16 junio 2025

«Ukeireru», el arte japonés para ser feliz


«Ukeireru», el arte japonés para ser feliz

¿Qué es para ti ser feliz? ¿Tener un trabajo perfecto, una pareja ideal y una existencia sin un ápice de sufrimiento? Aspirar a tales metas no solo puede ser infructuoso, sino que eleva la propia frustración. En su lugar, te sugerimos practicar desde hoy mismo el ukeireru o el sencillo arte japonés de la aceptación. Te aseguramos que esta enigmática palabra puede cambiar tu vida.

El término procede de la cultura asiática y se popularizó hace poco. Es un tipo de filosofía y una forma de existencia que promueve el bienestar. Se trata de una invitación a la calma, se alza, además, como una propuesta para que te aceptes a ti y a lo que te rodea sin resistencias. Si te cautiva la propuesta, te invitamos a profundizar en ella.

«No siempre pienso en el futuro o en el pasado. Ukeireru crea una especie de estado esencial de inmediatez, de estar presente».

~ Scott Haas (¿Por qué ser feliz?: El camino japonés de la aceptación, 2020) ~

Ukeireru, qué es y por qué te puede ayudar

Al mundo occidental siempre le han apasionado los conceptos filosóficos orientales. Y si vienen del país del sol naciente, más aún. Ukeireru significa saber practicar una aceptación holística e integral hacia todo lo que te envuelve. Eso incluye a los demás, a tu comunidad, la realidad del mundo y, cómo no, a ti mismo. Pero cuidado, aceptación no es igual a rendición o servilismo.

Este concepto se popularizó hace tres años gracias al psicólogo clínico Scott Haas. Su libro ¿Por qué ser feliz?: El camino japonés de la aceptación (2020) fue todo un éxito. Viajero incansable y como profesional que también ejerce en Japón, quiso transmitir al mundo un enfoque enriquecedor capaz de mediar en la salud mental. A continuación, te detallamos más información.



1. Aceptar, el ejercicio que promueve la calma mental

Una vez que aceptas lo que te rodea tal y como es, tu mente aprende a mirar el mundo con mayor calma. Sabemos que es fácil decirlo y muy complicado llevarlo a cabo. Pero ukeireru es una filosofía de vida que vale la pena integrar en tu universo psicológico, para reducir el estrés y el peso de la ansiedad. De hecho, esta idea ya la enfatizaba el psicólogo Albert Ellis.

Algo que comentaba el célebre especialista cognitivo es que la aceptación psicológica es el mejor ejercicio para el bienestar y la recuperación. Al respecto, un estudio divulgado en Behavior Analysis in Practice señala que este concepto tiene un fuerte apoyo empírico dentro de la literatura psicológica; es más, son muchas las terapias que lo integran.

2. Respetar a los demás desde el sosiego

Las relaciones interpersonales nunca son fáciles. Es posible que muchas veces te angusties porque tu pareja no actúa o reacciona como a ti te gustaría. También, porque tus hijos, amigos o compañeros de trabajo manifiestan, en ocasiones, un carácter complicado. Este arte japonés propone aceptar a los demás tal y como son, sin desear cambiar nada en ellos.

Es más, esta filosofía es una herramienta de transformación social que invita a relacionarte desde el silencio y no tanto desde el ruido. Lo que sugiere, en realidad, es aprender a escuchar, a entender a quienes tienes en frente a través del sosiego. Algo así implica dejar que la calma habite en tu mente para abrirte al otro por completo. Esto favorece el respeto y la sintonía.

Si te fijas, en cualquier escenario domina el ruido y esas interacciones en las que es más común detectar antes lo que nos distancia y no tanto en lo que nos une. Apenas se deja espacio a esa serenidad desde la cual atender más que hablar, conectar más que criticar.

3. Situar la mente en el «aquí y ahora» para vivir mejor

Párate por un momento y toma conciencia de tus pensamientos en este mismo instante. ¿Estás pensando en algo del pasado, en alguna experiencia del ayer? ¿O quizá estás situando tu foco en el futuro? ¿Sientes ansiedad por realidades que aún no suceden? La mente tiene una tendencia innata por ubicarse en el ayer y en lo que está por venir.

