21 noviembre 2022

5 frutas antiinflamatorias que actúan como ibuprofeno natural

La inflamación se ha convertido en uno de los grandes problemas de salud de la sociedad actual. Aunque no tiene que doler, es una señal de alerta que nos da nuestro cuerpo de que el sistema inmunitario está respondiendo a un ataque.

En muchos casos la inflamación está directamente relacionada con la alimentación, por lo que es posible evitarle y mejorarla, algo importante para que no derive en problemas de salud más preocupantes, como la obesidad, la diabetes, la artritis, el cáncer o el Alzheimer.

¿Qué es la dieta antiinflamatoria?

La inflamación se podría definir como el conjunto de síntomas que padecemos cuando sentimos dolor, hinchazón, calor o enrojecimiento en un órgano o tejido. Y esa es la clave que se suele desconocer, ya que solemos pensar directamente en problemas digestivos cuando oímos hablar de problemas de inflamación, pero no son los únicos.

Lo que sí está claro es que la alimentación influye directamente en el estado de este problema, especialmente cuando es crónico. Lo normal es que la dieta antiinflamatoria no sea fija, sino que el especialista vaya probando los alimentos que vayan mejor a cada paciente. En general, hay recomendaciones como incluir alimentos con Omega-3, ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes, fitoquímicos, flavonoides y vitamina D.

En general, la Dieta Mediterránea equilibrada es una buena opción para conseguir este objetivo de bajar la inflamación, ya que comer sano siempre ayuda.


Como en toda alimentación equilibrada, las frutas deben tener un papel importante en la dieta para evitar la inflamación. Eso sí, no todas sirven. Estas son las mejores:







6 plantas medicinales para bajar el azúcar

 




FITOTERAPIA PARA EMULAR A LA INSULINA

La diabetes es una enfermedad crónica que se produce a causa de un déficit parcial o total en la producción de insulina por parte del páncreas que impide que la glucosa se transfiera a las células para usarla como combustible, lo que hace que se acumule en los vasos sanguíneos y cause hiperglucemia. Esto, a la larga, produce problemas vasculares.

La diabetes de tipo I es de origen genético, está vinculada a alteraciones del sistema inmunitario y puede presentarse ya en la infancia. Pero la diabetes del tipo II, mucho más frecuente, afecta principalmente a adultos y está vinculada asimismo a factores genéticos, pero también a la obesidad, al tipo de alimentación y al sedentarismo. Todos estos factores externos pueden alterar la producción de insulina.

Por suerte, introducir sencillos hábitos saludables como los que antes mencionábamos puede ayudar a mantener la glucosa bajo control. Como apoyo podemos recurrir a la fitoterapia. Existen muchas plantas que ejercen una acción favorable en la diabetes, como la centaura áspera, la mormódica, la galega, la bardana, la zaragatona, el arándano, la quasia amara, el harpagofito y la ispágula.

Pero aquí nos hemos centrado especialmente en las plantas medicinales que emulan a la insulina. A continuación encontrarás algunas de las más eficaces y, después, una fórmula que las incluye para prepararte una eficaz infusión contra la diabetes. 

6 REMEDIOS CASEROS PARA REDUCIR LA GLUCOSA (AZÚCAR) EN SANGRE












ESTEVIA, EL ENDULZANTE QUE NO SUBE LA GLUCOSA

En los últimos años la estevia (Stevia rebaudiana), originaria de Brasil y Paraguay, se ha convertido en una de las grandes protagonistas de los mercados y ferias de productos ecológicos y dietética. El prodigio de su intensa dulzura –sus hojas son hasta 60 veces más dulces que el propio azúcar– la ha encumbrado al trono de endulzante natural por excelencia.

Se le atribuyen numerosas virtudes, pero además se revela como un sucedáneo del azúcar, libre de carbohidratos y muy recomendable para los diabéticos.

  • Propiedades: es hipoglucemiante, antihipertensiva, edulcorante natural, diurética, antibacteriana y antifúngica.
  • A quién conviene: algunos estudios han demostrado que un principio activo que contiene –el esteviósido– induce a las células beta del páncreas a producir por ellas mismas notables cantidades de insulina, lo que contribuye a reducir los altos niveles de glucosa de la sangre, causa de la diabetes mellitus del tipo II, aunque se recomienda también para la diabetes tipo I o insulinodependiente.
  • Cómo se toma: las hojas frescas o secas en infusión, en polvo, y en pastillas como edulcorante.
  • Precauciones: dado su alto poder endulzante, bastan dosis muy pequeñas, mientras que dosis altas tienden a amargar. Si se toman medicamentos para bajar la tasa de glucosa o antihipertensivos, se debe consultar con el médico. 


