10 septiembre 2018

5 hábitos para comer con conciencia


Mujer oliendo fresas

 Óscar Dorado 

Para comer con conciencia es necesario volver la mirada hacia los hábitos alimentarios, además de controlar los pensamientos y emociones asociados a la ingestión. El hecho de estructurar una dieta con inteligencia te permitirá disfrutar mucho más de las comidas y romper cualquier tipo de relación que puedan tener con la ansiedad y el estrés.
Para conseguirlo, presta atención a las señales de hambre que te manda el cuerpo. Come con conciencia, dejando a un lado los pensamientos negativos que puedan invitarte a ir a la despensa cuando no corresponde.
Pensemos que las emociones influyen que qué y cómo comemos. Por ello, te recomendamos ser consciente de este momento, ya que una alimentación consciente se basa en comer con atención e intención, con el fin de notar y disfrutar la comida, además de ser consecuente de los efectos que tienen los alimentos en el cuerpo.
De hecho, un estudio realizado por The American Journal of Clinical Nutrition sugiere que estar distraído o no prestar atención al acto de comer tiende a hacer que la gente coma más durante las comidas. Esto confirma que la alimentación consciente puede ayudar a perder peso. Así, si te preocupa tu peso, prestar más atención a lo que comes podría ayudarte a controlar la cantidad de calorías que ingieres.

Comer con conciencia: 5 hábitos

Estos son algunos hábitos que te permitirán comer con conciencia. Ten en cuenta que no se trata de llevar a cabo una dieta estricta, solamente consiste en mantener un control de las sensaciones que tienes cuando comes.

1.- Escucha a tu cuerpo

A menudo, escuchamos primero a nuestras mentes, pero al igual que muchas prácticas de atención plena, podemos descubrir cuándo es el momento ideal para comer si mantenemos abiertos los canales de comunicación con nuestro cuerpo.
En ese sentido, te sugerimos que en lugar de solo comer cuando recibas señales emocionales, que pueden ser diferentes para cada uno de nosotros, ya sea estrés, tristeza, frustración, soledad o simplemente aburrimiento, que escuches a tu cuerpo antes de hacerlo. ¿Gruñe tu estómago, tienes poca energía o te sientes un poco aturdido?
Mujer oliendo una naranja
La verdadera alimentación consciente en realidad es la que está conectada con el cuerpo mediante las señales de hambre que lanza el organismo. Debes saber que, la atención plena aplicada a la alimentación es una gran ayuda para reconocer patrones conductuales, a la vez que le prestas atención a las señales corporales asociadas con el hambre y la plenitud.

2.- Planifica las comidas con antelación

La preparación de comidas con antelación también puede ayudar a reducir la alimentación sin sentido. En lugar de preparar una comida en el último minuto, puedes planear una comida para ti, tu familia o amigos que abarque todos los grupos de alimentos.
Planear comidas regulares ayuda a darle al cuerpo un ritmo de alimentación constante.Te recomendamos no comer rápido, trata de comer despacio. Esto permitirá al cuerpo procesar todo lo que está dentro de ti y saborear mucho más los alimentos.
Ciertamente, los platos no deben ser muy elaborados. La clave es incorporar una variedad de nutrientes y texturas. ¡Recuerda disfrutar cada bocado!


3.-Siéntate y disfruta de la comida

Si esto parece una sugerencia simple que ni siquiera debería tener que mencionarse,piensa en la cantidad de veces que comes mientras te desplazas caminando por la cocina o destinas tu atención a otra actividad.
Por ello, te sugerimos que establezcas como regla general no hacer más que comer cuando llegue la hora. Así, intenta comer sin la presencia de distractores.

