Su desarrollo y capacidad de retener imágenes se modifica a partir de los 30 años, cuando comienza un declive de las capacidades intelectuales que se acelera con la vejez.
Hábitos de vida saludables y unos sencillos ejercicios mentales son la clave para conservar una “memoria de elefante”.
¿Tienes problemas para recordar el nombre de tu maestro de primaria o incluso qué cenaste anoche?
Entonces sigue estos consejos:
Oler romero al despertar
Científicos han descubierto que los aromas pueden afectar las habilidades cognitivas de las personas. En un estudio del 2003, psicólogos le pidieron a 144 voluntarios que realizaran una serie de exámenes para probar la memoria; el grupo de control realizó la prueba en un cuarto sin olor, otros realizaron la prueba en un lugar con aroma a romero y el resto trabajo en un cuarto perfumado con aceite de lavanda.
Aquellos que trabajaron en el cubículo perfumado con aceite de romero tuvieron un mejor desempeño en las pruebas, por otro lado, el grupo que trabajo en el cuarto con olor a lavanda tuvo el peor desempeño. Los resultados probaron que el aroma a romero mantiene a las personas alertas y concentradas.
1. Nuestra memoria es como una cámara de vídeo: debe estar encendida para que grabe.
Con un mensaje simple como “esto es lo que vas a necesitar para recordar”, puedes poner tu memoria en el modo de grabación y ser más propenso a recordar la información que estás recibiendo.
2. Estar en reposo para recordar
Hay decenas de estudios que nos muestran el sueño como un refuerzo potente de la memoria. Mientras que el cerebro despierto puede recoger recuerdos, el cerebro optimiza la consolidación de la memoria cuando dormimos.
Durante el ciclo de sueño de ondas lentas, los recuerdos recogidos durante el día se integran en nuestra memoria a largo plazo para su posterior recuperación.
3. Decir una palabra en voz alta para recordar
Los pequeños aumentos de memoria vienen cuando realmente vocalizamos la palabra que estamos tratando de recordar a modo de señuelo. Decir una palabra en voz alta, de acuerdo con los investigadores, hace que la palabra sea distintiva y seamos más propensos para recordarla.
HAGA GIMNASIA MENTAL
Ejercite la memoria practicando can cosas simples. Haga crucigramas, memorice la lista del supermercado, recuerde detalles de una película, lo que ha desayunado, que ropa llevaba, etc.
Según los expertos, el 80% de la memoria lejana es guardada de forma visual, mas que en palabras. Por eso, si pierde las llaves del auto, piense en su propia imagen cerrando el auto y probablemente recordara que hizo a continuación.
Anote la información.
El cerebro es un órgano que necesita actividad para ofrecer un buen rendimiento. Si no se lo ejercita, su capacidad para pensar y recordar disminuye.
Los datos se retienen con mas facilidad si se escriben.
Disponga de una agenda calendario en la que pueda ver todas las cosas que debe recordar.
Repase la información que desea recordar en cuanto se la hayan dado. Inténtelo luego a las 24 horas, y por ultimo, una semana después.
Las acciones son mas eficaces que los pensamientos.
MNEMÓNICA. UN ALIADO EFICAZ
Utilice la mnemónica (“Arte de la memoria”). Recuerde cosas con el uso de la fantasía y con la asociaci6n a objetos. Intente recordar palabras raras o inusuales asociándolas con cosas sencillas.
Exagere lo que quiere recordar o hágalo absurdo, divertido o incluso grosero.
Emplee los colores para reforzar su imaginación. Todos conocemos un sencillo código de colores que nos permite ilustrar conceptos abstractos: el verde “esperanza”, el rojo “pasión”, el amarillo “oro”…
Ponga sus imágenes en movimiento. Recordamos mejor los objetos en movimiento que los estáticos.
Emplee el sentido del humor. Nos cuesta menos recordar las cosas que nos hacen reír.
Duerma lo necesario.
El descanso que brinda el sueño es fundamental para que el cerebro se recupere de la actividad diaria. Algunas alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas) pueden producir pérdida de la memoria, ansiedad, depresión y dolores de cabeza.
Un estudio comprobó que al dormir el cerebro repasa los recuerdo del día para guardarlos en la memoria de largo plazo. Se cree que este proceso es importante para consolidar y guardar las nuevas memorias.
OBJETIVO. UN CEREBRO BIEN ALIMENTADO
Cuide su riego sanguíneo. Si la sangre que pasa por los capilares del cerebro no es rica en oxigeno y nutrientes, su rendimiento no sera el adecuado. Las personas que padecen mala circulación, y no se cuidan, sufrirán a largo plazo problemas para pensar aunque realicen actividades estimulantes.
El exceso de colesterol obstruye las arterias e impide que el oxigeno llegue al cerebro. Consuma verduras y frutas frescas (sobre todo cítricos). También son buenos los frutos secos, las pastas, las legumbres y los alimentos que contienen magnesio, yodo y fósforo.
El cerebro fabrica una sustancia llamada fosfatidilserina que sirve para mantener en buen estado las membranas celulares. Para poder generarla necesita el aporte de ácido fólico y vitamina B12
Comida para el cerebro
Para mantener una memoria joven, mientras tu cerebro envejece, es recomendable comer alimentos altos en antioxidantes, como moras, manzanas, plátanos, ajo y zanahorias. Los antioxidantes son moléculas que ayudan a neutralizar los radicales libres, los cuales se acumulan en tu cuerpo cuando envejeces y pueden matar neuronas.
El cerebro esta constituido principalmente por grasas saludables, así que procura incluir Omega-3 en tu dieta, el cual ayuda a que el cerebro pueda repararse a sí mismo y mantener neuronas sanas. Los omega-3 se encuentras en los frutos secos.