Cuando esa dinámica se intensifica aparece el sufrimiento. Este término filosófico insta a la persona a que sitúe su mirada en el aquí y ahora. A fin y al cabo, el ayer ya no existe y el mañana aún ocurre. Lo que de verdad importa habita en el presente. Como bien se deduce, esta idea aparece en la práctica de la atención plena.

La revista Mindfulness describe los beneficios que existen en la capacidad de saborear el momento y el impacto positivo que tiene para tu bienestar psicológico. Las emociones se regulan y el estrés se reduce, al igual que la sintomatología depresiva. Un cerebro más presente da forma a una mente más relajada y feliz.

En cuanto eres más consciente de ti y te aceptas, logras una autoconciencia más tranquila y centrada. Este enfoque es el que te permitirá cambiar las cosas que sí están bajo tu control para conseguir la felicidad.

4. No puedes controlarlo todo… y eso está bien

Hay una fuente innegable de malestar que conoces. Es frustrante ver cómo, por mucho que te esfuerces y hagas bien las cosas, a veces todo sale mal. El destino te trae adversidades inesperadas, esas que llaman a tu puerta sin saber por qué. Entender que no puedes controlar cada cosa que te pasa es un ejercicio de bienestar.

No todo está bajo tu dominio. La vida tiene siempre un componente caótico imposible de predecir. Por ello, practicar la aceptación incondicional que promueve el arte del ukeireru te permitirá retirar resistencias y sufrimientos. Solo cuando asumes la realidad tal y como llega, tu mente es capaz de prepararse para manejarla mejor. Sin negarla y con valentía.

Tal y como detallan en el Journal of Personality and Social Psychology, la aceptación implica dejar espacio a tus emociones difíciles. Aceptarlas sin reprimirlas, para comprenderlas, es una pieza más de esta filosofía de la que se desprenden adecuados beneficios para tu salud psicológica.

5. La felicidad no es una búsqueda, es un estado mental

La industria de los libros de autoayuda que te enseñan cómo ser feliz llevan décadas llenando las estanterías de millones de hogares. Pero no todos los postulados, teorías e ideas que transmiten son útiles. La felicidad no es una dimensión estable, es un estado mental fugaz que, como una mariposa, se posa en ti y al instante desaparece.

Para el mundo nipón ser feliz significa estar en calma, aceptar lo que uno es y a quien tiene consigo. Algo así te puede parecer muy elemental, pero en esa idea se inscribe una gran verdad. A veces, la auténtica realización personal llega cuando se tiene una vida tranquila, asumiendo los días felices y las épocas adversas.



¿Cómo practicar esta forma de filosofía?

Este enfoque de la filosofía tradicional japonesa se integra poco a poco en la cultura occidental. En realidad, tal corriente no es nueva, porque hay muchas prácticas orientales que sustentan en sus bases estas mismas ideas. Pero sus beneficios son innegables y vale la pena hacerlos tuyos, usarlos a tu favor. Enseguida te explicamos cómo:

  • Aprecia el valor del silencio en tu día a día.
  • Agradece lo que tienes y las personas que te rodean.
  • Reduce la autocrítica y valora tu esencia y forma de ser.
  • Aprende a mirar el mundo desde la serenidad y el sosiego.
  • Acepta a los demás tal y como son, no intentes cambiarlos.
  • Toma mayor conciencia de tus emociones y pensamientos.
  • Recuerda que la auténtica felicidad reside en una mente en calma.
  • Asume que no todo lo que te sucede en la vida está bajo tu control.
  • Focaliza tu mente en el aquí y ahora, en lo que ocurre en este instante.

Ukeireru, un ejercicio transformador a tu alcance

Incertidumbres, prisas, estrés, cambios, multitareas, preocupaciones… Tu realidad tiene a menudo estos sabores incómodos tan difíciles de digerir. El mundo no es un escenario sencillo, pero es ese plano en el que debes aprender a sobrevivir del mejor modo posible. Y, aunque te cueste creerlo, hasta se puede ser feliz.

