22 junio 2023
20 junio 2023
Herpes por estrés: emociones que se transforman en ampollas
A la mayoría nos ha pasado alguna vez. Basta con atravesar una época de preocupaciones, de presión excesiva o de inquietud para percibir cómo a los pocos días asoma, con terrible escozor, una vesícula en el labio. El herpes por estrés es una condición común que nos demuestra, una vez más, cómo nuestras emociones pueden alterar la salud de diversas maneras.
Sabemos que nada es tan habitual como los brotes de herpes simple (HS). Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 67 % de la población padece esta condición que, una vez se manifiesta, permanece de forma latente.
Lo cierto es que cada vez conocemos un poco mejor los mecanismos que modulan el vínculo entre esta infección y el estrés. Te explicamos a continuación todas las claves junto a algunas estrategias de prevención.
Tanto el herpes simple tipo 1 y 2 permanecen en estado de «adormecimiento», hasta que alguna situación actúa como desencadenante para que la infección se desarrolle una vez más.
Herpes por estrés: qué es y cómo se manifiesta
El virus del herpes simple (tipo 1 y tipo 2) es un patógeno común entre la población que cursa en forma infectiva y que se manifiesta a modo de brotes de vesículas. Si bien es cierto que su aparición puede deberse a factores como déficits nutricionales, la exposición al sol o como efecto de otras enfermedades, el estrés es uno de sus mayores desencadenantes.
Se sabe desde hace años que nuestras emociones, y en concreto las épocas de estrés, tienen un gran efecto en nuestro sistema inmunitario. Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad Estatal de Ohio destacan que este mecanismo psicobiológico puede, en determinadas condiciones, hacer que nuestras heridas cicatricen más despacio, mediar en la aparición de algunas enfermedades y, cómo no, reactivar los herpesvirus latentes.
Cabe señalar que el herpes por estrés no tiene, de momento, un tratamiento efectivo que lo cure por completo. Podemos experimentar estas «calenturas» varias veces al año o no sufrir estos brotes en un periodo amplio de tiempo. Todo dependerá del estado de nuestro sistema inmunitario y de nuestros recursos de afrontamiento para manejar las emociones de valencia negativa
Fases del herpes
Por lo general, esta infección orolabial tienen un curso de entre siete días y un mes como máximo. La primera semana ocupará el pico más intenso de la infección y, posteriormente, se dará paso a esa fase. En ella, las vesículas formarán una costra que se irá curando de manera progresiva.
- Los primeros días sentiremos picazón, ardor, hormigueo y pesadez en el labio al hablar. Esta fase puede durar entre 1 y 2 días.
- En la segunda etapa ya aparecen la clásica inflamación en forma de vesícula. Es la fase más infectiva y puede cursar con fiebre, dolor mucocutáneo intenso o pulsátil, dolor de cabeza, etc. Asimismo, es recomendable que, durante transcurso del brote de herpes por estrés, no besemos ni tengamos contacto con la piel de otras personas —en especial con niños—.
- Entre el quinto y sexto día el dolor se irá reduciendo y pasaremos a la fase de cicatrización. La lesión irá formando una costra.
- La última fase del herpes por estrés consiste en la progresiva curación de la úlcera y la desaparición de la costra como tal. Este periodo puede extenderse a lo largo de dos o cuatro semanas, como máximo.
El primer síntoma que se manifiesta cuando surge el brote de virus del herpes por estrés es una sensación de ardor, quemazón y un intenso hormigueo.
Tipos de herpes
El herpes por estrés puede inducir la aparición de tres tipos de herpesvirus en caso, eso sí, de que ya tengamos latente la propia enfermedad. Los analizamos.
1. Herpes simple tipo 1 (VHS-1)
El virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) cursa con una enfermedad leve y rara vez trae complicaciones más serias. Surge con la febrícula y se manifiesta con las clásicas ampollas alrededor de la boca o la nariz que ya conocemos. Suelen acompañarse de dolor neuropático y la clásica ulceración. Por fortuna, cada vez disponemos de más fármacos y tratamientos como apósitos para aliviar su sintomatología.
