21 enero 2020
20 enero 2020
20 dolores corporales directamente ligados a un estado emocional específico

El dolor es un sentimiento normal del cuerpo, y tiene 3 tipos de manifestación: energía, percepción y manifestación física.
Cada tipo de dolor puede estar relacionado con un estado emocional específico en nuestro interior. Esto significa que aunque seamos personas mayores, todavía tenemos muchas lecciones que aprender de la vida, para evitar el dolor. Una vez que la lección ya se ha incorporado, entendido y aprendido firmemente en nuestras vidas, ya puede ser enseñada a otras personas para que el dolor simplemente desaparezca.
Evidentemente, los dolores se sienten en alguna parte del cuerpo. Las experiencias de la vida se manifiestan directamente a través del cuerpo y cuando pasamos por un estrés emocional, el organismo muestra exactamente cuál es el problema. Lo único que tenemos que hacer es decodificarlo.
Dolor en los músculos: representa la desafiante capacidad de movernos en la vida. Nos indica qué tan flexibles somos con nuestras experiencias en el trabajo, en el hogar y con nosotros mismos. Trata de ser como el agua que se adapta a la vasija…
Dolor de cabeza: limitar la toma de decisiones. Las migrañas suceden cuando sabemos la decisión que debemos tomar, pero no lo hacemos. Asegúrate de tomarte un tiempo diariamente para relajarte. Haz algo que te ayude a aliviar esa tensión.
Dolor en el cuello: es un indicador de que puedes tener dificultades para perdonar a los demás, e incluso a ti mismo. Si te duele el cuello, reflexiona en las cosas que te gustan de ti y de los demás. Medita en la compasión…
Dolor de encías: está relacionado a decisiones que no tomas o que no toleras. Debes tener tus metas claras para ir hacia ellas.
Dolor en el hombro: puede indicar que estas llevando una gran carga emocional. Céntrate en la resolución proactiva de un problema y en distribuir esa carga a las demás personas que existen en tu vida.
El dolor de estómago sucede cuando, en sentido figurado, no has digerido una situación negativa. La sensación de vacío al no ser respetado causa una sensación en el estómago, y una pena profunda.
El dolor en la parte superior de la espalda indica que te hace falta apoyo emocional. Puede que sientas que nadie te quiere. Si estás soltero, podría ser hora de que conozcas a alguien.
El dolor en la parte baja de la espalda puede significar que el dinero te tiene preocupado o que te falta apoyo emocional. Puede ser el momento de pedir un aumento de sueldo o hacerte asesorar por planificador financiero para que te ayude utilizar mejor el dinero.
Dolor al hueso sacro y el hueso de la cola (cóccix): puedes estar “sentado” sobre un asunto el cual debe ser dirigido. Llega al fondo del asunto y verás la resolución.
El dolor en el codo tiene mucho que ver con la resistencia a los cambio en la vida. Quizás sea el momento de atreverse a mover las cosas, o por lo menos liberarte.
Dolor en los brazos: estás llevando algo o a alguien como una carga emocional. Puede ser el tiempo de preguntarse ¿por qué sigo llevando esta carga?
Dolor en las manos: simboliza que nuestro vínculo con los demás no se conecta. Si te duelen las manos, puede significar que no extiendes la mano lo suficiente a los demás. Trata de hacer nuevos amigos, restablece la conexión.
Dolor en las caderas: si has tenido miedo de moverte, eso se puede manifestar con un dolor en las caderas. El dolor en las caderas puede ser un signo de que eres muy resistente a los cambios y al movimiento. También puede señalar cautela en la toma de decisiones. Si estás pensando en ideas grandes, es hora de tomar la decisión. El dolor a las caderas, en general se relaciona al apoyo. Cuando se deslizan, generalmente se relaciona con un desequilibrio sobre como te estás relacionando con la vida. Sintiendo la falta de amor y apoyo.
Dolor en las articulaciones: como los músculos, las articulaciones son flexibles. Ábrete a nuevas formas de pensar, a nuevas enseñanzas y experiencias en la vida.
Dolor en las rodillas: las rodillas simbolizan nuestra relación con otra persona. Los problemas a las rodillas indican un problema para “doblarse”, para aceptar las cosas como son.