Ukeireru es un marco filosófico y psicológico al que vale la pena asomarse para ganar en bienestar. Requiere reformular tu enfoque mental y hasta tu estilo de vida. Pero esos cambios son sutiles y tienen un efecto poderoso. La aceptación es ese sendero de baldosas amarillas que puede conducir a una vida más plácida y satisfactoria.

Valeria Sabater

¿Cómo Mejorar la Autoestima? 15 Consejos Infalibles



como mejorar la autoestima

La autoestima es la valoración que tiene una persona sobre sí misma. En este otro artículo sobre la autoestima te explico con mayor detalle qué es la autoestima, cuáles son los tipos de autoestima y por qué es importante cultivar una buena autoestima.

En este post recopilaremos las mejores técnicas y consejos que puedes implementar desde hoy mismo para mejorar tu autoestima a través de tu rutina diaria, pues como lo verás en la siguiente entrevista que tuve con la Coach Experta en Autoestima y Empoderamiento, Mariela Sánchez, mejorar la autoestima es un trabajo de todos los días y no algo que se da por arte de magia de un día a otro:

Lo más importante que quiero destacar antes de compartirte diversas prácticas que te servirán para subir tu autoestima es ser conscientes de que somos nosotros mismos los responsables de nuestra autoestima. Y esto a su vez representa una gran ventaja porque también somos nosotros los que tenemos la llave para cambiarla a través de una atención selectiva y consciente a las cosas que amamos sobre nosotros mismos.

“Para establecer una verdadera autoestima debemos concentrarnos en nuestros éxitos y olvidarnos de los fracasos y los hechos negativos en nuestras vidas” –Denis Waitley

15 Consejos para Mejorar Tu Autoestima Día con Día

En seguida te comparto un listado con las prácticas más efectivas que puedes llevar a cabo de forma diaria para construir una sana autoestima:

  1. »No dejes que los mensajes de los demás determinen tu autoestima y la imagen que tienes de ti mismo. Cuánto más insensible seas a los comentarios y críticas de otros, mejor.
  2. Aléjate de las personas tóxicas que no creen en tu potencial ni te alientan a cumplir tus objetivos.
  3. Haz una lista de las cosas que te gustan de ti y siempre tenla presente. A veces se nos olvida ver el cuadro completo y sólo nos enfocamos en lo malo.
  4. Toma decisiones conscientes de aquello que es lo mejor para ti y pon límites cuando sea necesario.
  5. Trabaja en lo que no te gusta de ti y que sí puedas cambiar. De nada sirve frustrarte con cosas que no puedas cambiar. Nadie es perfecto y en esos casos es mejor dejar ir y enfocarte en tus fortalezas y en lo que amas de ti.
  6. Apela a lo que eres en esencia: a tu verdadero yo. Un original siempre vale más que la copia.
  7. Se consciente de tu diálogo interno y de cómo te hablas a ti mismo. ¿Qué te dice tu “vocecita”? ¿Te estás condenando y juzgando todo el tiempo, o te hablas bonito y te alientas a conseguir lo que quieres? Sustituye los mensajes negativos o desmoralizares por mensajes con connotaciones positivas. Hay cosas que no le toleraríamos a otros que nos dijeran pero, irónicamente, nos las repetimos una y otra vez a nosotros mismos. Los pensamientos y mensajes que te dices a ti mismo/a se traducen en actitudes y en luego, en conductas (es decir, un pensamiento termina siendo tu realidad). Por eso es tan importante presentar atención y hacerlos conscientes.
  8. Termina lo que empiezas. Si intentas algo y lo terminas, no sólo recibes mensajes positivos de otros, sino también tuyos porque experimentas esa sensación de cumplimiento y satisfacción. Los éxitos, por más pequeños que sean, refuerzan nuestra autoestima.
  9. Ten una autoestima a prueba de fracasos. Recuerda que todos cometemos errores y todos fracasamos, pero hay quienes aprenden y crecen; mientras que otros se hunden en los mismos.
  10. No te compares con otros. La única comparación válida es: Lo que eres HOY vs. Lo que fuiste ayer. Que sean tus propios resultados los que te guíen y no los de los demás. Toma lo que admires de otros como modelos a seguir que te inspiran para entender lo que es posible para ti, pero jamás te ahogues en su éxito. Usa la comparación sólo como fuente de inspiración, no de frustración.
  11. Haz una lista con los mayores logros de tu vida y tenlos presentes como una fuente de motivación que te recuerde lo que es posible y de lo que eres capaz.
  12. Celebra tus logros para que se graben en su mente y mejoren tu autopercepción.
  13. Practica la autocompasión y acepta el hecho de que no eres perfecto/a. No existe la perfección. Háblate de la misma forma que lo harías con un amigo que la estuviera pasando mal. De esta forma, empezarás a ver tus problemas como algo que estás experimentando y no como algo que te define.
  14. Cuídate, consiéntete y date gustitos de vez en cuando. Haz ejercicio, mantén una alimentación saludable y descansa cuando lo necesites.
  15. Ten en mente que eres una persona única. No quieras esconder esas características que te hacen diferente del resto y fundirte con la masa porque aquello que te hace único es precisamente lo que te hace ESPECIAL. Así que siéntete orgulloso/a de quién eres y de cómo eres. Deja que otros vean esas singularidades que te hacen ser TÚ.