4.-Trata de identificar cada ingrediente

Tratar de probar e identificar todos los diferentes ingredientes en la comida es otra gran manera de enfocarse en el momento presente y comer con conciencia.
Asimismo, concéntrate en todos los sabores que tienes en la boca y cómo interactúan entre sí, además de los olores y texturas. Esto te beneficiará por partida doble: por un lado, te ayudará a apreciar la comida y, por otro, a comer más despacio. Una ventaja adicional de esta técnica es que también puede ayudarte a ser más creativo en la cocina.
Por ende, te recomendamos tratar de identificar cada ingrediente cuando acudes a los restaurantes. Puede ser un reto muy divertido cuando no eres tú quien ha hecho la comida.
Mujer comiendo un helado

5.-Come despacio

El último hábito que te sugerimos para comer con conciencia es comer despacio. Ten en cuenta que, entre otros beneficios, produce que comas mucho menos durante las comidas. 
Ciertamente, esto sucede porque el cerebro necesita tiempo para registrar que estás comiendo y para comunicarse con tu cuerpo cuando está lleno. De hecho, le toma al cerebro unos 20 minutos saber que ya ha comido suficiente.
Así que te recomendamos comer despacio y escuchar a tu cuerpo cuando ya estés satisfecho. Para hacerlo posible, puedes aprovecharte de las conversaciones en el caso de que estés comiendo con amigos o familiares.
En conclusión, estamos convencidos que si aplicas nuestros hábitos para comer con consciencia, notarás como reduces los niveles de estrés, favoreces los niveles digestión, el control de peso y la cantidad que ingieres en cualquiera de tus comidas.

Endorfinas, hormonas de la felicidad


Mujer comiendo con gas y generando endorfinas

 Sofia Alcausa Hidalgo 

Las endorfinas, también llamadas “las moléculas de la felicidad”, fueron descubiertas en 1975 por John Hughes y sus colaboradores. Son sustancias naturales que produce nuestro cuerpo y con propiedades farmacológicas muy similares a  la morfina. Están distribuidas de forma desigual por todo nuestro sistema nervioso y tienen un papel fundamentalmente neurotransmisor.
Las endorfinas se liberan a través de la médula espinal y no solo consiguen producir una sensación de bienestar, también son capaces de atenuar el dolor. De hecho, su poder analgésico es mayor que el de muchos medicamentos que se comercializan.
Si no tuviéramos endorfinas no sabríamos que es el placer, no disfrutaríamos del sexo, el chocolate o de una buena conversación. Por ello, las personas con un nivel bajo de endorfinas son personas especialmente sensibles, tristes, que siempre ven la botella medio vacía y no medio llena y a las que cualquier acontecimiento un poco doloroso de la vida les afecta mucho más que al resto.
Hay personas que son más propensas a tener bajas las endorfinas. Son personas que no consumen proteínas, las personas que han tenido algún familiar con esas características (por herencia genética) o que sufren estrés laboral o familiar.
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El nivel de endorfinas se puede aumentar

De una manera completamente natural se puede estimular al organismo para que genere endorfinas. Con pequeños gestos o actividades podemos conseguir que nuestro cerebro segregue más cantidad de estas sustancias bioquímicas tan importantes.
Sin prácticamente hacer esfuerzos liberaremos esas cantidades de endorfinas que nos ayudarán a paliar el dolor físico y también el emocional. Estas son algunas actividades que te ayudarán:
  • Tratamientos complementarios y corporales: está demostrado que los masajes, la acupuntura, baños de vapor, el yoga, el shiatsu o el reiki ayudan a generar endorfinas. También la meditación o hacer ejercicios respiratorios ayudan en la tarea.
  • Actividades placenteras: desde recibir unas caricias a relaciones sexuales satisfactorias. Desde leer o escuchar música a bailar, cantar o viajar. Desde tomar el sol a pasear por la naturaleza o comer algo que guste como puede ser el chocolate. Cualquier actividad que nos agrade hará que segreguemos esta hormona.
  • Divertirse: nada mejor para aumentar los niveles de endorfinas que reírse o hacer un rato el tonto, jugar con los niños, contar o escuchar chistes o, simplemente, sonreír.
  • Actividades estimulantes: el ejemplo más claro es el deporte. Hacer ejercicio es una inyección de endorfinas y no solo eso, sino que al segregarlas también se favorece la recuperación tras ese el fuerzo.
Hay otras muchas cosas que elevan de forma natural los niveles de esta sustancia: recibir un regalo que no se esperaba, consumir proteínas, volverse a enamorar o, incluso, ayudar a los demás para sentirse bien con uno mismo.

