«Los colores de los alimentos que consumimos a diario tienen que ver con nuestra salud física y emocional y, dependiendo del color, nos darán ciertas cualidades y nutrientes».
¿Sabías que los colorantes alimentarios no solo nos dicen cuándo una fruta está madura o no, sino que también nos dicen otros aspectos importantes?
Los colores de los alimentos que consumimos a diario tienen que ver con nuestra salud física y emocional y, dependiendo del color, nos aportarán ciertas cualidades y nutrientes.
Si lo piensas detenidamente, no es casualidad que cada estación del año nos regale frutas y verduras con sus hermosos colores característicos. La naturaleza tiene todo planeado para aportar a todos los seres vivos del Planeta, lo que necesitan en cualquier época del año, dondequiera que residan.
Sabiendo esto podrás mejorar tu alimentación y tu salud de una manera sencilla y efectiva, además de disfrutar visualmente, seamos sinceros, la comida siempre entra primero a través del ojo ya que los colores influyen en el apetito.
Pero es que, además, los pigmentos que confieren el color característico de las frutas y verduras, suponen mucho más que simplemente hacerlos visualmente atractivos. Gracias a su alto contenido en vitaminas, minerales y fibra, el consumo de estos nutrientes nos ayudará a retrasar el envejecimiento celular, protegiendo todo nuestro organismo.
Los colores de los alimentos, especialmente las frutas y verduras, aportan fitoquímicos muy específicos que son precisamente los que les dan esos colores característicos y llamativos.
Los más comunes son el caroteno, la clorofila y los flavonoides, entre otros. Todos trabajan en equipo junto con las vitaminas C y E, poderosos antioxidantes, que protegen todos los tejidos del cuerpo.
«Cuanto más diversos sean los colores de los alimentos que pongamos en nuestra mesa, mejor», afirma Liliana Cabo, dietista-nutricionista de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Asturias (ADDEPA) ya que así nos beneficiaremos de todo el círculo cromático.
Aquí te presento los alimentos y sus diferentes colores y cómo pueden beneficiarte:
Naranjas y amarillos:
En este grupo encontramos todos los cítricos como limones, naranjas, mandarinas y pomelos. La gama de carotenoides, acarotenos y b-carotenos, que son precisamente responsables del color naranja o amarillo como zanahorias, calabaza, mango, albaricoques y melocotones.
Los colores amarillo y naranja se relacionan con la alegría, la vitalidad, la juventud, el buen humor, la luz del sol y la atención.
Estas frutas contienen poderosos antioxidantes como vitamina A y C, ácido fólico, magnesio, potasio y fibra. La vitamina A (provitamina A) es esencial para el sistema inmunológico, el buen estado de la piel y las membranas mucosas. Y la famosa vitamina C, otro poderoso antioxidante esencial para la síntesis de colágeno, para estimular el sistema inmunológico y ayudar a la correcta absorción de hierro.
Los amarillos en particular pertenecen al grupo de flavonoides que contienen zeaxantina, un carotenoide que protege la vista.
Los alimentos amarillos y naranjas, además, van muy bien para mejorar nuestra piel, combatir el envejecimiento y ayudar en las enfermedades digestivas.
Verde:
Este es el grupo que cubre la mayor cantidad de alimentos. Hay kiwis, todas las verduras de hoja verde, pimientos, judías verdes, alcachofas y aguacates.
Son alimentos ricos en clorofila y luteína, poderosos antioxidantes. También contienen una gran cantidad de ácido fólico, magnesio, potasio y fibra. El aguacate y las espinacas, por ejemplo, también contienen zeaxantina.
Los alimentos verdes, gracias a su alto contenido en clorofila, son esenciales para mantener los tejidos oxigenados y alcalinos, además de promover la desintoxicación del cuerpo y especialmente del hígado. Es por esto que el color verde es uno de los colores favoritos cuando se trata de líquidos en ayunas o semiayunantes a base de jugos desintoxicantes.
Por si fuera poco, los alimentos verdes nos ayudarán a mejorar la digestión, prevenir el estreñimiento y las enfermedades cardiovasculares.
La nutricionista de ADDEPA, María Elena Marques explica que la luteína y la zeaxantina -potentes antioxidantes- «son xantofilas que pertenecen a la familia de los carotenoides» que nos protegen frente a enfermedades oftálmicas como las cataratas, además de ayudarnos a preservar una buena visión.
Rojo:
Es uno de los colores más ostentosos y llamativos. Los alimentos rojos evocan pasión y exotismo.
