09 diciembre 2019

Protege tu cuerpo comiendo uvas diariamente



Las uvas pueden proporcionarnos muchos beneficios. Hoy descubriremos por qué debemos incluirlas más en nuestra dieta.
Las uvas son una deliciosa fruta que sirven para elaborar una de las bebidas que muchas personas disfrutan: el vino. Sin embargo, es posible que desconozcamos algunos de los beneficios que pueden tener para nuestra salud si las consumimos a diario.
Seguramente, en nuestro día a día las uvas no suelen estar presentes al contrario que otras frutas como los plátanos, las manzanas o las naranjas. Sin embargo, una vez sepas sus beneficios querrás incluirlas más a menudo en tu dieta.

Hepatoprotección antioxidante

El estudio Hepatoprotección antioxidante de la cáscara y semilla de Vitis vinifera L. (uva) se ha encargado de revisar si las cáscaras y semillas de las uvas, una vez son utilizadas para hacer vino, tienen beneficios para nuestra salud. Los descubrimientos afirmaron que «sí».



Tras las diferentes investigaciones se llegó a la conclusión de que las uvas tenían una gran capacidad antioxidante y que las cáscaras y semillas utilizadas para hacer mermeladas u otras elaboraciones nos brindan muchos beneficios. Esto todo es debido a su composición:
  • Polifenoles.
  • Vitamina C.
  • Vitamina E.
  • Flanovoides.
El estudio mencionado sugirió que tanto las cáscaras como las semillas de las uvas ofrecen protección tisular frente al estrés oxidativo. Por lo que pueden ser muy beneficiosas para aquellas personas que sufran de algún tipo de enfermedad.
Por ejemplo, enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, enfermedades degenerativas, diferentes tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. A pesar de que todas ellas deben tener llevar un seguimiento médico, así como realizar las pruebas y consumir los fármacos recomendados, añadir las uvas a nuestra dieta puede ser una buena opción.

Envejecimiento y deterioro prematuro

Otro de los grandes beneficios de consumir uvas se encuentra en su capacidad de prevenir el envejecimiento y el deterioro prematuro de los órganos. Todo esto se debe a los antioxidantes que posee, tal y como hemos mencionado en el punto anterior.

Bebidas con propiedades anticancerígenas

A medida que avanzamos en edad, los problemas de salud se incrementan debido a que nuestros órganos empiezan a funcionar algo peor. Sin embargo, llevar una dieta adecuada y hábitos saludables (hacer ejercicio físico, evitar el alcohol y el tabaco) ayudarán a retrasar esto.

Problemas en la piel

¿Sufres dermatitis por estrés? ¿Eccemas? Todos estos problemas de la piel pueden atenuarse, no solo siguiendo las recomendaciones de nuestro médico, sino haciendo un esfuerzo porque en nuestra dieta estén mucho más presentes las uvas.
Según estudios como Propiedades medicinales de la semilla de uva esta fruta puede mejorar todas aquellas enfermedades o problemas que sean resultado de procesos inflamatorios o bacterianos. Incluso, en aquellos que están relacionados con las alergias.
Existen diferentes formas de consumir esta fruta. Podemos, incluso, elaborar batidos o tartas para que nos resulte más atractivo tomarlas. Te animamos a que indagues en las diferentes formas de comer esta deliciosa fruta.

Prevención del cáncer

Sin duda, este es uno de los beneficios que siempre causan controversia cuando están asociados a algún alimento. La razón se encuentra en que no hay garantías de que, por sí solos, determinados alimentos como la uva puedan erradicar o prevenir esta enfermedad.
Sin embargo, es cierto que sus componentes pueden ayudar a mejorar su salud y que varias investigaciones han coincidido en que el consumo de uva se asocia a una disminución del riesgo de cáncer de colon, de mama, de pulmón o de próstata.



Las investigaciones que se han hecho, aunque no todas, han sido en seres vivos diferentes a los humanos. Por este motivo, es necesario realizar más estudios en humanos para determinar que la uva puede ser un potente protector contra esta enfermedad.
No obstante, hasta el momento, se ha descubierto que los polifenoles presentes en la uva tienen respuestas significativas como antioxidante y prooxidante en el cáncer.
¿Comes suficientes uvas? ¿Lo haces solo cuando es fin de año? A pesar de todos estos beneficios, muchos de los cuales necesitan más investigaciones, siempre es positivo incluir más variedad de frutas en nuestra dieta.
Asimismo, podemos elaborar recetas, batidos y probar sabores diferentes que, sin duda, nos permitirán aportarle a nuestro organismo muchos más nutrientes. Esperamos que este artículo te haya permitido conocer mucho más sobre este alimento tan delicioso.