Resultado de imagen de enamorarse¿Qué beneficios obtenemos al elevar nuestras endorfinas?

Ya hemos adelantado que las endorfinas son un potente analgésico y que ayudan a mejorar el estado anímico. Pero estas hormonas de la felicidad tienen muchos beneficios, entre ellos podemos destacar:
  • Bajan nuestros niveles de ansiedadgeneran un estado de bienestar general y contrarrestan un excesivo nivel de adrenalina provocado por el estrés.
  • Ayudan a reforzar el sistema inmunitario y reducen la presión sanguínea.
  • Refuerzan las sensaciones de placer y aumentan el deseo sexual.
  • Retrasan el proceso de envejecimiento.
Ya sabes, si quieres mejorar tu estado físico y emocional, debes aprender a liberar mayores niveles de endorfinas en tu cuerpo. Son el secreto para mantener tu felicidad, tu salud y tu juventud, la mejor y más natural botica que puedes tener.

¿Te pica habitualmente en alguna de estas zonas? ¡Descubre el significado!

¿En ocasiones, más de lo habitual, sientes picores en determinadas partes de tu cuerpo y por más que rascas solo consigues empeorar la situación? El prurito es una irritación que puede aparecer de forma general o localizada, y en función de esta cuestión podremos asociarlo a una o varias causas. Echa un ojo a la imagen, ¿te pica habitualmente en alguna de estas zonas? A continuación os muestro una lista de las causas más comunes. ¡Descúbrelas!


1. Picor del Cuero cabelludo

Eczemas

Psoriasis
Dermatitis.
Caspa. 
Exceso de grasa.
Piojos. 
Higiene escasa o excesiva.
Mal aclarado. 
Aire demasiado caliente. 
Productos agresivos.
Dieta poco equilibrada. 
Estrés, nervios, ansiedad.



2. Picor de Ojos

Infecciones (conjuntivitis).

Lesiones. 

Síndrome del ojo seco. 

Episcleritis.

Blefaritis

Crecimiento del tejido de la córnea.

Queratitis. 

Neoformación de la conjuntiva.

Alergias.

Sobreesfuerzos oculares. 

Sustancias tóxicas (cloro...).



3. Picor de oído

Irritaciones provocadas por uso inadecuado de bastoncillos...

Eczemas. 

Descamaciones. 

Retención del cerumen. 

Infecciones por hongos.



4. Picor de boca

Anemia.

Diabetes.

Deficiencia de vitaminas. 

Infecciones por bacterias y hongos. 

Sequedad bucal. 

Síndrome de Sjögren.

Síndrome de la boca ardiente

Estrés, ansiedad, nervios.



5. Picor de la piel

Lesiones primarias de la piel.

Inflamaciones.

Infecciones.

Dermatosis del embarazo.

Medicamentos. 

Enfermedades sistémicas o generales (metabólicas, neurológicas, hematológicas...).

Enfermedades renales.

Problemas de hígado.

Carencia de hierro. 

Lesiones secundarias por rascado crónico.

Alergias. 

Ciclo menstrual. 

Sequedad.

Psoriasis.

Dermatitis. 

Estrés, nervios, ansiedad. 

Poca higiene.



6. Picor de nariz

Alergia.

Fiebre del heno. 

Productos irritantes.

Infecciones.

Sequedad. 

Enfermedades de la piel. 

Rinitis.

Inflamación nasal.



7. Picores en el cuello

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Foliculitis.

Neurodermatitis.

Piojos.

Queratosis seborreica.

Quemaduras. 

Acné.

Eczemas.

Tiña. 

Picaduras. 

Infecciones.



8. Picores en el pecho

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Menstruación.

Embarazo, 

Durante la época de crecimiento. 

Piel seca. 

Alergias. 

Urticaria.

Eccemas. 

