27 noviembre 2025

Ovarios poliquísticos: Síntomas, Tratamiento y Dieta

 



Como otras patologías, se trata de un tema complejo, y dar con los posibles síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos, sus causas y diagnóstico puede resultar algo difícil sin la información apropiada.

¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos o SOP?

El síndrome de ovario poliquístico (también conocido como SOP) es una afección que, evidentemente, afecta a mujeres; es de carácter hormonal y se define por presentar niveles alterados en sus hormonas (andrógenos). 

¡Pero ojo! En muchas ocasiones se trata el síndrome de ovario poliquístico como si fuese lo mismo que el ovario poliquístico; y déjame decirte que son dos situaciones distintas. Este segundo es una afección por la cual se pueden formar quistes en los ovarios, pero no necesariamente hay una intervención hormonal.

Algunas de las consecuencias que acarrea el síndrome de los ovarios poliquísticos son: alteraciones en los ciclos menstruales, infertilidad (en menor medida), aparición de pequeños quistes y acumulaciones de líquido. Lo cierto es que se trata de una afección bastante común en mujeres en edad reproductiva.

Ahora que ya sabemos qué es, ¿por qué no descubrimos la razón por la que aparece y cuáles son sus síntomas?

Causas de los ovarios poliquísticos

Hay que recalcar que el síndrome de ovarios poliquísticos está relacionado con un cambio hormonal por el que al ovario se le complica el poder liberar óvulos maduros. Lo cierto es que no se han encontrado causas concluyentes acerca de porqué aparece este síndrome.

No obstante, sí es cierto que hay ciertas alteraciones estudiadas que concuerdan en muchas pacientes:

  • Hiperinsulinemia. Empecemos por el principio para comprender por qué esto afecta a mujeres con SOP. El páncreas produce insulina, que es una hormona que es la encargada de controlar el nivel de glucosa de la sangre. En mujeres con este trastorno se ha observado una alteración de insulina. A más insulina, más producción de andrógenos (lo cual dificulta la liberación del óvulo por parte de los ovarios) y más síntomas del SOP (los veremos un poco más adelante).
  • Cambios en los niveles de hormonas. Normalmente, en el organismo femenino, hay más cantidad de la hormona femenina folículoestimulante (FSH) que luteinizante (LH). En mujeres con SOP, ocurre todo lo contrario. La situación es la misma: este desequilibrio causa una sobreproducción de andrógenos.

En cualquier caso, cabe mencionar que, tratándose de un trastorno hormonal, las hormonas (valga la redundancia) afectadas son las siguientes:

  • los andrógenos (hormona masculina),
  • los estrógenos y la progesterona (hormonas femeninas) que colaboran con los ovarios para la liberación de óvulos.

En la mayoría de los casos, el síndrome de ovario poliquístico se diagnostica en mujeres de entre 20 y 30 años. De cualquier manera, también es posible que se dé en algunas niñas adolescentes; un momento bastante común suele coincidir con el primer período menstrual.

Síntomas de los ovarios poliquísticos

Pueden aparecer varios síntomas que, en algunos casos, pueden confundirse por ejemplo con una menstruación poco regular. Sin embargo, son alteraciones que hay que tener en cuenta y comunicar a tu médico cuanto antes, porque puede tratarse de algo más allá.

Sabiendo esto, los principales síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos, son:

  • Irregularidad en los períodos menstruales. Pueden darse diferentes situaciones, dentro de las irregularidades del ciclo. Desde amenorrea (ausencia del período, muy habitual), hasta hipermenorrea (largos y abundantes ciclos.
  • Infertilidad. Una de las causas de esta patología es que al óvulo se le hace muy difícil liberarse del ovario. Esto, por ende, causa ciertos problemas de fertilidad.
  • Hiperandrogenismo. Hay un mayor número de hormonas masculinas, también llamadas andrógenos. Esto, como consecuencia, puede desembocar en otros síntomas como crecimiento de vello o acné, entre otros.
  • Ovarios poliquísticos. Existe diferencia entre el síndrome de ovarios poliquísticos y los ovarios poliquísticos como tal, y es que estos últimos pueden ser un síntoma de los primeros.

