Muchas personas creen que la única causa de la inflamación abdominal es la acumulación de grasa que se produce por la mala alimentación y el sedentarismo.
Si bien es cierto que la grasa localizada es una de las responsables, lo cierto es que existen otros factores que influyen en su aparición.
Por ejemplo, el consumo excesivo de sal hace que los líquidos se acumulen en los tejidos y aumenten la respuesta inflamatoria del organismo.
Algo similar ocurre debido a las intolerancias alimentarias que generan indigestión y problemas en el tracto digestivo.
Como consecuencia la figura luce con más peso de lo normal y se producen molestias como la sensación de pesadez. Debido a esto es importante conocer qué hábitos pueden provocarla y cómo actuar para evitar que se den nuevamente.
Hábitos que derivan en inflamación abdominal
1. Consumir lácteos
El consumo de leche y productos derivados es una de las causas más habituales de inflamación abdominal.
Esto se debe a la intolerancia a la lactosa, su azúcar natural, la cual se fermenta en el colon cuando el cuerpo no produce las enzimas que permiten digerirlas con normalidad.
Esta mala absorción también deriva en gases intestinales, dolor abdominal, diarrea e incluso episodios de estreñimiento.
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¿Cómo solucionarlo?
- Para evitar la inflamación por el consumo de lácteos lo mejor es remplazarlos por alternativas saludables como las leches vegetales.
- Para conseguir el aporte de calcio necesario podemos optar por verduras ricas en este mineral.
2. Comer demasiado rápido
Comer demasiado rápido y no masticar bien los alimentos puede ocasionar indigestión al facilitar el paso excesivo de aire hacia el estómago.
Aunque esto no lo notamos mientras comemos, cuando ingerimos los alimentos con prisas tragamos aire y tenemos más tendencia a tener el vientre inflamado.
¿Cómo solucionarlo?
- Prepara tiempos de, por lo menos, 20 minutos para cada comida principal del día. Es importante contar con un lapso adecuado para comer despacio y masticar bien.
- Evita las distracciones durante las comidas para no cometer el error de ingerir los alimentos sin antes triturarlos bien.
3. Ingerir demasiada sal
El consumo excesivo de sodio es una de las causas principales de retención de líquidos, presión arterial alta e inflamación de los tejidos del cuerpo.
A pesar de que no podemos negar que le da un excelente sabor a las comidas, su exceso en el organismo es negativo y puede originar enfermedades más graves.
Como consumidores es primordial tener en cuenta que la sal que consumimos no solo es la que venden para preparar platos, sino también la que contienen los alimentos industrializados.
¿Cómo solucionarlo?
- Remplaza la sal refinada por sal marina o sales del Himalaya.
- También puedes optar por condimentar con especias saludables como el orégano, la pimienta o el tomillo, entre otros.
- Recuerda revisar las etiquetas de tus productos para calcular cuánta sal le aportan a tu organismo.
4. Masticar mucho chicle
El consumo diario de chicle puede ser la razón por la que tienes dificultades para lograr un vientre plano. Al masticarlo entra mucho aire al organismo e incrementa la hinchazón abdominal.
¿Cómo solucionarlo?
- Si sientes ansiedad por masticar chicle, prepara unos aperitivos con frutas y vegetales para remplazarlo.
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5. Consumir bebidas con gas
Las grandes campañas publicitarias nos han hecho pensar que los refrescos y bebidas gaseosas son buenas alternativas para calmar la sed y el calor.
Sin embargo, los expertos en salud confirman que no son la mejor opción, ya que no suponen un aporte nutricional significativo y contienen sustancias artificiales que son perjudiciales para la salud.
Su elevado contenido de azúcares, sumado al gas y los edulcorantes artificiales, provocan reacciones a nivel digestivo y aumentan la inflamación abdominal.
Así que, esa sensación burbujeante que tanto nos agrada, más tarde es lo que desencadena la molesta hinchazón y pesadez.
¿Cómo solucionarlo?
- En lugar de seguir gastando en este tipo de bebidas, prepara en casa jugos de frutas naturales, aguas saborizadas o infusiones.
- Recuerda que para mantenerte hidratado debes tomar dos litros de agua al día.
6. Saltarse las comidas o comer poco
Saltarse las comidas o disminuir las porciones recomendadas no es una forma de ahorrar calorías para bajar de peso.
Aunque durante mucho tiempo se pensó que era una opción para adelgazar, ya está comprobado que puede ocasionar reacciones contrarias y otras dificultades.
El comer menos de cinco veces al día provoca dificultades en la digestión, más sensación de hambre y mayor acumulación de grasa en el abdomen.
¿Cómo solucionarlo?
- Sirve porciones moderadas para cada plato principal y planea un menú distribuido en cinco comidas al día.
Si después de practicar estos hábitos la inflamación abdominal persiste, consulta al médico para analizar cuál puede ser el motivo. Muchas veces, un cambio en la dieta o la eliminación de algún alimento suele resolver la situación.
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