2. Herpes simple tipo 2 (VHS-2)
El virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2) aparece en la zona genital y se manifiesta con lesiones en la piel y también en las mucosas internas. En estos casos, también el estrés recurrente aumenta la probabilidad de que esta condición vírica reaparezca.
Bien es cierto que esta enfermedad de transmisión sexual puede manifestarse y desaparecer en diferentes brotes, pero a menudo el propio estrés y los trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión, también actúan como desencadenante.
Publicaciones como la de Archives of Gynecology and Obstetrics destacan que este tipo de herpes puede elevar el riesgo de desarrollar un carcinoma en el cuello uterino. Así, en caso de que padezcamos este tipo de condición, procuremos llevar a cabo revisiones ginecológicas periódicas.
3. Herpes zóster
El herpes zoster es una enfermedad cutánea muy dolorosa que surge al reactivarse el virus latente de la varicela-zóster. Cursa con vesículas llenas de líquido, sobre todo por la espalda, y suele aparecer en personas adultas; en especial a partir de los 50 años.
Asimismo, investigaciones como la publicada en la revista British Journal of Dermatology destacan que el estrés psicológico puede actuar como factor de riesgo para la aparición del herpes zóster. Algo que podría reducirse con adecuadas herramientas para manejar las emociones y las preocupaciones cotidianas.
Descubre también: Estrés y trastornos musculoesqueléticos: ¿cómo se relacionan?
¿Por qué aparecen los herpes y cómo se relacionan con el estrés?
Muchos de nosotros hemos padecido en algún momento la aparición de un brote de herpes por estrés. Sabemos lo que supone: dolor, cansancio, exposición social de esa antiestética ampolla y demás. Ahora bien, la pregunta que podemos hacernos es la siguiente: ¿por qué aparecen? Es más, ¿por qué el estrés «despierta» el virus latente de los herpes?
Clarifiquemos algunas respuestas al respecto.
Causas comunes por las que aparecen los herpes
Hay muchos factores que median en la aparición y reactivación de los herpes. No solo el estrés es una variable significativa en su reaparición, por lo general, hay otros condicionantes que es interesante clarificar:
- Por contagio.
- Enfermedades virales como gripes o resfriados.
- Déficits nutricionales.
- Cambios hormonales.
- La menstruación.
- Sistema inmunitario muy debilitado.
- Exponernos al sol.
- Épocas de gran agotamiento físico.
- Fiebre.
La hiperexcitación neuronal y el estrés
Hasta el momento, sabíamos que factores como el estrés psicológico, la exposición al sol, la fiebre y los cambios en los niveles hormonales conducían a la reactivación de los herpesvirus. Sin embargo, no conocíamos bien los mecanismos que mediaban en este proceso. Bien, en un estudio realizado en colaboración con varias universidades y publicado en la revista eLife dilucidan algunas respuestas:
- En periodos prolongados de estrés, el sistema inmunitario libera un tipo de citoquina muy concreta: la interleucina 1 beta (IL-1β).
- Lo que hace la citoquina IL-1β es aumentar la excitación de las neuronas asociadas al herpes, favoreciendo así su reactivación y desarrollo.
Herpes por estrés, cortisol y las adversidades vitales
El herpes por estrés no aparece por el simple hecho de pasar un mal día puntual. Esta condición se desarrolla, sobre todo, en condiciones de estrés crónico; es decir, cuando la preocupación, la angustia o la presión se alarga en el tiempo. Son situaciones en las que las demandas superan a nuestras capacidades de afrontamiento y el cerebro, entonces, reacciona alterando nuestra homoestasis interna.
En un trabajo publicado en el Medical Hypotheses destacan cómo la inmunomodulación asociada al estrés favorece la reactivación de los herpes latentes. Lo que sucede en estos casos es que nuestro organismo recibe una dosis muy elevada de catecolaminas, citocinas y glucocorticoides. Esto se traduce en una inflamación que irá manifestándose poco a poco.