Productos agresivos. 

Hongos. 

Mastitis. 

Fibroadenomas. 

Quistes beningnos. 

Cáncer.



9. Picor en los brazos

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Humedad o calor excesivos. 

Frío extremo. 

Sequedad. 

Psoriasis.

Eccemas.

Urticarias. 

Sarna. 

Picaduras.



10. Picor en las piernas 

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Humedad o calor excesivos. 

Frío extremo. 

Sequedad. 

Psoriasis.

Eccemas.

Urticarias

Sarna. 

Picaduras.



11. Picor en las manos

Sequedad. 

Alergias. 

Productos agresivos. 

Exceso o higiene inadecuada. 

Tiroides

Erupciones cutáneas. 

Dermatitis. 

La fiebre del heno. 

Eccemas. 

Asma.



12. Picor en los dedos

Dermatitis.

Eccemas.

Alergias cutáneas. 

Reacciones alérgicas a alimentos o medicamentos. 

La fiebre del heno. 

Rinitis. 

Picaduras. 

Diabetes. 

Sequedad.



13. Picor en los pies

Sequedad. 

Alergias. 

Productos agresivos. 

Exceso o higiene inadecuada. 

Tiroides. 

Erupciones cutáneas. 

Dermatitis. 

La fiebre del heno. 

Eccemas. 

Asma.



14. Espalda

Sequedad. 

Cambios de estación y humedad ambiental. 

Alergias. 

Notalgia parestésica.

Amiloidosis maculosa. 

Picores provocados por las mismas causas que los de la piel. 

Enfermedades hepáticas. 

Celiaquía. 

Deficiencia de hierro. 

Tiroides.



15. Picor Vaginal

Irritantes químicos.

Menopausia.

Estrés.

Candidiasis vaginal.

Vaginitis.




16. Picor Anal

Patologías anorrectales (hemorroides, fisuras...).

Infecciones (hongos, parásitos...).

Fármacos.

Trastornos tiroideos.

Diabetes.



Fuente: Frida

07 septiembre 2018

Hábitos naturales para regenerar los cartílagos de todas las articulaciones del cuerpo.

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 Buenos Hábitos 



La artrosis y los problemas articulares pueden convertir la vida de una persona en una pesadilla diaria al tener que batallar con los dolores y la inmovilidad que van generando a medida que la enfermedad avanza.
Nunca dejamos de escuchar que para preservar el capital óseo debemos consumir productos lácteos o beber leche: nada tan inexacto como eso.
Sin magnesio, la leche se vuelve inútil.
Desgraciadamente, vemos hoy en día personas que han consumido durante toda su vida productos lácteos, especialmente durante la infancia y que al sobrevenir la menopausia o llegados a esta edad, comienzan a sufrir de trastornos articulares que sorprenden. Pero para un biólogo, esto no tiene nada de extraño porque bien sabe que un aporte de calcio sólo tiene sentido cuando tenemos carencia de este mineral, algo raro hoy en día.
Hablamos más de “balance de calcio”, es decir del beneficio que obtenemos entre los aportes y las pérdidas. Y es ahí en donde esto se complica porque la asimilación del calcio se hace únicamente cuando se une con el magnesio. Ahora bien, la leche contiene poco magnesio al contrario de los vegetales, particularmente de las verduras de hoja verde. El transporte de calcio y su fijación se realizan también en interacción con mecanismos endocrinos y vitamínicos.
Para resumirlo, el calcio no podrá asimilarse en presencia de alimentos acidificantes como el azúcar blanco y todas las preparaciones que lo contengan, muchos hidratos de carbono, el alcohol y el tabaco. Estos últimos hace mucho más difícil la digestión de las carnes y la eliminación por medio de la orina.
Otro enemigo, el sobrepeso.
Los estudios científicos demostraron una clara relación entre el sobrepeso y la artrosis, particularmente la artrosis de rodilla. La sobrecarga que se ejerce sobre las articulaciones aumenta considerablemente el dolor que se siente. Todos los síntomas ligados a la artrosis aparecen así: frotación, inflamación, rigidez, etcétera. Es primordial adoptar una alimentación equilibrada compuesta de los cuatro grupos alimenticios: frutas y verduras, cereales leche y sustitutos y carne y sustitutos. Todo esto, además de permitirte mantener un peso saludable, te hará recuperar la energía.
La salud de los huesos tiene que ver con mecanismos mucho más complejos y resulta generalmente de un equilibrio alimentario adquirido desde la niñez. Este capital precioso puede ser preservado durante mucho tiempo con la ayuda de algunos remedios naturales.




