Existen diferentes tipos de amor según John Allan Lee. Para diferenciarlos parte de la idea de que, al igual que ocurre con los colores, hay tres tipos de afectos primarios que, al mezclarse entre ellos, dan lugar a otros tres. Este enfoque, surgido en los años 70, nos recuerda aspectos tan importantes como que todas las personas para ser felices necesitamos nutrientes tan básicos como son el respeto, la compañía y la pasión.
Antes de detallar esta teoría, es interesante detenernos primero en su autor. A pesar de que su nombre ya no es muy recordado, cabe señalar que fue una de esas figuras que compaginó como nadie el activismo social con la investigación académica. Fue un sociólogo muy reputado de la Universidad de Toronto que pasó toda su vida profundizando en aspectos psicológicos sobre el amor y la sexualidad.
John Allan Lee fue sindicalista, activista social en Amnistía Internacional, defensor de los derechos de la comunidad LGBT y también, una de las personas que más ha luchado por el derecho a morir o el suicidio asistido. De hecho, él mismo eligió ese final para su propia persona llegado el momento. Se fue de este mundo en paz tras escribir sus memorias y entender que había cumplido su propósito: defender la importancia del amor y el respeto entre las personas.
Los tipos de amor según John Allan Lee
Conocemos los diferentes tipos de amor según John Allan Lee a través de un libro y un estudio que el propio autor publicó después de varios años de trabajo y análisis en la Universidad de Toronto, Canadá. Así, en su trabajo The colors of Love nos empieza señalando que el amor auténtico, el más enriquecedor es de color azul, rojo y amarillo.
Esos tres colores básicos o primarios, al mezclarse puedan dar origen a nuevas y fascinantes tonalidades, a otros tipos de amor. No obstante, en materia de afecto nada es tan importante como esa base primaria constituida por las siguientes dimensiones:
- Compañía (color azul).
- Respeto (color amarillo).
- Pasión (color rojo).
Veamos a continuación esos arquetipos secundarios que configuran los tipos de amor según John Allan Lee
Eros
Eros define claramente al amor romántico. En este caso, tenemos ese vínculo idealizado y promovido a su vez por nuestra cultura, en la que la pasión y la devoción emocional originan vínculos a menudo malsanos. La atracción es intensa e inmediata, se pone la atención en el aspecto físico, en la devoción absoluta y en la posesión.
El amor erótico
El erotikon, contexto que hunde sus raíces en la época griega, da forma a ese amor orientado en exclusiva al deseo y el acto sexual. Dentro de la teoría de los tipos de amor según John Allan Lee, se pone la atención sobre esta tipología por una razón muy simple. A través de esos encuentros sexuales carentes de otro componente emocional, no siempre se consolida una relación estable e incluso satisfactoria.
Así, y aunque en un primer momento, esos juegos sexuales, esos encuentros basados en una atracción física inesperada sean gratificantes para ambos, a la larga pueden traer desilusiones o simplemente cumplir su cometido puntual, dando paso a la búsqueda de nuevas parejas sexuales.
Ludus, el amor lúdico
Las personas con un estilo lúdico en sus relaciones afectivas, ven el amor como un juego. Su finalidad es conquistar, obtener beneficios (emocionales, sexuales, de divertimento…). Por ello, y para obtener su objetivo no dudan en seducir, engañar y manipular. No se comprometen y construyen relaciones emocionalmente distantes.
Los individuos “lúdicos”, según la teoría de los tipos de amor según John Allan Lee, están enfocados solo a los beneficios a corto plazo.
El amor pragmático
En este tipo de amor, tenemos a personas que se rigen por el sentido de la lógica. Son como el personaje de Spock en Star Treck, ahí donde las emociones pasan a un segundo lugar para focalizarse solo en la utilidad de las relaciones afectivas. De este modo, los más pragmáticos suelen preguntarse si su posible pareja sería aceptada por familiares y amigos. También se cuestionan si con esa persona, obtendrán o no estabilidad financiera o si será alguien que romperá su calma y equilibrio personal.
La manía o el amor obsesivo
El estilo de amor obsesivo está presente en esas personas dependientes y focalizadas solo en satisfacer sus necesidades. Son perfiles con grandes cambios emocionales, a instantes se muestran fríos y más tarde apasionados. Son posesivos, celosos, controladores y pueden llegar al maltrato.
Ágape
En esta última dimensión de los tipos de amor según John Allan Lee, tenemos ese vínculo que más puede traernos la felicidad. Son personas que saben dar y recibir. Son perfiles que se centran en las necesidades de su pareja, que ofrecen su afecto de manera incondicional, que se comprometen, que cuidan y se cuidan, que trabajan en un vínculo basado en la satisfacción y la armonía.
Para concluir. Cabe señalar que estos 6 subtipos suelen aparecer de manera combinada e intercalada en nuestras relaciones afectivas. Lo queramos o no, siempre hay un componente de eros, del erotikon y un buen sustrato de ese ágape en el que trabajar a diario. Se trataría solo de ser conscientes de qué tipología está más presente en nosotros o en nuestra pareja para mantener ese arquetipo o, por el contrario, trabajarlo en caso de que nos estemos orillando hacia la manía o el pragmatismo excesivo.
Pensemos en ello.