04 mayo 2020

Qué comer en mayo: 7 frutas y verduras de temporada

Qué comer en mayo 7 frutas y verduras de temporada

Alimentos más ligeros, jugosos y depurativos empiezan a inundar nuestros campos y mercados en esta etapa de transición primaveral hacia el calor del verano. ¡Aprovecha para comer las últimas alcachofas o espárragos de la temporada y da la bienvenida a las deliciosas cerezas o a los albaricoques!





Ya hemos llegado al ecuador de nuestra tan esperada primavera. Mayo es uno de los meses más alegres del año en el que disfrutamos de largas horas de sol cada día, las temperaturas se suavizan tanto que empezamos a aligerar nuestro vestuario, y los huertos y jardines se convierten en un festival de la floración. Y el campo, como el resto de la naturaleza, sigue esta misma dinámica expansiva, ofreciéndonos alimentos de temporada más ligeros y más adecuados a las nuevas temperaturas mucho más suaves.
Según la Medicina Tradicional China, esta época de transición del frío al calor es la ideal para llevar a cabo procesos detoxificantes y poner especial atención en el hígado o el resto de órganos depurativos. Por eso, la naturaleza nos regala alimentos que cumplen con esta función détox, como las tan apreciadas alcachofas, el apio, las fresas, los espárragos, los rabanitos y un largo etcétera de alimentos que ya tenemos a nuestro alcance desde el mes de marzo y que vale la pena aprovechar, ya que desaparecerán con la entrada del calor del verano.

Esta época de transición del frío al calor es la ideal para llevar a cabo procesos detoxificantes y poner especial atención en el hígado o el resto de órganos depurativos

Así pues, durante este mes de mayo, podemos seguir disfrutando también de otras frutas y verduras de abril como los guisantes, los tirabeques, las habas, las cebollas tiernas, la rúcula, las acelgas, la remolacha o la zanahoria, incluyendo también setas de primavera como los marzuelos, las colmenillas o los perrechicos.
Recuerda que ahora es un buen momento para basar la preparación de estos alimentos en cocciones más rápidas y cortas, como el vapor, los salteados, el wok, los marinados o, directamente, en su versión cruda o semi-cruda, como las ensaladas o los batidos y zumos verdes, que pueden ser un gran desayuno o una estupenda merienda.
Aunque en algunas zonas del país ya están empezando a llegar las primeras judías verdes, las ciruelas, las nectarinas y las hierbas aromáticas típicas del mes de junio, aquí tienes nuestra pequeña lista de frutas y verduras de temporada de mayo que podrás encontrar en todos nuestros mercados y que, por precio, propiedades y disponibilidad, conviene que priorices en tu cesta de la compra.

El albaricoque
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El albaricoque

Si todavía no lo has visto en tu frutería o en tu cesta de la compra, no te preocupes, porque está a punto de aparecer en escena y se quedará hasta el mes de agosto. Esta pequeña delicia jugosa, cuyo cultivo por el litoral mediterráneo extendieron los árabes, tiene un alto contenido en vitamina A, de efecto antioxidante, y en hierro. A su vez, también nos aporta mucha fibra, por eso es mejor descartarlo en caso de diarrea.
La mejor forma de aprovechar todas las propiedades del albaricoque es consumirlo fresco y crudo (cómpralo siempre ecológico, ya que su piel concentra una alta cantidad de agrotóxicos presentes en el cultivo convencional), aunque, el resto del año, también podemos tomarlo en su versión seca: los dulces orejones

Las endibias
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Las endibias

De aspecto parecido a la lechuga, la endibia es una hoja verde de sabor amargo, muy depurativa y de efecto refrescante. Nos aporta muy pocas calorías, pero es una importante fuente de vitaminas, además de ser una verdura que nos facilitará la digestión de las comidas más grasas a la vez que nos ayudará a desintoxicar el hígado.
Cómela cruda, combinada con otras hojas verdes menos amargas, y acompáñala de otros sabores potentes como el roquefort o la granada

Las cerezas
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Las cerezas

¿Hay alguna otra fruta que despierta tantas pasiones como las cerezas o las fresas? Las cerezas son pequeñas joyas con las que la naturaleza nos premia cada primavera e inicios de verano, muy nutritivas y antioxidantes, que nos ayudan a mantener la salud de nuestra piel y de nuestras articulaciones.
Desde abril y hasta finales de julio, podrás disfrutar de esta deliciosa fruta que puede comerse cruda y sin acompañamiento o bien incluirla en zumos y batidos, en ensaladas, en cremas crudas como los gazpachos o, incluso, en numerosas recetas de repostería.

