Cristina Román
El azúcar ha sido parte de la dieta humana desde hace mucho tiempo, aunque la cantidad y la fuente de los azúcares que se consumen ha ido cambiando con el tiempo. En el siglo XVII, el jarabe de arce, obtenido al hervir la savia de los arces, era el edulcorante predominante utilizado en América, mientras que en el Mediterráneo se utilizaba el algarrobo para endulzar. Ya en el siglo XVIII, los avances tecnológicos hicieron que la sacarosa extraída de la caña y la remolacha se volviera más disponible y se convirtiera en el famoso azúcar de mesa y edulcorante principal.
En el siglo XIX la producción mundial de azúcar aumentó enormemente y en 1950, los azúcares refinados se usaban en una amplia gama de alimentos en todo el mundo, aumentando la producción de alimentos procesados que, acompañados con estilos de vida más sedentarios, hizo que la obesidad comenzara a crecer en países más desarrollados.
Las tendencias de consumo actuales
Hoy en día se estima que más del 40% y el 14% de la población adulta mundial tiene sobrepeso y obesidad respectivamente. Esta patología se desarrolla cuando la ingesta energética de un individuo excede de su gasto energético, y todos los componentes de los alimentos que producen energía pueden contribuir potencialmente a estos desequilibrios.
Muchos creen que los azúcares son los principales culpables, ya que su consumo se relaciona con la prevalencia de diabetes tipo 2, obesidad, enfermedades cardiovasculares y caries dental. Ahora más que nunca, los consumidores son más conscientes y están preocupados por su ingesta de azúcar.
La tendencia es buscar opciones de alimentos más saludables, con azúcar reducido, azúcar de origen natural y sabor sin cambios. Estas tendencias de los consumidores han llevado a la industria alimentaria a realizar considerables inversiones en I+D para preparar productos con edulcorantes de base natural.
Edulcorantes naturales
Los edulcorantes tradicionales se obtienen de las abejas (miel), savia de plantas y árboles (jarabe de arce, néctar de agave), frutas (jarabe de algarrobo), semillas, raíces (jarabe de Yakón) y hojas (stevia). Estos productos se han utilizado tradicionalmente como edulcorantes primarios en muchos países y ofrecen a los consumidores fuentes de dulzor familiares y naturales. De hecho, algunos se usan desde hace muchísimo tiempo. La miel, por ejemplo, es probablemente el edulcorante más antiguo del mundo y fue utilizada por los antiguos egipcios alrededor del 2100 a.C
La miel es probablemente el edulcorante más antiguo del mundo
No obstante, hoy en día se han propuesto y estudiando nuevas posibilidades para atender la demanda, usando miel, pero también xilitol, eritritol, maltosa, maltodextrina, stevia, melaza, jarabe de arce, azúcar de coco, néctar de ágave y azúcar de dátil. A continuación, te presentamos algunos de los edulcorantes naturales que puedes encontrar en el supermercado, para que optes por el que más te guste.
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