31 marzo 2025

Los mejores alimentos para tener un corazón sano



Alimentos que cuidan tu corazo´n


Si tus platos son más ricos en omega 3 que en omega 6, tu corazón estará más protegido ante infinidad de trastornos. Pero también hay otros alimentos que le interesan.


Sara Mansa

Dietista y nutricionista

Por fin estamos tomando conciencia de que las enfermedades cardiovasculares (el infarto, la angina de pecho o el ictus) se pueden prevenir. Y vale la pena poner empeño en ello porque, cuando ya están presentes, pueden alterar nuestra vida y nuestras costumbres de una manera determinante.

Tener una concentración alta de colesterol y/o de triglicéridos (lo que se conoce como dislipemia) o una concentración baja de colesterol bueno (lipoproteínas de alta densidad o HDL) es uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes. Las últimas estadísticas muestran que en España el 50,3 % de los adultos a partir de 18 años la tiene. Pero muchos de esos casos y de esas personas ni siquiera sospechan que por sus arterias circulan tantas grasas. 

Es muy posible que tú ya te estés cuidando, pero lee igualmente estos consejos con atención porque podrás entender la verdadera importancia de tener suficientes ácidos grasos omega 3 y no tomar demasiados omega 6. La relación entre unos y otros es fundamental para tener un corazón fuerte, sano, resistente y que permanezca así toda la vida.

Como habrás observado, muchos de los alimentos buenos para el corazón son ricos en ácidos grasos omega 3 porque son esos los que conviene potenciar: pescado azul, aceites de pescado, semillas de chía, semillas de cáñamo, semillas de lino, nueces... También existen otras fuentes menos consumidas, como el aceite de canola o el de soja.

Más omega 3 y menos omega 6

El omega 6 es una grasa proinflamatoria que puede dañar muchos tejidos, incluso los que rodean al corazón. Pero no solo eso, también compite con los ácidos grasos omega 3 que, como sabes, se encargan de proteger ese órgano vital. Es decir, si consumimos mucho omega 6, la función antiinflamatoria y cardioprotectora del omega 3 se reduce. 

Las costumbres alimentarias de los países de Occidente suponen un exceso de esas grasas poco protectoras porque se añaden a los productos procesados, ya que les dan consistencia o sabor. Están, por ejemplo, en la mayoría de la bollería que compramos y en las margarinas. 

De forma natural los omega 6 también están en alimentos que consideramos saludables, como las semillas (girasol, maíz y sésamo), los frutos secos (nueces, piñones, cacahuetes, almendras, avellanas y pistachos), los cereales integrales, las carnes (especialmente pollo y pavo) y los huevos. Estos no son dañinos como los de carnes y procesados, pero haz la suma: si contabilizamos todos los productos que tomamos, llegaremos a la conclusión de que sobrepasan en mucho la cantidad de omega 3 que tomamos a diario. Eso es lo que se tiene que evitar.

  • ¿Cuál debería ser la proporción? Lo más adecuado es que sea 1:1 (algunos expertos lo aumentan hasta 2:1, dos omega 6 por cada omega 3, pero no más). Sin embargo, la realidad se aleja de ese equilibrio, seguramente por el alto consumo de procesados y ultraprocesados y por las raciones excesivamente grandes de carnes rojas o quesos curados. Quizá no los tomemos a diario, pero cuando lo hacemos, solemos llenarnos el plato. Eso hace que, como advierten las estadísticas, la mayor parte de la población consuma hasta 6 veces más omega 6 que omega 3.

Encontrar y proteger las buenas grasas

Los alimentos que contienen grasas buenas son el pescado azul (idealmente salvaje y no de piscifactoría, por lo que vale la pena preguntar su procedencia en los supermercados y en las pescaderías); el aceite de oliva virgen extra; el aguacate; los frutos secos y las semillas (especialmente las de lino, chía, calabaza y cáñamo, y las nueces).