Los Antojos





Aunque solemos pensar en el antojo como una debilidad, se trata de una información muy valiosa que nuestro cuerpo nos está enviando. Los especialistas señalan que se origina por la falta de nutrientes indispensables para el organismo; el cerebro envía mensajes que el individuo recibe en forma de antojo. Por eso, a través de él es posible acercarnos a conocer cómo estamos y qué desbalances necesitamos suplir. 

Para responder a este pedido, puedes reemplazar tu antojo inmediato con otras comidas sanas que contengan los nutrientes que realmente estás necesitando. Si aprendes a escuchar estas señales e interpretarlas, podrás entender qué hay detrás de ese capricho repentino, descifrarlo y preguntarte qué requieres para mantenerte saludable. 





Si se te antoja chocolate

Si tienes antojo de chocolate es posible que esté faltándote magnesio, cromo o complejo B. 
Para suplirlo de manera saludable puedes elegir en su lugar semillas de girasol o una pieza de plátano.


Si se te antoja pan

Si sientes deseos de comer pan, seguramente tu cuerpo te esté informando de la necesidad de incorporar fibra, energía y glucosa. Prueba comiendo en su lugar un puñado de frutos secos. 






Si se te antoja algo dulce










Este antojo es un índice de que tu cuerpo posiblemente esté requiriendo magnesio, cromo o agua. Para saciarlo, incorpora a tu dieta las frutas que más te gusten, que además te darán todos los nutrientes que estás necesitando sin añadir harinas, azúcares o grasas. Plátanos cocinados con vainilla, canela y nueces pueden ser un reemplazo saludable y delicioso. 

Si se te antoja comida frita

Si tienes este antojo, tu cuerpo necesita seguramente grasa saludable o calcio. En lugar de responder directamente con alimentos con gran cantidad de aceite, prueba comiendo aguacate que contiene todos los nutrientes que tu cuerpo está pidiendo incorporar. 

Si se te antoja algo salado

Cuando el cuerpo pide un alimento salado, lo más común es que esté necesitando agua y sodio, necesarios para regular la presión arterial y re-equilibrar el sistema nervioso y circulatorio. Incorpora en tu próxima comida verduras en lugar de snacks empaquetados o comida rápida. ¡Y bebe mucha agua!

Los alimentos deshidratados, ¡incorpóralos ya en tu vida

Parece ser que los incas fueron unos de los primeros que comenzaron a llevarlo a cabo. Ellos consideraban que el sol era su dios y colocaban el alimento fresco bajo sus rayos. Así mismo, durante la Edad Media los frutos secos fueron de gran utilidad. Las guindillas, los orejones, los higos secos o las pasas formaban parte de la alimentación de muchos pueblos.
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En qué consiste la deshidratación

La deshidratación, o también llamada desecación, de los alimentos consiste en eliminar una buena cantidad del agua o la humedad del alimento. Este proceso se lleva a cabo bajo una serie de condiciones de circulación de aire, humedad y temperatura.
Como ya sabes, el agua es un elemento básico para la vida. Y también lo es para la vida microbiana. Entonces, al retirar el agua, evitamos que ciertos microorganismos puedan vivir en el alimento y así prolongamos su vida útil.
Cuando desecamos un alimento, al perder gran parte de su volumen de agua, este reduce considerablemente su tamaño. Debido a esto, su peso es menor con lo que facilita su almacenamiento y transporte. Sin embargo, el alimento conserva el sabor y el olor y reduce, en gran medida, el riesgo de descomposición o crecimiento de microbios.

La conservación de los alimentos

Todos conocemos la facilidad con la que se descomponen los alimentos frescos. Según que tipo de alimento sea la descomposición se produce por la acción de levaduras, bacterias, enzimas o mohos.
Cuando los alimentos se exponen al aire libre o a temperaturas elevadas se descomponen con más rapidez. Al descomponerse, podemos observar como su aspecto, su olor, color y su sabor cambian y, por supuesto, esto indica que es perjudicial para la salud.
Fuente: Pixabay/Saponifier
Debido a la facilidad con que los alimentos se descomponen en estado natural, el hombre ha buscado la manera de poderlos conservar en buen estado. Gracias a los distintos métodos de conservación, podemos disponer de muchos alimentos en cualquier momento del año.