Presta atención a estos consejos.
1) ¡Mantente en movimiento!
Uno de los principales factores que olvidamos y que es esencial es el hecho de estar en movimiento. Los huesos están sometidos a peso, torsión y presión en todo sentido y es por eso que durante el crecimiento, deben ser estimulados.
Esto quiere decir que un niño que juega, corre y tiene actividades físicas variadas, tendrá un crecimiento óseo armonioso. Hoy vemos que la tendencia es el sedentarismo (televisión, ordenador, juegos de vídeos) al igual que al exceso de azúcar (bebidas azucaradas, productos de pastelería). Las enfermedades de hoy en día son la diabetes y el sobrepeso, pero las patologías del futuro bien podrían ser las enfermedades óseas.
2) Consumir más frutas y verduras.
Entre las recomendaciones que dan los científicos sobre los medios para preservar el capital óseo, el consumo de frutas es una vía prometedora. Los argumentos como origen de la hipótesis del rol protector que ejercen las frutas se han visto extrapolados en regiones de Europa en donde se constató una relación entre las tasas de fracturas de cadera y el consumo de productos vegetales. Se supone que los polifenoles son parte importante en esta explicación, pero las isoflavonas, las famosas moléculas similares a los estrógenos, también pueden tener parte y estar implicadas. Es por eso que es mejor privilegiar una alimentación rica en frutas y verduras, que también será beneficiosa para otros aspectos de la salud.
3) Artritis y artrosis.
Con el tiempo, aparecen las famosas patologías articulares como la artritis y la artrosis. La terminología médica es rica en descripciones diferentes pero en un principio, debemos ver la necesidad de modificar el terreno ácido e inflamado.
Una opción es la “garra del diablo”, como comúnmente se la llama, es una planta que recibe el nombre de Harpagófito. Se trata de una planta que cultivan los indígenas de Sudáfrica desde tiempos inmemoriales y que estos últimos años ha cobrado mucha celebridad en Europa por ser muy eficaz a la hora de tratar dolencias reumáticas, en especial la artritis y la artrosis.
Tiene propiedades antiinflamatorias y tiene una acción rápida sobre un traumatismo agudo si se aplica en una persona joven y un poco más lenta en una persona mayor, o sobre la inflamación crónica de las articulaciones.
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3) Para drenar y mineralizar.
También será necesario modificar el terreno artrítico y disminuir la acidez, y de ahí la necesidad de emplear plantas con acción diurética. Reina de los prados (ulmaria o alta reina), hojas de cassis u hojas de abedul, actúan sobre la función renal y favorecen la eliminación de los ácidos a través de la orina. Se pueden emplear en infusiones complementarias al igual que otra planta como la cola de caballo que también presenta cualidades asociadas a la eliminación de líquidos y al mismo tiempo a la remineralización, muy útil para una acción de reconstrucción ósea.
La cola de caballo también es rica en silicio y se puede agregar a las infusiones de las plantas que hemos nombrado anteriormente o alternar el uso de cada una. Esto permitirá especialmente evitar la fatiga renal que puede inducir el uso muy frecuente de cola de caballo. Esta hierba se utiliza en razón de dos cucharadas soperas por litro de agua y se debe beber esta cantidad durante todo un día durante 7 a 21 días.
