Aún no te conozco, pero...
Me gustaría hacerte saber que este mundo tendrá para ti unas cuantas cicatrices y sonrisas que iluminan.
Que algunas noches serán estrelladas y otras tan oscuras como el vacío, pero que si sabes distinguirlas, crecerás fuerte.
Quiero que sepas que serás tan feliz, que tu corazón vibrará danzando entre este y otros mundos, aunque también una o varias tristezas te acompañarán en este recorrido que es vivir.
Serás pequeño y mimado en un principio, son los años a los que con nostalgia en el futuro querrás regresar, mas luego te harás grande y empezarás a darte cuenta que lo real solo está dentro de ti.
Te pido que el tiempo no endurezca tu alma, te pido que seas justo sobre todo contigo mismo. Caerás, dolerá, lo sé.
Te levantarás y volverás a tropezar con las mismas piedras una y mil veces, hasta que aprendas.
Quizás no termines de aprender muchas cosas, como yo, pero ese es el secreto de existir: seguir caminando sin saber a dónde llegarás.
La moda, la política y la televisión, querrán manipularte, lo lograrán. Algunos seres se acercaran a ti, vestidos de lo que no son, usarán máscaras, te probarán. No temas, en algún momento despertarás y te darás cuenta quiénes deben permanecer a tu lado y quiénes no, solo el tiempo será el encargado de hacértelo saber.
Te enamoraras cientos de veces y te desenamoraras, sufrirás por lo que se dice que es amor, hasta que un día sin buscarlo, comprenderás que el AMOR vendrá a ti una mañana cualquiera y su aroma te hará sentir que algo dentro se encendió; sanarás y recordarás quién eres.
Muchas tormentas y huracanes te harán reaccionar cuando vivas demasiado en las nubes y el cielo será tu amigo cuando te sientas pleno.
El éxito, la vanidad y el ego, serán tu ropaje por muchos años, está bien, es normal, nos educaron para creer que ellos son necesarios. Sin embargo llegará el día en que todo aquello dejará de importarte, que lo esencial para ti se hallará en las profundidades de tu ser.
Ese tiempo será celebrado y bendecido, te lo aseguro, porque te harás amigo del silencio, de lo simple. Disfrutarás de caminar descalzo por entre la tierra de las sierras o el piso del balcón en medio de la ciudad; no habrá diferencia a la hora de sentirte libre.
Quiero que sepas que nunca estarás solo aunque a veces lo sientas, yo estaré cerca, siempre. Pese a que afuera todo es demasiado cruel, vale la pena tu existencia, que nadie nunca jamás te diga lo contrario. Por eso debes priorizar que tu interior sea estable, armónico y bello, esa es tu verdadera casa y créeme que necesitarás volver a ella una y mil veces.
Me gustaría hacerte saber que tu mirar es mi mirar, que si eres feliz yo también lo soy. Aprenderás de ti mismo, porque la experiencia será tu único y verdadero maestro. Pido a Dios que no te traiciones y que si lo haces tengas el valor de perdonarte.
Me gustaría hacerte saber que aunque aún no te conozca, yo te amo, porque transitarás tras los pasos que algún día yo dí y aunque por ahora sólo existas en mi imaginación, el día en que decidas venirte a vivir a mi vientre por un rato, yo te estaré esperando para seguir aprendiendo juntos y decirte que serás de la vida, no mio, que tu corazón poseerá alas fuertes para elevarte, tu voz dirá lo necesario, tu mente creará historias en donde serás el protagonista, tus dedos dibujarán notas musicales y tus abrazos serán eternos como el sol que ahora brilla en mis ojos.
Ɲatalia Lewitan-Escritora-