¿Qué es un virus?
Se trata de un parásito que no tiene la capacidad de poder reproducirse por sí mismo, es por ello que ha de entrar en el interior de la célula huésped e infectarla para poder sobrevivir.
El material genético de los virus puede ser ARN o ADN, los más simples pueden codificar 4 proteínas mientras que los más complejos pueden codificar de 100 a 200 proteínas 1.
Los virus utilizan el aparato replicativo del huésped que han infectado para poder entrar en la célula y reproducirse. Existen dos ciclos de replicación viral:
1) Ciclo lítico: donde tiene lugar la destrucción de la célula infectada y la liberación de las nuevas copias virales. Consta de varias fases:
Fase de fijación: cuando el virus se una a la célula.
Fase de penetración: el virus perfora la pared de la célula e inyecta su ADN.
Fase de eclipse: se produce la síntesis de ARN para poder generar copias.
Fase de ensamblaje: se forma la cápside y se empaqueta el ADN viral.
Fase de lisis: la célula muere se rompe la pared de la membrana produciéndose la salida de los viriones con capacidad de infectar nuevas células.
2) Ciclo lisogénico: la fase de fijación y de penetración son iguales, pero en la fase de eclipse lo que se produce es la introducción del material genético en el genoma celular.
En este caso se forma lo que se denomina “profago” y la célula infectada se llama “célula lisogénica”. Este profago se puede mantener latente hasta que se produce algún cambio en el medio ambiente extra o intracelular liberando al profago y transformándose en un virus activo.
Un ejemplo de esto es el
Herpes Zóster, podemos tener este virus en fase lisogénica, incluso durante 30 años, hasta que un acontecimiento hace que el sistema inmunológico deje estar alerta, por ejemplo en una situación de gran
estrés, y en ese momento el virus pasa de fase lisogénica a fase lítica apareciendo el Herpes Zoster.
Qué pasa con el COVID
Se sabe que es un virus que crea mucha inflamación actuando sobre la inmunidad de las mucosas, cuando afecta a las mucosas del pulmón se crea una neumonitis (una gran inflamación pulmonar).
Siempre que hay una inflamación hallamos citoquinas inflamatorias, en este caso estas citoquinas provocan una separación entre el alveolo pulmonar y los vasos sanguíneos que transportan la hemoglobina, esto impide que se produzca el correcto intercambio de gases entre los alveolos y los vasos sanguíneos lo que provoca la baja saturación de oxígeno y, por tanto, la dificultad respiratoria.
¿Qué podemos hacer?
Gestionar el estrés y tener un sueño de buena calidad. Si no descansamos bien no se produce el proceso de recuperación celular durante la noche, esto produce inflamación y un desgaste a nivel del sistema inmunitario.
Comer bien con alimentos que nos aporten nutrientes de calidad. Hay minerales y vitaminas esenciales para tener una buena salud como son magnesio, zinc, selenio, vitamina B6, B9, B12 y D. Por eso es muy recomedable ingerir productos de temporada y de Km0, ecológicos si se puede, tomar vegetales y hortalizas una vez al día en crudo ya que cuando se cocinan se pierden las vitaminas y parte de los minerales, protéinas de alta calidad biológica que nos aporten todos los aminoácidos esenciales y grasas buenas como las del pescado azul de pequeño tamaño, aguacate, aceites de primera presión en frío, coco..
Tener una microbiota intestinal sana. En la microbiota se encuentra el 80% del sistema inmunitario, si no tenemos una microbiota saludable produciéndose lo que se denomina “disbiosis”, se pueden desarrollar diversas patologías (enfermedades mentales, autoinmunes, diabetes tipo 2,
cáncer.), además de no tener la capacidad de poder luchar contra los patógenos: virus, bacterias, parásitos, hongos.
¿Qué nos aporta la micoterapia?
Se ha podido demostrar en estudios in vitro e in vivo, que ciertos tipos de hongos como Agaricus Blazei, el Hericium Erinaceus y la Grifola Frondosa poseen una actividad antimicrobiana contra agentes virales, bacterias tanto gram positivas como negativas y, parásitos
2.
Por otro lado también pueden ejercer efectos antinflamatorios por lo que podrían mejorar los problemas inflamatorios pulmonares que provoca el COVID-19
2.Existen otros hongos que también nos pueden ayudar en esta época que nos ha tocado vivir.
Reishi (Ganoderma Lucidum)
Equilibra el sistema nervioso y cardiovascular, baja la neuroinflamación atenuando la microglía
3, es quelador de metales, hepatoprotector (ayuda a proteger al hígado) y ayuda a conciliar el sueño.
En cuanto al COVID 19 se realizó un estudio donde se pudo apreciar que aquellos pacientes que tomaron Reishi redujeron los efectos secundarios hematológicos producidos por esta enfermedad, con lo que se considera una buena opción para poder ayudar en el tratamiento de las infecciones provocadas por COVID-19
4.
Cordyceps sinensis
Es un hongo con una capacidad antiviral importante. Inhibe la replicación viral, la expresión génica viral, mejora el sistema cardiovascular y neuroendocrino y nos ayuda a eliminar los radicales libres que vamos acumulando.
El COVID es un virus ARN que necesita de la transcriptasa inversa para poder reproducirse, la cordicepina del cordyceps inhibe la síntesis del ARN del virus al inhibir la transcriptasa inversa.
Por otro lado se han hecho estudios basados en la interacción molecular de la cordicepina con la proteína spyke del SARS-CoV-2 y las proteasas principales y el potencial que tiene la cordicepina en poder inhibir la poliadenilación. Se ha llegado a la conclusión que este hongo tiene un gran potencial para poder inhibir la entrada y la replicación del virus en el huésped
5.
La
poliadenilación es la adición de un trozo de ARN formado por adenina que tiene lugar durante el proceso de traducción del ARN mensajero maduro, es decir forma parte del proceso de expresión génica de los virus ARN.
Otros de los beneficios que nos aporta este hongo son la acción protectora hepática, cardiovascular, sistema renal, respiratorio, nervioso e inmunológico, acciones antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas
5.
Hemos de considerar que todos los estudios se han hecho en modelos animales o in vitro, pero teniendo en cuenta los resultados y que en la fase final del COVID-19 todos estos sistemas y síntomas, que cordyceps tiene la capacidad de combatir, se encuentran afectados creo, en mi humilde opinión que vale la pena tenerlo en cuenta.
Sin embargo, no todos los productos que hay en el mercado sirven, han de ser de producción ecológica que estén estandarizados, libres de gluten y de metales pesados y en función de la persona hay que pautar cantidades más o menos elevadas, incluso añadir otro tipo de suplementación.