Ventajas de la deshidratación

Cuando sometemos a deshidratación a los alimentos nos beneficiamos de todo esto:
  • Los alimentos conservarán durante mucho tiempo su sabor, color y aspecto.
  • Las propiedades nutritivas del alimento siguen siendo prácticamente las mismas.
  • Al estar deshidratado, el tamaño del alimento es mucho menor y también su peso. Esto nos permite almacenar y transportar con mucho más facilidad.
  • Es muy fácil volver a rehidratar el alimento, si es así como queremos consumirlo.
  • El tiempo de conservación se alarga en comparación con el alimento fresco.
  • Si lo queremos transportar será mucho más barato y mucho más fácil su almacenaje en las tiendas.
  • Posibilita que dispongamos del alimento en cualquier temporada.
  • Este tipo de alimentos es muy buena elección para personas con falta de tiempo. Nos facilita la vida enormemente.
  • Ocupan poco espacio en el bolso por lo que son una buena opción para tomarlo en cualquier momento.
  • Cuando se deshidratan los alimentos es necesario que sean alimentos de buena calidad y que estén en su mejor momento de madurez. Por este motivo vuelve a ser una estupenda elección.
  • Podemos deshidratar alimentos variados: semillas, algas, frutas, vegetales, granos, pescados, carnes, etc.
Fuente: Pixabay/Pezibear

Cómo hacer la desecación de los alimentos

Aunque la desecación es un método muy sencillo hemos de tener en cuenta ciertas reglas si queremos llevarlo evitando que proliferen bacterias indeseadas. Es muy importante que eliminemos las frutas y hortalizas que no tengan buen aspecto y hacer un escrupuloso lavado de aquello que vayamos a desecar. La limpieza se puede hacer de dos formas:

Blanqueado

El blanqueado se utiliza sobre todo con verduras y frutas. Gracias a él las verduras y frutas mantienen sus color y sabor característicos. Se trata de introducir el alimento en agua salada hirviendo o en vapor (para verdura de hoja verde) durante unos segundos o, dependiendo del alimento, algunos minutos. Después se sumergen en agua helada y se escurren.

Baño de limón

El limón evita la oxidación del alimento que le hace ponerse de color oscuro. Seguro que has visto el color de las manzanas cuando llevan un rato peladas, esto es la oxidación.
El procedimiento es sencillo. Se trata de exprimir el zumo del limón directamente sobre le alimento que vayamos a deshidratar. Otra manera de hacerlo es sumergirlo en un poco de agua con limón. Después dejaremos el alimento secar sin haberlo enjugado.

Deshidratación

Después de llevar a cabo cualquiera de estos métodos procederemos a la deshidratación.
Actualmente, existen diferentes técnicas para deshidratar alimentos. La más natural y económica es exponer el alimento a los rayos del sol con un ventilador. De esta forma, el aire caliente estará en constante circulación. Existen también máquinas deshidratadoras o procedimientos industriales que utilizan hornos para este fin.
Fuente:Pixabay/ SandeepHanda
Cuando el alimento ha sido deshidratado, es muy importante que se almacene de manera correcta para evitar la contaminación microbiana. Lo ideal es almacenar el alimento en frascos de cristal herméticos. Así mismo, el ambiente debe de ser fresco y con poca exposición a la luz solar directa. Una vez abierto el envase lo consumiremos lo antes posible, procurando cerrarlo muy bien después de cada uso.
Cualquiera de los alimentos deshidratados pueden hidratarse antes de consumir. En el caso de las semillas y frutos secos es muy importante que las hidratemos antes de ingerirlas para que, de esta manera, liberen los antinutrientes. Este procedimiento es muy sencillo. Solo tienes que poner las semillas en agua durante una noche y tirar el agua a la mañana siguiente. Con este sencillo proceso conseguiremos asimilar y digerir las semillas y frutos secos con mucha más facilidad.
¡Incorpora los alimentos deshidratados a tu vida y disfruta de sus muchas virtudes!
Crear Salud

05 diciembre 2019

Confianza

Confianza

Si confí­as, todo lo que te ocurra te ayudará a crecer. La vida te proveerá de todo. Sea lo que sea que necesites en un momento dado, te será dado, justo en ese momento. Te viene justo en el momento en que lo necesitas, nunca antes ni después. Cuando lo necesitas te viene. ¡Es instantáneo! Esta es la belleza de confiar. Poco a poco irás viendo cómo la existencia te va dando, te va cuidando. No eres indiferente a la existencia. No eres en absoluto ignorado por ella. No te preocupes innecesariamente; la existencia te provee de todo lo que necesitas. Una vez que aprendes el arte de confiar, toda preocupación desaparece.

Osho