El omega 3 puede ayudar a reducir la aterosclerosis

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  • Organiza tus menús para tomar 2-3 días pescado azul. Quizá en la cena te resulte más sencillo incluirlo. Puntualmente –cuando no tengas demasiado tiempo para cocinar– puedes recurrir al que viene en conserva, pero en todos los casos recuerda que, como el omega 3 es una grasa extremadamente sensible a la luz y a la temperatura, no se debe sobrecocinar el pescado ni someterlo a cocciones agresivas como las frituras o dejarlo al fuego mucho tiempo.
  • Prioriza la proteína vegetal. Para no bloquear el efecto beneficioso de los omega 3 es una buena idea incrementar las veces que tomas legumbres (y pasta hecha con ellas, además de hummus, tofu, tempeh o seitán) en lugar de carne, así como tomar más pescado y huevos. Y cuando sí tomes carne, elígela blanca. Si es roja, escoge cortes magros y bajos en grasa.
  • Cuida tus desayunos y las meriendas. En esos momentos hay más probabilidad de recurrir a productos envasados y procesados como dulces, cereales o galletas. Escoge en su lugar cereales integrales (copos de avena o pan integral), bebidas vegetales (avena, almendra, soja o arroz), lácteos desnatados o semidesnatados, fruta, fiambre de pollo o pavo, incluso un minibocadillo de sardinillas.
  • Ten en cuenta el aguacate. Dos porciones por semana (un cuarto cada vez que lo tomes) reducen un 16 % el riesgo de enfermedad cardiovascular en general y un 21 % el de enfermedad de las arterias, porque aumenta el colesterol bueno y además es rico en potasio y en vitaminas K y E. Pero tómalo crudo; si lo calientas, sus grasas buenas se estropean.
  • Enriquece tus platos con semillas. Añade a purés, sopas, ensaladas o yogures naturales una cucharadita de semillas de lino, de chía, de calabaza y de cáñamo. Recuerda no someterlas a altas temperaturas cocinándolas para que no se oxiden sus grasas.
  • Evita cocinar con mantequilla o margarina y utiliza siempre que puedas aceite de oliva virgen extra.

    Más fruta fresca entera que almidón y azúcares libres

    Un estudio publicado en la Revista Europea de Nutrición da pistas de qué tipos de almidones y azúcares pueden ser, a largo plazo, perjudiciales para el corazón y las arterias.

    El estudio remarca la importancia de no abusar de los almidones (muchos de ellos corresponden a cereales refinados o se añaden a los productos ultraprocesados)porque incrementan la grasa corporal y la circunferencia de la cintura.

    El riesgo de enfermedad cardiovascular se reduce considerablemente si esos almidones y los azúcares libres (de jugos industriales o zumos de frutas) se cambian por fibra (fruta entera).

    No dejes que la sal debilite tu corazón

    El exceso de sodio empeora la salud cardiovascular. Y no solo la que comes cuando la añades a tus platos; casi todos los envasados y enlatados (salsas, sopas instantáneas, caldos, galletas, embutidos, tomate triturado…) llevan generosas cantidades de sal.

    Para saber si un producto lleva mucha o poca revisa su etiqueta. Mira con atención la tabla donde aparecen los valores nutricionales: el producto contendrá demasiada cantidad si consta en ella que aporta 1,2 g o más de sal por cada 100 g de producto. En cambio, se considera que tiene poca si tan solo aporta 0,25 g de sal (quizá también aparezca como cloruro sódico) por cada 100 g de producto.

    Se considera sin sal añadida si tiene, como máximo, 0,0125 g por cada 100 g de producto.

    Pautas concretas para las proteínas de origen animal 

    Cuando tomes huevos, leche, carne y pescado, ten en cuenta estos detalles:

    • Como máximo, 10 unidades de huevo a la semana. Para ser aún más prudente, puedes rebajarlas a 5 en caso de tener hipercolesterolemia, a pesar de que no se ha demostrado que aumente el colesterol.
    • Opta por lácteos desnatados y no enteros si te preocupan tus niveles de colesterol o triglicéridos.
    • Consume 3 veces a la semana carne blanca, pero solo una vez carne roja. Y que las porciones no superen los 140-150 g.
    • Pescado y marisco deben estar presentes, como mínimo, 4 veces a la semana. Recuerda priorizar el pescado azul por su gran nivel de grasas buenas.

