05 junio 2023

¿Sin esperanza? 6 pasos para recuperar la fuerza interior



Cuando la vida golpea con fuerza, la esperanza actúa como un fuerza irreductible que ayuda a salir adelante, a aceptar y construir de nuevo.


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Sin esperanza somos náufragos a la deriva. No hay una orilla a la que llegar. Vivimos sin horizonte ni dirección. Sin esperanza solo hay rendición.

Es la esperanza lo que posibilita acciones individuales y colectivas que traen de la mano una transformación, un cambio que puede mejorar nuestra situación actual y tal vez el mundo.

Pero como señalan muchos expertos –y también las cifras sobre salud mental– vivimos inmersos en una crisis de la esperanza, sobre todo a nivel colectivo. Los ideales nos parecen ilusorios y fantasiosos. Escasean referentes que marquen una dirección hacia dónde dirigirnos para crear un mundo que sintamos "hogar".

Faltan modelos que inviten a llevar a cabo las "pequeñas revoluciones" que tanto necesitamos para que la Tierra y los seres vivos que habitan en ella tengan un futuro. Entonces, ¿es posible recuperar la esperanza? 

SÍ SE PUEDE RECUPERAR LA ESPERANZA

Cuando tenía cerca de tres años mi padre murió y mi madre se quedó a cargo de nueve hijos, muchos de ellos muy pequeños. A menudo me he preguntado de dónde sacó mi madre la fuerza para levantarse al día siguiente de la muerte de mi padre.

Lo cierto es que todos tenemos esa fuerza interior que nos empuja a seguir adelante, ese instinto de supervivencia.

"Todos tenemos esa fuerza interior que se activa con un desafío. No se trata de la riqueza o de la pobreza externa, sino de una riqueza interior que está en nosotros", explica Juan Guillermo Ocampo, creador del programa Red de Escuelas de Música de Medellín en su conferencia "La fuerza de la esperanza".

Ocampo decidió alimentar la llama de la esperanza entre los niños y niñas de los barrios más pobres y desamparados de Medellín con música. Repartió entre ellos distintos instrumentos sinfónicos y les enseñó a tocar. Muy pronto, juntos, alcanzaron tan buen nivel musical que protagonizaron conciertos en distintas ciudades de Europa. Lograron lo que parecía imposible porque nadie les dijo que no podían.

Otro ejemplo de que podemos recuperar la esperanza. Tras los atentados de París, la periodista Monique Atlan y el filósofo Roger-Pol Droit llamaron a recuperar la esperanza y a integrarla en nuestro pensamiento.

"Podemos reencontrarla y alimentarla, porque es una pequeña llama que a veces baja, pero que no se apaga. Sí, la esperanza sigue siendo nuestro recurso más vivo, una fuerza que nos mantiene en pie, que nos hace seguir adelante incluso en los momentos más negros.

Es la esperanza la que llevó a la resistencia a comprometerse [contra la invasión nazi], la que dio a luz a niños en los lugares más sórdidos, la esperanza es la fuerza más bella, más irreductible y más humana", afirman los autores de L’espoir a-t-il un avenir? (Editions Flammarion).

SIN ESPERANZA: CÓMO RECUPERAR LA CONFIANZA

Hemos dejado sin esperanza a las nuevas generaciones. ¿Qué necesitamos para recuperar este sentimiento?

Durante el año 2021 en Catalunya, el Teléfono de la Esperanza (Fundación Ayuda y Esperanza) atendió 48.893 llamadas de personas con problemas de salud mental (31,85%), problemas relacionales (21,88%) o un estado de soledad no deseada (17,41%) que se sentían desesperadas.

"Los voluntarios del Teléfono de la Esperanza no realizan psicoterapia, sino un acompañamiento emocional no profesional en el cual se intenta que la persona recupere la esperanza en la vida y en su capacidad para resolver sus dificultades, ya sea por sí misma o pidiendo ayuda a otros.