Los berros
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Los berros

Considerados un auténtico superalimento, la moda de los berros está arrasando en países como Estados Unidos, especialmente por su alto contenido en vitamina K y minerales (muy beneficiosos en caso de padecer osteoporosis o enfermedades cardíacas).
Muy bajos en calorías, pero muy densos a nivel nutricional, los berros son grandes aliados en dietas de adelgazamiento que pueden sustituir a las habituales lechugas o espinacas en las ensaladas, o bien complementarlas.

El níspero
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El níspero

Aquí tenemos a otra de las grandes representantes de las frutas de primavera e inicios de verano. De origen japonés, el níspero, al igual que la mayoría de frutas y verduras de color naranja, es rico en provitamina A en forma de betacaroteno, que nos ayuda a formar y a mantener la salud de la piel, del pelo y de las mucosas, y que es tan necesario para el crecimiento de los huesos y de los dientes, así como en la reproducción.
Incluirlo en tu dieta te ayudará a preparar el cuerpo para el verano y la exposición solar.

Los espárragos blancos
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Los espárragos blancos

Aunque ya te hemos hablado de las grandes propiedades nutricionales de los espárragos verdes, hoy vamos a centrarnos en esta variedad: los espárragos blancos tienen este color porque crecen bajo tierra, a diferencia de los verdes o silvestres, que han salido hacia fuera y han estado expuestos a la luz del sol.
Potentes diuréticos, desintoxicantes y antioxidantes, los espárragos blancos son ricos en vitaminas A, C, E y K, y también hay quien les atribuye propiedades afrodisíacas.

La papaya
Por qué es importante comer papaya todos los días?

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La papaya

¿Sabías que esta fruta tropical es considerada uno de los mejores protectores naturales del estómagoLa papaya es buena para la salud de la piel, nos ayuda a reducir el colesterol y a fortalecer el sistema inmunitario, pero, sobre todo, estamos delante de un grandísimo protector gástrico que no debes pasar por alto.

A tope de vitaminas con los smoothies

Sabrosos concentrados de vitaminas a base de fruta o verdura, los smoothies, bebidas de bajo contenido calórico, son ideales para refrescar un delicioso y colorido aperitivo.



Los smoothies tienen una consistencia más densa y espesa que un batido de leche tradicional, no son tan fríos como un sorbete y su tacto es más suave que el de un puré. Aquellos que no los han probado los consideran un simple zumo o batido.
¿Por qué se llaman smoothies?
El término smoothie tiene que ver con la consistencia de esta bebida: densa, suave y cremosa, apenas un poco líquida.
Los smoothies proceden de los Estados Unidos, donde surgieron en los años 60 de la mano de Stephen Kuhnau, actual propietario de una cadena de smoothie-bar. Kuhnau, que en aquellos años trabajaba detrás de la barra, preparaba diariamente decenas de batidos, batidos que no podía probar porque era intolerante a la lactosa. Por ello, ideó un batido a base de fruta y verdura y con hielo picado, sin añadir leche ni azúcar.
¿Cómo se prepara?
Se necesita muy poco. Nos bastará con una batidora o licuadora, y fruta y verdura pelada, lavada, desprovista de semillas y cortada a trocitos. Estos ingredientes se mezclan hasta conseguir que queden perfectamente integrados.
El resultado será una bebida refrescante y repleta de vitaminas.
Los smoothies son sencillos y rápidos de preparar; podemos hacerlos en casa, ya que no existe un límite de ingredientes en la receta. Podemos añadir yogurt a la fruta y verdura, e incluso leche si queremos un smoothie más líquido (también vale leche de arroz o de soja si somos intolerantes). Para aportar un toque original, podemos completarlos con canela, vainilla, menta o jengibre.
Ingredientes
En la base de los smoothies están aquellas frutas que aportan un gusto neutro y poco pronunciado a la bebida, como el plátano, la pera y la manzana (y esto mismo vale para las verduras). Estas frutas se combinan con otras que tienen un sabor más intenso y particular, como la piña o el mango. Según tus gustos, puedes añadir también especias, hierbas o zumos.
¿Cuándo tomarlos?
Los smoothies pueden ser una alternativa perfecta al tradicional desayuno de leche y galletas, un sabroso tentempié a media mañana o una refrescante y placentera merienda estival: una idea que nos ayuda a disfrutar de todos los nutrientes de la fruta y la verdura, sin que ello nos pase factura.
Calorías
Varían según los ingredientes que hemos elegido para prepararlo, pero un smoothie puede contener entre 100 y 250 calorías.
Manzanaroja ha preparado para nosotros algunas recetas de smoothies completamente ligeros y sabrosos. Uno con piña y jengibre, otro a base de sandía y fresa, un lassi (batido indio) con menta y fresa  y, finalmente, un smoothie de  melocotón.
Aquí te presentamos nuestra selección de recetas. Mira la galería y ¡aprende a preparar los smoothies de Manzanaroja 
Batido de piña y jengibre para perder peso: aprende a prepararlo ...
1.     Smoothie de piña y jengibre fresco
Calorías totales: 253/Calorías por vaso: 127
Ingredientes para dos personas:
  • 170 g de piña cortada en dados (68 cal)
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado (35 cal)
  • 1 vasito de yogur desnatado o de soja (45 cal)
  • 230 ml de zumo de piña (105cal)
  • 1 pizca de canela en polvo
  • ½ vaso de hielo
Preparación:
Introducimos todos los ingredientes en la batidora. Batimos a velocidad alta hasta conseguir una textura cremosa.
Jugo de fresa y sandía para bajar de peso | Secretaría de Salud ...