Otros trabajos, como el divulgado en Journal of Virology, advierten que la epinefrina y la corticosterona pueden modular de manera selectiva las infecciones del virus del herpes simple (1 y 2). Estas son las típicas hormonas que se activan en situaciones estresantes.
El American Journal of Epidemiology publicó en el 2017 una interesante investigación al respecto de este tema en la prefectura de Kagawa, Japón. Pudo verse que los hombres con altos niveles de estrés mental tenían el doble de probabilidad de sufrir un brote de herpes zoster. Las mujeres, por su parte, tenían más riesgo de padecerlo también si habían sufrido eventos negativos en su vida, tales como cambios en sus relaciones, su trabajo, etc.
Debemos tener presente que las experiencias adversas que no manejamos se traducen en un nivel más elevado de cortisol en nuestro organismo. La Universidad de Bangor, en Reino Unido, destaca cuáles son las complejas consecuencias de la hormona del estrés en nuestra salud. No solo podemos sufrir brotes de herpes, la salud cardiovascular, por ejemplo, también se ve afectada.
El cortisol cumple un papel muy importante en el desarrollo de muchas alteraciones en nuestro organismo. Si sufrimos estrés crónico correremos un riesgo mayor de sufrir problemas como los brotes de herpes, hipertensión, taquicardias, alteraciones digestivas, etc.
Prevención del herpes por estrés
El herpes por estrés se puede tratar y prevenir, pero no curar para siempre. La clave para evitar, en la medida de lo posible, su reactivación, implica llevar a cabo algunos cambios en nuestros hábitos de vida que destacamos a continuación.
Enfoque psicológico
Sabemos ya que entre los desencadenantes más significativos en la reactivación del herpesvirus está el factor psicológico. El estrés crónico y las dificultades para regular nuestras emociones puede condicionar la aparición de esta enfermedad, entre otros efectos. Los enfoques que deberíamos aplicar como mecanismo preventivo serían los siguientes:
- Las estrategias de resolución de problemas nos permitirán dar respuesta a los desafíos cotidianos y las preocupaciones. De ese modo evitamos que se alarguen en el tiempo.
- Técnicas de reestructuración cognitiva. Son herramientas para dar forma un enfoque mental más saludable, desactivando sesgos, creencias limitantes, etc.
- Técnicas cognitivas para regular emociones. Facilita aplicar un enfoque mental más racional y menos condicionado por la angustia y el estrés.
- Las técnicas de respiración.
- Relajación muscular progresiva de Jacobson.
- Meditación o mindfulness.
- Terapias artísticas. El arte en todas sus formas, como la danza y la pintura, son canales extraordinarios para canalizar el estrés.
- Disfrutemos del ocio y tiempo libre.
- Apoyémonos en nuestro entorno social en todo momento.
Enfoque general para prevenir el herpes por estrés
De igual modo, debemos asumir ciertos hábitos en la vida diaria que pueden contribuir a mantener el virus en estado latente. Veamos qué podemos hacer:
- Mejoremos nuestros hábitos de vida empezando por la alimentación. Un sistema inmunitario fuerte podría prevenir la reactivación del virus del herpes.
- Cuidemos de nuestra higiene del sueño.
- Protejámonos de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
- Mantengamos una vida activa, practicando algún deporte.
- Usemos bálsamos preventivos para los labios.
- Desechar las cuchillas de afeitar, toallas, tenedores y lápices labiales si se ha padecido este tipo de herpes. Así, evitamos contagios.
Recomendación final
En caso de que llevemos una época arrastrando un estrés persistente y malestar emocional, no dudemos en consultar con un psicólogo. El herpes por estrés puede ser la manifestación de un problema latente que debemos abordar. Contar con un adecuado diagnóstico es siempre un buen inicio. Después, enfoques como la terapia cognitivo-conductual pueden ser muy eficaces en estos casos.
Por otro lado, en caso de que esta molestia no se resuelva o el dolor sea muy molesto, consultemos con nuestro médico. En la actualidad hay tratamientos que facilitarán la curación de la ampolla de una manera más rápida y efectiva.