Principalmente, esto se consigue construyendo un espacio de seguridad en el cual la persona puede hablar abiertamente de aspectos sensibles de su subjetividad sin sentirse juzgada. Se escucha con respeto e interés, con una actitud de no juicio y una mirada de aceptación incondicional.

En este proceso de escucha se teje un vínculo que permite al usuario percibir como confiable al voluntario, lo que tiene un efecto multiplicador: confío en el otro y el otro confía en mí, y esto me permite volver a confiar en mí y en la vida", cuenta Clara Campañá, del departamento de comunicación de la Fundación Ayuda y Esperanza.

LA ESPERANZA ES CONTAGIOSA

Para la naturalista Jane Goodall, tenemos razones para sentirnos esperanzados si acompañamos este sentimiento con acciones y compromiso.

"La gente tiende a pensar que la esperanza es una ilusión pasiva: ‘Espero que algo suceda, pero no haré nada al respecto’. Esto es, de hecho, lo opuesto a la verdadera esperanza, que exige acción y compromiso.

La esperanza es contagiosa. Tus actos inspirarán a otros. […] La esperanza es lo que nos permite afrontar la adversidad. Es lo que deseamos que suceda, pero tenemos que prepararnos y trabajar duro para propiciarla", señala Goodall en El libro de la esperanza. Una guía de supervivencia para tiempo difíciles (Ediciones Paidós), escrito junto a Douglas Abrams.

Esta obra, además, aporta ejemplos para seguir confiando en que el cambio es posible si nos unimos para remar en la misma dirección.

"El efecto acumulativo de miles de acciones éticas contribuirá a salvar y mejorar nuestro mundo para las generaciones venideras", afirma Jane Goodall.

ABRIRSE DE NUEVO

Al igual que el peral que sobrevivió al ataque de las torres gemelas y aún florece en primavera, somos naturaleza y la naturaleza es resiliente. Pero simplemente esperar mañanas mejores es una forma limitada de esperanza.

Cuando todo es oscuridad, además de sentir que la luz brilla al final del túnel, se trata de encontrar los recursos internos y externos que nos permitan avanzar. Se trata de vencer la parálisis que puede sobrevenir del dolor e ir más allá comprometiéndose con la vida.

La clave está en abrirse en lugar de encerrarse, en encontrar pensamientos que nos permitan creer que existen nuevos caminos.

La esperanza es una voz que nos dice que somos capaces, que el daño de hoy puede diluirse mañana para nosotros, que tras la dificultad puede esconderse una oportunidad.

Esta creencia es lo que nos permitirá desarrollar nuestra creatividad y mantener la fuerza de voluntad porque nos hace confiar en la vida y en nosotros. Nos mantiene optimistas ante la dificultad dándonos el impulso para dar un primer paso hacia algo mejor.

ACEPTAR PARA AVANZAR

Pero este sentimiento esperanzador ha de acompañarse de objetivos, aunque sean pequeños, porque como dice Hannah Arent, «la acción es una genuina facultad humana de hacer milagros».

La esperanza comprometida con la acción requiere cierta tozudez para mantener el esfuerzo a lo largo del tiempo.

También necesita pisar con los pies en la tierra. No se trata de creer en una esperanza que nos lleve a huir del presente o de la realidad, sino que, a pesar del desastre, nos dé la posibilidad de explorar antes de renunciar.

La esperanza positiva es aquella que nos permite llorar por lo que ya no es posible, pero nos deja entrever lo que aún puede ser. Y a partir de la aceptación de lo que es, actuar en consecuencia.

Se trata de darnos la oportunidad antes de renunciar y de buscar apoyos creando una comunidad, haciendo tribu.

La unión hace la fuerza y también la esperanza porque, cuando uno decae, puede ser el otro quien tome el relevo.

6 ACCIONES PARA RECUPERAR LA ESPERANZA

La aceptación, buscar referentes y abrazar nuevas experiencias ayudan a salir del túnel.