Dieta para el síndrome de los ovarios poliquísticos

Ha quedado más que demostrado en multitud de ocasiones y con infinidad de enfermedades que una dieta equilibrada basada en productos nutritivos y de calidad, puede suponer una diferencia inmensa.

El caso del síndrome de ovarios poliquísticos no es la excepción. Lo vamos a ver en los siguientes apartados, pero sin duda una selección correcta (para cada caso, ten eso en cuenta, no todo funciona de la misma manera para todos) de alimentos puede, sin duda, ayudar a controlar el síndrome y a disminuir los síntomas y el malestar que estos provocan.

Menú alimenticio para el síndrome de ovario poliquístico o SOP

DesayunoYogur natural con nueces y fresas
Media mañanaBiscotes de pan tostado con humus y pepino
ComidaCrema de verduras con patata + salmón al horno
MeriendaUn puñado de almendras + plátano
CenaEnsalada de rúcula, tomates cherry y aceitunas + tortilla de atún

Alimentos recomendados

Veníamos explicando que un estilo de vida saludable, que empieza por una dieta equilibrada y variada, es la base para hacer frente a muchas enfermedades, entre ellas el síndrome de ovario poliquístico. Es por eso que una forma de controlar o hacer frente a esta patología es tener muy en cuenta qué alimentos incorporas en tu dieta, y cuáles dejas fuera.

Recuerda siempre que una alimentación saludable pasa por incluir, en mayor o menor medida (cada caso funciona de una manera, eso también recuérdalo), prácticamente todos los productos y todos los nutrientes. Teniendo esto en cuenta, a continuación tienes una lista de alimentos que te recomendamos incorporar en tu día a día:

  • Frutas y verduras. En realidad, son parte más que importante de cualquier dieta. Las verduras y las frutas aportan vitaminas y minerales, y son grandes antioxidantes. Cualquier fruta puede ejercer buena función, pero si puedes evitar aquellas que vengan en almíbar e incluso los zumos (sí, aunque sean naturales), mejor. En cuanto a las verduras, todas ellas son recomendadas, aunque debemos tener un poco de precaución con las conservas, por su contenido en sal y otros aditivos.
  • Proteínas. Estos nutrientes tienen dos ventajas principales. La primera es que no aumentan el nivel de insulina, por lo que hay menos riesgo a la producción de andrógenos. La segunda es que son saciantes. Hay productos tanto de origen animal como vegetal (las legumbres, por ejemplo) que son una buena fuente de proteína. En cuanto a la cantidad a ingerir… cada persona es diferente y tiene distintas necesidades. Si quieres estar segura de cuánto es tu nivel de proteínas idóneo, siempre puedes consultar a un especialista.
  • Hidratos de carbono integrales. Déjame decirte que aunque no hay que eliminar por completo la ingesta de carbohidratos, la mejor opción es buscar siempre aquellos productos con mejores niveles nutricionales. En otras palabras, te aconsejamos que te decantes por los cereales integrales (trigo o quinoa, por ejemplo) antes que por los refinados.
  • Grasas saludables. Fíjate siempre en que la palabra que acompañe a “grasas” sea “saludables”; son esas las que queremos cerca. No es solo que tienden a mejorar la insulina corporal, sino que además grasas como el omega-3 son idóneas para mantener altos los niveles de colesterol HDL, absolutamente necesarios para una correcta producción de hormonas. Aceite de oliva virgen extra, aguacate o algunos frutos secos son este tipo de grasas.

