Después de una buena cabalgata por las montañas, tomamos un merecido descanso, mi hija la menor se mostraba muy entusiasmada al seguir cabalgando montaña arriba, mostrando ese regocijo qué nos regala la naturaleza ; sentir como el aire fresco penetra la piel, esos singulares olores y coloridos de las diferentes plantas y árboles que circundan el lugar así como las aves que con su canto nos acompañaban en todo momento. Le comentaba la gran importancia de tomar las riendas de la vida de una manera muy consciente y de disfrute, la vida te puede tratar de la manera que uno lo permita ,si aflojas las riendas podrías caer en una especie de letargo y de mostrar poca actitud para enfrentar la vida, asi también,si te conservas erguido o tieso, no podrás regalarte la flexibilidad de poder cabalgar y disfrutar nuevos horizontes.
Le contaba he recorrido parte del mundo , siempre con el entusiasmo de seguir aprendiendo y dando lo mejor de mi ,no con la finalidad de tomar la fotito , para decir que estuve en ese lugar ,sino para saber que hay más allá del horizonte.
La vida es como montar ,mientras no tengas control con tu forma de pensar y actuar,sera equilibrio, es como cabalgar, tarde o temprano te podrías caer y perder el entusiasmo de seguir adelante, muchas personas después de una caída no se atreven a montar de nuevo, pero si eres persistente llegara el dia que logres dominar tu forma de actuar y de pensar de una manera ordenada y no crear conflictos innecesarios en la vida.
Afortunadamente tu ya viviste lo malo de la vida en tu infancia, el maltrato y continuo mendigar amor de tu madre con la pareja, el maltrato físico y psicológico, asi como los gritos y las innumerables promesas de cambio de ambos, conoces la miseria emocional y espiritual que se vive en un entorno así cuando se vive en una familia disfuncional.
En cambio cuando llegaste a nuestro hogar fue todo lo contrario, se te enseñó la gran libertad de elección de que querías en tu vida, se te dieron alas para que apreciaras la libertad y se te impulsó para que desarrollaras tus valores, así como la sencillez de mostrarte ante el mundo ,posiblemente la gente que te mira pensará que eres frágil, pero detras de esa cara de angel se esconde un gran ser humano ,que cuando se valoró empezó a sacar lo mejor de sí, y esa forma de conducirte en la vida, solo se logra cuando aprecias lo que tienes alrededor, cuando valoras el pasado ,aún no importando de dónde vengas, siempre la sencillez y la aceptación de quien eres, será la qué te abrirá las puertas donde vayas, pero recuerda las riendas de tu vida siempre estará en tus manos, se tan inocente como un niño, tan tierna y dura en tus desciciones, recuerda que los niños solo se queman solo una vez, no cometen el error dos veces, tienen la gran capacidad del disfrute a cada momento y una gran energía para dar hasta el último instante de su descanso, esa es la gran sabiduría de la inocencia.
Siempre tendrás las riendas en tus manos, no importa que se susciten problemas, aunque pierdas en algo, tómalo como experiencia ya llegará el tiempo que esa experiencia te llevará a nuevo destino ,pero no te quedes estática, siempre busca la renovación y el entusiasmo por lo nuevo, nunca te olvides que las alas que se te dieron, fue para vislumbrar nuevos horizontes,y valorar la libertad, claro sin dañar a tu entorno, porque sería libertinaje.
Los pies siempre en la tierra y la humildad para agradecer por lo qué te ha regalado la existencia.
Recuerda que podrán llegar tiempos difíciles, pero siempre habrá la alternativa de pedir la ayuda, no importa lo qué implique no todas las soluciones estarán en tus manos, nunca olvides llenar de sonrisas a lo qué te rodea, eso te hará recibir un sinnúmero de bendiciones por doquier, es la gratitud hecha accion con los demás.
Quizás para las personas que te conocen, pensarán que en el mundo en que te desenvuelves eres una mujer genio, pero para mi y tus hermanos, eres una muñequita disfrutando lo qué mas le gusta, y es apasionarse por lo qué haces, para mi seguirás siendo mi niña, pero con la sabiduría de saber que tienes las riendas de tu vida en tus manos, no hay nada en éste mundo, que la libertad de elegir y expresar lo que uno siente, asi como saber dónde va dirigido nuestro corazón, para hacerlo qué vibre con la intensidad y la gratitud hacia el Todo por el libre albedrío de elegir como llevar las riendas de nuestra vida.
Así terminó nuestra plática de descanso, mi hija me dio un fuerte abrazo y me dijo gracias Papá por todo lo que me has enseñado desde el momento que llegué: con una vida obscura, sin propósito ni sentido.
Cabalgamos Rumbo a lo alto de la montaña ,y disfrutamos otra forma de ver y sentir el gran privilegio de sentirnos libres en la naturaleza, qué es uno de los bellos regalos que nos dio la existencia.
Rogelio Vázquez