EL GATO TIENE MINERALES EN LA CADENA DE SANGRE QUE LO HACE REIKIANO
18 marzo 2024
EL GATO TIENE MINERALES EN LA CADENA DE SANGRE QUE LO HACE REIKIANO NATURAL
Cómo poner en práctica el Slow Life
Para hacer frente al ritmo de vida vertiginoso que predomina en la actualidad ha nacido un movimiento denominado Slow Life, te contamos en qué consiste este estilo de vida que propone desacelerar para cuidar la salud física, mental y emocional.
Slow Life o Slow Living para cuidar la salud
Proponiendo un modo de vida diferente en el cual podamos disfrutar de cada una de las cosas que vivimos a diario y ser plenamente conscientes de cómo actividades cotidianas afectan nuestro cuerpo el Slow Life o el Slow Living propone un modo de vida más lento.
Intentando desacelerar el ritmo de vida actual y ante todo propiciar la salud así como disfrutar de lo que se vive, el Slow Life hoy es muy aplicado entre los jóvenes y puede beneficiar la salud mental y emocional reduciendo por ejemplo los niveles de estrés y ansiedad.
Prestando atención y siendo conscientes de lo que ocurre en nuestro cuerpo así como también a nuestro alrededor, el Slow Life pretende ayudarnos a aprender a vivir más relajados y sin dejarnos llevar por el ritmo vertiginoso actual, pudiendo esto ser favorable para equilibrar nuestra vida personal, social y laboral en beneficio propio.
Estrategias para poner en práctica el Slow Life
Desacelerar en un mundo acelerado puede no ser una tarea fácil; sin embargo, las siguientes estrategias pueden ser de gran ayuda para poner en práctica el llamado Slow Life y modificar considerablemente nuestro estilo de vida:
Meditar cada día
La meditación forma parte del Slow Life y resulta un recurso muy valioso para aprender a vivir más lento, más relajados y propiciar la salud del organismo.
Ayuda a conectarnos con nuestro cuerpo, a respirar en momentos en los que perdemos el control, y a vivir disfrutando y tomando conciencia del impacto de lo que ocurre en el mundo sobre nuestro cuerpo.
Restar pantallas y redes sociales
El uso de pantallas y redes sociales es uno de los responsables de nuestro ritmo de vida acelerado así como también de los altos niveles de estrés y ansiedad en muchas personas.
Por eso, para aprender a conectarnos con nuestro cuerpo limitando las influencias externas, y al mismo tiempo beneficiar la salud mental y emocional, aprendiendo a relajarnos y a desacelerar, resulta clave restar el uso de pantallas y de redes sociales.
Sumar contacto con la naturaleza
Como parte de un cambio en el estilo de vida, muchas son las personas que dejan de vivir en grandes ciudades para pasar a vivir en ámbitos más bien rurales que permite acercarnos al Slow Life, como señala un estudio realizado con japoneses.
Sumar contacto con la naturaleza sin duda resulta beneficioso para relajarnos, reducir el estrés y beneficiar la salud mental y emocional en diferentes aspectos.
Comer a conciencia y con tiempo
Para acercarnos al estilo de vida Slow Life resulta fundamental cuidar nuestra alimentación, sentándonos a comer cada vez que lo hagamos y degustando de forma lenta cada bocado, de manera de favorecer una alimentación más consciente.
Prestar atención a las señales de nuestro cuerpo, disfrutar de cada bocado que ingresa a la boca, y evitar el picoteo entre horas o comer mientras estamos realizando otras actividades y con prisas, resulta fundamental para llevar un estilo de vida más relajado y enfrentar el vertiginoso tiempo actual.
Practicar actividades relajantes
Si bien todo tipo de actividad física puede ayudar a reducir los niveles de estrés en el organismo, para favorecer el logro del Slow Life es recomendable practicar actividades que no exijan competencia ni gran desgaste físico, sino que ayuden a conectarnos con nuestro cuerpo.
Así, actividades como el yoga o el pilates son las más utilizadas por quienes pretenden desacelerar en beneficio de la salud.
Esto es el Slow Life y diferentes estrategias para poner en práctica este estilo de vida que pretende beneficiar la salud física, mental y emocional.