    Otras pautas para tener salud cardiaca

    Lo que se expandan nuestros adipocitos (células grasas) y cuánto mida nuestra cintura (no debería sobrepasar los 88 cm si eres mujer y 102 cm si eres hombre) tiene mucho que ver con la salud y la resistencia cardiovascular. Sigue estos consejos para mantenerlas:

    • Adecúa el tamaño de las porciones. Sobrecargar el plato, servirte una porción extra o comer hasta sentirte excesivamente lleno (incluso molesto) puede ocasionar que te acerques en poco tiempo a un estado de sobrepeso o de obesidad que, entre otras muchas consecuencias, supondría sobrecargar al corazón.
    • Incluye la máxima cantidad de vegetales que puedas y que como mínimo ocupen la mitad del plato, tanto en las comidas como en las cenas. Interesan especialmente los alimentos ricos en licopeno, como el tomate. Este pigmento ayuda a neutralizar los radicales libres (el daño oxidativo y la inflamación) que pueden contribuir a la enfermedad cardiaca. Los niveles bajos de licopeno en sangre están relacionados con un mayor riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular o ictus.
    • Acompaña los alimentos ricos en licopeno de una grasa. Puede ser aguacate, frutos secos, aceitunas... Así lo absorberás mucho mejor. O puedes prepararlos como sofritos con aceite de oliva utilizando una cucharada de aceite por persona. Para no agregar esta grasa en exceso y que se disparen las calorías, añade agua o caldo.
    • Acuérdate del ajo. Su alicina actúa como un magnífico regulador de la presión alta y además reduce el riesgo de coágulos. Si puedes, tómalo crudo aplastándolo 5 minutos antes de comerlo.
    • Las verduras de hoja verde, fundamentales. La espinaca, la col rizada o la col kale contienen vitamina K, que protege las arterias y evita que la sangre se vuelva espesa. Por otra parte, son altas en nitritos, que reducen la presión arterial, disminuyen la rigidez arterial y mejoran la función de las células que recubren, por dentro, nuestros vasos sanguíneos. Para absorber bien esa vitamina, combina estos vegetales –como te recomendábamos con el tomate– con una grasa saludable.
    • Legumbres tres veces por semana. Ya has visto que garbanzos, lentejas, alubias o guisantes son tus grandes aliadas. ¿La ración idónea? Como máximo 200 g de legumbres cocidas; o 70 g si las pesas secas. Cabe destacar las habas de soja; son ricas en isoflavonas, que ayudan a reducir el colesterol. 30 g de esta proteína(una ración de soja texturizada y otra de edamame, por ejemplo) ya logran esa mejoría.
    • Opta por los cereales integrales: arroz, pasta, quinoa, cuscús… Porque, así como los refinados aumentan el riesgo de padecer enfermedad coronaria, estos otros nos protegen: su fibra atrapa la grasa de los alimentos y ayuda a eliminarla por las heces. Una buena estrategia es añadir cereales integrales a platos en los que hay grasa saturada (carnes rojas). La ración de cereal para un adulto medio es de 70 g en crudo o 140 g una vez cocinado. Añade también tubérculos 1 o 2 veces a la semana (una ración son 150 g).
    • No olvides los frutos rojos ni el chocolate negro. Arándanos, moras, frambuesas o fresas están repletas de nutrientes que juegan un papel fundamental en la salud del corazón. Una de las sustancias más destacables son las antocianinas, un potente antioxidante. Con el chocolate negro, por su parte, obtienes flavonoides, otros grandes protectores de nuestro cuerpo. Tomar 6 onzas a la semana es un consumo correcto.
    • Toma té verde y café. La Sociedad Europea de Cardiología aconseja tomar el café por la mañana: si se toma antes del mediodía, el riesgo de enfermedad cardiovascular puede bajar un 16 %. En cuanto al té verde, es un potente antioxidante que protege nuestro corazón y sube la hormona de la saciedad, la leptina. También lo conseguimos al beber té matcha.

    27 marzo 2025

    10 alimentos ricos en magnesio que tomarás todos los días

     





    ¿Buscando alimentos ricos en magnesio? Cuidar nuestro cuerpo y aportarle todos los nutrientes es un deber que todos tenemos para el correcto funcionamiento del organismo. Uno de esos sustentos fundamentales para muchos de los procesos del cuerpo humano es el magnesio.

    Se ha demostrado que el magnesio esta presente en la regulación de la presión arterial y ayuda a evitar problemas cardiacos y cerebrales. Una de las mejores maneras de mantener equilibrados los niveles de este mineral es consumir alimentos ricos en magnesio. Muchos nutricionistas lo denominan como el “mineral milagroso” pues consumir productos con magnesio reactiva el organismo de manera rápida y eficaz.