1. DEJAR DE HUIR Y ACEPTAR

Vivir más en el futuro que en el presente es el gran peligro de una esperanza que nos aleje de la realidad. Dejar de negar lo que es y expresar el dolor ayuda a recuperar una esperanza útil. Al acceptar lo que es, podemos avanzar.

2. ENCONTRAR EL SENTIDO

"Nada más fuerte que una pequeña esperanza que no se rinde", escribe Matt Haig en El libro de la esperanza (ed. Contraluz). Para mantener la tenacidad y no desperdiciar el milagro de estar vivos, nada mejor que tener un porqué.

3. ESCUCHAR MÚSICA

H. Arlen y Y. Harburg escribieron Somewhere Over The Rainbow en 1939, uno de los años más difíciles para la humanidad. Una simple canción puede elevar el ánimo y sacarnos de la desesperación. Crea tu lista para momentos difíciles.

4. CREAR TU PROPIA TRIBU

Ante un problema que nos lleve a la desesperación, recurrir a un grupo de apoyo, asociaciones y organizaciones que luchan por lo que deseamos, nos ayudará a desarrollar una esperanza activa y comprometida.

5. BUSCAR LA BELLEZA

Contemplar algo bello nos da esperanza, como una sonrisa, el gesto de un niño, una historia… Una de las bellezas más poderosas es la de la naturaleza, porque nos conecta con la trascendencia y nos recuerda que, con el tiempo, todo cambia.

6. ENCONTRAR REFERENTES

A menudo se pierde la esperanza al sentirse perdido. Tratarnos con afecto nos ayudará a pensar en personas que nos inspiren y sirvan de ejemplo por su capacidad de superación o forma de proceder o de relacionarse.

01 junio 2023

Por qué es mejor comer cuando todavía hay luz.


comer luz

Los nutricionistas y biólogos debaten desde hace muchos años sobre cuál es la dieta más adecuada para gozar de una salud óptima. Los estudios se centran sobre las cualidades de los alimentos, pero cada vez hay más pruebas de que también es crucial cómo se reparten las ingestas a lo largo del día.

En el cuerpo, muchos procesos siguen un ritmo de 24 horas. Por ejemplo, el ciclo de vigilia y sueño. Y estudios recientes indican que la alimentación debe sincronizarse con este ciclo.

HAY HORAS BUENAS Y MALAS PARA COMER

Esa es la idea de partida del libro The Circadian Code, del doctor Satchin Panda, profesor del Salk Institute y experto en investigación de los ritmos circadianos. Panda recomienda realizar todas las ingestas en una ventana de 8 a 10 horas (por ejemplo, entre las 11 de la mañana y las 7 de la tarde) y permaner en ayunas las restantes 14-16 horas.

Esta recomendación se basa en que estamos más preparados para digerir los alimentos por la mañana y por la tarde, debido a los ciclos de producción de hormonas y enzimas digestivas.

Sin embargo, la mayoría de la gente empieza a consumir alimentos poco después de levantarse y toma su última ingesta antes de irse a la cama. De esta manera el periodo de descanso digestivo se reduce prácticamente a la mitad.

Según el doctor Panda, este tiempo reducido no permite que el sistema digestivo y otros sistemas y órganos corporales descansen y se regeneren, lo que puede llevar a desarrollar trastornos metabólicos y otras enfermedades.

EN EL CUERPO HAY MUCHOS RELOJES

Se sabe desde hace mucho tiempo que el cuerpo está regido por un reloj director situado en el cerebro, en el hipotálamo, que rige el ciclo de sueño y vigilia. Pero desde hace un par décadas, se ha descubierto que varios conjuntos de genes se expresan a la misma hora todos los días, lo que seguramente significa que prácticamente cada órgano se rige por su propio reloj.

Por ejemplo, el páncreas aumenta durante el día la producción de insulina, que controla la concentración de glucosa –azúcar– en la sangre, y la disminuye durante la noche. El intestino tiene asimismo un reloj que regula la producción de enzimas, la absorción de nutrientes y la depuración de residuosos. Los millones de bacterias que constituyen la microbiota intestinal operan también a un ritmo diario.