El interior de las rodillas se refiere a la comunidad, el trabajo, los amigos; el exterior se relaciona a los problemas personales. Recuerda: eres un humano, un simple mortal. No permitas que tu ego domine tu vida. El voluntariado puede ser muy beneficioso.
El dolor dental expresa el hecho de que no te gusta tu situación. Este disgusto reiterado afecta a tus emociones cada día de tu vida. Recuerda que una situación pasa más rápido si te concentras en los aspectos positivos.
El dolor en los tobillos muestra que no nos concedemos el derecho al placer, o a darte gustos. Quizás sea tiempo de ser más tolerante contigo mismo y de perdonarte. Trata de darle sabor a tu vida amorosa.
El dolor que causa fatiga: aburrimiento, resistencia y negarse a lo que se necesita para moverse hacia adelante.
 “¿Qué sigue ahora?” Ábrete a esa pequeña voz que habla despacio y te empuja suavemente a vivir nuevas experiencias.
Dolor a los pies: cuando estás deprimido, es posible que sientas un dolor en los pies. Mucha negatividad puede tener lugar bajo tus pies. Disfruta los pequeños placeres de la vida. Adopta una mascota o encuentra un nuevo pasatiempo, una pasión nueva. Busca la alegría.
Un dolor inexplicable en varias partes del cuerpo: La estructura celular del cuerpo se renueva constantemente, y durante este proceso se purga de energías negativas. El sistema inmunológico y todos los sistemas se debilitan. Así que mientras el cuerpo parece estar enfermo, esto es mas o menos un estado de compensación. Debes saber que pasará.
Cómo aumentar el oxígeno a nivel celular
De las células que componen nuestro cuerpo, casi la mitad están en fase de formación, otra cuarta parte están en plenitud funcional y la última cuarta parte se están muriendo o en fase de sustitución. Si se desarrollan o se reproducen mal, se creará la base para una salud deficitaria.
Pero el cuerpo tiene un gran poder regenerador: cada día se renuevan unos 300.000 millones de células que contribuirán a nuestra salud si les aportamos las condiciones necesarias.
Uno de los frentes más importantes para este reset celular es una buena nutrición, rica en compuestos antioxidantes, pero hay otros.
EL OXÍGENO: UN NUTRIENTE PARA TUS CÉLULAS
Cuando pensamos en nutrientes, nos vienen a la cabeza las vitaminas, los minerales, las proteínas, los hidratos de carbono o las grasas, pero el nutriente más importante y esencial es el oxígeno. De hecho, ante cada alimento podemos preguntarnos, ¿nos oxigenará o nos oxidará?
Cuando hay un nivel adecuado de oxígeno en el organismo, este funciona mejor, y nuestro sistema inmunitario combate eficazmente invasiones bacterianas, víricas, parasitarias, fúngicas… En general, las células sanas se desarrollan favorablemente en entornos bien oxigenados.
Cuando hay una insuficiencia de oxígeno, las células recurren a su protoplasma para conseguirlo, o fermentan sus propios azúcares, y esto altera su metabolismo. Las células, en condiciones de falta de oxígeno, se debilitan, mutan o mueren creando sustancias tóxicas que invaden la sangre.
POR QUÉ PUEDE FALTARLE OXÍGENO A LAS CÉLULAS
No todas las causas de una mala respiración celular son dietéticas.
El empeoramiento de la calidad del aire afecta también a las reacciones bioquímicas y aumentan las probabilidades de que se produzcan transformaciones de tipo cancerígeno.
También existen otras causas que afectan negativamente al metabolismo celular, como el abuso de fármacos, el alcohol y el tabaco, un corazón débil con dificultades para bombear la sangre, el estrés que altera la respiración o una dieta con exceso de grasas trans, azúcares, lácteos, carnes, refinados, precocinados, alimentos genéticamente modificados, pesticidas, metales pesados, PFOA (ácido perfluorooctanoico, liberado por el teflón), envases de plástico y cosméticos con bisfenoles, ftalatos y otros compuestos…
MÁS OXÍGENO IMPLICA MÁS OXIDACIÓN
Debemos elevar los niveles de oxígeno que llegan a las células para mantener una buena salud, pero mientras lo hacemos ocurre un daño colateral: la oxidación.