Coma en forma saludable. Aumente el consumo de frutas y verduras; así como legumbres, cereales, aceite de oliva, maní y nueces. Evite las grasas, la sal y los productos de origen animal. Un estudio de la U. de Columbia (EE.UU.) en 2.000 adultos mayores concluyó que quienes siguen una dieta saludable tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
El té verde
Dentro de las cosas que pueden impactar de manera beneficiosa a la memoria, se encontró que los químicos contenidos en el té verde podrían ayudar a su mejoramiento, según un estudio de la Universidad de Basilea. “Varios compuestos, EGCG y L-teanina, en el té verde incrementan la neurogénesis (crecimiento de nuevas células cerebrales) en el hipocampo, la parte del cerebro utilizada para la memoria a corto plazo y para aprender cosas nuevas”, dice el Dr. Fotuhi. Qué cantidad de té verde todavía no ha sido determinada, agrega, y recomienda combinarlo con otros hábitos saludables, como el ejercicio, para mayores beneficios de mejora de la memoria.
ENEMIGOS A EVITAR
Alcohol. Un consumo superior a 3 copas de vino puro por semana reduce la memoria y envejece de forma prematura el cerebro.
Tabaco. La nicotina afecta el riego sanguíneo y disminuye nuestra capacidad de atención y retención.
Ademas, el alcohol, el tabaco y las drogas favorecen la proliferación de radicales libres, y sobre todo, interfieren en la síntesis de neurotransmisores perjudicando la actividad cerebral.
Falta de descanso. La asimilación y memorización de lo que hemos aprendido a lo largo del día se consolidan mientras dormimos.
Juegos mentales
Para mantener un cerebro activo, hazlo trabajar. La concentración en verdad agudiza la memoria y la cognición. Existen programas en el mercado para mantener un cerebro activo, pero juegos simples como el Sudoku y los crucigramas desafiarán tu lógica y te ayudarán a mantener esa sinapsis activa.
Ejercite su memoria. Mantener una actividad intelectual, como escribir, juegos de estrategia, de cartas, puzzles, etc. Se ha visto que ser un buen lector también es preventivo de deterioro cognitivo, ya que exige ejercitar diversas áreas del cerebro. De hecho, hasta 15 años más joven podría mantenerse el cerebro de las personas mayores de 60 si lo estimularon jugando sudoku o crucigramas, según una investigación realizada en Irlanda.
JUEGOS PARA EJERCITAR LA MEMORIA
Descubrir el objeto: Uno de los jugadores pone una serie de objetos diferentes sobre una mesa y los tapa con una tela. Luego, descubre los objetos durante 3 minutos y los vuelve a tapar. Los demás trataran de recordar todos los artículos, los de determinado color, etc.
El juego de las parejas Se pone boca abajo un juego duplicado de tarjetas o cartas mezcladas, de manera que exista un número determinado de parejas coincidentes. En cada turno, el jugador levantará dos cartas tratando de encontrar la pareja.
El juego de la valija: Que llevarías en una valija si te vas de viaje a…? Cada jugador nombra un objeto, y el siguiente deberá repetir todos los anteriores y añadir un objeto nuevo.
Haga actividad física.
Lo ideal es realizar algún ejercicio tres veces a la semana, por 30 minutos diarios. Puede caminar, andar en bicicleta, nadar, etc. Un estudio de la U. de Pittsburgh, publicado esta semana en Neurology, muestra que las personas mayores de 65 años que caminan más de 9,5 km a la semana tienen menor porcentaje de atrofia cerebral, además de una menor tasa tanto de demencias graves como de trastornos cognitivos leves.
Sesiones regulares de ejercicio también pueden ayudar a mantener la memoria afilada. “El ejercicio físico mejora el estado de ánimo y el sueño y, al hacerlo, mejora invariablemente la cognición y la memoria,” dice el Dr. Towfigh. En un artículo anterior hablamos sobre cómo el ejercicio frecuente puede mejorar nuestra memoria. Asimismo postulamos sus efectos sobre el control del estrés cotidiano, su relación con la salud cerebral y el modo en que mejora la capacidad cognitiva, entre otros beneficios.
No fume.
Diversos estudios concuerdan en que el riesgo de desarrollar Alzheimer es casi el doble en personas fumadoras; se estima que el cigarrillo podría provocar pequeños accidentes cerebrovasculares que, en ocasiones, dañan el cerebro.
Fumar
Si todavía fumas, eso puede ayudar a explicar los lapsos de pérdida de la memoria. “Fumar daña el cerebro alterando su suministro de sangre,” dice el Dr. Towfigh. Una investigación publicada en Archives of General Psychiatry reunió datos obtenidos de más de 7.000 hombres y mujeres, y encontró un declive más acelerado de las funciones mentales con el paso del tiempo (incluyendo la memoria junto con el habla y otras funciones cerebrales) de los fumadores comparados con quienes nunca fumaron. “Por otra parte, el tabaquismo promueve la acumulación de proteínas anormales que deterioran la capacidad del cerebro para procesar y transmitir información,” dice el Dr. Towfigh.
Medicamentos recetados
Medicamentos para trastornos de ansiedad como Xanax, Valium, Ativan (benzodiacepinas) ponen un freno a la parte del cerebro que mueve los eventos desde la memoria a corto plazo hacia la memoria a largo plazo. Los antidepresivos tricíclicos tienen un efecto similar. Medicinas para el corazón, incluyendo las estatinas y beta bloqueadores también han sido relacionados con problemas de memoria, al igual que los analgésicos narcóticos, fármacos para la incontinencia, las ayudas del sueño, e incluso los antihistamínicos como Benadryl.
Páselo bien. Cultive el buen humor y la creatividad; "la alegría es signo de buena salud".