10 señales de que puedes percibir la energía
Una persona empática es altamente sensible a los sentimientos, intenciones y motivaciones de los demás. Sienten la energía de otras personas en un nivel profundo que muchos no entienden. Alguien que es empático puede simpatizar con la manera en cómo se sienten los demás, pero ser un empático es más profundo que eso. Una persona sensible de esta manera, puede percibir la energía a su alrededor y sentir las emociones de los demás, quieran o no. Es algo sobre lo que no tienen control.
Señales de que eres capaz de percibir la energía a tu alrededor
Estas son 10 señales de que puedes ser una persona sensible a la energía de los demás y no te has dado cuenta.
1. Eres alguien que piensa demasiado
A menudo puedes encontrarte completamente convencido de que hay algo más profundo que no se puede ver. Esto es porque estás recogiendo las motivaciones, las intenciones y los sentimientos de otros que la mayoría de la gente no son tan sensibles.
2. Siempre te sientes cansado
Es más probable que estés desgastado de todas las emociones que experimentas diariamente. Experimentar los sentimientos de otros más que los tuyos, es a menudo muy agotador.
3. Eres un pacificador
Eres un pacificador natural ya menudo terminas haciendo un compromiso con tus propias necesidades o sentimientos para mantener a los demás felices. Te obligas a mantener tus sentimientos personales en el interior para centrarse en cambio en la felicidad de los demás.
4. Tienes emociones mezcladas
Puedes ser muy sensible en el interior, pero distante y reservado en el exterior. Anhelas intimidad con otros, pero rara vez te permites acercarte a alguien.
5. Eres un solucionador de problemas
Cuando identificas un problema, estás buscando una solución casi de inmediato. Odias ver a otros en el dolor o desesperación. Sientes la necesidad de encontrar una manera de cambiar o arreglar el problema para hacer felices a todo el mundo.
6. Eres creativo
Te acercan las formas creativas de muchas maneras. Ya se trate de la escritura, la pintura, la música o el baile, anhelas una manera de expresar tus emociones. Ser creativo te permite dejar de lado algunas de las emociones que te pesan y te das la oportunidad de relajarte y sentirte libre, incluso por un corto tiempo.
7. Vives experiencias Deja Vu
Experimentas extrañas coincidencias más que la persona promedio y que a menudo tienen la sensación de deja vu. Esto sucede porque tienes la habilidad de percibir la energía de tu entorno y a menudo notas cosas que otros no.
8. No estás cerca de muchas personas
Incluso si tienes una familia grande o un gran grupo de conocidos abundante, estás únicamente cerca de sólo un puñado de personas. Quieres estar más cerca de los demás, pero manejar los problemas y emociones de demasiadas personas puede llegar a ser abrumador, por lo que mejor te juntas con unos pocos elegidos que te entienden.
9. Te sientes en casa en medio de la naturaleza
Estar al aire libre te hace sentir en paz. La luz del sol, la hierba alta, los bosques profundos y los sonidos de la naturaleza relajan tu mente y nutren tu espíritu.
10. Estás constantemente buscando respuestas
Te encuentras siempre buscando un significado más profundo. Constantemente buscas maneras de mejorarte a ti mismo o aprender algo nuevo. Anhela una comprensión profunda de muchos temas diferentes debido a tu impulso interno por el crecimiento personal.
14 marzo 2024
11 meriendas sanas y fáciles de preparar
Las meriendas sanas son un pilar de las dietas equilibradas. En este momento del día, pueden ser mayores nuestras ganas de matar el hambre que la motivación por incluir en el menú alimentos de calidad. Por eso, si queremos hacer una merienda sana, podemos empezar por planificar su composición antes de que llegue el momento de la ingesta.
La buena noticia es que es posible preparar meriendas sanas de una forma sencilla. De este modo, estamos cuidando de nuestra salud.
Meriendas sanas
Vamos con algunas opciones de meriendas sanas para conseguir un buen puñado de nutrientes.
Yogur con frutos secos
El yogur es uno de los grandes candidatos a formar parte de una buena merienda. A nivel de sabor, lo podemos combinar con cualquier fruta y además es muy fácil de consumir.
En cuanto a su calidad nutricional, cuenta en su interior con bacterias probióticas que cuidan de nuestro sistema gastrointestinal. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Gastroenterology Clinics of North America , esta clase de microorganismos generan protección frente al desarrollo de patologías inflamatorias digestivas.