2.     Smoothie de fresa y sandía
Calorías totales: 138/Calorías por vaso: 69
Ingredientes para dos personas:
  • 150 g de fresas (45 cal)
  • 450 g de sandía cortada en trozos pequeños (67 cal)
  • El zumo de un limón
  • Albahaca fresca
  • 1 vaso de hielo
Preparación:
Introducimos todos los ingredientes en la batidora. Batimos a velocidad alta hasta que consigamos una textura cremosa. Echamos en dos vasos y servimos inmediatamente.
BATIDO DE REMOLACHA, UVA Y MENTA, RECETAS DE BATIDO, RECETA FACIL ...
3.     Lassi de fresa y menta
Calorías totales: 247/ Calorías por vaso: 124
Ingredientes para dos personas:
  • 10 fresas (36 cal)
  • 240 ml de leche normal o de soja con sabor a vainilla (118 cal)
  • 1 vasito de yogurt desnatado o de soja (54cal)
  • 2 cucharaditas de azúcar (39 cal)
  • 4 hojas de menta fresca
Preparación:
Introducimos todos los ingredientes en la batidora y batimos durante un minuto. Vertemos en dos vasos y servimos inmediatamente.
receta smoothie melocotón
4.     Smoothie de melocotón
Calorías totales: 323/Calorías por vaso: 161
Ingredientes para dos personas:
Coulis:
  • 110 g de frambuesa (33 cal)
  • Unas gotas de zumo de limón
  • 2 cucharaditas de miel (61 cal)
Smoothie:
  • 3 melocotones pelados y troceados (108 cal)
  • 180 ml de yogurt desnatado o de soja (77 cal)
  • 90 ml de leche (44 cal)
Preparación:
Introducimos los ingredientes para preparar el coulis en la batidora y batimos hasta que la fruta tenga la textura de un puré. Vertemos en un cuenco pequeño y apartamos. Si no nos gustan las semillas, podemos colarlo.
A continuación, hacemos lo mismo con los ingredientes del smoothie y batimos durante un minuto. Vertemos en dos vasos y adornamos con el coulis. Servimos inmediatamente.
Una sugerencia: no laves la batidora después de preparar el coulis, ya que le dará un delicioso color rosado al smoothie.
(También podemos sustituir el melocotón por 300 de mango o 2 plátanos).

Beneficios del consumo de probióticos

Debido a las dietas que llevan muchas personas de los países industrializados la calidad de su flora bacteriana es bastante pésima. Muchas enfermedades son debidas al desequilibrio que presenta esta flora bacteriana. El consumo de probióticos, nos ayuda en la prevención y tratamiento de numerosas enfermedades.

La microbiota intestinal

La microbiota intestinal, también conocida como flora intestinal, está compuesta por poblaciones de microbios y bacterias que viven en nuestro intestino. Estas poblaciones están estrechamente relacionadas con la salud humana. En nuestra flora intestinal existen decenas de trillones de microorganismos. Sin embargo, no todos tenemos la misma microbiota intestinal. Solo compartimos un tercio de la misma, los dos tercios restantes son específicos de cada persona. Podríamos decir que cada intestino tiene una identidad distinta.

La necesidad de tener un intestino sano

Nuestra evolución como especie ha ido de la mano de la evolución de los microorganismos. Junto con estos microorganismos, realizamos funciones esenciales para la vida y podemos considerarlos como directos implicados en nuestra salud o enfermedad. Cuando las poblaciones bacterianas se alteran pueden aparecer patologías como enfermedades autoinmunes, inflamación crónica, asma, cáncer, problemas en la piel y en nuestra salud cardiovascular, entre otros.
Nuestra flora intestinal cumple las siguientes funciones:
  • Se encarga de la buena absorción del agua y los minerales en el colon.
  • Mantiene el pH de la piel y el colon.
  • Desarrolla el sistema gastrointestinal de los recién nacidos.
  • Obtiene energía de los nutrientes gracias a su capacidad para fermentar los carbohidratos indigeribles.
  • Incrementa la velocidad del tránsito intestinal.
  • Interactúa con el sistema inmunológico en el intestino, promoviendo la maduración de las células autoinmunes.
  • Protege del desarrollo de la diabetes tipo I.
  • Estimula la formación de los vasos sanguíneos.
Además de esto, cuando su composición varía, puede aparecer obesidad y también enfermedades intestinales crónicas. Así mismo, algunos estudios han demostrado que el estado de nuestra flora intestinal puede influir en nuestro estado de ánimo.