JUDÍA PARA AUMENTAR LA PRODUCCIÓN DE INSULINA

De la judía (Phaseolus vulgaris) se emplean con fines medicinales las vainas. Se han llevado a cabo algunos estudios in vitro con extractos de vainas de judía en los que se ha demostrado que contribuyen de forma notable a disminuir los niveles de glucemia en la sangre, al tiempo que pueden incrementar los de insulina.

  • Propiedades: se incluye en la categoría de plantas hipoglucemiantes, hipolipemiantes, diuréticas y depurativas.
  • A quién conviene: constituye un recurso dietético y de herbolario muy útil para usar como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes mellitus del tipo II. Se indica asimismo en el exceso de urea, edemas, hipertensión y afecciones urinarias.
  • Cómo se toma: las vainas secas, en infusión, combinadas con otras plantas, dos o tres tazas al día; en polvo, el extracto líquido y en tintura (50 gotas, en tres dosis diarias, disueltas en agua).
  • Precauciones: no presenta toxicidad alguna ni efectos secundarios, pero se recomienda consultar con el médico, sobre todo si se está tomando medicación,


CANELA, UN DULCE APTO PARA DIABÉTICOS

La canela (Cinnamomum verum), originaria de India y Sri Lanka, suma a su excelente sabor propiedades medicinales muy útiles en la diabetes. La parte utilizada es la corteza de las ramas jóvenes.

  • Propiedades: se considera digestiva, estimulante, carminativa, hipoglucemiante y antiséptica.
  • A quién conviene: es fácil que se tenga una pequeña provisión de esta aromática especia en la despensa. Utilizarla en la cocina o en repostería es también conveniente si hay diabéticos en casa. La canela ayuda a estabilizar el nivel de azúcar en la sangre. Al estimular los receptores de insulina, estos potencian la acción metabólica de esta hormona, que hace disminuir el índice de glucemia de forma natural.
  • Cómo se toma: conviene no someterla a una cocción larga, porque perdería buena parte de su valor terapéutico. Se toma en polvo, para condimentar los alimentos, pero también en decocción, en tintura y en extracto líquido.
  • Precauciones: no se debe tomar el aceite esencial por vía interna.


GYMNEMA, EL REMEDIO AYURVÉDICO PARA TRATAR EL AZÚCAR

La gymnema (Gymnema sylvestre), una planta trepadora que crece en el este de la India y en África tropical, se conoce en hindi como gurmar, que significa "destructor del azúcar". Se trata de una de las plantas habituales de la práctica ayurvédica, que la utiliza contra la diabetes, el sobrepeso y la artritis. Con fines medicinales se emplean las hojas.

  • Propiedades: se considera hipoglucemiante, antidiabética, diurética, adelgazante, desintoxicante y antiinflamatoria.
  • A quién conviene: la gymnema contiene ácidos gimnémicos, antroquinonas y saponinas. Su principal virtud es que, una vez tomada, reduce de forma notoria el deseo de ingerir más sustancias dulces, por su gran similitud con las moléculas de glucosa; al mismo tiempo, bloquea parcialmente la absorción de azúcares, lo que evita que puedan subir los niveles de glucosa en la sangre. Constituye, por tanto, un perfecto aliado para tratar de forma natural la diabetes mellitus o bien para prevenirla. En la práctica ayurvédica se utiliza igualmente para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso.
  • Cómo se toma:  una o dos tazas diarias de la infusión de las hojas secas, generalmente asociadas a otras plantas medicinales que complementen su acción.
  • Precauciones: antes de iniciar cualquier tratamiento, sobre todo en el caso de la diabetes de tipo I, es preferible consultar con el médico si se está siguiendo alguna medicación.




COPALCHI PARA METABOLIZAR MEJOR LOS AZÚCARES

El copalchi (Coutarea latifolia) es un arbusto tropical que crece desde el sur de México hasta Colombia. Con fines medicinales se emplea la corteza del tronco: contiene un heterósido amargo, el coutareósido, que por hidrólosis genera glucosa y una genina polifenólica, lo que estimula la secreción pancreática para conseguir una adecuada metabolización de los hidratos de carbono.

