21 mayo 2021
Tener Plantas
y cuidarlas, regarlas, sembrar semillas… todas estas prácticas podrían reportarnos bienestar. En este artículo, hablamos de los 7 beneficios psicológicos de tener plantas.
Como veremos, tener plantas puede reportarnos calma, puede ayudar a responsabilizar a los niños porque les damos una tarea que hacer (y un ser vivo al que cuidar), puede favorecer nuestra autoestima, etc.
Pero ¿por qué? Y, ¿qué más beneficios psicológicos de tener plantas encontramos? ¡Hablamos sobre ello!
7 beneficios psicológicos de tener plantas
Tener plantas puede dar vida a nuestro hogar y, además, nos pueden hacer sentir bien. Son seres vivos a los que hay que cuidar, y su cuidado, puede reportarnos grandes beneficios a nivel psicológico. Conozcamos algunos de ellos.
Fomentan la calma
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional Chungnam de Corea en 2015 afirma que las plantas pueden ayudar a calmar a las personas, al suprimir el sistema nervioso simpático. En el estudio, se propusieron dos condiciones; en una de ellas, los participantes completaban una tarea de computadora, y en la otra, trasplantaban una planta.
Se midieron los efectos psicológicos y fisiológicos en estas dos tareas, y los investigadores observaron que los hombres que habían trasplantado la planta estaban mucho más tranquilos después de dicha tarea en comparación con los que habían realizado la tarea de la computadora.
Alivian tensiones
No es el hecho de tener una planta lo que nos libera la tensión, sino el hecho de cuidarla y regarla. Así, estos momentos de cuidado de la planta nos ayudan a evadirnos y a aliviar la tensión acumulada durante el día. Esto puede ser realmente relajante y un elemento clave para combatir el estrés, la ansiedad o la depresión.
Nos hacen compañía
Otros de los beneficios psicológicos de tener plantas es que nos pueden hacer compañía. Lógicamente, no es una compañía igual a la de una mascota o una persona, pero sí pueden tener un impacto psicológico positivo en nuestro bienestar. Así, en realidad las plantas son más que un mero elemento decorativo; tienen vida, las vemos crecer día a día y hasta nos pueden evocar recuerdos felices.
Fortalecen nuestra autoestima
Aunque suene un poco raro, lo cierto es que sí, otro de los beneficios psicológicos de tener plantas es que pueden ayudarnos a fortalecer nuestra autoestima. Ver crecer y florecer a las plantas nos reporta satisfacción personal, y además, es el resultado del cuidado y la dedicación que les hemos dedicado.
En cierta manera, esto puede hacernos sentir bien, sentirnos realizados, lo que favorecería nuestra autoestima.
Organizan nuestra mente
Las plantas también pueden ser beneficiosas para nuestro orden mental. Organizar las rutinas diarias en torno a su cuidado puede ser una vía para aprender a poner orden en nuestra agenda semanal, por ejemplo. Así, en cierta forma, priorizamos aquellas actividades esenciales con respecto a las que no lo son tanto.
Mejoran el estado de ánimo
Tener plantas, ya sea en la terraza, el balcón, el jardín o en el interior del hogar, puede mejorar nuestro estado de ánimo: ¿por qué? Porque le dan vida al piso y, además, pasar un rato con ellas a la luz del sol aumenta nuestros niveles de endorfinas. Esto conduce a una sensación de bienestar y mejora del estado de ánimo.
Ayudan a socializar
Si compartimos la afición por las plantas con amigos, esta práctica (cuidarlas, regarlas, plantarlas…) puede ayudarnos a socializar (también con personas que no conocemos).
Intercambiar semillas o esquejes, pedir consejos, enseñar a trasplantar… son algunas prácticas que podemos compartir con otras personas.
Nos ayudan a desconectar
Dedicar unos minutos al día a regar las plantas, verlas crecer, incluso hacerles fotografías, puede ser nuestro pequeño momento al día de desconexión. El hecho de sembrar, podar, quitar hojas secas… son también prácticas que requieren atención, lo que implica pasar un rato alejados de los problemas cotidianos.
Responsabilizan a los más pequeños
Lo cierto es que tener una planta y cuidarla para que no se muera y para que crezca y florezca, es una responsabilidad. Podemos aprovechar estas prácticas (sembrar, podar, regar…) para responsabilizar a los más pequeños de la casa.
“Si quieres ser feliz, establece una meta que guíe tus pensamientos, libere tu energía e inspire tus esperanzas”.
-Andrew Carnegie-
Escoge tus plantas
Tener plantas en el hogar, ya sea en el balcón o la terraza o en el salón, pueden dar mucha vida y color a nuestra estancia. Hay plantas de todo tipo en cuanto a tamaño, forma, color, características, necesidades de riego…
Escoger las que nos más nos gusten y las que realmente podamos cuidar (¡siempre podemos tener cactus!), nos ayudará a personalizar aún más nuestra casa. Además, como hemos visto a lo largo del artículo, tener plantas en casa y cuidarlas a diario puede favorecer nuestro bienestar psicológico y nuestra salud emocional.
Cómo mejorar el ánimo y energía a través del desayuno
La primera comida del día es la más importante para nuestro organismo y en especial para el cerebro. Es más, podemos incluso mejorar el ánimo y energía a través del desayuno. Solo hay que saber elegir bien los alimentos y esas opciones que por sus nutrientes favorezcan la liberación de serotonina y nos aporten además proteínas saludables para afrontar nuestra jornada.