4) Para la columna vertebral.
Otro remedio natural es el bambú de tabashir, cuyos efectos terapéuticos se basan en su apariencia. El bambú, que construye su tallo a modo de apilamiento de partes de madera, se parece a la columna vertebral.
Intenta cortar una rama de bambú y descubrirás su extraordinaria facultad para plegarse y volver a tomar su posición vertical. Los elementos constituyentes de la savia del bambú tienen una manera de reaccionar definida en relación al crecimiento de los discos invertebrados, aun mejor que las vértebras mismas. ¿Esto se deberá a que la savia cuenta con una importante riqueza en silicio de casi un 99%?
Por el momento, el consumo en pequeñas dosis de una a dos cápsulas al día preferentemente al momento de las comidas, tendrá efectos remineralizantes e incluso de reparación de traumatismos de los discos intervertebrales.
5) Para acelerar la reparación ósea.
El hueso se compone en una parte externa gracias una fina membrana llamada periostio, un tejido fibroso en el seno del cual se construye continuamente el hueso.
Es en este lugar preciso en el que encontramos una alta densidad en silicio, un mineral que interviene en la fijación del calcio. En caso de fractura, es este periostio que al desarrollarse, asegura la soldadura y la reparación del traumatismo. Es un fenómeno de cicatrización interna particular que se puede estimular con una planta: la consuelda. Este nombre se le atribuye de su derivación del latín, “consolida”, que significa consolidar o unir. Los antiguos griegos creían que esta planta era útil para unir los huesos rotos y curar heridas.
Y no estuvieron tan errados, porque tiene la propiedad de estimular la actividad del periostio, ayudando a soldar.
Desde ya que frente una fractura, buscaremos ayuda médica, pero esta planta puede hacer una importante contribución al proceso de sanación. Se aplicará la raíz fresca o seca en forma de polvo o molida alrededor de la parte afectada. Las aplicaciones pueden hacerse durante varias semanas, dejando una cataplasma en el lugar durante varias horas al día. A partir de una crema o de un bálsamo comprado en alguna tienda especializada, es posible obtener resultados equivalentes. Es una práctica terapéutica muy interesante para aplicar en personas ancianas víctimas de fracturas para poder ayudar a acelerar el proceso de reparación.
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6) Contra la inflamación y el dolor.
Frente a un traumatismo articular de tipo torcedura, podemos recurrir a la famosa árnica también aplicada en forma de cataplasma utilizando sus flores secas o también compresas embebidas en alcohol de árnica. Debemos cuidar de no utilizarla sobre una herida abierta.
También podemos asociar esta hierba a la pintura de romero, que será muy eficaz contra el dolor muscular relacionado al traumatismo.
También se pueden utilizar aceites esenciales que actuarán sobre el dolor, así como sobre el drenaje de la inflamación: aceite esencial de romero, más recomendable en estos casos que el alcohol ya que es rico en azufre natural o aceite esencial de gaulteria. Tanto uno como otro pueden emplearse para calmar el dolor y disminuir la inflamación.