DIGERIMOS MEJOR CUANDO HAY LUZ

Como consecuencia, quemamos más calorías y digerimos los alimentos de manera más eficiente por la mañana y peor por la noche. Prueba de ello es que los trabajadores por turnos que suelen comer durante la noche sufren una incidencia mayor de obesidad, diabetes, algunos tipos de cáncer y enfermedades del corazón.

El doctor Panda y sus colegas tomaron ratones y los dividieron en dos grupos. Uno tenía acceso durante las 24 horas a alimentos ricos en grasa y azucarados. El otro comió los mismos alimentos pero en una ventana diaria de solo ocho horas.

A pesar de que ambos grupos consumieron la misma cantidad de calorías, los ratones que comieron cuando quisieron se engordaron y enfermaron, mientras que los ratones en el régimen de restricción de tiempo no mostraron ninguna tendencia a la obesidad, el hígado graso o la enfermedad metabólica.

MENOS OBESIDAD, OXIDACIÓN E HIPERTENCIÓN

La doctora Courtney Peterson, profesora de la Universidad de Alabama, realizó un experimento similar con personas. Los participantes comieron en dentro de un margen de 12 horas durante cinco semanas y luego redujeron ese margen a solo 5 horas durante la mañana.

Al analizar las variables comprobó que cuando las personas estuvieron sometidas al margen más estricto mostraron niveles de insulina más bajos, menos oxidación, menos hambre durante la noche y una presión arterial significativamente más baja.

En conclusión, los estudios sugieren que para la mayoría de personas sería bueno que agruparan sus comidas durante las horas de luz y que cenaron temprano y de forma más ligera.

Tu cabello es una extensión de tu sistema nervioso

 



pelo neuronas sistema nervioso

El pelo es una extensión del sistema nervioso, que a modo de “nervios exteriorizados”, “hilos sensitivos” altamente evolucionados o “antenas” transmiten una enorme cantidad de información al cerebro, al sistema límbico y neocórtex. El pelo también transmite energía electromagnética hacia el medio ambiente.

Un estudio realizado durante la Guerra de Vietnam comprobó cómo los hombres, seleccionados en reservas indias por el ejército americano, perdían sus altas capacidades a la hora de percibir peligros o de ubicarse en el terreno tras sus cortes de pelo militares. Decían que ya no podían “sentir” al enemigo, ni acceder a su “sexto sentido”.

¿Te has fijado qué te pasa cuando te cortas el pelo, o te quitas la barba? ¿Cambian tus sensaciones? ¿Te vuelves más sensible? Obsérvate y descúbrelo.

EL ESTRÉS SE VE EN TU CABEZA

Quizás se te cae el pelo por tu genética, pero la mayoría de alopecias son de causa psicológica. El estrés por sí solo es condición suficiente para provocar la pérdida de cabello.

Así lo demuestra un estudio publicado por la revista European Academy of Dermatology and Venerology. La buena noticia es que, según los expertos, en el 80% de los casos, tras superar el estrés, el cabello se recupera también.

Cuídate por dentro, disfruta de cada momento y aleja el estrés.

También las canas se asocian, según estudios en ratones, a estrés. Y la caspa es también, la mayor parte de las veces, otra muestra de estrés, ansiedad y fatiga.

5 CLAVES PARA CUIDAR TU PELO CON MENOS TÓXICOS

Es otro de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de cuidar de la salud del cabello.

1. UTILIZA COSMÉTICA NATURAL

¿Sabías que lo que ponemos en el pelo puede acabar en el interior del cuerpo? Incluso hay sustancias que afectan al sistema nervioso. La cosmética natural evita muchas de las sustancias tóxicas que incorporan los cosméticos convencionales. Te ayuda a cuidar de tu pelo, sin dañarte.

2. SIN DETERGENTE SINTÉTICO

En los champús convencionales es muy común, lo encontrarás como “Sodium laureth sulfate”, y es responsable de la innecesaria espuma abundante a la que estamos tan acostumbrados. ¡Evítalo!

