Regresar con alguien que una vez te lastimó, o bien, con quien heriste sin piedad, jamás te hará crecer como persona.
Para Patricia de Mauro, ganadora de una gran apuesta millonaria, fue posible arrojar dos dados 156 trillones de veces sin jamás obtener el número 7. El 23 de mayo de 2009, la jugadora pasó 4 horas y 18 minutos en un casino de Nueva Jersey tirando las piezas hasta romper un récord mundial; mismo que la hizo acreedora a una gran suma de dinero.
De acuerdo a algunas universidades, las probabilidades de que esto ocurra son menos que las de ser golpeado por un rayo. Así que la apuesta que hizo De Mauro fue casi desquiciada. ¿Necesitas razones para no regresar con tu ex por más que quieras?
El mundo del juego y las apuestas es atrayente; de hecho, para algunos resulta adictivo. Apostar dinero o cualquier bien material es excitante, divertido y en algunas ocasiones irresponsable; pero lo que se pierde jamás será irremplazable o irrecuperable. En cambio, apostar el corazón y jugársela por alguien que te lastimó antes, es tan peligroso como masoquista.
Si aún dudas qué debes hacer o no, repasa estos párrafos cada vez que te sientas tentada a darle una segunda oportunidad tu ex. No vuelvas a apostar por algo que la primera vez no funcionó, las relaciones rotas jamás vuelven a recuperar todos sus trozos y al intentar reconstruirlas, sólo quedan fisuras por donde el amor y el respeto se fugan lenta o rápidamente.
Regresar con alguien que una vez te lastimó, o bien, con quien heriste sin piedad, jamás te hará crecer como persona. "Volver a intentarlo" es un retroceso que no tienes por qué aceptar; perdona, deja ir y acepta, pero no vuelvas a creer en algo que por una o muchas razones se terminó.
Los seres humanos confundimos el amor con todo lo que nos provoca alguna emoción o sensación. Anhelar, extrañar y desear no es amar, el miedo, la duda y la incertidumbre tampoco son parte de ese sentimiento. No bloquees tus oportunidades ni niegues lo que está por llegar a ti; las personas no cambian, pueden aprender y evolucionar pero jamás dejarán de ser ellas. Así que aquello que amabas de tu ex siempre lo amarás y todo aquello que odiabas de él siempre te joderá.
Enamorarse es cuestión de química, suerte o hasta coincidencia; obviamente en forzar los caminos para regresar no hay ni una pizca de química, suerte o coincidencia. Lo que fue real se convertirá en algo artificial y lo que alguna vez consideraban sagrado será puro protocolo. No es imposible regresar con un ex y tampoco una certeza que la volverán a pasar mal; sin embargo, esa decisión es un cúmulo de miedos, mediocridad y conformismo
Estar solo, conocer a otra persona o enamorarte de tu trabajo o de una actividad, es mucho más difícil que decir sí una vez más. En el momento en el que el pasado intenta imponerse ante el presente debes ser lo suficientemente egoísta como para poder cerrarle la puerta en la cara y decirle que no lo necesitas más. Las oportunidades que das pueden ser tantas como tú lo decidas; pero tu tiempo en este planeta no es eterno. Caerte y levantarte es admirable; mientras que dar media vuelta para darle la espalda a todo lo que conseguiste después de luchar con el corazón roto, es triste e injusto para ti.
Nadie repite los mismos errores, pues el tiempo y la vida cambian cada milésima de segundo; no obstante, todos podemos evitar un sufrimiento que ya conocemos. El buen sexo, las adulaciones, la compañía y el apoyo moral te lo puede dar cualquier otra persona en el mundo; sin embargo, las heridas que ya te hicieron sólo las puede reabrir una persona: tu ex. Una historia de ensueño es posible protagonizarla junto a alguien diferente, en cambio, rehusar el mismo guión para llenarlo de corrector, parches y taches nunca resultará como esperabas.
¿Por qué darle la oportunidad de lastimarte una vez más?