13 noviembre 2019

Ser altamente empático: 3 estrategias para vivir mejor

Una persona con una elevada empatía sufre continuos contagios emocionales. Un modo de establecer un límite más saludable es fortalecer nuestra ecpatía, es decir, ser capaces de conectar pero excluyendo de nosotros la impregnación de los sentimientos ajenos.
Decía Walt Whitman en un poema que no solía preguntarle a la persona herida cómo se sentía, porque al mirarla, él mismo se convertía en un alma sufriente. Desconocemos si el célebre autor de Hojas en la hierba era altamente empático, pero en esas dos líneas resumía a la perfección una realidad que viven muchas personas.
Hay quien ve este tema algo extraño, incluso contradictorio. ¿Cómo puede la empatía, esa capacidad para ponernos en zapatos ajenos, convertirse a veces en algo doloroso? Básicamente, porque hay quien, como si de una antena se tratara, capta todas y cada una de las emociones ajenas. Pero esto no es todo; se impregnan de tristezas y dolores que no son propios, viven en su piel realidades que no son suyas… y las sufren de igual modo.
Así, mientras el acto de sentir pena y compasión es algo esperable en el ser humano, hay quien lleva al límite esa conexión hasta convertirse en algo traumático. En los casos más extremos, estaríamos hablando incluso de una condición clínica conocida como síndrome por exceso de empatía o desgaste por compasión. El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) lo etiqueta como una categoría de los trastornos de personalidad.
No es fácil vivir en un mundo donde uno no puede poner una barrera saludable entre el «propio yo» y el «yo» de los demás. Veamos por tanto qué estrategias podemos llevar a cabo para vivir mejor.
«La capacidad de colocarse en el lugar del otro es una de las funciones más importantes de la inteligencia. Demuestra el grado de madurez del ser humano”.
-A. Cury-
Manos representando cómo ser altamente empático

Ser altamente empático, cuando la conexión deriva en sufrimiento

Saber responder ante la angustia de los demás con una empatía bien regulada es clave de bienestar. Sin embargo, nadie nos ha enseñado a controlarla ni a manejarla; vamos a tientas y reaccionamos ante las realidades emocionales ajenas con mayor o menor acierto. Ahora bien, algo que nos señalan varios estudios es que debemos aprender a usarla con efectividad. El objetivo es hacer de la empatía una habilidad interpersonal.
Así, estudios como los llevados a cabo en la Universidad de Cambridge por la doctora Erin B. Tone, por ejemplo, nos señalan algo interesante. Hay una propensión genética hacia la sensibilidad empática. Es decir, ser altamente empático es algo con lo que podemos nacer. Además de ello, se ha demostrado que ese exceso de empatía, tanto emocional como cognitiva, puede derivar en trastornos de internalización.
Así, realidades como la sensación de angustia, de miedo, culpa o infelicidad pueden ser constantes debido precisamente a los «contagios» emocionales. Por otro lado, trabajos como los realizados en el instituto de psiquiatría del King’s College de Londres, nos informan de datos muy parecidos.
Mientras la baja empatía se vincula a personas con claras dificultades en la interacción social o con un trastorno del espectro autista, quienes sufren exceso de ella padecen agotamiento emocional. Este estado, y la clara dificultad para procesar emociones ajenas, pone en muchos casos en riesgo la salud mental de la persona.
¿De qué manera podemos manejar un poco mejor estas realidades? Lo analizamos a continuación.

Atiende las palabras evitando crear imágenes en tu mente

Ser altamente empático tiene, por término medio, una curiosa facultad. Para entenderlo mejor, pondremos un ejemplo: un amigo nuestro nos cuenta que está sufriendo mobbing en el trabajo.
Nuestra mente visualiza cada escena, los compañeros de trabajo humillando, acosando, el sufrimiento en soledad, la ansiedad persistente… Cada palabra escuchada se transforma en una imagen y, de ese modo, conectamos aún más con el sufrimiento y nos lo llevamos con nosotros.
En la medida de lo posible, debemos centrarnos solo en las palabras, evitando que aparezcan en nuestra mente en forma de imagen.