El despertar es un momento clave para el ser humano, sin embargo no siempre somos conscientes de ello. Tanto, que la mayoría nos limitamos a levantarnos deprisa de la cama, a vestirnos y a comer cualquier cosa antes de salir de casa. Ahora bien, tras 6 u 8 horas de descanso nocturno, nuestro cuerpo necesita energía. El cerebro, por su parte, ansía una adecuada dosis de glucosa.
“El desayuno es la única comida del día que tiendo a ver con el mismo tipo de reverencia tradicional como la que la mayoría de la gente asocia con el almuerzo y la cena”
-Hunter S. Thompson-
Las personas disponemos de una inteligencia biológica que no siempre escuchamos. Nuestras obligaciones y los horarios que nos marca la sociedad van a menudo en contra de nuestros ritmos circadianos y necesidades orgánicas. Así, hay algo tan interesante como revelador que no deberíamos olvidar. Nuestro cuerpo, y en especial nuestro metabolismo, agradece los desayunos copiosos y ante todo variados.
Si limitamos esta primera comida del día a un café y unas galletas los efectos serán evidentes. Cansancio a media mañana, falta de atención, falta de motivación, mal humor… Aprendamos por tanto a comer bien para vivir mejor. Veamos cómo empezar el día del modo más saludable gracias al desayuno.
Claves para mejorar el ánimo y energía a través del desayuno
Un buen desayuno nos ayudará a regular el apetito durante todo el día. Aún más, si deseamos perder peso no hay nada mejor que cuidar de esta primera comida de la mañana. En este sentido, algunos estudios señalan que el ayuno promueve la acumulación de grasa en el vientre e incluso ralentiza nuestro metabolismo.
Puede que ya conociéramos esta idea. Sin embargo, no dejamos de desayunar lo primero que pillamos. Unos cereales, un zumo, un café, bollería industrial… Regalamos a nuestro cerebro un subidón de glucosa y salimos a trabajar con una energía que no tardará en disiparse.
Ahora bien, más allá de lo que podamos pensar, mejorar el ánimo y energía a través del desayuno es bastante sencillo. Es suficiente con contar con dos elementos clave: información y antelación. Si sabemos qué alimentos pueden ayudarnos, basta con tenerlos siempre en casa y listos para consumir.
Huevos
Incluir huevos en el desayuno es todo un acierto. Podemos hacerlo entre tres y cuatro veces por semana. Aportan energía para toda la mañana, y lo mejor: no provocan picos de glucosa en la sangre. Asimismo, son ideales para niños y ancianos porque nutren a la masa muscular.
Por otro lado, hay una curiosidad excepcional en los huevos. Son fantásticos para mejorar nuestra memoria. Su secreto está en la colina, un nutriente que protege los nervios cerebrales y que favorece la comunicación entre las neuronas.
Yogur griego natural
Si queremos mejorar el ánimo y energía a través del desayuno, nada mejor que incluir un yogur griego natural. Más allá del clásico temor a los lácteos por su componente graso o por la intolerancia a la lactosa, cabe decir que el consumo de esta propuesta en concreto es muy acertada por varias razones.
- El yogur griego nos aporta proteínas de fácil asimilación.
- Son una fuente natural de probióticos.
- Los huevos son ricos en vitamina B12, esencial para el funcionamiento cerebral.
- Contiene yodo, muy necesario para el equilibrio de la tiroides.
- Tienen L-triptófano, ideal para poder sintetizar la serotonina.
Avena
La avena es otra opción muy recomendable para mejorar el ánimo y darnos energía para todo el día. Este cereal es muy rico en vitamina B6 y B5, nutrientes esenciales para que podamos combatir el cansancio y lidiar mucho mejor ante el estrés y la ansiedad.
Té blanco
Estamos acostumbrados a incluir en nuestros desayunos café, té verde o incluso el clásico zumo de naranja. Vayamos un poco más allá. Probemos al menos durante 15 días el té blanco. Por curioso que nos resulte es más rico en antioxidantes que el té verde o el té negro. A su vez, su alto contenido de catequina protege a nuestro cerebro del daño oxidativo y de la inflamación.
Su sabor es delicado además de delicioso, nos mantiene alerta durante horas y además mejora nuestro ánimo.
Chocolate
Nada más despertarnos el cerebro necesita una sola cosa: energía. Es el momento perfecto para darnos ese placer, es el instante ideal para consumir chocolate. Podemos consumir una onza de chocolate negro cada día sin que ello revierta en nuestro peso o en nuestra salud.
Basta con combinarlo en nuestro tazón de avena, con alguna pieza de fruta…
Frutos del bosque
Fresas, cerezas, frambuesas, arándanos, uvas, grosellas, moras… Todas estas frutas además de sabrosas son increíblemente saludables. Gracias a ellas podemos mejorar el ánimo y energía a través del desayuno, las podemos disfrutar y crear además recetas tan originales como divertidas para grandes y pequeños.
Para concluir, si deseamos mejorar el ánimo y la energía a través del desayuno, basta con concienciarnos de la importancia de comer de modo más saludable. Elijamos productos de consumo orgánico y regalémonos un poco más de tiempo por las mañanas. A veces, un buen desayuno puede cambiarlo todo…