    Existen una gran cantidad de alimentos ricos en magnesio, muchos de ellos tienen un alto contenido de este mineral y una vez que los conozcas los tomarás todos los días de manera fácil y sobretodo sabiendo los beneficios que tienen para tu salud.

    ¿Qué es el magnesio? 

    El magnesio es uno de los minerales mas presentes en el organismo humano, casi igual que el calcio o el fósforo, pero mucho menos conocido. De hecho, es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo humano.


    El magnesio se encuentra sobretodo en huesos y tejidos por lo que es imprescindible para el mantenimiento de todos ellos. Éste ayuda además a mantener el calcio en las células para que éstas puedan trabajar mejor y es un mineral que en determinados procesos de nuestro organismo trabaja con vitaminas y otros minerales.



    ¿Qué funciones lleva a cabo en nuestro cuerpo?

    Los nutricionistas recomiendan una cantidad diaria de magnesio para los hombres de 360 mg. Y para las mujeres de 330 mg. Existen personas que necesitan más cantidad de este mineral como por ejemplo los deportistas por el desgaste físico que sufren, las personas que toman diuréticos pues eliminan por la orina más cantidad de magnesio, las personas diabéticas o las que consumen pocas frutas y verduras y abusan de los alimentos procesados.


    Además de fortalecer los huesos y los dientes, el magnesio presente en los alimentos es un excelente desintoxicante, interviene en la formación de proteínas y aumenta la secreción de bilis.  Los productos ricos en magnesio van rellenando los depósitos de este mineral dentro del metabolismo. El magnesio interviene en la relajación de los músculos por lo que su falta o carencia provoca debilidad y cansancio. Órganos tan importantes como los pulmones y el sistema nervioso están regulados por este mineral.

    Según los expertos un 60% del magnesio que consumismos diariamente se deposita en los huesosel 28% va a fortalecer los músculos, el 10% a los tejidos blandos como el corazón, el cerebro, el hígado o los riñones y una tasa del 2% se distribuye en los líquidos del cuerpo. 

    Síntomas de deficiencia de magnesio

    Cuando en el cuerpo humano hay una escasez o bajada de los niveles de magnesio se sufren determinados síntomas que nos alertan de que debemos consumir comidas con magnesio para fortalecer, además del sistema nervioso y óseo, el corazón. Y es que tener un déficit de magnesio no es tan raro pues se sabe que es uno de las tres carencias más comunes junto con el yodo y la vitamina D. 


    Entre los síntomas mas comunes de la falta de magnesio están el aumento de la ansiedad, desasosiego e intranquilidad y en ocasiones hasta temblor interno. La temperatura corporal también se ve afectada teniendo algunas décimas de fiebre. A nivel físico la falta de magnesio afecta a los músculos sufriendo contracturas o calambres en las piernas. Las bajadas de magnesio pueden hacernos retener más líquidos en el ciclo menstrual o sufrir también dolores de cabeza y de espalda.

    A nivel cardiaco la escasez de magnesio puede producir arritmias, taquicardias y extrasístoles provocadas cuando el organismo ha tenido un gasto mayor de este mineral. El magnesio es un mineral que el cuerpo necesita de manera diaria. Es por tanto un excelente regulador de las funciones cerebrales y sanguíneas de nuestro organismo.


    Su carencia se nota también a nivel cognitivo. Los estudios afirman que la mitad de los ancianos tienen una alta deficiencia en magnesio lo que empeora la función cerebral relacionada con el aprendizaje y la memoria.

    Es bueno acudir al especialista médico para descartar que cualesquiera de estos síntomas procedan de otro problema de salud.

    10 alimentos ricos en magnesio

    Para evitar todos los problemas anteriormente mencionados debemos realizar una dieta rica en magnesio. Este mineral se encuentra en muchos de los alimentos que tenemos habitualmente en nuestro hogar pero en la mayoría de las ocasiones lo desconocemos.

    En la lista que te presentamos a continuación puedes conocer los alimentos que tienen magnesio para niños y adultos.




    Frutos secos

    Muchos de los frutos secos que conocemos son alimentos ricos en minerales. Las pipas de girasol tienen un alto contenido en magnesio al igual que las almendras y los cacahuetes. Con un par de puñados de almendras ingeridas a diario podemos cubrir completamente nuestras necesidades de magnesio.Sino las queremos tomar solas podemos incluirlas en la preparación de platos como sopas, cremas o carnes.