En este grupo encontramos tomate, pimiento rojo, sandía, fresas, frambuesas y granadas. Este color eleva la frecuencia respiratoria, aumenta la presión arterial, estimula el apetito y mejora el estado de ánimo.
Los alimentos rojos son un fuente de vitamina C, magnesio y fitoquímicos, poderosos antioxidantes naturales. Pero sobre todo contienen licopeno, un tipo de carotenoide que ha sido objeto de muchos estudios.
El licopeno, un fitoquímico contenido en estos alimentos, fortalece nuestro sistema cardiovascular y nos protege contra varios tipos de cáncer además de mejorar la memoria según numerosos estudios.
Las frutas y verduras de color rojo, como los tomates y la sandía, deben su color precisamente al licopeno que es un pigmento vegetal natural perteneciente al grupo de los carotenoides, con propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antienvejecimiento.
Estas frutas estimulan nuestro sistema inmunológico y protegen nuestro ADN. Tienen un efecto purificador, favoreciendo la eliminación de sustancias tóxicas de nuestro organismo.
Además, al contener pro vitamina A, los frutos rojos protegen nuestra piel del sol.
Otra característica muy interesante de estos frutos rojos es que favorecen la absorción de hierro ayudando a combatir la anemia.
Blanco:
El color blanco se asocia con la pureza y la paz mental.
Las frutas y verduras blancas son: manzana, pera, coliflor, endivia, cebolla, ajo, puerro y repollo.
Según un estudio realizado por la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, se observó que los alimentos blancos tienen una concentración muy alta de fitoquímicos como alquenos, antixantinas e inulina, lo que los hace particularmente interesantes para mejorar nuestra salud.
Los alimentos con pulpa blanca, por ejemplo, tienen propiedades capaces de reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares e incluso prevenir accidentes cerebrovasculares.
Y todo esto es gracias a la presencia de Flavin, que es precisamente responsable del color blanco.
Estos nutrientes favorecen la renovación celular y el control de los niveles de glucosa y triglicéridos en la sangre, previniendo innumerables problemas vasculares.
Además, todas las verduras blancas son muy buenas prebióticas para nuestras bacterias intestinales.
A su vez, estos alimentos tienen una gran ventaja y es su contenido en calcio, un mineral que ayuda a bajar la presión arterial. También contienen potasio, fósforo y magnesio, lo que hace que estos vegetales sean muy alcalinizantes. Estimulan el sistema inmunológico, combaten la inflamación y las infecciones.
Como ejemplos tenemos la manzana, que ayuda a reducir el colesterol y protege contra las infecciones. La pera que es diurética y rica en fibras. La coliflor y la endivia ayudan a reducir la presión arterial. Cebolla que también es diurética y antiinflamatoria, y ajo que se considera un antibiótico natural.
Azules y morados:
El color azul y púrpura se asocia con la longevidad.
En este grupo de color azul y morado encontramos: arándanos, uvas moradas, col roja, berenjena, moras, remolachas, ciruelas y cebollas rojas.
Este grupo es especialmente rico en fitoquímicos, siendo las antocianinas, otra maravilla de la naturaleza que no debe faltar en tu dieta.
Según la «Universidad Estatal de Carolina del Norte» las frutas y verduras azules contienen poderosos fitoquímicos, sustancias que protegen al cuerpo contra enfermedades peligrosas, además de tener un poderoso efecto antienvejecimiento. Estas sustancias solo se encuentran en el reino vegetal, siendo las más importantes la antocianina y los fenólicos (fenoles).
Tanto la antocianina como los fenoles ayudan a prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares; contribuyen a retrasar el proceso de envejecimiento preservando la memoria ya que nutren especialmente el cerebro.
Las frutas azules también protegen el tracto urinario.
También contienen vitaminas y minerales que son esenciales para nuestra salud.
Las uvas negras, por ejemplo, también contienen resveratrol, un poderoso antioxidante contra el cáncer, según la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Además, se ha demostrado que las uvas son un antioxidante antidiabético que previene los coágulos.
Los arándanos a su vez, además de ser una gran fuente de antióxido, contienen derivados del estilbeno que actúa en conjunto con la vitamina D potenciando la función de un gen protector del sistema inmune. Y, también contienen vitaminas, potasio, hierro, calcio, taninos y fibra.
La remolacha tiene propiedades antiinflamatorias y digestivas gracias a su alto contenido en betaína no clorhídica. Se descubrió gracias a un estudio realizado en 2013 por investigadores de la Universidad de Saint Louis que comer remolacha o beber jugo de remolacha mejora intensamente el rendimiento deportivo gracias a su alto contenido en Nitrato (NO3): Óxido Nítrico.
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