Alimentos a evitar

Una vez explicados qué alimentos se recomienda consumir, es más fácil entender cuáles hay que mantener lejos de la dieta, ¿no? Empezaremos hablando de los más obvios y después añadiremos algunos otros que, quizás, te sorprendan:

  • Azúcares añadidos y grasas saturadas: La bollería, galletas, cereales de desayuno y dulces en general, tienen un índice glucémico muy elevado, por lo que su relación con la insulina y el síndrome de ovario poliquístico no es la más adecuada.
  • Alcohol y bebidas azucaradas: Tanto las bebidas alcohólicas como los refrescos tienen muchos azúcares, lo que causa un aumento considerable de la glucemia sanguínea.
  • Los lácteos: Existe algo de controversia acerca de si los lácteos contribuyen a un aumento de andrógenos. Lo que sí es evidente es que se deben evitar aquellos con azúcar añadido.

Vitaminas importantes para el SOP

Vitaminas importantes para el SOP

Como ya hemos podido comprobar, a lo largo de los anteriores párrafos, mantener unos niveles de insulina adecuados son el primer paso para evitar o controlar el síndrome de ovario poliquístico. Y para eso, el cuerpo debe recibir una serie de vitaminas que le ayuden a estabilizar esos niveles. En ese sentido, podríamos hablar de tres grandes grupos de nutrientes vitales para normalizar la insulina y, además, otros síntomas de la enfermedad.

  • Vitamina B: En concreto podríamos hablar de un tipo: inositol. Esta sustancia regula los ciclos hormonales y, con una ingesta apropiada diaria (en torno a los 3 o 4 gramos) puede mejorar la ovulación. Se puede tomar en forma de suplemento, pero ciertas legumbres, frutos secos e incluso algunos vegetales lo contienen de forma natural.
  • Vitamina D: Un nivel bajo de vitamina D siempre es algo a tener en cuenta, pero en mujeres con SOP, puede influir de manera más negativa pues aumenta la resistencia a la insulina. Además de en suplementos, también puedes encontrarla en pescados azules y algunos lácteos. Menú rico en vitamina D
  • Ácido fólico: Una buena forma de tratar de “luchar” contra la infertilidad. Algunas verduras de hojas verdes o legumbres lo contienen.

Beneficios de la actividad física

Si a una dieta equilibrada le añades un poco de actividad física,  el resultado puede ser sorprendente. En el caso del síndrome de ovarios poliquísticos, algo de deporte puede ser realmente beneficioso en aspectos como los siguientes.

  • El estado anímico mejora
  • Es una buena forma de bajar los niveles de testosterona en la sangre
  • Ayuda a mejorar el dolor premenstrual
  • La sensibilidad a la insulina es mayor
  • Pérdida de grasa corporal y de peso

Paula Fernández Giménez

Intolerancias alimentarias



 Hay ciertos alimentos que pueden hacernos sentir… indispuestos, digamos. No se trata exactamente de una alergia (de hecho, las intolerancias y las alergias no son lo mismo; pero eso ya lo explicaremos más adelante), pero es un efecto que causa náuseas, retortijones y malestar en general. Si se te viene a la cabeza alguno de estos síntomas cuando estás degustando alguna comida, cabe la posibilidad de que, en realidad, seas intolerante a ella. Nadie mejor que el médico para determinarlo, pero continúa leyendo y conoce un poco más sobre las intolerancias alimentarias.

¿Qué son las intolerancias alimentarias?

Cuando el organismo no es capaz de metabolizar ciertos alimentos por falta de la enzima responsable de ello, la digestión se complica y es entonces cuando se da la intolerancia alimentaria. Seguro que te suenan las más comunes: la intolerancia a la lactosa y al gluten. Sin embargo, déjame decirte que existen otras tantas como veremos en este artículo: a la fructosa (que puede tener relación con problemas más serios) y al sorbitol.

¿Existe diferencia entre la intolerancia y la alergia alimentaria?

Como decíamos antes, las intolerancias y las alergias alimentarias no son lo mismo. Se tiende a confundir los dos términos, pero nada tienen que ver. 

