La dieta Hashimoto supone un mecanismo para tratar un tipo de hipotiroidismo, evitando así que se desarrolle un cuadro clínico severo que condicione el estilo de vida. Se trata de una patología que tiene su origen en un desequilibrio hormonal, por lo que suele requerir el uso de farmacología para su abordaje completo.
Hay que destacar que los problemas relacionados con la tiroides pueden ser de dos tipos. Es posible experimentar un incremento en la producción de hormonas tiroideas, con todos los inconvenientes que esto conlleva, o también encontrarse bajo una situación de deficiencia en la síntesis de las mismas.
¿Por qué es necesario cuidar la dieta con la enfermedad de Hashimoto?
El hipotiroidismo de Hashimoto cursa con una inflamación de la glándula tiroides que acarrea un mal funcionamiento de la misma. Es importante cuidar la dieta en este tipo de situaciones para evitar una progresión de la enfermedad, que podría derivar en una glándula que sea cada vez menos capaz de llevar a cabo sus funciones.
No debemos olvidar que este órgano se encarga de producir una serie de hormonas determinantes en la función metabólica. El hecho de no sintetizarlas en cantidades suficientes puede ocasionar una ganancia de peso graso. Incluso una inflamación crónica de la glándula desembocaría en el crecimiento de un tumor en la zona.
Mediante la dieta es posible aportar nutrientes que mejoren la función tiroidea. Por otra parte, cuidando la alimentación se contrarresta la ganancia de peso inducida por la enfermedad de Hashimoto.
Hay que destacar que las situaciones de sobrepeso han demostrado ser perjudiciales para la salud, incrementando el riesgo de padecer trastornos diversos.
Alimentos que debes evitar en la dieta Hashimoto
Te vamos a enseñar qué alimentos debes evitar si padeces hipotiroidismo de Hashimoto, para enlentecer así la progresión de la patología.
Crucíferas
Las crucíferas, a pesar de ser alimentos recomendables en el contexto de una dieta equilibrada, cuentan con la capacidad de ser bociógenas. Por este motivo hay que evitarlas en la dieta Hashimoto, ya que podrían incrementar la inflamación de la tiroides. En este grupo se encuadran la col, la berza, las coles de Bruselas, el repollo, el brócoli y la coliflor.
Nueces y cacahuetes
Con estos productos sucede lo mismo que con las crucíferas. Cuentan con una gran cantidad de antinutrientes que pueden reducir la absorción de yodo a nivel intestinal.
Espinacas y zanahoria
Si bien se debe limitar bastante el consumo de los productos antes mencionados, en el caso de las espinacas y de la zanahoria se puede ser más laxo. Basta con que no formen parte de la dieta diaria.
Se trata de alimentos que son capaces de aportar ventajas si se consumen con moderación en la dieta Hashimoto.
Alimentos que debes comer más
Uno de los aspectos clave de la dieta Hashimoto es la necesidad de aumentar la presencia de yodo en la dieta. De acuerdo con un estudio publicado en Recent Patents on Endocrine, Metabolic & Immune Drug Discovery , se trata de un nutriente esencial para la producción de hormonas tiroideas.
Pescados
El pescado cuenta con altos niveles de yodo en su interior. Además, también posee ácidos grasos de la serie omega 3, que han demostrado capacidades antiinflamatorias. Por este motivo, tiene una doble acción a la hora de luchar contra la progresión del hipotiroidismo de Hashimoto.
Mariscos
Igual que en el caso anterior, su contenido en yodo es significativo. No obstante, han de tener cuidado con estos productos las personas que tiene el ácido úrico en sangre elevado, pues podrían desarrollar problemas.
Lácteos
Los lácteos cuentan con dosis elevadas de yodo. Además, presentan probióticos en su composición, capaces de colonizar el tubo digestivo, ejerciendo un efecto metabólico positivo. En lo que a control de peso se refiere son alimentos excelentes.
Otros nutrientes importantes a tener en cuenta
Además de los alimentos comentados, es importante incrementar la ingesta de los siguientes nutrientes, ya que se ven implicados también en la síntesis de hormonas tiroideas:
- Zinc: presente en la carne roja y en los frutos secos.
- Hierro: se puede encontrar en los alimentos de origen animal.
- Manganeso: es habitual en los frutos secos y en los cereales.
- Vitamina A: es posible ingerirla a través de vegetales de color verde, rojo o naranja.
- Selenio: presente, sobre todo, en las nueces y en los cereales. También en los lácteos.
Con la dieta Hashimoto no es suficiente
La promoción de la actividad física será esencial para conseguir estabilizar el metabolismo y garantizar una composición corporal adecuada. De lo contrario, podría promocionarse la obesidad, factor de riesgo para el desarrollo de otras muchas patologías crónicas.
Al mismo tiempo, es fundamental recurrir a la farmacología. Con ella se puede incrementar la calidad de vida, reduciendo la sensación de fatiga constante. No obstante, los medicamentos deben estar prescritos por un especialista y las dosis han de revisarse de forma periódica.
Dieta Hashimoto para ayudar en el manejo del hipotiroidismo
El hipotiroidismo de Hashimoto es una patología que puede generar muchos problemas a mediano plazo si no se maneja de forma adecuada. Por ello es fundamental su detección precoz, así como adaptar a la situación los hábitos de vida y dietéticos.
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