Sabemos que aprender a respirar bien tiene grandes beneficios para nosotros, como ayudarnos a relajarnos, o activar distintas áreas de nuestro cerebro. En los últimos años, además, la meditación, el Yoga o el mindfulness, entre otras actividades que requieren control de la respiración, han ido cogiendo fuerza como actividades para ayudarnos a centrarnos y relajarnos. Ahora, un nuevo estudio explica en qué proceso cerebral podría influir la respiración y por qué nos ayuda a concentrarnos.
El equipo de Melnychuck, de la Trinity College Dublin, indican que podría existir una unión neuropsicológica entre la respiración y la atención. Encontraron que los participantes que se concentraban de manera adecuada en tareas que requerían mucha atención mostraban una mayor sincronización entre sus patrones de respiración y sus patrones de atenciónque aquellos participantes que tenían más dificultades para concentrarse.
Estos investigadores refieren que este efecto podría deberse a que la respiración afecta directamente a los niveles de noradrenalina. Esta se libera de manera natural cuando nos sentimos retados, cuando sentimos curiosidad, cuando hacemos ejercicio, estamos centrados o emocionalmente activos. Si se libera en niveles adecuados ayuda al cerebro a crear nuevas conexiones. Sin embargo, cuando estamos estresados o nerviosos podemos liberar demasiada noradrenalina, lo que dificulta la concentración. Por el contrario, cuando nos sentimos perezosos o poco activos, liberamos poca noradrenalina y, por tanto, también nos cuesta concentrarnos.
Según estos investigadores, la respiración podría influir aquí, afectando directamente a la química de nuestro cerebro, ayudando a regular la liberación de noradrenalina, de manera que podría mejorar nuestros niveles de atención.
Más allá de la concentración, los investigadores indican que, dado que la noradrenalina ayuda al cerebro a crear nuevas conexiones, y dado que la respiración podría ayudar a liberar las cantidades adecuadas de noradrenalina, el cerebro podría verse beneficiado, manteniéndose más joven y sano.
Esta es, que sepamos, la primera investigación que encuentra una conexión entre la respiración y los niveles de noradrenalina por lo que todavía son necesarios nuevos estudios que confirmen o desmientan los resultados de estos últimos.
En cualquier caso, parecería que respirar es algo innato que todos sabemos hacer, pero la realidad es que siempre podemos aprender a respirar mejor. Ser capaces de controlar nuestra respiración y hacerlo de manera adecuada es realmente importante y, ahora, podría ser que incluso nos ayudara a mantener nuestro cerebro más joven y sano.