  • Primero, y tal como se exponía más arriba, que las intolerancias afectan al metabolismo, mientras que las alergias lo hacen directamente al sistema inmunológico. En otras palabras, cuando se es intolerante a algún alimento, el “único” problema es que este no se digiere como es debido. 
  • Otra de las grandes diferencias es que en el caso de la alergia, la reacción aparece casi al momento y la intolerancia se manifiesta de manera más prolongada en el tiempo (recordemos que influye en el sistema digestivo). 
  • Los síntomas que se presentan con una intolerancia también se pueden presentar con una alergia, pero en el caso de esta segunda existen algunos más como inflamación, lo que puede llevar a un sistema respiratorio y desembocar en un shock anafiláctico

Tipos de intolerancias alimentarias:

Las intolerancias alimentarias están cada vez más a la orden del día. Ya conocemos las más comunes, como pueden ser a la lactosa y al gluten, pero hay otras menos conocidas e igualmente importantes, tal como veremos a continuación.

Intolerancia a la fructosa

Intolerancia a la fructosa

La fructosa se trata de un carbohidrato simple, y se puede encontrar en alimentos como la fruta, entre otros. Se trata de un tipo de azúcar un tanto peculiar, pues aun siendo tal, se considera saludable… en ciertas situaciones. Es decir, si la fructosa se ingiere de forma natural (por ejemplo, un zumo de naranja recién exprimido), no hay problema. Las limitaciones deben comenzar cuando se añade de manera artificial. 

En cualquier caso, sea natural o artificial, una persona con intolerancia a este hidrato de carbono deberá limitar o evitar su consumo.

La intolerancia a la fructosa se da cuando la proteína encargada de transportarla no funciona como debería. “En este caso la fructosa no absorbida pasa al colon, aquí las bacterias intestinales la fermentan y esto genera liberación de gases y diversas molestias intestinales, es decir, lo síntomas de la intolerancia a la fructosa: diarrea, meteorismo o gases, malestar abdominal, etc”, explican desde la sección de salud de Mapfre.


Intolerancia a la lactosa

Intolerancia a la lactosa

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Lo que ocurre para que se suceda una intolerancia a la lactosa es que la enzima encargada de controlar la digestión de esta (llamada lactasa, por cierto) existe en cantidades muy bajas. Al no haber lactasa suficiente, la lactosa no se digiere como debiera; surgiendo así su intolerancia. Y decimos “muy” porque aún teniendo niveles algo bajos de lactosa, no tiene por qué existir esa intolerancia. La pregunta es: ¿qué ocurre cuándo la lactasa se presenta tan deficiente? Pues bien, la lactosa, en vez de procesarse como debería y absorberse, viaja hasta el colon, provocando los síntomas que leerás a continuación. 

Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden ser:

  • Diarrea.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Cólicos estomacales.

Podría decirse que existen tres tipos diferentes de intolerancia a la lactosa: primaria, secundaria y congénita o del desarrollo.

Conoce más sobre la intolerancia a la lactosa

Intolerancia al glutén o celiaquía

Intolerancia al gluten

A la intolerancia al gluten también se le conoce como celiaquía. A grandes rasgos, se trata de una reacción del sistema inmunitario al gluten, un tipo de proteína que está, entre otros alimentos, en el trigo. 

Los síntomas de la intolerancia al gluten pueden ser varios:

  • Estreñimiento. 
  • Dolor abdominal. 
  • Náuseas. 
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza

Estos síntomas son los que se dan como norma general, sin embargo, existen otros tantos que no están directamente relacionados con el sistema digestivo. Anemia, úlceras en la boca, dolor articular, pérdida de la densidad ósea, entre otros. 

Hay algunos alimentos que de forma natural contienen gluten; por consiguiente, las personas celíacas no pueden consumirlos. Harina (de trigo, avena, espelta, entre otras), bizcochos y bollería, galletas, algunos cereales o cerveza son algunos de los ingredientes o comidas prohibidos. Por eso es tremendamente importante que los productos que compres en el supermercado tengan la etiqueta “sin gluten” bien señalizada. 
Podría interesarte este artículo sobre el tratamiento para la celiaquía.

