IMPRESIONANTE estas palabras del actor Anthony Hopkins:
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Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida estaba cansada de luchar. Parecía que
Tus hormonas pueden influenciar a tu metabolismo, tu peso, tu energía, tu buen humor, tu temperatura corporal, tu sueño, tus emociones y tu salud en general. Por este motivo, es esencial cuidar nuestro cuerpo y mente para conseguir un buen equilibrio hormonal.
En cada etapa vital, además, las hormonas juegan un papel importante y nos afectan de forma distinta, de manera que es imprescindible asegurarse una buena salud hormonal para transitar etapas vitales como los cilos menstruales, el embarazo, la lactancia o la menopausia.
La salud hormonal puede alterarse fácilmente por varios factores y la suerte que tenemos es que muchos de estos factores están en nuestras manos, porque dependen de nuestros hábitos diarios
De este modo, podemos contribuir a fomentar un buen equilibrio o bien un estado más desequilibrado, si vamos en contra de lo que verdaderamente necesitamos.
A continuación, descubrirás las 5 claves para mantener un buen equilibrio hormonal:
Una alimentación que fomente el buen equilibrio hormonal no tiene nada que ver con hacer una dieta, sino más bien en mantener unos hábitos alimentarios adecuados.
La primera regla es que sea una alimentación basada en alimentos naturales. Esto quiere decir que se aleje de todos aquellos alimentos procesados o ultraprocesados como las harinas refinadas, la bollería, las galletas, las comidas preparadas, los embutidos o las carnes procesadas. Es decir, consideramos alimentos naturales a todos aquellos que no son manipulados por la industria alimentaria.
En definitiva, aquellos alimentos que puedes encontrar en un mercado de toda la vida como los vegetales, las frutas, el pescado fresco, las legumbres y frutos secos, la carne o los huevos de calidad.
Además, es importante potenciar una alimentación antiinflamatoria que evite todos aquellos alimentos que inflaman el organismo, como son el azúcar, la carne roja, el trigo convencional o la leche de vaca. Y, por otro lado, que incluya alimentos que tengan un efecto antiinflamatorio en el organismo, como las grasas saludables conocidas como el omega 3, que obtenemos a través del pescado azul, las nueces, las semillas de chía y las de lino.
Los vegetales, además, deberán ser los protagonistas de los platos para nutrirnos de sus vitaminas, antioxidantes y fibra (no olvides que son ellos los que realmente deben figurar en la base de la pirámide alimentaria).
También puedes añadir a tus platos alimentos con efecto antiinflamatorio muy potente como la cúrcuma o el jengibre.
Otra recomendación es priorizar una alimentación ecológica, especialmente los alimentos de origen animal, ya que contienen pequeñas cantidades de antibióticos y hormonas que acaban pasando a nuestro organismo.
La flora bacteriana es indispensable para una buena salud integral del organismo y se vincula con la salud hormonal.
Si tienes problemas digestivos recurrentes como barriga hinchada, digestiones muy pesadas, gases molestos, estreñimiento o diarrea crónica, lo más probable es que tu flora bacteriana esté alterada. En este caso, es importante, primero de todo, tratar el sistema digestivo.
Para asegurar una buena salud hormonal, será esencial equilibrar tu flora bacteriana. Recuerda que el organismo es un todo y, por lo tanto, se debe tratar de forma integral.
Mantener una vida activa es imprescindible para la salud del cuerpo humano y es esencial para fomentar un buen equilibrio hormonal. El cuerpo humano está diseñado para moverse y si abusamos de un estilo sedentario puede desequilibrarse y deteriorarse.
El ejercicio físico es pues beneficioso para fomentar la salud global del organismo y para generar mayor sensación de bienestar.
No es necesario ir cada día al gimnasio si no te gusta, ya que, si te fuerzas a hacer algo que no te motiva, será muy difícil mantenerlo a largo plazo… La clave para ser constante es encontrar una actividad física con la que disfrutes. Por ejemplo, puedes incorporar en tu rutina semanal clases de yoga, pilates o danza, o si prefieres ir con bicicleta o salir a correr.
También es imprescindible un buen descanso para cuidar tu salud hormonal, por lo tanto, duerme las horas que necesites y permítete descansos durante el día cuando el cuerpo te lo pida.
Las emociones afectan a nuestra salud física y, en el caso de las hormonas, estas pueden verse alteradas en momentos de estrés y nervios.
Piensa que cuando sentimos estrés nuestro cuerpo reacciona segregando una hormona llamada cortisol. Esta hormona es conocida como la hormona del estrés. El cortisol hace que nuestro cuerpo produzca energía para manejar el estrés. Si nuestros niveles de cortisol son elevados por varios meses o años esto produce daños a nuestro cuerpo y altera nuestro sistema hormonal y sistema inmunológico.
Cuida tu bienestar emocional y si es necesario, pide ayuda profesional y aprende a gestionar el estrés.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal. Son sustancias que imitan y alteran el efecto de las hormonas, y estos disruptores endocrinos o hormonales pueden enviar mensajes confusos al organismo ocasionando diversas disfunciones.