¿Por qué nos oxidamos? Para utilizar el oxígeno, en los pulmones se "rompe" y pierde un electrón. Este se convierte en un "radical libre", una molécula que necesita recuperar un electrón para estabilizarse, y se lo quita a otras moléculas vecinas. De esa manera se van creando más radicales libres en un proceso que no tiene fin si nada lo detiene.
La hemoglobina capta una parte de esos radicales; otros atacan a bacterias, virus, parásitos y hongos –los radicales libres también tienen su lado positivo–, pero el resto intentará robar un electrón y puede atacar al material genético y provocar mutaciones. Cada día se generan de esta manera unas 10.000 células potencialmente cancerígenas.
También pueden atacar a las mitocondrias, los orgánulos que producen la energía necesaria para el funcionamiento de las células y del organismo entero. Cuando las mitocondrias se oxidan, las células dejan de realizar sus funciones y mueren. Dependiendo de la zona del cuerpo donde se hallen esas células se desarrollará una patología u otra.
CÓMO COMBATIR LA OXIDACIÓN DESDE DENTRO
Hasta aquí las malas noticias, pero la buena noticia es que existen los antioxidantes, unas moléculas capaces de desactivar a los radicales libres. Algunos de ellos son sintetizados por el propio cuerpo, lo que se conocen como antioxidantes endógenos.
El SOD (superóxido dismutasa), por ejemplo, es una enzima proteica se encuentra en los glóbulos rojos y descompone el superóxido (O2, el radical libre más potente) en oxígeno y en peróxido de hidrógeno (H2O2).
Para proporcionar una ayuda a nuestro cuerpo en su producción de SOD deberíamos tomar frutos secos y semillas por su riqueza en cobre, magnesio, zinc y selenio.
El GSH (glutatión) actúa como un desintoxicante hepático, capaz de neutralizar tóxicos metabólicos o ambientales y radicales libres procedentes de infecciones. Su "magia" se halla en el azufre, que actúa como pegamento que se adhiere a los radicales libres.
Para producirlo debemos consumir alimentos ricos en azufre: ajo, cebollas, coles…
Finalmente, la catalasa es otra enzima que convierte el peróxido de hidrógeno (antioxidante) en agua y oxígeno o lo utiliza para oxidar toxinas.
Se encuentra en frutas y hortalizas como patatas, zanahorias, reishi, ajos, coles, albaricoques, aguacates, cerezas o calabacín, entre otras.
Además. puedes aportar al organismo antioxidantes externamente. Son antioxidantes vitaminas como la A, la C y la E, así como fitonutrientes como los carotenoides, los polifenoles o los fitoesteroles. Los ácidos grasos omega-3 no suelen clasificarse como antioxidantes, pero contribuyen a reducir los niveles de radicales libres.ç
3 ESTRATEGIAS QUE TE OXIGENAN
Algunos hábitos te ayudarán también a mejorar la respiración celular a la vez que reduces los niveles de oxidación en tu organismo.

HAZ EJERCICIO DE BAJA INTENSIDAD
Este disminuye la generación de radicales libres por parte del organismo y a la vez potencia la producción de antioxidantes endógenos como el glutatión.
Los expertos recomiendan empezar por una actividad moderada, como caminar a paso ligero durante 30 minutos, para que la hormona cortisol no aumente demasiado.
TOMA CÓCTELES ANTIOXIDANTES
Prepárate zumos verdes y platos con ingredientes vegetales crudos donde cuides la presencia de sustancias antioxidantes. Por ejemplo, combinaciones de alimentos ricos en vitamina C, E, betacaroteno y fitoesteroles.
Las dosis deben asegurar los mínimos de sustancias antioxidantes y ajustarse a las necesidades individuales (se precisa más si se hace ejercicio intenso, por ejemplo).

ELIMINA RADICALES LIBRES AMBIENTALES
Los mayores aportes del entorno proceden de las radiaciones solares, la contaminación atmosférica y los campos electromagnéticos. Los campos generados por las líneas de alta tensión o la telefonía móvil alargan la vida de los radicales libres.
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