Hombre teniendo encuentro con una chica representando cómo ser altamente empático

Ecpatía, mecanismo de protección frente al contagio emocional

La ecpatía gana, más que cuando se conoce, cuando se aplica. Este término fue propuesto por el doctor y catedrático en psiquiatría J.L. González. Se trata de una estrategia cognitiva y emocional por la que evitamos que las emociones ajenas nos arrastren. Para ello, debemos interiorizar lo siguiente:
  • Ecpatía no es calzarnos en zapatos ajenos para comprender cómo se sienten los demás. Es quedarnos donde estamos y hacer un viaje empático de ida y vuelta: yo observo, conecto y vuelvo indemne a mi posición.
  • Se trata de una habilidad mental donde gestionar cualquier contagio y poder así, prestar un apoyo útil y efectivo. Porque recordemos, si yo quedo contagiado por la misma angustia de quien sufre, no le serviré de nada.
  • El doctor J.L. González de Rivera indica que la ecpatía nos obliga en un momento dado, a darle la vuelta al concepto de empatía. Es decir, cuando descubrimos la realidad emocional ajena, debemos elegir excluir de nosotros los sentimientos, actitudes, emociones y motivaciones que experimenta esa persona. Yo permanezco con los míos, de manera ecuánime.


Diente de león representando cómo ser altamente empático

Visualiza cómo dejas ir las emociones del otro de tu interior

Ser altamente empático implica como bien sabemos, quedarnos con la realidad que vive quien tenemos frente a nosotros. Si padece yo padezco, si están preocupados y con ansiedad, yo también experimento ese estado. Como bien podemos imaginar, no es fácil vivir así; el agotamiento emocional es extremo.
De este modo, una última estrategia sencilla y elemental es hacer uso de la visualización. Una vez conectemos con aquello que experimenta el otro, visualizaremos un diente de león. Basta con soplar un poco y dejar que se desprenda todo lo que se ha adherido a nosotros. Poco a poco, se acaba marchando el dolor, la angustia, el estrés… Todo queda fuera y nosotros nos quedamos libres, fuertes y preparados para apoyar al otro, para darle lo mejor de nosotros.
Para concluir, en caso de identificarnos con este tipo de perfil, no dudemos en aplicar estos sencillos consejos. Hagamos de la empatía un recurso eficaz y saludable.

12 noviembre 2019

Los 10 alimentos para aliviar la fibromialgia

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Martina Ferrer

En esta enfermedad crónica es esencial combatir la inflamación y cuidar el intestino. Los antioxidantes, los probióticos y ciertas grasas te ayudarán.

La fibromialgia, como otras enfermedades inflamatorias, tiene su origen probable en la hiperpermeabilidad intestinal. El intestino, dañado e inflamado, no cumple con su función de aduana y deja pasar todo tipo de sustancias.
El sistema inmunitario se activa y provoca una respuesta inflamatoria crónica a diferentes niveles, que afecta sobre todo a músculos y tendones.

Una alimentación rica en verduras, hierbas y especias, grasas saludables y fibra, y en cambio pobre en cereales refinados, productos procesados, azúcares, alcohol y otros tóxicos, va a facilitar el proceso antiinflamatorio necesario para revertir la situación.
Tomar fermentados es esencial a fin de aportar bacterias saludables a la microbiota del intestino. La vitamina D resulta útil por su acción antiinflamatoria e inmunoestimulante. Además, tomar el sol ayuda a relajar la musculatura.

En medicina china el hígado rige tendones y músculos, pero también la rabia. Es necesario expresar nuestras necesidades y poner límites.
La serotonina ayuda frente al dolor. El 80% se forma en el intestino a partir de triptófano. Aportan triptófano calabazas, las nueces, los dátiles, el plátano o las semillas.

DIETA PARA LA FIBROMIALGIA: 10 ALIMENTOS PARA ALIVIAR EL DOLOR

Estos alimentos no deberían faltar en tu dieta, te ayudarán a aliviar el dolor producido por esta enfermedad crónica

1. Cúrcuma, muy antiinflamatoria

Es la raíz naranja más antiinflamatoria y desintoxicante del hígado. Acompáñala de pimienta negra recién molida y algo de grasa (aceite, aguacate…) para absorberla mejor.
Tómala 2-3 veces al día, fresca o en polvo.

