Desgaste energético, descubre cómo recuperar tu energía vital
Es común que lleguemos al final del día con la energía vital por debajo de mínimos. El desgaste energético que genera estrés laboral o el cuidado de los niños pasa factura a nuestras fuerzas. Y es que todas las acciones que realizamos a lo largo del día requieren energía. Si sumamos toda la energía que necesitamos durante el día normal es posible que nos quedemos sin stock.
Porque esta energía vital no es ilimitada. Normalmente, la forma de recuperarlo es a través del descanso, la alimentación saludable, un poco de sol… A veces, cuando surgen imprevistos, la energía disponible se utiliza para hacerles frente. Por ejemplo, si alguien quiere hacernos daño, el sistema nervioso vegetativo generalmente enviará sangre extra a las piernas para facilitar el combate o el vuelo.
Es decir, según las situaciones, el cuerpo redistribuye la energía vital para atender las diversas actividades. Pero no solo estamos hablando de desgaste energético físico sino también emocional. Cuando no somos capaces de gestionar nuestras emociones bloqueamos y desgastamos nuestra energía vital.
¿Cómo luchar contra el desperdicio de energía?
El equilibrio energético es fundamental para evitar el desgaste. Para ello se recomienda que sigamos una serie de pautas para lograr la armonía y el bienestar general.
Comer una dieta saludable promueve el equilibrio. Nuestro cuerpo come alimentos saludables que afectan su bienestar. Para ello será necesario reducir el consumo de alimentos procesados, carnes rojas y evitar las harinas refinadas y los azúcares.
El ejercicio también es muy apropiado. No requiere ejercicios físicos fuertes, pero una simple caminata o subir y bajar escaleras mueve las articulaciones y ayuda a tonificar los músculos.
Practica la generación de pensamientos positivos. Es la forma de adaptar el espíritu a un estado óptimo. Lo mismo sucede cuando sonreímos habitualmente, donde liberamos endorfinas que son las moléculas de la felicidad. A su vez, reducimos el cortisol, que es la hormona del estrés.
La respiración correcta promueve la relajación y la tranquilidad. El mejor para lidiar con el desgaste energético. Con ella comenzaremos a recuperar la energía vital.
Aprender a manejar las emociones nos permite saber guiar nuestros sentimientos, evitando así que nos dominen siempre. Las decisiones a tomar deben tomarse teniendo en cuenta la razón, no solo los sentimientos. Las emociones deben fluir, para ello debemos generar afectos, darnos afectos y también compartirlos.
Reposo. Parece obvio, pero a menudo lo olvidamos. Es necesario prestar atención al cuerpo cuando avisa solicitando descanso.
El desgaste energético es consecuencia de las acciones continuas que se llevan a cabo a lo largo del día. Pero no es solo un desgaste físico sino también emocional. Buscar el equilibrio energético es la mejor manera de sobrellevarlo.