3. SIN AMONÍACO

Los tintes convencionales pueden resultar alergénicos. Además se estudia su relación a algún tipos de cáncer. Opta por los ecológicos (o al menos 100 % vegetales como la Henna).

4. SIN PARABENOS

En las etiquetas verás que empiezan por methyl-, ethyl-2, propyl- y acaban en paraben. Estos compuestos llegan a la sangre, donde actúan como disruptores hormonales.

5. SILICONAS

En los anuncios prometen un pelo maravilloso al instante, pero lo recubren de grasas que te hacen creer que está fantástico.

Lo que necesita tu cabello es tiempo para recuperarse y productos más sanos.

TU PELO Y LA LUNA

Tu cabello (y el resto de tus pelos) reciben su influencia, como las mareas y las cosechas. Ten en cuenta el calendario lunar antes de cortarlo.

  • Luna nueva. Observa que en esta fase, las fibras capilares se debilitan y se cae más.
  • Cuarto creciente. Cortar tu pelo en esta fase hará que crezca más rápido y fuerte.
  • Luna llena. Al cortarlo justo ahora crece más sano, abundante, brillante y fuerte.
  • Cuarto menguante. En cambio, si eliges cortar ahora, verás que no crece tan rápido.

Coenzima Q10: ¿debería tomar un suplemento?


Beneficios coenzimaQ10

Nuestro cuerpo produce de manera natural una coenzima, la Q10, que también se conoce como ubiquinona o vitamina Q10. Esta coenzima se encuentra en las membranas de las células, donde realiza una gran función: la producción de energía en forma de ATP (trifosfato de adenosina) a partir de los alimentos asimilados por el organismo.

La coenzima Q10 es, además, un importante antioxidante que mejora la función del músculo cardiaco y previene la falta de oxigenación celular.

Sin embargo, a partir de los 40 años su producción natural comienza a disminuir. Y unos niveles bajos pueden contribuir a la hipertensión, ataques al corazón, angina de pecho, depresión del sistema inmunitario, enfermedad periodontal, falta de energía y obesidad entre otros trastornos.

CÓMO AUMENTAR TUS NIVELES DE COENZIMA Q10

Además de sintetizarse en el cuerpo, también se obtiene coenzima Q10 de los alimentos: esta representa un 25% de la que circula por el plasma sanguíneo. En general el cuerpo sintetiza suficiente cantidad y la media de la población obtiene de los alimentos unos 3-6 mg diarios, aunque no se ha establecido una dosis mínima que se deba conseguir a través de la dieta.

1. ALIMENTOS RICOS EN COENZIMA Q10

Los alimentos más ricos en coenzima Q10 son las carnes rojas, el pavo y el pollo, aunque también se encuentra en el pescado azul (unos 2 mg por ración). Pero no es imprescindible consumir alimentos de origen animal.

También aportan coenzima Q10 muchos alimentos vegetales. Se encuentra en:

  • Semillas y frutos secos como las semillas de sésamo, los pistachos o las nueces (aportan aproximadamente 1 mg por ración).
  • Legumbres como los guisantes, las lentejas y el tofu y otros derivados de la soja.
  • Verduras como las espinacas crudas, el brócoli, la coliflor y las zanahorias.
  • Frutas como las naranjas y las fresas.
  • Cereales integrales, germen de trigo y aceites de canola y soja.

Para preparar un plato rico en coenzima Q10 se pueden combinar, por ejemplo, espinacas crudas, brócoli hervido durante tres minutos, zanahoria en cerillas, arroz integral y tofu en dados (pasado por la plancha).

Para el aliño se mezclan cacahuetes, semillas de sésamo, nueces trituradas con aceite de soja y zumo de naranja.

2. TOMAR UN SUPLEMENTO DE COENZIMA Q10

Pero para obtener efectos terapéuticos o preventivos se puede tomar a partir de los 40 años un suplemento de 30-50 mg al día.

