A medida que elevas tu frecuencia, a medida que irradias más, atraes naturalmente la atención... pero también la proyección. La envidia, los celos y el odio son intentos inconscientes de la oscuridad por devolverte a un nivel que pueda controlar. Esta es la respuesta vibratoria a tu expansión.
Pero no les des tu energía, pues lo que alimentas se amplifica. Si te pierdes observando las sombras, olvidarás que eres el Sol.
Ciertas entidades, vinculadas a frecuencias más bajas, buscan desviar a los seres luminosos de su esencia. Cuanto más alto vibres, más intentarán alcanzarte, no porque seas débil, sino porque eres poderoso. Y este poder es una amenaza para aquello que no quiere que te liberes.
Notarás que los ataques no siempre provienen del exterior, sino a menudo de tus seres queridos: familia, amigos, compañeros. Es a través de ellos que la sombra intenta infiltrarse, no porque sean malvados, sino porque son vulnerables a ciertas influencias que no perciben.
Aprende a reconocer lo que debilita tu luz, incluso si proviene de un rostro familiar. Cuanto más creces en consciencia, más te conviertes en guardián de tu propio campo vibratorio. Esto puede implicar crear distancia, cortar lazos y distanciarte para preservar tu fuego sagrado.
Los parásitos emocionales se alimentan de tu culpa, tu vergüenza, tu miedo a la decepción. Pero su poder se desmorona en cuanto permaneces centrado, claro y alineado. No te dejes manipular por sus heridas sin sanar.
Recuerda:
Tu alta frecuencia es tu escudo. Tu amor propio es tu espada.
Tu claridad es tu armadura.
No te rebajes para ser comprendido.
No apagues tu luz para no molestar.
Nunca dejes que la visión limitada de los demás nuble tu propia percepción.
Aunque el mundo entero esté en tu contra, mantente fiel a tu esencia.
No necesitas validación para ser digno.
No necesitas ser amado para ser luminoso.
Mereces tener éxito.
Mereces estar libre de parásitos. Mereces amarte y aceptarte por completo.
Sigue ascendiendo. Y recuerda: cuanto más alto vibres, más despiertas la oscuridad... pero lo más importante, más iluminas el mundo.
¡¡Amor y Paz, bendiciones!! 

No hay comentarios.:
Publicar un comentario