Valeria Sabater
La deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio
Tal y como nos revelan varios estudios clínicos, una deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio. Nuestra dieta, cada vez más deficitaria por la falta de calidad de los alimentos o por nuestros hábitos de vida, afecta de forma directa a nuestro descanso nocturno. Tenerlo en cuenta, y cubrir en el día a día el aporte en estos dos minerales, nos hará ganar en bienestar.
Lejos de ser un problema puntual o de reducirse únicamente a un trastorno del sueño, hay un aspecto que considerar. Estudios, como el llevado a cabo en el Departamento de Neurociencia de la Universidad de Génova, por ejemplo, nos señalan que una buena parte de los accidentes de tráfico estarían detrás de este mismo problema: el insomnio, la falta de atención.
El índice de siniestralidad se situaría entre el 10 y el 20%. Ahora bien, además de este problema de gravedad evidente, también hay otros factores. En caso de que nuestro insomnio sea crónico, podemos experimentar también alteraciones del estado de ánimo. Seremos más vulnerables a diferentes trastornos, como la depresión.
La falta de una buena calidad del sueño, como vemos, puede ser peligrosa. Tener en cuenta los factores que están detrás de este problema puede sernos de ayuda. Por tanto, cuidemos de nuestra alimentación, ahí donde no olvidar dos minerales clave: el calcio y el magnesio.
Dormir menos de seis horas cada día puede ocasionarnos serios déficits cognitivos.
nutrientes representando cómo la deficiencia de calcio y magnesio
La deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio
Hay una serie de nutrientes que por sus efectos y procesos en los que median favorecen el sueño nocturno. Ahora bien, tal y como nos señalan los nutricionistas, muchos de nosotros damos por sentado que nos estamos alimentando de forma correcta. Pensamos que tenemos todos los nutrientes cubiertos. Cuando en realidad, no es así.
Un ejemplo, nuestros suelos, las tierras donde se cultivan frutas y vegetales, son cada vez menos ricos en magnesio. Asimismo, hay otro aspecto esencial que tener en cuenta: el modo en que cocinamos los alimentos puede hacer que se pierdan muchos minerales esenciales que estos tienen de modo natural.
Sería bueno, por tanto, aumentar el consumo de verduras, semillas y frutas de manera entera y sin procesar. Sin embargo, la mayoría no estamos acostumbrados a ello, se nos hace pesado u optamos, sencillamente, por otras propuestas. Estas decisiones del día a día terminan por provocar que nuestro organismo empiece a disponer de menos nutrientes.
Y los efectos, poco a poco se notan.
La falta de magnesio
El doctor James F. Balch médico cirujano, experto en alimentación y divulgador de libros sobre salud, explica en varios de sus trabajos que la deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio. Nos advierte de esto en sus publicaciones por una sencilla razón. En ocasiones tendemos a recurrir a los fármacos sin saber que nuestra calidad de vida mejoraría si cuidáramos de nuestra alimentación.
Así, la falta de magnesio se alza en la actualidad como un problema muy recurrente.
Este mineral es un relajante muscular y un potente inductor del sueño profundo.
El magnesio aumenta el GABA, un aminoácido que potencia la relajación y el sueño.
Es más, las personas con un déficit en magnesio, además de insomnio, también suelen padecer el síndrome de piernas inquietas.
Por otro lado, se ha podido ver que quienes están sometidos a mayores niveles de estrés, suelen presentar un mayor déficit de magnesio.
Cerebro iluminando la mente de una persona representando cómo la deficiencia de calcio y magnesio
El déficit en calcio
Estudios como el publicado en el Centro de sueño y neurobiología circadiana, de la Universidad de Pennsylvania, nos señalan lo siguiente:
El calcio se relaciona con nuestros ciclos de sueño. Necesitamos de este mineral para poder alcanzar el sueño REM, esa fase del sueño donde se induce un descanso más profundo y reparador. Ahí donde además, el cerebro lleva acabo importantes tareas para garantizar nuestro bienestar físico y psicológico.