  • Propiedades: se considera hipoglucemiante, antiglucémico, uricosúrico, antipirético, aperitivo y refrescante.
  • A quién conviene: disminuye los niveles de azúcar que presenta la sangre y se destina al tratamiento alternativo de la diabetes mellitus de los tipos I y II. Sirve también para abrir el apetito y para saciar la sed, así como para bajar la fiebre en los procesos gripales.
  • Cómo se toma: la maceración fría de la corteza (toda la noche en agua) para tomar durante el día, aunque cabe advertir de su sabor muy amargo; en infusión, combinada con otras plantas de mejor sabor como la estevia, la centaura y la bardana, dos tazas al día; el extracto líquido, de venta en herbolarios, entre 15 y 20 gotas tres veces al día, con me dio vaso de agua; también en cápsulas y comprimidos.
  • Precauciones: no se debe confundir el copalchi con otra planta que a veces recibe el mismo nombre vulgar, la quina blanca (Strychnos pseudoquina), que presenta cierta toxicidad.

EUCALIPTO, UN APOYO A LA DIABETES DEL TIPO II

Las hojas de eucalipto (Eucaliptus globosus) constituyen un conocido remedio descongestionante antiséptico para tratar las afecciones respiratorias. No obstante, se ha demostrado su importancia también como nivelador de los índices de glucemia. Con fines medicinales se utilizan las hojas y los frutos.

  • Propiedades: se le atribuyen efectos hipoglucemiantes, febrífugos, expectorantes, antisépticos y antiinflamatorios.
  • A quién conviene: combinado con otras plantas medicinales que lo complementan, el eucalipto puede ser una excelente opción natural para el tratamiento de la diabetes no insulinodependiente (tipo II), o cuanto menos para prevenirla sin necesidad de recurrir a los fármacos.
  • Cómo se toma: en infusión, preferiblemente combinado con otras plantas como la estevia, la galega, la centaura menor y la bardana, entre otras. Se toman dos tazas al día, la última con la cena.
  • Precauciones: las personas propensas a padecer alergias o ataques asmáticos deben evitar las hojas de eucalipto. 

17 noviembre 2022

Luciérnagas y seres humanos: ¿en qué se parecen sus comportamientos?

 


Luciérnagas y seres humanos: ¿en qué se parecen sus comportamientos?

Hay noches en que los bosques o esas zonas cercanas a los humedales se llenan de luces parpadeantes, como en una discoteca. Tienen una tonalidad verduzca y fría, muy diferente de la luz solar o artificial a las que el ojo humano está acostumbrado. Y es que las luciérnagas se comunican entre ellas para informarse sobre su disponibilidad para reproducirse y también para defenderse de los depredadores.

Si hay un tema fascinante al que no siempre prestamos la suficiente atención es la comunicación animal. Los ecosistemas están llenos de sutiles señales que no todos sabemos leer y de las que aprenderíamos infinitamente. Mamíferos, aves e insectos se comunican entre ellos de manera constante. Y en dicho mundo salvaje están los fascinantes lampíridos, esos pequeños “bichos de luz” que, tristemente, abundan cada vez menos en nuestros entornos.

La pérdida de sus hábitats, la contaminación lumínica, los pesticidas y la presencia de otras especies invasoras hacen que cada vez disfrutemos menos de sus luminosas presencias durante las noches. Esto debe hacernos reflexionar. Porque, aunque nos sorprenda, las luciérnagas tienen ciertas similitudes con el ser humano.

Más allá de ser criaturas habitando un planeta sobreexplotado, atenazado por el cambio climático y en crisis, los psicólogos y biólogos han descubierto ciertas particularidades sobre estos insectos que vale la pena conocer.

Las personas, como las luciérnagas, somos capaces de alinear nuestros comportamientos para enviar mensajes al entorno.

mano con insecto para representar la unión entre luciérnagas y seres humanos
Las luciérnagas son capaces de sincronizarse las unas con las otras para emitir señales lumínicas en grupo.

Luciérnagas y seres humanos: el arte de emitir señales

Imaginemos, por un momento, un desfile militar en Corea del Norte. Hay miles de soldados perfectamente organizados moviéndose de manera sincrónica. En esas multitudinarias exhibiciones se acompañan de armas de gran potencia y todo está milimétricamente planeado. Ningún gesto, paso o movimiento está fuera de lugar, la coordinación es perfecta, sobrenatural casi.

Ahora bien, tras ese espectáculo increíblemente sincronizado, se esconde una señal, un mensaje muy concreto: quieren mostrar al mundo su poderío armamentístico y también la unión del pueblo. Curiosamente, en el reino de los lampíridos (cuya raíz etimológica proviene de la palabra “rayo” por su destello lumínico) acontece algo muy similar.

