La medicina convencional todavía actúa como si la mayoría de antibióticos tuviera poco efecto sobre microbiota intestinal, al menos no a largo plazo. La flora intestinal se recuperaría por completo a las pocas semanas de dejar de tomar los antibióticos. Por eso los médicos no suelen acompañar la receta con otra de probióticos o consejos de alimentación.
Sin embargo, al menos dos estudios han demostrado que este no es el caso. Los antibióticos modifican la flora intestinal durante un período de tiempo significativamente largo.
LA MICROBIOTA INTESTINAL NO SE RECUPERA POR COMPLETO
Los investigadores del Laboratorio de Biología Marina en Woods Hole, Massachusetts (EE. UU.), bajo la dirección del doctor Mitchell Sogin, demostraron con la ayuda de un método de análisis genético muy preciso que después de seis meses de un tratamiento con antibióticos parte de la microbiota no se había recuperado.
Para este estudio, realizado en colaboración con la Universidad de Stanford (en Palo Alto, California), los científicos analizaron la composición de la microbiota intestinal en adultos sanos que habían ingerido un antibiótico durante un período de 5 días.
Al comienzo del tratamiento, se pudieron detectar entre 3.300 y 5.700 tipos diferentes de bacterias en los participantes. En el curso del tratamiento con antibióticos, un tercio de las bacterias se agotaron severamente.
Para todos los demás tipos de bacterias, las proporciones cambiaron, de modo que las bacterias que antes eran raras, después fueron más comunes, mientras que las cepas que antes eran comunes de repente se volvieron raras.
Este desequilibrio bacteriano patológico se denomina disbiosis. Todos los participantes en el estudio de Woods Hole fueron diagnosticados con disbiosis después de completar el tratamiento con antibióticos.
LA FLORA INTESTINAL SIGUE ALTERADA 6 MESES DESPUÉS DE LOS ANTIBIÓTICOS
En otro estudio, publicado en Nature Microbiology, investigadores de la Universidad de Copenhague confirmaron los resultados anteriores. Dieron a 12 hombres jóvenes sanos 3 antibióticos diferentes durante 4 días. Los medicamentos condujeron a una pérdida casi completa de la microbiota intestinal.
Posteriormente, las bacterias dañinas de la familia Clostridial se recuperaron más rápido, mientras que las bacterias beneficiosas tardaron en llegar. En el transcurso de los siguientes 6 meses, la microbiota intestinal se recuperó lentamente, pero no alcanzó su estado original, ya que faltaban 9 cepas bacterianas beneficiosas.
El líder del estudio, el profesor Oluf Pedersen, del Centro de Investigación Metabólica Básica de la Fundación Novo Nordisk, explicó que "los antibióticos de amplio espectro afectan la diversidad de la flora intestinal y, por lo tanto, solo deben administrarse cuando hay evidencia de una infección".
¿QUÉ PROBIÓTICOS HAY QUE TOMAR DESPUÉS DE LOS ANTIBIÓTICOS?
Los probióticos son preparados (cápsulas o líquidos fermentados) que contienen cepas vivas de bacterias intestinales. Si la microbiota intestinal ha sido severamente mermada por los antibióticos, las cepas bacterianas ingeridas se asientan y ayudan a reconstruir una flora intestinal saludable.
Es mejor comenzar a tomar los probióticos mientras se toma los antibióticos y continuar después, ya que en algunos casos pueden prevenir la diarrea relacionada con los antibióticos.
- Son probióticos recomendables la levadura Saccharomyces (S.) boulardii, Lactobacillus GG, Lactobacillus plantarum, Lactobacillus (L.) reuteri, L. casei, L. rhamnosus, L. delbrueckii subsp. Bulgaricus, Bifidobacterium animalis y S. thermophilus.
Es recomendable adquirir un suplemento que incluya varias de estas cepas o combinar al menos dos suplementos con una sola cepa. En cuanto a la dosis, se deben seguir las recomendaciones del fabricante. También puedes pedir a tu médico una pauta.
La suplementación con antibióticos puede alargarse durante 4 semanas después de acabar el tratamiento con antibióticos.
En cualquier caso, es conveniente tomar el probiótico lo más lejos posible del antibiótico (por ejemplo, uno por la mañana, el otro por la noche) e idealmente justo antes de las comidas o directamente con las comidas.
TAMBIÉN ES NECESARIO TOMAR PREBIÓTICOS
A diferencia de los probióticos, los prebióticos no son bacterias probióticas, sino sustancias que sirven de alimento a las bacterias intestinales beneficiosas. Cuanto mejor sea la alimentación de las bacterias intestinales beneficiosas, mejor podrán multiplicarse y más rápido se recuperará la microbiota en su conjunto después de tomar antibióticos.
- Los prebióticos pueden incluir alimentos ricos en inlunina como las alcachofas, las cebollas, los ajos, los espárragos, los puerros, las hojas de diente de león y la avena.
- Las sustancias prebióticamente activas también se pueden tomar como suplemento dietético, por ejemplo, GOS (galactooligosacáridos) y FOS (fructooligosacáridos).
La inulina puede causar hinchazón en personas sensibles. Por lo tanto, si la tomas como suplemento, comienza con cantidades muy pequeñas, que a menudo son suficientes, y auméntalas lentamente, si lo deseas, hasta la dosis recomendadas por el fabricante.
¿QUÉ NO COMER DESPUÉS DE TOMAR ANTIBIÓTICOS?
Una nutrición adecuada es muy importante durante y después del consumo de antibióticos. Los dulces, bebidas azucaradas, pasteles, pastas y pan blanco favorecen la colonización por hongos potencialmente patógenos. Los productos con azúcar y harina blanca son tabú durante y después de tomar antibióticos.
También es conveniente limitar el consumo de sal y grasas, pues en exceso se relacionan con la disbiosis.
¿QUÉ COMER PARA FAVORECER EL DESARROLLO DE LAS BACTERIAS INTESTINALES?
- Una dieta vegetal, baja en sal y en grasas, que contenga alimentos probióticos (chucrut, yogur vegetal, kombucha, etc.) y que sea rica en fibra (de las hortalizas, frutas, legumbres y cereales integrales como la avena) está especialmente indicada después de la toma de antibióticos).
- La cúrcuma también se puede integrar en la dieta, ya que promueve el desarrollo equilibrado de la microbiota intestinal.
- Los ácidos grasos omega-3 favorecen la diversidad de la flora intestinal, con el asentamiento de muchas cepas diferentes de bacterias. Estos ácidos grasos se encuentran en las nueces, las semillas de lino y chía y los suplementos de algas con EPA y DHA.
¿QUÉ MÁS SE PUEDE HACER PARA FAVORECER EL DESARROLLO DE LA FLORA INTESTINAL?
También debes asegurarte mucho ejercicio físico, ya que influye de manera determinante sobre la composición de la flora intestinal, incluso con una dieta menos favorable.