Prevención de la artrosis.
Ya sea que se trate de prevenir los problemas articulares aun cuando gocemos de buena salud o de disminuir los dolores en casos de artrosis, veamos estos 13 consejos.
1) Moverse.
Como dijimos al principio, una articulación que se mueve es una articulación menos rígida. Ya sea en el trabajo, mientras viaja en tren, frente a la televisión, cambie la posición de tanto en tanto caminando unos pocos minutos, moviendo los brazos, estirándose, recorriendo la casa y utilice la escalera antes que el ascensor.
2) Perder peso.
Los kilos de más ejercen una carga suplementaria sobre las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de dañar los cartílagos, en especial los de las articulaciones de las rodillas. Además, un exceso de grasa corporal aumenta los riesgos de inflamaciones que pueden agravar los dolores articulares. La grasa abdominal en particular es una fuente de citoquinas proinflamatorias.
3) No a los ejercicios de estiramiento antes del actividad física.
Los especialistas desaconsejan estirarse antes de un ejercicio: esto genera una retracción muscular que aumenta el riesgo de desgarros. En las personas que sufren de artrosis, los estiramientos antes del ejercicio hacen que las articulaciones más susceptibles corran el riesgo de dañarse. En lugar de eso, existen movimientos específicos para cada actividad, como por ejemplo, lanzar patadas al vacío con los pies antes de nadar. Esto calienta los músculos y relaja las articulaciones.
4) Ejercicios no traumatizantes.
El ejercicio es eficaz para frenar el desarrollo de la artrosis y aliviar los dolores. Para prevenir problemas articulares, los mejores ejercicios son los que ejercen el menor estrés e impacto sobre la articulación como la natación, la bicicleta y la musculación con poco peso.
5) Reforzar músculos.
Tener músculos fuertes alrededor de las articulaciones garantiza que éstas se preserven mejor. A la inversa, los estudios muestran que las personas que tienen cuádriceps débiles tienen más riesgos de desarrollar un artrosis de rodilla. Un aumento aunque sea mínimo de la fuerza muscular se traduce en un beneficio. La musculación se realiza preferentemente con aparatos, con poco peso y movimientos lentos.
6) Movimientos amplios.
Las articulaciones deben moverse en toda su amplitud para evitar que se contraigan y endurezcan. Si usted sufre de artrosis, su kinesiólogo, le indicará los movimientos adecuados que debe realizar.
7) Reforzar la cintura abdominal y dorsal.
Abdominales más fuertes, mejoran el equilibrio general; lo que disminuye el riesgo de daños articulares de todo tipo. Para adoptar estos ejercicios, también consulte con su kinesiólogo.
8) Adopte una nueva postura.
Manténgase derecho estando sentado o de pie. Una buena postura protege a las articulaciones de los pies a la cabeza. Caminar contribuye a adoptar una buena postura, si se trata de una caminata rápida. La natación también se recomienda para estos casos.
9) Frío y calor para las articulaciones sensibles.
El hielo es un analgésico natural y gratuito. Ayuda a disminuir el dolor y la inflamación y por sobre todas las cosas, se recomienda al final del día cuando las articulaciones fueron sometidas a movimientos y desplazamientos. Si sus articulaciones le generan dolor, aplique hielo con un paño durante 20 minutos (no utilice el hielo en contacto directo con la piel). Prefiera los sobres conservantes que se utilizan para transportar medicamentos o simplemente coloque hielo dentro de la bolsa de plástico.
El calor también puede aliviar el dolor de la artrosis, pero en estos casos, es mejor aplicarlo al momento de levantarnos para “despertar” la articulación y prepararla para los movimientos del día.
10) Consuma pescado.
El pescado graso aporta Omega3, que tiene propiedades antiinflamatorias. Los pescados más recomendados son el arenque, la sardina, el salmón y la caballa. Es preferible consumirlos al vapor, para evitar que la cocción agresiva altere los ácidos grasos. También encontramos estas grasas saludables en los crustáceos y los mariscos. Otra opción es consumir cápsulas de aceite de pescado o ácidos grasos de origen vegetal.
11) Limite el consumo de aceite de girasol y de maíz.
Estos aceites aportan un exceso de grasas omega6, que favorecen la inflamación. Tenemos necesidad de esta familia de ácidos grasos, pero no en exceso. Podemos reemplazar estos aceites por el aceite de colza, más equilibrado (ideal para aliñar ensaladas) y aceite de oliva (preferido para la cocción), o un aceite Omega3 como la mezcla de camelina, colza y oliva.
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12) Más especias en la cocina.
El jengibre y la cúrcuma podrían disminuir los procesos inflamatorios articulares. Inclúyelo en todo lo que puedas en tus preparaciones. ¡Son muy saludables!
13) Suplementos nutricionales contra los dolores articulares.
El sulfato de glucosamina y otras sustancias como la S-Adenosil metionina, pero también plantas como la “garra del diablo”, pueden mejorar los dolores articulares de la artrosis. Todos los estudios no muestran esto, pero existen estas sustancias naturales que pueden ser prometedoras para aliviar los dolores y que valen la pena el intento.
¡Una excelente y completa información! ¡No dejes de compartir, muchos te lo agradecerán!