Cuento

 





Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo:

– «He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo».
Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados… pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los deseos del poderoso rey.
El rey tenía muy próximo a él, un sirviente muy querido. Este hombre, que había sido también sirviente de su padre, y había cuidado de él cuando su madre había muerto, era tratado como la familia y gozaba del respeto de todos. El rey, por esos motivos, también lo consultó. Y éste le dijo:
– “No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje”
– «¿Como lo sabes preguntó el rey”?
– “Durante mi larga vida en Palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una oportunidad me encontré con un maestro. Era un invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio. Cuando nos dejó, yo lo acompañe hasta la puerta para despedirlo y como gesto de agradecimiento me dio este mensaje”.
En ese momento el anciano escribió en un diminuto papel el mencionado mensaje. Lo dobló y se lo entregó al rey.
– “Pero no lo leas», dijo. «Mantenlo guardado en el anillo. Ábrelo sólo cuando no encuentres salida en una situación”.
Ese momento no tardó en llegar, el país fue invadido y su reino se vio amenazado.
Estaba huyendo a caballo para salvar su vida, mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba solo, y los perseguidores eran numerosos. En un momento, llegó a un lugar donde el camino se acababa, y frente a él había un precipicio y un profundo valle.
Caer por él, sería fatal. No podía volver atrás, porque el enemigo le cerraba el camino. Podía escuchar el trote de los caballos, las voces, la proximidad del enemigo.
Fue entonces cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso para el momento…
Simplemente decía “ESTO TAMBIÉN PASARÁ”.
En ese momento fue consciente que se cernía sobre él, un gran silencio.
Los enemigos que lo perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino. Pero lo cierto es que lo rodeó un inmenso silencio. Ya no se sentía el trotar de los caballos.
El rey se sintió profundamente agradecido al sirviente y al maestro desconocido. Esas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a guardarlo en el anillo, reunió nuevamente su ejército y reconquistó su reinado.
El día de la victoria, en la ciudad hubo una gran celebración con música y baile…y el rey se sentía muy orgulloso de sí mismo.
En ese momento, nuevamente el anciano estaba a su lado y le dijo:
– “Apreciado rey, ha llegado el momento de que leas nuevamente el mensaje del anillo”
– “¿Qué quieres decir?”, preguntó el rey. “Ahora estoy viviendo una situación de euforia y alegría, las personas celebran mi retorno, hemos vencido al enemigo”.
– “Escucha”, dijo el anciano. “Este mensaje no es solamente para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando te sientes derrotado, también lo es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres el último, sino también para cuando eres el primero”.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje… “ESTO TAMBIÉN PASARÁ”
Y, nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba. Pero el orgullo, el ego había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Lo malo era tan transitorio como lo bueno.
Entonces el anciano le dijo:
– “Recuerda que todo pasa. Ningún acontecimiento ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche; hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.”