2. Aguacate, aporta omega-9 y vitaminas

Una fruta rica en grasas saludables del mismo tipo que el aceite de oliva: las omega-9, también con acción antiinflamatoria. Además aporta buenas dosis de las vitaminas E y C, muy antioxidantes.
Disfruta de medio aguacate cada día.

3. Aceite de coco de presión en frío

Aunque no es un alimento de nuestras latitudes, recomiendo tomarlo, ya que cumple una acción antiinflamatoria en el organismo, como otras grasas saludables.
2 cucharaditas al día.

4. Chucrut, fermentado que puedes hacer en casa

Este alimento fermentado es muy fácil de preparar en casa. Aporta microorganismos beneficiosos a la flora intestinal y tiene un sabor ácido que ayuda a la digestión y a la función hepática.
Añade a tu dieta 1 cucharadita diaria.

5. Rúcula, mejora el funcionamiento del hígado

Su sabor amargo ayuda a la función y limpieza del hígado. Además las hojas verdes son ricas en clorofila, una molécula parecida a la hemoglobina que ayuda a limpiar y oxigenar la sangre.
Toma 1 puñado al día y altérnala con otras hojas verdes.

6. Manzana, antioxidante

Rica en quercetina, un fitonutriente antioxidante que también encontramos en las cebollas. Todos los alimentos ricos en fitonutrientes previenen las reacciones de oxidación y, como consecuencia, la inflamación.
Consume 1 al día, ecológica y con la piel.

7. Brócoli germinado, rico en vitamina C

Como las crucíferas en general, los germinados de esta familia también son ricos en vitamina C (antioxidante y antiinflamatoria) y en glucosinolatos, sustancias que disminuyen la inflamación.
1 cucharadita al día.

8. Aceite de lino, rico en omega-3

Rico en grasas de la serie de los omega-3, tiene que pasar por una fase en el hígado para convertirse en EPA y DHA, los ácidos grasos que se asocian a la disminución de marcadores inflamatorios.
Tómalo en crudo, 1 cucharadita al día.

9. Ajo, compuestos azufrados beneficiosos

Sus compuestos azufrados disminuyen las sustancias derivadas de las vías metabólicas inflamatorias y evitan la expresión de genes y proteínas.
1 diente al día, mejor crudo y machacado.

10. Semillas de chía y de sésamo molidas

También aportan grasas saludables omega-3, con acción antiinflamatoria en el organismo, así como fibras fermentables que alimentan la microbiota intestinal.
Toma 2 cucharaditas al día.

¿Cuánto necesitas caminar a diario para bajar de peso?

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Elisa Morales
Si no estamos acostumbrados a caminar ni a ningún otro tipo de deporte deberemos empezar poco a poco e ir incrementando los tiempos a medida que nos habituemos al ejercicio
Hacer deporte es eso que todos queremos, pero pocos nos atrevemos. Y es que cambiar la rutina de la noche a la mañana es complicado. Pero con el hábito de caminar podemos lograrlo de manera placentera.
De nada sirve cumplir todo al pie de la letra las primeras semanas y después volver a una vida sedentaria que, según este estudio realizado por la Universidad Austral de Chile, estaría ligada a un aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. A continuación te damos las claves para perder peso con el simple hecho de caminar cada día. 

Bajar de peso

Para empezar, debemos decir que bajar de peso es más fácil de lo que parece. No tienes que invertir en un lujoso gimnasio o cremas reductoras. ¿Sabes lo que necesitas? Solo una cosa: caminar. Según esta investigación publicada por la Revista Costarricense de Salud Pública, la caminata contribuye no solo a mejorar nuestra musculatura y ayudarnos a adelgazar, sino también a mejorar la capacidad pulmonar y el sistema cardiocirculatorio.
Si estás cansado de que la grasa extra se acumule y has hecho de todo, pero no se va de la zona abdominal, es momento de que te muevas.

¿La razón? Caminar es un ejercicio aeróbico. Es decir, cuando se realiza, la mayoría de los músculos trabajan. Por ende, se quema un alta cantidad de calorías, el cuerpo se oxigena y mantiene en buen estado el corazón.

Caminar para adelgazar

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¿Quién puede realizar este ejercicio?