Asimismo, el calcio, es clave para la producción del triptófano. Este aminoácido nos permite fabricar melatonina, la cual, como sabemos, es clave para inducir el sueño.
Una buena dieta es nuestra mejor terapia
Sabemos que la deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio ¿cómo podemos entonces suplir estas carencias? Lo primero que se nos viene a la cabeza es acudir a una farmacia y adquirir los clásicos complementos alimenticios. Ahora bien, esta no es siempre la mejor respuesta.
Veamos por tanto qué pasos deberíamos seguir.
chica comiendo ensalada representando cómo la deficiencia de calcio y magnesio
Claves para combatir el insomnio a través de la dieta
Lo primero que debemos hacer es acudir a nuestro médico de cabecera. A través de unas adecuadas pruebas clínicas, sabremos sí, efectivamente, tenemos o no una carencia en estos nutrientes.
Asimismo, tampoco podemos dejar de lado que el insomnio también está mediado por otros factores: dolor crónico, diabetes, estrés, menopausia, mala higiene del sueño…
Otro factor importante es atender nuestros niveles de vitamina D. Este nutriente, también puede estar detrás de la deficiencia de calcio y magnesio.
Consumir alimentos ricos en magnesio:
Vegetales de hojas verdes
Plátanos.
Nueces
Almendras
Semillas de chia, semillas de lino, semillas de calabaza…
Cítricos.
Tomates maduros,
Cacao y chocolate negro.
Centeno y cebada.
Quinoa.
Alimentos ricos en calcio:
Lácteos
Sardinas
Bebidas de almendra, soja y arroz.
Semillas de girasol
Legumbres
Brócoli.
Col.
Higos.
Algas.
Para concluir, en vista de que sabemos que la deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio, lo mejor es consultar con un médico antes de empezar a consumir ningún complemento; de hecho, aunque solo sea para mejorar nuestra dieta, sin necesidad de “extras”, lo mejor será que nos pongamos en manos de un especialista. Ser certeros a la hora de completar nuestra dieta hará que ahorremos una buena cantidad de recursos, como pueden ser el tiempo y el dinero.
Dieta y Nutrición
Berberina, el pigmento que ayuda a bajar el azúcar y quemar grasa
La berberina, un pigmento amarillo extraído de diversas plantas, ha sido objeto de numerosos estudios en las últimas décadas. Ayuda a quemar grasas, regula el azúcar y es antiinflamatorio.
La berberina, una sustancia vegetal de color amarillo y sabor amargo, se extrae de diversas plantas del género Berberis, como el agracejo, la cúrcuma y la Berberis aristata. Estas plantas se han utilizado desde hace milenios por las medicinas tradicionales de Extremo Oriente y de Oriente Medio por sus propiedades antibacterianas, antiparasitarias y antidiarreicas. También se usaban como pigmento para teñir telas.
Ahora la berberina, comercializada como suplemento nutricional, está ganando reconocimiento por sus múltiples propiedades y se utiliza sobre todo como ayuda para adelgazar y para regular el azúcar.
La capacidad de la berberina para reducir la tasa de azúcar en la sangre se observó a finales del siglo pasado y fue entonces cuando comenzó a investigarse científicamente. En la actualidad, existe abundante evidencia sobre sus propiedades como principio activo que moviliza la enzima AMPK (adenosina monofosfato kinasa), que regula el equilibrio energético de las células del hígado, los músculos, las células adiposas o del sistema nervioso. Pero ¿qué hay de cierto en todo ello?
CÓMO AYUDA LA BERBERINA A QUEMAR GRASA
Cuando la berberina activa la enzima AMPK, se inicia un proceso de producción de energía por medio de la glucólisis, la oxidación de grasas y de proteínas, lo que lleva a quemar calorías de reserva. Es la misma enzima que se activa en periodos de ayuno, práctica de deporte intenso y estrés.
Esto otorga a la berberina beneficios varios:
- La berberina es una ayuda en la salud cardiovascular, porque favorece la utilización de grasas acumuladas en los tejidos y en los vasos circulatorios, como las placas de ateroma, e inhibe la síntesis excesiva de triglicéridos y colesterol.