Hugh M. Smith fue un biólogo estadounidense que descubrió en 1930 cómo las luciérnagas eran capaces de emitir señales lumínicas de manera conjunta. Es decir, puede haber grupos de 50, 100 o más individuos que se ponen de acuerdo para iluminar su abdomen a un mismo ritmo, como soldados en una exhibición militar… ¿La razón?

Las luciérnagas, además de emitir señales lumínicas de manera sincrónica y en grupo, también producen ciertos ultrasonidos que solo los murciélagos pueden percibir. Gracias a ellos alteran su ecolocalización y se defienden de ellos.

Las luciérnagas emiten señales de advertencia en grupo contra sus depredadores

Luciérnagas y seres humanos comparten conductas similares. Una de ellas es ser capaces de unirse en un mismo fin, como es la defensa de un grupo social. Una investigación de la Universidad Estatal de Boise, en Idaho, Estados Unidos, descubrió en el 2018 un hecho tan curioso como fascinante.

Las luciérnagas emiten destellos bioluminiscentes para defenderse de los murciélagos. Y lo hacen de manera sincronizada para que esa señal de advertencia sea más llamativa para estos animales. Durante un tiempo se asumía que ese parpadeo sincrónico se vinculaba únicamente al comportamiento de apareamiento. Ahora sabemos que lo hacen por más finalidades.

De este modo, aunque estos insectos sean de lo más diminutos y nos quepan en la palma de una mano, tenemos ciertas semejanzas con ellos. Nosotros, como las luciérnagas, también podemos organizarnos en grupo para defendernos de los peligros y amenazar a nuestros enemigos.

Luciérnagas y seres humanos comparten la sincronía interpersonal

Los seres humanos no brillamos como las luciérnagas, pero practicamos como ellas la sincronía interpersonal. Es decir, al igual que ellas se coordinan para defenderse de los enemigos o lanzar señales para la búsqueda de pareja, nosotros llevamos a cabo un proceso similar.

Cuando estamos con un amigo, con un compañero de trabajo durante muchas horas o con nuestra pareja, terminamos imitando las posturas corporales, los movimientos y hasta las expresiones. Lo hacemos sin darnos cuenta. La sincronía corporal favorece la unión psicoemocional y la integración al grupo. Luciérnagas y seres humanos practican la sincronía biológica para estrechar vínculos y también como respuesta prosocial.

Un ejemplo, el Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas, Leipzig, en Alemania, realizó un estudio sobre los efectos de la sincronía. Cuando dos individuos cooperan y trabajan juntos, suele aparecer ese tipo de sincronía física.

Esto favorece, a su vez, una interacción social exitosa, nos sentimos más unidos y nos preocupamos más los unos por los otros, favoreciendo así la aparición de conductas de apoyo mutuo. Ese vínculo puede ser tan intenso, que hasta podemos unirnos como las luciérnagas para defendernos de los enemigos comunes…

Las luciérnagas, como nosotros, también tienen sus propios rituales sociales para conocerse y buscar pareja.

bosque para simbolizar la unión entre luciérnagas y seres humanos
Humanos y luciérnagas evidencian un comportamiento sincrónico: emitimos comportamientos similares entre nosotros.

Emitimos señales para atraer la atención de quien nos gusta

Luciérnagas y seres humanos hacen uso de las señales corporales para aportar información a su entorno. Sabemos ya que son capaces de unirse de manera sincrónica y emitir unas mismas secuencias lumínicas para ahuyentar a sus depredadores. Ahora bien, si de algo les sirve la luciferina, esa sustancia de su abdomen capaz de emitir luz es para el apareamiento.

Hay bosques que actúan casi como auténticas salas de discoteca. Los incontables parpadeos de luz en medio de la oscuridad dan forma a un ritual de seducción entre hembras y machos de lo más hermoso. Ellas, agazapadas en la hojarasca, emiten una luminosidad más tenue, ellos vuelan en grupo lanzando sus señales luminosas, a veces de manera sincrónica y otras de manera individual.

De algún modo, también las personas emitimos señales en nuestros rituales de cortejo. Al fin y al cabo, los procesos de seducción no dejan de ser conductas con las que enviar señales, gestos e información verbal y no verbal sobre nuestra disponibilidad e interés en alguien. Las ciudades y los locales de ocio son nuestros bosques nocturnos donde encontrar el amor o un encuentro sexual.

Lampíridos y seres humanos tenemos más en común de lo que pensamos…

La mente es maravillosa