El sistema inmunitario es el más potente mecanismo de defensa que posee el cuerpo humano. Su función es defenderte de organismos patógenos como virus o bacterias. Descubre en este post cómo fortalecerlo.
Mecanismos de defensa del cuerpo humano
Tu cuerpo posee barreras físicas como la piel, las membranas mucosas o el vello corporal. En ocasiones, estas barreras no son suficientes y los agentes patógenos externos consiguen penetrar en el interior de tu cuerpo. Aquí es donde entra en juego el sistema inmunitario.
La complejidad del sistema inmunitario
El sistema inmunitario tiene la capacidad de detectar y eliminar amenazas y agentes patógenos. Está constituido por células, órganos y tejidos que se coordinan entre sí para reparar el daño causado por estos microorganismos y agentes externos.
Cómo se activa el sistema inmune
Cuando el sistema inmunitario innato detecta una molécula invasora pone en marcha las células inmunitarias (como los leucocitos neutrófilos y las Natural Killers o NK) y las citoquinas.
Los agentes patógenos pueden activar funciones inmunitarias adaptativas más lentas que utilizan células T y B. Éstas son las encargadas de reconocer antígenos específicos del agente invasor y de crear anticuerpos que permitan neutralizar dicho agente.
La alimentación y el sistema inmunitario
Los micronutrientes (vitaminas y minerales) desempeñan un papel primordial en el desarrollo y la preservación del sistema inmunitario y en tus defensas.
Te detallamos a continuación la actividad de cada uno de ellos así como el valor de referencia del nutriente para adultos (VRN).
- Vitamina A: participa en la formación de glóbulos blancos y protege los tejidos de las mucosas respiratorias. VRN: 800 µg.
- Vitamina B6: participa en la migración de linfocitos al intestino y, junto con las vitaminas B9 y B12, interviene en la formación de proteínas relevantes para el sistema inmunitario y para el ADN. VRN: 1,4 mg.
- Vitamina B9: esencial para la supervivencia de las células T reguladoras en el intestino delgado. VRN: 200 µg.
- Vitamina B12: participa en la barrera intestinal, es un cofactor de las vías metabólicas de la microbiota. Facilita la producción de linfocitos T. VRN: 2,5 µg.
- Vitamina C: interviene en la proliferación de los linfocitos T y B, que sintetizan los anticuerpos. VRN: 80 mg.
- Vitamina D: modula la respuesta inmune mediante la interacción con el receptor específico expresado en células presentadoras de antígenos y en linfocitos T. VRN: 5 µg (=200 UI).
- Vitamina E: potencia la actividad citotóxica de las células Natural Killers y protege las células T. VRN: 12 mg.
- Cobre: participa en las funciones de los macrófagos, neutrófilos y monocitos para combatir agentes infecciosos y mejorar la actividad de las NK. VRN: 1 mg.
- Hierro: participa en la destrucción de bacterias, regula la producción y acción de las citosinas. Promueve el fenotipo de macrófagos tipo M2 y regula negativamente la respuesta proinflamatoria M1. VRN: 14 mg.
- Selenio: regula el estrés oxidativo, redox y otros procesos celulares involucrados en las respuestas inmunes. VRN: 55 µg.
- Zinc: es un agente inmunorregulador que potencia la actividad citotóxica de las células NK. Se ha observado una disminución de la función de las células del sistema inmunitario cuando existe déficit de este mineral. VRN: 10 mg.
Efectos de especies vegetales sobre el sistema inmunitario
Existen en el reino vegetal diferentes plantas con propiedades inmunomoduladoras es decir, que refuerzan el sistema inmunitario, participan en la activación y supresión de células inmunitarias especializadas y mejoran tanto la respuesta inmune como el sistema de defensa. Además, muchas de estas plantas poseen propiedades antiinflamatorias y de eliminación de radicales libres.
Equinácea (raíz y/o parte aérea)
Estimula la fagocitosis y la proliferación linfocitaria, induce la producción de citoquinas e inhibe la síntesis de prostaglandinas, leucotrienos y de la hialuronidasa.
Indicada para el resfriado común e infecciones de las vías respiratorias altas.
Pelargonio (raíz)
Es antitusivo y posee efecto antibacteriano, antiviral e inmunomodulador. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) le atribuye, además, propiedades antiinflamatorias.
Indicado en el tratamiento de los síntomas relacionados con infecciones de las vías respiratorias altas y del resfriado común.
Eleuterococo (raíz y rizoma)
Estimula la fagocitosis de leucocitos humanos, induce la producción de interleucinas (IL) 1 y 6 y aumenta la resistencia al estrés.
Pruebas in vitro han detectado que el extracto etanólico inhibe la replicación del rinovirus humano, del virus sincitial respiratorio así como del virus de la gripe A.
Indicado en astenia, debilidad, fatiga y gripe.
Andrografis (hojas)
Con propiedades antivirales, antimicrobianas, inmunomoduladoras, antiinflamatorias y antitrombóticas, está indicada para el dolor de garganta, gripe e infecciones del tracto respiratorio superior.
La OMS recomienda las hojas de antrografis para la prevención y tratamiento sintomático de las afecciones de las vías respiratorias altas como el resfriado común y la sinusitis no complicada, la bronquitis y la faringoamigdalitis.
El papel de los probióticos en el sistema inmunitario
Los probióticos participan localmente en la regulación del sistema inmunitario a través de su interacción con el tejido linfoide asociado al intestino (GALT), que contiene el 70% de las células del sistema inmunitario y tiene un papel primordial en el reconocimiento de la flora inocua y en la discriminación de la flora nociva.
Las cepas probióticas Lactobacillus fermentum, L. casei, L. casei Shirota, L. paracasei, L.rhamnosus GG, L. plantarum, Bifidobacterium longum y B. animalis pueden inducir de forma favorable la actividad en fagocitosis y células NK, así como la secreción de IgA en mucosas, relevante en la prevención de la infección por el virus de la Influenza.
Algunas bifidobacterias estimulan la producción de interferón γ (IFN-γ), con efecto antiviral beneficioso
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