) o que sufren estrés laboral o familiar.
Resultado de imagen de endorfinas

El nivel de endorfinas se puede aumentar

De una manera completamente natural se puede estimular al organismo para que genere endorfinas. Con pequeños gestos o actividades podemos conseguir que nuestro cerebro segregue más cantidad de estas sustancias bioquímicas tan importantes.
Sin prácticamente hacer esfuerzos liberaremos esas cantidades de endorfinas que nos ayudarán a paliar el dolor físico y también el emocional. Estas son algunas actividades que te ayudarán:
  • Tratamientos complementarios y corporales: está demostrado que los masajes, la acupuntura, baños de vapor, el yoga, el shiatsu o el reiki ayudan a generar endorfinas. También la meditación o hacer ejercicios respiratorios ayudan en la tarea.
  • Actividades placenteras: desde recibir unas caricias a relaciones sexuales satisfactorias. Desde leer o escuchar música a bailar, cantar o viajar. Desde tomar el sol a pasear por la naturaleza o comer algo que guste como puede ser el chocolate. Cualquier actividad que nos agrade hará que segreguemos esta hormona.
  • Divertirse: nada mejor para aumentar los niveles de endorfinas que reírse o hacer un rato el tonto, jugar con los niños, contar o escuchar chistes o, simplemente, sonreír.
  • Actividades estimulantes: el ejemplo más claro es el deporte. Hacer ejercicio es una inyección de endorfinas y no solo eso, sino que al segregarlas también se favorece la recuperación tras ese el fuerzo.
Hay otras muchas cosas que elevan de forma natural los niveles de esta sustancia: recibir un regalo que no se esperaba, consumir proteínas, volverse a enamorar o, incluso, ayudar a los demás para sentirse bien con uno mismo.

Resultado de imagen de enamorarse¿Qué beneficios obtenemos al elevar nuestras endorfinas?

Ya hemos adelantado que las endorfinas son un potente analgésico y que ayudan a mejorar el estado anímico. Pero estas hormonas de la felicidad tienen muchos beneficios, entre ellos podemos destacar:
  • Bajan nuestros niveles de ansiedadgeneran un estado de bienestar general y contrarrestan un excesivo nivel de adrenalina provocado por el estrés.
  • Ayudan a reforzar el sistema inmunitario y reducen la presión sanguínea.
  • Refuerzan las sensaciones de placer y aumentan el deseo sexual.
  • Retrasan el proceso de envejecimiento.
Ya sabes, si quieres mejorar tu estado físico y emocional, debes aprender a liberar mayores niveles de endorfinas en tu cuerpo. Son el secreto para mantener tu felicidad, tu salud y tu juventud, la mejor y más natural botica que puedes tener.

¿Te pica habitualmente en alguna de estas zonas? ¡Descubre el significado!

¿En ocasiones, más de lo habitual, sientes picores en determinadas partes de tu cuerpo y por más que rascas solo consigues empeorar la situación? El prurito es una irritación que puede aparecer de forma general o localizada, y en función de esta cuestión podremos asociarlo a una o varias causas. Echa un ojo a la imagen, ¿te pica habitualmente en alguna de estas zonas? A continuación os muestro una lista de las causas más comunes. ¡Descúbrelas!


1. Picor del Cuero cabelludo

Eczemas

Psoriasis
Dermatitis.
Caspa. 
Exceso de grasa.
Piojos. 
Higiene escasa o excesiva.
Mal aclarado. 
Aire demasiado caliente. 
Productos agresivos.
Dieta poco equilibrada. 
Estrés, nervios, ansiedad.



2. Picor de Ojos

Infecciones (conjuntivitis).

Lesiones. 

Síndrome del ojo seco. 

Episcleritis.

Blefaritis

Crecimiento del tejido de la córnea.

Queratitis. 

Neoformación de la conjuntiva.

Alergias.

Sobreesfuerzos oculares. 

Sustancias tóxicas (cloro...).



3. Picor de oído

Irritaciones provocadas por uso inadecuado de bastoncillos...

Eczemas. 

Descamaciones. 

Retención del cerumen. 

Infecciones por hongos.



4. Picor de boca

Anemia.

Diabetes.

Deficiencia de vitaminas. 

Infecciones por bacterias y hongos. 

Sequedad bucal. 

Síndrome de Sjögren.

Síndrome de la boca ardiente

Estrés, ansiedad, nervios.



5. Picor de la piel

Lesiones primarias de la piel.

Inflamaciones.

Infecciones.

Dermatosis del embarazo.

Medicamentos. 

Enfermedades sistémicas o generales (metabólicas, neurológicas, hematológicas...).

Enfermedades renales.

Problemas de hígado.

Carencia de hierro. 

Lesiones secundarias por rascado crónico.

Alergias. 

Ciclo menstrual. 

Sequedad.

Psoriasis.

Dermatitis. 

Estrés, nervios, ansiedad. 

Poca higiene.



6. Picor de nariz

Alergia.

Fiebre del heno. 

Productos irritantes.

Infecciones.

Sequedad. 

Enfermedades de la piel. 

Rinitis.

Inflamación nasal.



7. Picores en el cuello

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Foliculitis.

Neurodermatitis.

Piojos.

Queratosis seborreica.

Quemaduras. 

Acné.

Eczemas.

Tiña. 

Picaduras. 

Infecciones.



8. Picores en el pecho

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Menstruación.

Embarazo, 

Durante la época de crecimiento. 

Piel seca. 

Alergias. 

Urticaria.

Eccemas. 

Productos agresivos. 

Hongos. 

Mastitis. 

Fibroadenomas. 

Quistes beningnos. 

Cáncer.



9. Picor en los brazos

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Humedad o calor excesivos. 

Frío extremo. 

Sequedad. 

Psoriasis.

Eccemas.

Urticarias. 

Sarna. 

Picaduras.



10. Picor en las piernas 

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Humedad o calor excesivos. 

Frío extremo. 

Sequedad. 

Psoriasis.

Eccemas.

Urticarias

Sarna. 

Picaduras.



11. Picor en las manos

Sequedad. 

Alergias. 

Productos agresivos. 

Exceso o higiene inadecuada. 

Tiroides

Erupciones cutáneas. 

Dermatitis. 

La fiebre del heno. 

Eccemas. 

Asma.



12. Picor en los dedos

Dermatitis.

Eccemas.

Alergias cutáneas. 

Reacciones alérgicas a alimentos o medicamentos. 

La fiebre del heno. 

Rinitis. 

Picaduras. 

Diabetes. 

Sequedad.



13. Picor en los pies

Sequedad. 

Alergias. 

Productos agresivos. 

Exceso o higiene inadecuada. 

Tiroides. 

Erupciones cutáneas. 

Dermatitis. 

La fiebre del heno. 

Eccemas. 

Asma.



14. Espalda

Sequedad. 

Cambios de estación y humedad ambiental. 

Alergias. 

Notalgia parestésica.

Amiloidosis maculosa. 

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Enfermedades hepáticas. 

Celiaquía. 

Deficiencia de hierro. 

Tiroides.



15. Picor Vaginal

Irritantes químicos.

Menopausia.

Estrés.

Candidiasis vaginal.

Vaginitis.




16. Picor Anal

Patologías anorrectales (hemorroides, fisuras...).

Infecciones (hongos, parásitos...).

Fármacos.

Trastornos tiroideos.

Diabetes.



Fuente: Frida