La buena noticia es que cada vez hay más consciencia y consideración por las personas con gluten y las opciones en restaurantes, supermercados y tiendas para celíacos van en aumento.


Intolerancia-al-sorbitol

Intolerancia al sorbitol

En realidad, el sorbitol puede encontrarse de manera natural en ciertas frutas y verduras (como veremos un poco más adelante), y también se puede usar como edulcorante sintético proveniente de la glucosa. Así, la intolerancia al sorbitol se da cuando este nutriente no se absorbe por el organismo de la manera en la que debería hacerlo. 

La cuestión es que, como decíamos, se encuentra naturalmente en algunas frutas o verduras como pueden ser la manzana, la pera, el albaricoque, las fresas, la coliflor o los champiñones). Hasta ahí todo correcto; al final, teniendo controlado cuáles son las que lo contienen, no hay por qué preocuparse. Sin embargo, es que también se usa en otros tantos alimentos de manera artificial. Es por eso que se hace imprescindible (en realidad, no solo en este caso, sino siempre) leer cuidadosamente la etiqueta de los alimentos. El sorbitol se puede encontrar bajo el nombre de “e-420”. Como es evidente, alguien con este tipo de intolerancia, deberá evitar los alimentos que lo contengan.


Causas de las intolerancias alimentarias

Lo cierto es que existen diferentes causas para las intolerancias alimentarias, las cuales conoceremos ahora. Sin embargo, cabe también destacar que las intolerancias pueden ser metabólicas (es decir, que el metabolismo no está preparado para descomponer los elementos) o no específicas (de las cuales no se conoce el origen, ni el alimento que las provoca). 

  • Primeramente, la ausencia de la enzima necesaria para digerir los alimentos. Es esto lo que causa de manera primordial las intolerancias alimentarias. 
  • Algunos factores psicológicos como el estrés pueden desencadenar un cierto malestar que, en realidad, no se puede explicar, pero que está ahí y en ocasiones puede hacerte hasta enfermar. 
  • Sensibilidad a algunos aditivos alimentarios. Estos pueden contener ciertos alimentos que causan una mala digestión de los alimentos en los que se encuentran. 

Tradicionalmente, se ha asociado la intolerancia alimentaria al sistema inmunitario. Sin embargo, como ocurre con el resto del cuerpo, en realidad, padecer una intolerancia o una alergia alimentaria no es nada fuera de lo común, casi un tercio de la población europea tiene una u otra.

Síntomas de las intolerancias alimentarias

Los síntomas de las intolerancias alimentarias son muy similares en todas ellas. Los más comunes son:

  • náuseas
  • gases
  • diarrea
  • retortijones

Por otro lado, también pueden darse en mayor o menor medida otro tipo de síntomas:

  • Respiratorios: rinitis o asma
  • Neurológicos: dolores de cabeza, mareos, vértigos o migrañas
  • Psicológicos: fatiga, ansiedad
  • Dermatológicos: acné, urticaria o eczemas

Dieta y alimentación para el cáncer de hígado




Julia Revilla

 ¿Has sido diagnosticado de cáncer de hígado o alguien de tu familia o amigos ha sido recientemente diagnosticado? Es normal que no sepas muy bien que comer, así que mantén la calma, que gracias a la alimentación adecuada el pronóstico será mucho mejor. 

El hígado es el segundo órgano más grande de nuestro cuerpo (después de la piel), por lo que es importante que lo cuidemos y le prestemos la importancia que merece.

A continuación te proponemos unas pautas y recomendaciones, además de un menú apto para pacientes con esta enfermedad.

Alimentos buenos y malos

En cualquier tipo de cáncer, es importante evitar el consumo de azúcar: las células tumorales se alimentan de glucosa, un azúcar simple, por lo que es importante no darles más azúcar para que sigan creciendo y reproduciéndose. 