La actividad física cuenta con numerosas evidencias científicas que corroboran que cualquiera puede y debe ejercitarse. Tanto alguien acostumbrado al ejercicio como para personas que nunca han realizado ninguna actividad física.
No obstante, es recomendable que acudas al médico para comprobar tu estado de salud. De esta manera se descarta cualquier alteración física, respiratoria o cardíaca.

¿Con qué frecuencia debo caminar?

Para empezar, es importante que actúes de acuerdo a tu condición física. Si hace tiempo no te ejercitas, evita realizar caminatas extremas. Es decir, comienza con periodos cortos (entre 10 y 15 minutos), con una velocidad moderada.
  • Puedes comenzar con dos veces a la semana e ir incrementando poco a poco.
  • La clave está en no dejar de hacerlo.
  • Si caminas, por lo menos, 30 minutos diarios y cuidas tu alimentación, no tardarás en notar resultados.

Utiliza un podómetro o cuentapasos




Un podómetro para caminar

El podómetro está diseñado para medir el número de pasos durante la caminata, pero también velocidad, distancia y ritmo. Esto sirve como incentivo para ponernos una meta. Es decir, para incrementar el número de pasos dados y la velocidad para bajar de peso.
Inclusive puedes llevarlo al trabajo o mientras realizas las labores del hogar. Al final del día te dirá cuántos pasos diste y las calorías quemadas. Y tú sabrás si la próxima hay que aumentar de acuerdo a tu meta. 

Ventajas

  • Nos ayuda a prevenir la obesidad.
  • Fortalece los huesos. Así evitamos fracturas y prevenimos la osteoporosis.
  • Mejora la circulación y fortalece el corazón.
  • Evita el estrés, la ansiedad o la depresión debido a la producción de endorfinas.

Recomendaciones




Estiramientos antes y después de caminar

  • Una vez que hayas visitado al médico, fija una meta, siempre y cuando no te agites demasiado.
  • Por ningún motivo dejes de hacerlo. Si no puedes caminar toda la semana, entonces organiza un horario y ponte metas pequeñas.
  • Usa ropa y calzado cómodos.
  • No olvides calentar antes de caminar, por lo menos 5 minutos. Al terminar, realiza estiramientos. 
  • Cuida tu alimentación, baja las grasas y pon en práctica el hábito del buen comer.
  • Mantén una buena postura: espalda recta, abdomen contraído y hombros relajados. Según un estudio de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas (Cuba), una mala postura puede acarrearte problemas de espalda.
  • Controla la respiración. Inhala y exhala de acuerdo a tu ritmo. Puedes probar con técnicas, como se especifica en esta investigación, ya que además, te ayudará a aliviar el estrés emocional.

En resumen…

Una simple caminata puede contribuir de forma significativa a la pérdida de peso. Además, es un ejercicio perfecto para hacer a un lado el sedentarismo, ya que es de bajo impacto y no supone demasiado esfuerzo. Lo mejor de todo es que lo pueden practicar todas las personas, sin importar su edad.
Lo más importante es ser constantes con su práctica y, sobre todo, adaptarlo poco a poco a la condición física. Asimismo, resulta conveniente complementarlo con una buena dieta y asegurase previamente del estado de salud. En ciertas condiciones, el médico podría sugerir no caminar o hacerlo muy suave.
Por último, no ignores a tu cuerpo. Ante cualquier síntoma de mareo, presión alta o cansancio excesivo hay que parar o disminuir la velocidad.
Mejor con Salud

Qué alimentos deberían consumir las personas nerviosas

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¿Sabías que hay alimentos que, gracias a sus nutrientes, nos pueden ayudar a controlar los nervios y a equilibrar también los estados de ansiedad o depresión?.
Las personas nerviosas pueden incorporar algunos alimentos a su dieta para fortalecer el sistema nervioso y prevenir trastornos como la ansiedad, la irritabilidad, el estrés o la depresión.
Descubre los beneficios de comer vegetales verdes, nueces, semillas de girasol, levadura de cerveza o albahaca, entre otros. 

Combatir los nervios

Aunque creamos que las personas nerviosas van a ser siempre así, más allá de la personalidad particular existen otros factores que pueden alterar nuestro sistema nervioso.
Algunos nutrientes, como las vitaminas del grupo B, el magnesio o el fósforo, pueden ayudarnos a equilibrar los nervios de manera gradual y natural.