Los factores que influyen en nuestra microbiota

Nuestra manera de alimentarnos y nuestros hábitos tienen mucho que ver con el estado de nuestra flora intestinal. Cuando no nos alimentamos de manera correcta y tenemos hábitos no saludables nuestra microbiota se debilita y podemos enfermar.
Las personas más jóvenes tienen floras intestinales menos complejas. Cuanto mayores nos hacemos más favorable es nuestro intestino para que colonicen nuevas especies de bacterias. La dieta define, en gran medida, qué bacterias poblarán nuestro intestino. Así mismo, algunos fármacos, como por ejemplo los antibióticos, eliminan ciertos grupos de bacterias.
Los contaminantes ambientales y el ejercicio físico en exceso son también factores que deterioran en gran medida nuestra microbiota.

Fuente: Pixabay/edwina_mc

Los probióticos

Los antiguos de distintas culturas ya conocían los alimentos procesados para potenciar la salud del intestino. Por ejemplo, los romanos utilizaban el chucrut, los búlgaros el kéfir, en países asiáticos verduras fermentadas como el repollo, los nabos o la berenjena. En Ucrania, es muy habitual tomar yogur de leche cruda y chucrut. En la India, toman lassi antes de comer que es muy parecido al yogur y facilita la digestión.
A principios de 1900, se atribuyó la buena salud de los pueblos balcánicos al alto consumo de leche fermentada. Y poco tiempo después, a las bacterias beneficiosas de esos fermentos se las denominó probióticos. Esta palabra es de origen griego y significa «a favor de la vida».
Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que viven en nuestro intestino y que son muy beneficiosas para la salud de nuestro sistema digestivo. Cuando tomamos estas bacterias en nuestra alimentación, estamos contribuyendo a mantener la microbiota saludable.

Beneficios del consumo de probióticos

Los beneficios que nos aportan los probióticos son los siguientes:

1. Son eficaces en trastornos de tipo digestivo

Dentro de los efectos más destacados de los probióticos se encuentran su gran eficacia para tratar patologías digestivas, sobre todo la diarrea. Son muchos los estudios que han comprobado que tomando probióticos procedentes de alimentos, o como suplementos, se puede prevenir la aparición de diarreas.

2. Ayudan a llevar a cabo una buena digestión

Los probióticos nos ayudan a equilibrar nuestro sistema digestivo. Son capaces de inhibir el crecimiento de bacterias no deseadas y nos ayudan a digerir de manera saludable, ya que mejoran la motilidad intestinal. Debido a ello, la absorción de nutrientes se lleva a cabo de manera más eficaz. Las bacterias que contienen los probióticos cooperan con la producción de diferentes ácidos muy beneficiosos para nuestro organismo. También, están implicadas en la síntesis de la bilis y en la secreción de jugos gástricos.

Fuente: Pixabay/Gracia31

3. Protegen contra distintas infecciones

Las bacterias y levaduras probióticas son muy importantes para mejorar la respuesta inmunológica al estimular la secreción de IgA y de las células T reguladoras.

4. Ayudan en el tratamiento del cáncer colorrectal

Aunque hay pocos estudios todavía, algunos de ellos han podido comprobar que las bacterias probióticas podrían contribuir a detener el crecimiento de los tumores. Estos estudios solo se han realizado con animales, por lo que sería necesario investigar con humanos para confirmar al 100%,

5. Eficaces contra las infecciones de las vías urinarias

Este tipo de infecciones, casi siempre, tienen su origen en los microorganismos que tenemos en el intestino. Se ha podido comprobar que administrar lactobacilos vía vaginal o vía oral es una gran ayuda para restablecer la flora vaginal y así aumentar la protección contra bacterias patógenas. De esta forma, se reduce, también, el riesgo de infecciones urinarias.

6. Aliados en la pérdida de peso

Gracias a algunas investigaciones, se ha descubierto que las personas obesas tienen una flora intestinal menos variada. Por este motivo, los procesos metabólicos son anormales. Esto hace pensar que los probióticos pueden ser eficaces a la hora de luchar contra la obesidad. Esto es debido a que inhiben la absorción de grasa, ya que se produce un aumento de la grasa excretada con las heces. También, aumentan la secreción de la hormona GLP-1 que tiene que ver con la sensación de saciedad
A modo de conclusión podemos decir que los probióticos son una estupenda ayuda para las personas que sufren problemas digestivos. De la misma manera, su consumo te ayudará a mejorar tu salud, a perder peso y a prevenir numerosos problemas de salud.