Es una suplementación segura, pues no se conocen efectos secundarios negativos a estas dosis, pero un médico especialista en nutrición puede indicar la dosis más adecuada a cada persona según el caso. Cada persona tiene sus necesidades y la dosis no es igual ante una enfermedad cardiaca que en un Parkinson, un problema de fertilidad o si se quiere mejorar la práctica deportiva.

Esta suplementación posee efectos antioxidantes, regeneradores y antifatiga. Está indicada en el tratamiento del colesterol elevado y otras enfermedades cardiovasculares.

También mejora la motilidad del esperma y estimula la formación de glóbulos blancos y con ello las defensas frente a infecciones.

3. AYUDAR AL CUERPO A SINTETIZAR MÁS COENZIMA Q10

Además de tomar un suplemento, algunas investigaciones sugieren que es posible estimular la síntesis de la coenzima Q10 por el propio cuerpo asegurándose la obtención de vitamina B6 o piridoxina.

Encontrarás esta vitamina en alimentos como las patatas, los aguacates, las espinacas, los plátanos, las ciruelas desecadas o las nueces.

SI TOMO SUPLEMENTO, ¿QUÉ FORMA DE COENZIMA Q10 SE ASIMILA MEJOR?

Antes que nada, conviene saber que para asimilar mejor la coenzima Q10 lo más recomendable es tomarla con la comida.

Además es importante elegir una coenzima Q10 de calidad, pues se presenta en varias formas –básicamente ubiquinol y ubiquinona– y algunas se asimilan mejor que otras.

La de mayor calidad es el ubiquinol, que es la forma activa de la coenzima Q10, lista para su absorción y aprovechamiento. Se obtiene mediante fermentación de levaduras –como la generada en el organismo– y es absorbible en una solución de aceite con lecitina. Se encuentra en presentaciones de 50 y 100 mg.

INTERACCIONES CON MEDICAMENTOS

No se puede tomar coenzima Q10 si se sigue un tratamiento con medicamentos para la coagulación o quimioterápicos.

Al ser hipotensora, también debe regularse su consumo cuando se toman antihipertensivos.

Por otra parte, las estatinas para bajar el colesterol y el tabaco disminuyen los niveles de Q10.

BENEFICIOS DE LA COENZIMA Q10

Sus beneficios e indicaciones son amplios:

  • La coenzima Q10 favorece el bombeo de la sangre, disminuye la grasa vascular, la presión arterial y el colesterol mlo LDL, así como su oxidación, que favorece la formación de las placas de ateroma. Por eso se recomienda en caso de insuficiencia cardiaca y para favorecer la recuperación después de un infarto cardiaco.
  • Estimula la renovación celular y tisular, lo que afecta beneficiosamente al correcto funcionamiento de órganos vitales como el hígado, los riñones, el páncreas, el corazón y el cerebro.
  • Pero, sin duda, una de las áreas donde más se emplea por su poder antioxidante y reparador es en la lucha contra el envejecimiento. Ese poder reparador actúa sobre todo en las lipoproteínas plasmáticas.
  • Por vía tópica es efectiva contra las arrugas y las manchas oscuras de la piel. Los expertos siguen investigando aplicaciones para contrarrestar el paso de los años.
  • El gran aporte energético celular de Q10 mejora asimismo la salud cardiovascular y es un gran aliado para los deportistas porque mejora su rendimiento. Además no es un suplemento dopante. Pueden tomar de 2 a 3 perlas de 50 mg al día, aunque es recomendable que se haga bajo control médico.
  • También puede ser útil en la prevención y, en dosis altas, en el tratamiento de problemas como la enfermedad de Huntington, Parkinson y Alzheimer, aunque existen estudios contradictorios. En dosis moderadas puede mejorar el rendimiento intelectual debido a su efecto protector sobre las neuronas.
  • En las personas con diabetes, disminuye la glucemia en ayunas y regula los niveles de glucosa. Asimismo, y debido a la mejor circulación arterial, reduce la frecuencia de las migrañas y la fatiga. También combate los efectos de los radicales libres sobre la piel.