También es importante aumentar el consumo de frutas y verduras, así como asegurar el consumo de alimentos con proteínas (carnes, pescados, huevos, leche y legumbres).

Alimentos malos o prohibidos para una persona con cáncer de hígado

Además de la sacarosa, que es el azúcar que utilizamos en nuestro día a día, debemos prestar atención a otros alimentos como: 

  • Dulces y bollería industrial, helados, galletas o cereales de desayuno, que normalmente contienen gran cantidad de azúcares añadidos.
  •  Salsas como el ketchup o el tomate frito que encontramos en el supermercado, suelen tener azúcar entre sus ingredientes, así que es preferible elaborarlas en casa .
  • Postres lácteos: las natillas, los flanes, y los yogures de sabores contienen gran cantidad de azúcar, intenta sustituirlos por yogures naturales sin azúcar ni edulcorantes. 
  • Refrescos y bebidas carbonatadas
  • Alcohol: el consumo excesivo de alcohol es una de las causas principales de cirrosis (las células del hígado se han dañado y se han sustituido por tejido cicatrizado). Los pacientes con cirrosis tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que las personas con el hígado sano. Si has sido diagnosticado de cáncer de hígado, es muy importante que elimines por completo el consumo de alcohol. Cuanto mayor sea el consumo de alcohol, mayor será el riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer.

Alimentos buenos o recomendados para una persona con cáncer de hígado.

Las frutas y las verduras nos aportan vitaminas que son de vital importancia en esta etapa por su poder antioxidante y su papel fundamental en el metabolismo del organismo.  

Además, es importante asegurar el aporte de proteínas para evitar la desnutrición proteica y la caquexia. Los alimentos que contienen proteínas y puedes incluir en tu alimentación son:

  • Carnes: preferiblemente carnes blancas (pollo, pavo y conejo), disminuyendo el consumo de carnes rojas (cerdo, ternera, cordero) y evitando carnes procesadas (salchichas, hamburguesas, embutidos…). Y sí, el fiambre de pavo es un embutido, igual que el salchichón o el chorizo. 
  • Lácteos: además de proteínas nos aportan vitamina D, un nutriente esencial en los pacientes oncológicos. Prioriza los yogures naturales y los quesos frescos, en vez de quesos grasos (curados, semicurados…), ya que nos aportarán mayor cantidad de proteínas. 
  • Pescados: especialmente el pescado azul, como el salmón, el atún, las sardinas, las anchoas, la caballa…. Ya que además de proteínas de calidad, también nos aportan omega-3 (una molécula antiinflamatoria) y vitamina D. 
  • Huevos: la proteína del huevo es ideal para mantener los niveles adecuados de proteínas. No tengas miedo a consumir huevo todos los días en recetas como tortillas, revueltos, huevos a la plancha…. Para acompañar tus platos y hacerlos más nutritivos. 
  • Legumbres: como fuente de proteína no podemos olvidarnos de las legumbres, ya que están compuestas en un 17-25% de proteínas. 

Menú para personas con cáncer de higado

DesayunoCafé con leche + 1 cucharada de leche en polvo
2 huevos revueltos con especias
Frutas
AlmuerzoQueso fresco con nueces
ComidaLentejas con arroz integral y verduras (pimientos, cebolla, berenjena…) con dados de pollo 
Naranja
MeriendaYogur natural (sin azúcar) con plátano, arándanos, crema de cacahuete y copos de avena
CenaDorada o lubina al horno con limón, aceite, ajo y perejil
Ensalada de lechuga, aguacate y queso fresco  
Opcional: yogur natural de postre o recena

Recomendaciones nutricionales

Debemos tener en cuenta tres pautas básicas en una dieta para pacientes con cáncer de hígado: 

  • Evitar al máximo cualquier tóxico como el alcohol o el tabaco
  • Evitar el consumo de azúcares, dulces y procesados 
  • Aumentar el consumo de calorías y proteínas, para evitar la desnutrición calórico-proteica. ¡Recuerda añadir proteína en todas las comidas del día!