Por otra parte, los frutos secos contribuyen a incrementar el aporte de proteínas y de ácidos grasos de alta calidad. Sin embargo, han de ser consumidos con moderación, ya que son muy energéticos.
Porridge de avena
La cantidad de calorías que sume nuestra merienda debe adaptarse a nuestro gasto energético, así como a nuestra actividad previa y posterior.
En el caso de que necesitemos un alimento que nos dé una buena cantidad de energía de liberación lenta, la avena es una gran candidata. Además, al igual que el yogurt, cuenta con fibra prebiótica capaz de ayudar a la salud intestinal. Así lo evidencia una investigación publicada en The Journal of Nutritional Biochemistry .
Fruta
Si tienes poco tiempo o no estás en casa, siempre puedes merendar fruta. La mayoría concentran fitonutrientes con capacidad antioxidante en su interior. Además, es una manera de mantenernos hidratados en los días de más calor.
Esta es una merienda especialmente recomendable para aquellos que no ingieren fruta en otras horas del día o para aquellos que no tienen la costumbre de beber mucha agua.
Tortitas de arroz con guacamole
El guacamole, gracias al aguacate, es uno de los preparados que puede contar con grasas de buena calidad. Se puede consumir a cualquier momento del día. Además tiene un sabor que nos gusta a la mayoría.
Para untarlo se pueden utilizar tortitas de arroz o de maíz. Siempre son mucha mejor opción que el pan, que se elabora a partir de harinas refinadas.
Hummus con bastones de verduras
Casi todos los expertos coinciden en que las legumbres han de ser introducidas en la dieta de forma regular. Una buena forma de hacer caso a esta recomendación es consumir hummus. De hecho, se trata de una elaboración que es capaz de reducir el principal efecto secundario de estos vegetales, la formación de gas. Como las fibras se destruyen por el triturado, la digestión es mucho más sencilla.
Chocolate con alto porcentaje de cacao
¿Quién dijo que el chocolate no se puede comer en el contexto de una dieta saludable? Eso sí, es importante que esté presente una concentración elevada de cacao. La mayor parte de los chocolates comerciales cuentan con excesivos azúcares añadidos, lo que daña su calidad.
Queso fresco batido con fruta troceada
Otra opción para las meriendas sanas, indicada para quienes cuentan con mucho apetito en este momento, es el queso fresco batido. Sin llegar a ser muy energético cuenta con una densidad superior a la del yogur, por lo que genera mayor saciedad. Además sigue concentrando proteínas de alto valor biológico, por lo que resulta un alimento de alta calidad.
Jamón serrano y queso
No todos los embutidos son malos. El jamón serrano y el queso pueden formar parte de las meriendas sanas. Ahora bien, es determinante que se lea su etiquetado para comprobar que no cuentan aditivos en su interior. Si se cumple esta premisa estaríamos ante dos productos con alto contenido en proteínas muy saludables.
Paté de salmón con tortitas de arroz
La mayor parte de los patés se engloban dentro del grupo de los alimentos ultraprocesados de baja calidad. Sin embargo, el de salmón supone una excepción. Suele elaborarse con ingredientes naturales y no contiene aditivos ni azúcares en su interior. Conviene comprobar primero la etiqueta, pero suele ser un producto bastante adecuado.
Crema de cacahuete
Para los amantes de los frutos secos, la crema de cacahuete es una gran opción. Eso sí, es un producto muy calórico, por lo que se debemos tener cuidado con las cantidades.
A la hora de elegir una marca en el mercado, hay que comprobar que no contiene azúcares añadidos. Se puede untar sobre una tostada o sobre una tortita de arroz.
Mejillones
Es una opción poco popular, pero una lata de conserva puede ser un gran recurso si queremos hacer una merienda sana. Los mejillones y las almejas son un buen ejemplo.
Pueden consumirse tal cual, acompañados de algún embutido magro como el jamón, o incluso con pan integral. Aportan proteínas de la más alta calidad.
Prepara meriendas sanas
Como has podido comprobar, hacer una buena merienda es un propósito sencillo de planificar. Como hemos visto con estas meriendas sanas, existen varias opciones para sustituir a los ultraprocesados sin que tengamos que dejarnos mucho tiempo en la preparación.