La vida se basa en momentos que te llenan el alma...en compartirlos con la gente que uno ama...en disfrutar de cada regalo que te regala el día a día.
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Cada persona es el creador de su propio mundo.
Sólo TÚ y nadie más que TÚ, tendrá la capacidad en tu vida de hacerte despertar
Dietista nutricionista
Vivimos en ambientes tóxicos –las calles de las ciudades, por ejemplo– y hay un exceso de toxinas que se introducen en el cuerpo a diario. Por esta razón es necesario seguir una dieta para limpiar el hígado y ayudarle en sus funciones de desintoxicación y eliminación de compuestos potencialmente nocivos para la salud.
El primero que está en riesgo es, por supuesto, el propio hígado. Si no nos ocupamos regularmente de desintoxicar el hígado, este puede llegar a sufrir las consecuencias de una dieta inadecuada y del exceso de sustancias extrañas.
El hígado puede pesar entre 1.100 y 2.500 gramos. Es uno de los órganos más grandes y más importantes del cuerpo porque desarrolla hasta 500 funciones. La función de limpieza y desintoxicación es quizá la más conocida pero tiene muchas otras y de su buen funcionamiento depende claramente nuestra salud.
Ayudando al hígado para evitar que se sobrecargue vamos a ayudarle en funciones como:
Entre los síntomas de que tenemos el hígado sobrecargado están migrañas y dolores de cabeza, sensación de digestiones pesadas y lentas, gases y flatulencias, mal aliento, tendencia al estreñimiento, heces pastosas con muy mal olor y mala recuperación muscular tras los esfuerzos físicos.
También son señal de que necesitamos una limpieza de hígado los dolores menstruales, dolor en los pechos, alteración del ánimo antes de la menstruación o aparición de coágulos.
La apatía y falta de energía son otros síntomas típicos de las afeccciones hepáticas. También lo son la facilidad para enfadarse y la dificultad para tomar decisiones, según la medicina tradicional china. Todos estos problemas se pueden tratar mediante cambios en la dieta.
Dada su importancia, la evolución le ha regalado un don especial al hígado: es el único órgano capaz de regenerarse a sí mismo casi por completo. Pero no conviene abusar de su resistencia.
La medicina natural recomienda realizar curas depurativas periódicas o estacionales, que pueden venir muy bien si se realizan correctamente. Sin embargo, las dietas depurativas no son la única solución. Resulta todavía más beneficioso tener siempre presente, todos los días del año, el cuidado del hígado a través de la alimentación y el estilo de vida. Son recomendables las siguientes medidas:
Además de tener en cuenta los consejos anteriores, hay que tener muy presente que una mala alimentación puede favorecer el desarrollo del hígado graso.
El hígado graso es un problema que se puede tratar mediante la dieta. Es importante hacerlo, porque si no se hace, puede desembocar en cirrosis no alcohólica, una enfermedad mucho más grave.
Un 25% de los casos de cirrosis no alcohólica se debe al exceso de fructosa en la dieta. El problema puede ser el consumo de productos como el jarabe de maíz, que se utiliza para endulzar muchos ultraprocesados y que favorecen que se acumule grasa en el hígado.
El riesgo de desarrollar estos problemas hepáticos aumenta si además se sufren deficiencias de nutrientes esenciales como la colina o la metionina.
Además de hacer regularmente alguna dieta depurativa y cuidar la alimentación de todo el año, podemos potenciar la limpieza del hígado con plantas medicinales y suplementos de propiedades desintoxicantes y hepatoprotectoras. Estos son algunos ejemplos de los más eficaces:
El hígado quiere que lo cuidemos a diario, algo sencillo si introducimos en los menús más alimentos buenos para el hígado que favorezcan su funcionamiento.