Todos los seres humanos somos portadores de luz pero lo hemos olvidado y por eso vagamos en las sombras. Existen algunas formas de hacer crecer nuestra luz, nuestra conciencia y magnetismo:
1. CUIDA TUS HÁBITOS ALIMENTICIOS
Una de las formas más básicas de permitirnos crecer en la luz es cuidar nuestros hábitos alimenticios. Ingerir alimentos de alta vibración nos permite iluminar nuestro cuerpo y así podemos aumentar la frecuencia de la vibración y por ende nuestro ser lumínico.
2. VIVE EL PRESENTE
Otra manera es viviendo en el presente. Parece algo fácil pero es lo más difícil de la vida porque estamos tan habituados a quedarnos enganchados en situaciones del pasado y vivir planificando el futuro, que nuestra presencia en el presente es muy escasa. Aprender a estar en el aquí y el ahora y poner cada uno de nuestros sentidos, nuestra mente y nuestra alma en el hoy es una tarea imprescindible para adquirir conciencia.
3. NO DERROCHES TU ENERGÍA
Si queremos recargarnos de luz lo ideal es no despilfarrarla y eso es otra tarea ardua porque vivimos derrochando continuamente nuestra energía. Vivimos distraídos/as con el afuera y se nos va la vida ocupándonos que lo que pasa en el exterior, los hijos, la casa, el trabajo, las noticias, la vida social, el aparentar, el mantener la imagen, el chismorreo, la ira… Es tanto lo que abarca en nuestros sentidos todo lo externo que gastamos una energía capaz de hacer volar un avión comercial.
4. NO OLVIDES QUE EL SEXO ES UN ACTO SAGRADO
Cuida tu energía sexual. El sexo desordenado es la manera más común de perder la luz o la energía. Haz del sexo algo sagrado. Si tuvieras conciencia de la gran herramienta para el crecimiento que te fue dado al poder realizar el acto sexual no promoverías el libertinaje sexual. La verdad es que a todos/as nos enseñaron que el sexo era para reproducirse, para pasarlo bien y nadie nos dijo que era un instrumento sagrado. Infórmate al respecto y recuerda que cada vez que estás íntimamente con alguien estás compartiendo tu luz.
5. REGÁLATE TODOS LOS DÍAS UNOS MINUTOS DE MEDITACIÓN
Medita. Este es el instrumento más potente para ir ganando luz. Medita todos los días y libérate a través de ella de todo lo innecesario para tu crecimiento espiritual. Despójate de esas capaz de prejuicios, estereotipos; corta los resentimientos y emociones nocivas y camina ligero/a. Elévate sobre esa humanidad imperfecta que, a veces, impide salir tu divina luz. Medita, no como quien cumple un deber o rutina, sino como un regalo que te haces cada día.
6. DISFRUTA Y LLÉNATE DE NATURALEZA
Otra principal fuente de luz es la naturaleza. Camina descalzo/a por el prado, la tierra, la arena de la playa; báñate en un río, lago o en el mar y disfruta del eterno Sol. Respira profundamente el aire puro y déjate fluir. Déjate acariciar por el viento, las hojas de los árboles y embriágate del perfume de las flores. Acaricia a todo ser viviente con la mirada, ya sea una mariposa, un gatito o un gusano que se desliza por una hoja. Se consciente de que todos los reinos están entrelazados.
Y sobre todas las cosas invoca a la Luz, llámala para que no se aleje de ti.
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