Los disruptores hormonales se encuentran en diferentes productos como:
Además de estas 5 claves, no te olvides evitar malos hábitos como fumar y beber alcohol. Además de los efectos tóxicos que ya conoces, tomar estas sustancias dañinas repercuten a la salud digestiva y dificultan la absorción de nutrientes esenciales.
Los ácidos grasos omega-3 y sus fuentes alimenticias, como son los frutos secos y el pescado, han ganado recientemente interés por diferentes razones. Estas grasas sanas, presentes en las plantas y en la vida marina, son importantes para la salud y tienen muchos beneficios para el cuerpo y para la mente.
Estos ácidos grasos se dividen en tres tipos. Dos de ellos abundan en el pescado azul: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Ejemplos de pescados que contienen estos dos ácidos grasos son anchoas, arenque, caballa, aguja, salmón, sardinas, esturión, trucha de lago y atún.
El pescado azul, las semillas y las nueces son alimentos ricos en estas grasas saludables
Tanto el EPA como el DHA son clave para la salud humana ya que juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades como la enfermedad coronaria y la aterosclerosis y están involucradas en el desarrollo del cerebro, retina, reducción del colesterol y control de la presión arterial.
Mientras tanto, el ácido alfa-linoleico (ALA) se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal, como las semillas de lino, el aceite de lino, las nueces y las semillas de chía. El cuerpo no puede producir omega-3 por sí solo, por lo que las personas deben obtenerlo de fuentes dietéticas, siendo la dosis recomendada alrededor de 500 mg por persona y día.
Además de los beneficios ya conocidos de estas grasas saludables, sobre todo populares por bajar los niveles de colesterol perjudicial en el cuerpo y por disminuir el riesgo de padecer enfermedades del corazón, existen otros beneficios menos conocidos pero importantes para la salud:
Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga y sus fuentes alimenticias han ganado interés como un nutriente potencial con una amplia gama de beneficios para la salud, incluida la fertilidad. El consumo de alimentos ricos en estas grasas saludables por parte de las mujeres puede mejorar la probabilidad de concepción y disminuir el riesgo de pérdida del embarazo. Además, la ingesta de omega-3 por parte de los hombres puede influir positivamente en la calidad del semen.
Resultan pues beneficiosos para la fertilidad de parejas que no tienen antecedentes de infertilidad, pero también un correcto nivel sangre de las mujeres y el consumo de pescado se relacionan positivamente con el número de nacidos vivos durante tratamientos de infertilidad de mujeres con técnicas de reproducción asistida.
La importancia de un sueño reparador y de calidad contribuye a la salud general. La privación del sueño ha sido identificada como un problema de salud pública y los tratamientos para regularlo están a la orden del día. Así, el consumo de omega-3 forma parte de un patrón dietético saludable y estudios preclínicos han demostrado que los ácidos grasos EPA y DHA son importantes en la regulación de la serotonina, un modulador tanto de la vigilia como del sueño.
Otros estudios han revelado que un nivel más alto de DHA se asocia con una mayor duración del sueño y un mejor descanso.
También pueden mejorar la resistencia a la insulina, la inflamación y los factores de riesgo de enfermedades cardíacas en personas con síndrome metabólico.
Un gran estudio prospectivo basado en la población ha demostrado recientemente que comer pescado azul, rico en omega-3, puede reducir la incidencia de padecer diabetes y de desarrollar el síndrome metabólico, que es una colección de condiciones que incluyen la obesidad, presión arterial alta, resistencia a la insulina, triglicéridos altos y niveles bajos de colesterol bueno.
El omega-3 funciona para mejorar la memoria en adultos mayores cognitivamente sanos, reduciendo así el deterioro cognitivo y el riesgo de demencia en la vejez. Además, retrasaría también la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Otros estudios han sugerido que el omega-3 beneficia a las personas con desorden hiperactivo y con déficit de atención, mientras que pueden ayudar a tratar varias afecciones neuropsiquiátricas como atenuar trastornos de estrés postraumático, esquizofrenia, cambios de humor, trastorno bipolar, comportamiento violento y la depresión
Concretamente, el ácido graso DHA es un componente estructural de la retina de nuestros ojos. Cuando no obtenemos suficientes niveles a través de la dieta, pueden surgir problemas de visión. Tener buenos niveles de omega-3 está relacionado con un menor riesgo de degeneración macular, que es una de las principales causas de daño ocular permanente y de ceguera en el mundo.
Así pues, el omega-3 es un nutriente esencial que la mayoría de las personas pueden obtener de fuentes dietéticas. Consumir más pescado y marisco, aceite de pescado y fuentes vegetales como el aceite y las semillas de lino, las semillas de chía, las nueces y el aceite de colza, dentro de una dieta completa y saludable, puede aportar algunos de estos beneficios para la salud y puede ser suficiente para un aporte nutricional normal de estas grasas saludables.
Cualquier persona que esté considerando tomarlos en formato suplemento debe consultar primero con un médico o experto en nutrición para asegurarse de que sea seguro y conveniente para su caso concreto.