Alimentos para personas nerviosas

1. Vegetales verdes


Vitamina E

Cuanto más verdes y más oscuras sean las hojas de los vegetales, más beneficiosas serán para nuestro sistema nervioso, gracias a la gran variedad de nutrientes que se encuentran en este pigmento.
Hay dos maneras de consumir estos alimentos en la cantidad necesaria:
  • Acompañando siempre las comidas (almuerzo y cena) de una buena ensalada rica en lechuga, rúcula, berros, achicoria, etc.
  • Desayunando o merendando batidos verdes, elaborados con hojas verdes y frutas (plátano, fresa, piña, papaya).

2. Avena

La avena es un cereal muy nutritivo, rico en vitaminas, minerales, proteína y fibra. Actúa sobre el sistema nervioso de dos maneras diferentes:
  • Nos revitaliza y aumenta nuestros niveles de energía.
  • Relaja trastornos nerviosos como la ansiedad o la irritabilidad.
Podemos consumirla en granola, batidos, cremas, guisos, bebida, etc.

3. Levadura de cerveza


Levadura de cerveza

La levadura de cerveza o levadura nutricional es un excelente suplemento para las personas nerviosas.
Contiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B y minerales como el calcio, el fósforo, el azufre, el magnesio o el zinc.
  • Además de combatir trastornos como el estrés o la ansiedad, también es un buen remedio para problemas de la piel, el pelo y las uñas.
  • Podemos tomar una cucharada (10 g) al día, mezclada con zumo, yogur o cualquier alimento.

4. Albahaca

La albahaca es un tonificante nervioso natural que también calma todas las manifestaciones nerviosas que se somatizan en el estómago en forma de dolor o indigestión.
Podemos consumirla cruda, en infusión, en salsas y vinagretas o bien usar su aceite esencial sobre la piel o para aromatizar baños relajantes.

5. Nueces


Nueces

Las nueces son un fruto seco con propiedades antidepresivas.
  • Su contenido en ácidos grasos esenciales favorece la producción de serotonina, un poderoso transmisor que nos causa sensación de bienestar y calma los estados de ansiedad y depresión.
  • También contiene vitaminas del grupo B, las cuales fortalecen el sistema nervioso.
Un puñado del nueces crudas o tostadas al día son la ración recomendada.

6. Plátano

El plátano es una deliciosa fruta muy rica en carbohidratos que nos aporta mucha energía. Además, el plátano es rico en potasio y vitaminas del grupo B, dos nutrientes muy beneficiosos para el sistema nervioso.
  • El plátano es una fruta que podemos llevar a cualquier parte por su comodidad.
  • No obstante, también podemos incorporarlos a nuestros batidos o bien asarlos al horno para deleitarnos con su dulzor.

7. Limón

limon

Hay diferentes frutas cítricas que nos ayudan a mejorar el estado de ánimo de manera natural, además de aportarnos una gran cantidad de nutrientes. Destacamos el limón por ser uno de los más medicinales.

8. Lentejas

Las lentejas mejoran los estados nerviosos gracias a su contenido en magnesio y vitaminas del grupo B, además de ser una fuente excelente de proteína vegetal y de fibra.
Para quienes no disfruten con los guisos de lentejas recomendamos probarlas en purés o incluso en hamburguesas, una manera deliciosa, diferente y muy saludable de comer legumbres.

9. Cayena


Cayena

La pimienta de cayena es una especia muy picante con sorprendentes propiedades para la salud, entre las que destaca su capacidad para calmar los nervios y combatir el insomnio.
No obstante, debemos empezar a consumirla en muy pequeñas cantidades, de manera que nuestro estómago se pueda ir acostumbrando al picante.

10. Aguacate

El aguacate es una excelente y deliciosa fruta.
Este superalimento nos ayuda a equilibrar cualquier deficiencia gracias a su gran variedad de vitaminas, minerales y ácidos esenciales, así como a unas buenas cantidades de proteína, grasa y fibra.
El aguacate no puede faltar en nuestro batidos, ensaladas, bocadillos, aperitivos, cremas, guarniciones, etc.

Si eres de esas personas nerviosas que a veces no sabe como conseguir un poco de calma, deberías probar estos alimentos que aquí te hemos propuesto y comprobar sus resultados. Esperamos que te sirvan de ayuda.