    Existen también muchos dulces que también llevan almendras como galletas, pastas o bombones. Los cacahuetes,  los higos secos, las nueces y los pistachos también son alimentos con magnesio y que además de ser ricos nos ayudan a cuidar el organismo.

    Legumbres

    Las legumbres son conocidas por su alto contenido en minerales especialmente en hierro, pero también en magnesio. Las mas populares como la alubia, el garbanzo o la lenteja tienen una concentración de magnesio importante.


    Por tanto un plato de garbanzos estofados o lentejas sirven perfectamente para aportar la dosis perfecta de magnesio en nuestra dieta. Además no olvides de que las legumbres se pueden tomar también en forma de ensaladas.




    Pescado

    La mayoría de los pescados son alimentos que dan a nuestro organismo una importante dosis de proteínas y vitaminas pero también hay determinados tipos que aportan minerales como el magnesio. La caballa, el rodaballo, el atún y el halibut son los los productos del mar que contienen mas magnesio.


    De igual forma las conservas de pescado tales como las anchoas, las sardinas en aceite o con tomate y el bonito, la caballa o el atún en aceite incluyen propiedades de este mineral.



    Plátanos, aguacates y otras frutas

    Las frutas con magnesio ayudan a prevenir determinadas enfermedades como la diabetes o las relacionadas con el corazón. Entre las mas ricas en magnesio esta la piña que contiene un 27% de este mineral y los aguacates que contienen un 15%.


    Las bananas y plátanos también están entre los alimentos ricos en magnesio y calcio además de potasio, dando un excelente aporte vitamínico.



    Chocolate negro o amargo

    Si hay un dulce conocido es el chocolate, dentro de su amplia variedad aquellos chocolates que tienen al menos un 70% de pureza son muy beneficiosos por su alto contenido de magnesio.


    Un cuadrito de 30 gr de chocolate negro o amargo contiene un 24% de magnesio. El chocolate al ser muy calórico se recomienda ingerir en pequeñas cantidades.



    Mantequilla de Maní

    La mantequilla de Maní o cacahuete no es muy conocida en España, pero si en países como Estados Unidos o Sudamérica. Su origen es antiquísimo, ya la usaban los aztecas o los mayas. La mantequilla de cacahuete contiene mucho magnesio.


    Con tomar dos cucharadas de mantequilla o poner en alguno de nuestros platos cubriremos las necesidades diarias de este mineral para nuestro organismo. Como aún no se puede adquirir en todos los mercados, la puedes adquirir en Amazon pinchando aquí.



    Espinacas y otras verduras de hojas verdes

    Las verduras de hojas verdes como las espinacas, las acelgas o la col son los tipos que contienen un valor mas alto del mineral magnesio. Estos tipos de verduras en dosis de unos 30gr aportan una ración suficiente para el cuerpo.


    Todas las verduras son excelentes reguladores de muchas de las funciones de nuestro organismo por lo que su consumo siempre se recomienda en todas las dietas sanas y equlibradas.



    Cereales

    Tan ricos en magnesio son los frutos secos como los cereales. El arroz integral, la quinoa, el mijo, el trigo, la cebada y la avena son los tipos de cereales mas ricos en magnesio.


    También son excelentes fuentes de fibras y proteínas. Muy recomendados.

    Lácteos bajos en grasas

    Dentro de los lácteos los que tienen menor cantidad de grasas son los productos con mas magnesio entre sus componentes. El yogur natural light, el queso de cabra duro o la mozzarella descremada son los alimentos que mas se incluyen en las dietas con alto contenido de este mineral.  Los lácteos bajos en grasa son también una beneficiosa fuente de calcio para el fortalecimiento del sistema óseo.



    Eneldo

    Dentro de las especias también hay las que contienen mayor cantidad de magnesio. Una de ellas es el eneldo que además de dar a tus platos un sabor agradable aportará a tu organismo este mineral tan necesario. El eneldo se puede usar para condimentar platos de carne como el pollo y también de pescado. Espolvorea un poquito de eneldo sobre los platos ya cocinados y además de darle un punto más apetitoso ayudaras a tu organismo a subir los niveles de magnesio.