- Además, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda en la captación de la glucosa. De ahí la eficacia de la berberina contra el síndrome metabólico, la obesidad, la diabetes y las patologías cardiovasculares y hepáticas.
- A nivel externo, se usa como cicatrizante en el tratamiento de las quemaduras y de las aftas bucales.
Veamos con más detalle estos y otros beneficios de la berberina.
BERBERINA PARA LA DIABETES
La eficacia de la berberina contra la hiperglucemia está avalada por numerosos estudios. Mejora la sensibilidad de los receptores celulares a la insulina y reduce la inflamación, de modo que ayuda a regular los procesos metabólicos.
La berberina reduce asismismo los niveles de glucosa en ayunas y tras la ingesta, así como de hemoglobina glucosilada, mejorando el control de la diabetes y prediabetes.
BERBERINA PARA EL COLESTEROL
Diversos estudios avalan una reducción de más de un 20% de los niveles de colesterol LDL y triglicéridos sin los efectos secundarios de las estatinas. Esto es porque incrementa la síntesis de la proteína receptora del colesterol perjudicial y lo retira de la circulación sanguínea. Actúa sobre los receptores del colesterol en las membranas celulares, sobre todo en el hígado.
Además, existe cierta evidencia de que la berberina puede disminuir la tensión arterial porque provoca una vasodilatación de las paredes de los vasos circulatorios y la relajación de la musculatura lisa. También es antiagregante y reduce la formación de placas de ateroma.
BERBERINA PARA ADELGAZAR
Se ha demostrado que la berberina ayuda a disminuir la materia grasa y a perder algo de peso. En una revisión sistemática publicada en Frontiers in Pharmacology investigadores chinos concluyeron que puede mejorar la obesidad y la hiperlipidemia gracias a su efecto sobre los niveles de colesteroly resistencia a la insulina.
La berberina inhibe la formación de nuevas células grasas y promueve la utilización de la grasa acumulada.
OTROS USOS Y BENEFICIOS DE LA BERBERINA
Además de los beneficios anteriores más conocidos, por sus propiedades la berberina puede tener también otros usos y beneficios:
- PARA LA INFLAMACIÓN. La berberina tiene grandes efectos antioxidantes que parecen ser la causa de su potencial antiinflamatorio y su acción benéfica sobre diversas patologías. Inhibe el estrés oxidativo y la proliferación de diversas sustancias proinflamatorias en una gran variedad de tejidos.
- PARA LA MICROBIOTA INTESTINAL. La berberina incrementa los niveles de bacterias que alivian la inflamación y activan la inmunidad. De ahí se derivan sus propiedades antiinfecciosas contra una amplia gama de bacterias, parásitos y hongos patógenos. Es efectiva como antidiarreica.
- PARA EL ESTADO DE ÁNIMO. Se están realizando estudios clínicos sobre la acción antidepresiva de la berberina. Parece proteger neurotransmisores clave como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina de las enzimas que los degradan. Además, resulta algo analgésica.
- PARA LA ARTRITIS. Se investiga su aplicación como tratamiento natural en enfermedades como la artritis reumatoide y la artrosis, ya que disminuye la degradación del cartílago.
- PARA EL SISTEMA REPRODUCTIVO. Es muy prometedora contra el síndrome de ovarios poliquísticos y en los tratamientos de fertilidad.
¿QUÉ DOSIS DE BERBERINA ES ADECUADA Y SEGURA?
La berberina es segura para las personas adultas en dosis de 400 a 1.500 mg al día, durante un máximo de dos años.
En estas dosis no se registran efectos secundarios significativos, salvo molestias digestivas que se evitan dividiendo las dosis entre más tomas.
CONTRAINDICACIONES DE LA BERBERINA
La berberina puede interactuar con medicamentos de efectos similares.
Se debe consultar su uso si se toman fármacos anticoagulantes, antibióticos, sedantes, contra la diabetes, la hipertensión, y todos los que son metabolizados por el hígado